CAPÍTULOS: II Timoteo
II Timoteo / Capítulo 4
Leyendo el subtítulo La Biblia RVR1960
II Timoteo / Capítulo 4
    • Instrucciones personales - II Timoteo
    • 9 Procura venir pronto a verme,
      10 porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica. Crescente fue a Galacia, y Tito a Dalmacia.
      11 Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio.
      12 A Tíquico lo envié a Efeso.
      13 Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros, mayormente los pergaminos.
      14 Alejandro el calderero me ha causado muchos males; el Señor le pague conforme a sus hechos.
      15 Guárdate tú también de él, pues en gran manera se ha opuesto a nuestras palabras.
      16 En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta.
      17 Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león.
      18 Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.
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  • Instrucciones personales - II Timoteo
  • 9 Procura venir pronto a verme,
    10 porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica. Crescente fue a Galacia, y Tito a Dalmacia.
    11 Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio.
    12 A Tíquico lo envié a Efeso.
    13 Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros, mayormente los pergaminos.
    14 Alejandro el calderero me ha causado muchos males; el Señor le pague conforme a sus hechos.
    15 Guárdate tú también de él, pues en gran manera se ha opuesto a nuestras palabras.
    16 En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta.
    17 Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león.
    18 Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.
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