Diccionario
Diccionario
  • Labios
    Los labios son mencionados frecuentemente en la Escritura. Son un hilo de escarlata sobre el rostro de la amada (Cnt. 4:3), destilan la miel untuosa de la palabra (Cnt. 4:11), designan incluso, a veces, la palabra naciente (Jb. 16:5). 

    Cantares 4:3

    3 Tus labios como hilo de grana, Y tu habla hermosa; Tus mejillas, como cachos de granada detrás de tu velo.

    Cantares 4:11

    11 Como panal de miel destilan tus labios, oh esposa; Miel y leche hay debajo de tu lengua; Y el olor de tus vestidos como el olor del Líbano.

    Job 16:5

    5 Pero yo os alentaría con mis palabras, Y la consolación de mis labios apaciguaría vuestro dolor.

    A diferencia de la lengua, órgano activo que sirve para hablar, los labios y la boca esperan que se los abra para expresar el fondo del corazón. Es frecuente encontrar que los labios están al servicio del corazón, bueno o malo (Pr. 10:32; 17:15; 24:2). Los labios revelan las cualidades del corazón así: la gracia del rey ideal (Sal. 45:3), el reclamo engañoso de la extranjera (Pr. 5:3; 7:21). En el pecador se ponen al servicio de la doblez, con su cortejo de artimaña y calumnia (Pr. 4:24; 12:22; Sal. 120:2). 

    Proverbios 10:32 

    32 Los labios del justo saben hablar lo que agrada; Mas la boca de los impíos habla perversidades.

    Proverbios 17:15 

    15 El que justifica al impío, y el que condena al justo, Ambos son igualmente abominación a Jehová.

    Proverbios 24:2

    2 Porque su corazón piensa en robar, E iniquidad hablan sus labios.

    Salmos 45:3

    3 Ciñe tu espada sobre el muslo, oh valiente, Con tu gloria y con tu majestad.

    Proverbios 5:3 

    3 Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, Y su paladar es más blando que el aceite;

    Proverbios 7:21

    21 Lo rindió con la suavidad de sus muchas palabras, Le obligó con la zalamería de sus labios.

    Proverbios 4:24 

    24 Aparta de ti la perversidad de la boca, Y aleja de ti la iniquidad de los labios.

    Proverbios 12:22

    22 Los labios mentirosos son abominación a Jehová; Pero los que hacen verdad son su contentamiento.

    Salmos 120:2

    2 Libra mi alma, oh Jehová, del labio mentiroso, Y de la lengua fraudulenta.

    Los labios pueden ocultar tras un rostro placentero la maldad íntima: «Barniz sobre vasija de barro son los labios lisonjeros con corazón malvado» (Pr. 26:23). Los labios pueden llegar hasta expresar una doblez que afecte el diálogo con el mismo Dios: «Este pueblo me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de mí» (Mt. 15:8; Is. 29:13). También se nos habla, por oposición, de aquel cuyos labios son siempre sinceros y justos (Sal. 17:1; Pr. 10:18- 21; 23:15

    Proverbios 26:23

    23 Como escoria de plata echada sobre el tiesto Son los labios lisonjeros y el corazón malo.

    Mateo 15:8 

    8 Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí.

    Isaías 29:13

    13 Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado;

    Salmos 17:1 

    1 Oye, oh Jehová, una causa justa; está atento a mi clamor. Escucha mi oración hecha de labios sin engaño.

    Proverbios 10:18- 21 

    18 El que encubre el odio es de labios mentirosos; Y el que propaga calumnia es necio.

    19 En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente.

    20 Plata escogida es la lengua del justo; Mas el corazón de los impíos es como nada.

    21 Los labios del justo apacientan a muchos, Mas los necios mueren por falta de entendimiento.

    Proverbios 23:15

    15 Hijo mío, si tu corazón fuere sabio, También a mí se me alegrará el corazón;

    Pero para poder guardar los labios así de toda palabra embustera o lisonjera (Sal. 34:14; 1 P. 3:10) será necesario que Dios mismo los instruya (Pr. 22:17), es preciso que estén colgados de los labios de Dios con la obediencia y la fidelidad (Sal. 17:4; Jb. 23:12). «Pon, Señor, guarda a mi boca y vela a la puerta de mis labios» (Sal. 141:3). «Señor, abre mis labios.» Así pide el salmista al Señor la gracia de la sencillez para iniciar el diálogo. 

