CAPÍTULOS: Santiago
Santiago / Capítulo 1
Leyendo el subtítulo La Biblia RVR1960
Santiago / Capítulo 1
    • Hacedores de la palabra
    • 19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
      20 porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
      21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
      22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
      23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
      24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.
      25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
      26 Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.
      27 La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.
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  • Capitulos / Santiago
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  • Hacedores de la palabra
  • 19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
    20 porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
    21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
    22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
    23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
    24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.
    25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
    26 Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.
    27 La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.
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