    Salmos 34:14 

    14 Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela.

    1 Pedro 3:10

    10 Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño;

    Proverbios 22:17

    17 Inclina tu oído y oye las palabras de los sabios, Y aplica tu corazón a mi sabiduría;

    Salmos 17:4 

    14 Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela.

    Job 23:12

     Del mandamiento de sus labios nunca me separé; Guardé las palabras de su boca más que mi comida.

    Salmos 141:3

    3 Pon guarda a mi boca, oh Jehová; Guarda la puerta de mis labios.

    Frente a Dios el hombre sabe que sus labios están inclinados a la doblez y a la mentira (Is. 6:5). La alabanza auténtica debe venir de labios purificados (Sal. 63:4-6; Os. 14:3; Jb. 11:5; Is. 6:6) por el fuego del amor y del perdón divinos. Toda la alabanza que nosotros dirigimos al Padre es fruto de los labios que alaban a Jesucristo, es decir, es fruto de labios que confiesan Su nombre (He. 13:15). 

    Isaías 6:5

    5 Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.

    Salmos 63:4-6 

    4 Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos.

    5 Como de meollo y de grosura será saciada mi alma, Y con labios de júbilo te alabará mi boca,

    6 Cuando me acuerde de ti en mi lecho, Cuando medite en ti en las vigilias de la noche.

    Oseas 14:3 

    3 No nos librará el asirio; no montaremos en caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia.

    Job 11:5 

    5 Mas ¡oh, quién diera que Dios hablara, Y abriera sus labios contigo,

    Isaías 6:6

    6 Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas;

    Hebreos 13:15

    15 Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.

    Así pues, con la certeza de ser escuchado, cada creyente debe tener en sus labios esta oración: «Señor, abre mis labios, y mi boca anunciará tu alabanza» (Sal. 51:15).

    Salmos 51:15

    15 Señor, abre mis labios, Y publicará mi boca tu alabanza.

  • DICCIONARIO
Comparte este sitio
  • Labios
    Los labios son mencionados frecuentemente en la Escritura. Son un hilo de escarlata sobre el rostro de la amada (Cnt. 4:3), destilan la miel untuosa de la palabra (Cnt. 4:11), designan incluso, a veces, la palabra naciente (Jb. 16:5). 

    Cantares 4:3

    3 Tus labios como hilo de grana, Y tu habla hermosa; Tus mejillas, como cachos de granada detrás de tu velo.

    Cantares 4:11

    11 Como panal de miel destilan tus labios, oh esposa; Miel y leche hay debajo de tu lengua; Y el olor de tus vestidos como el olor del Líbano.

    Job 16:5

    5 Pero yo os alentaría con mis palabras, Y la consolación de mis labios apaciguaría vuestro dolor.

    A diferencia de la lengua, órgano activo que sirve para hablar, los labios y la boca esperan que se los abra para expresar el fondo del corazón. Es frecuente encontrar que los labios están al servicio del corazón, bueno o malo (Pr. 10:32; 17:15; 24:2). Los labios revelan las cualidades del corazón así: la gracia del rey ideal (Sal. 45:3), el reclamo engañoso de la extranjera (Pr. 5:3; 7:21). En el pecador se ponen al servicio de la doblez, con su cortejo de artimaña y calumnia (Pr. 4:24; 12:22; Sal. 120:2). 

    Proverbios 10:32 

    32 Los labios del justo saben hablar lo que agrada; Mas la boca de los impíos habla perversidades.

    Proverbios 17:15 

    15 El que justifica al impío, y el que condena al justo, Ambos son igualmente abominación a Jehová.

    Proverbios 24:2

    2 Porque su corazón piensa en robar, E iniquidad hablan sus labios.

    Salmos 45:3

    3 Ciñe tu espada sobre el muslo, oh valiente, Con tu gloria y con tu majestad.

    Proverbios 5:3 

    3 Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, Y su paladar es más blando que el aceite;

    Proverbios 7:21

    21 Lo rindió con la suavidad de sus muchas palabras, Le obligó con la zalamería de sus labios.

    Proverbios 4:24 

    24 Aparta de ti la perversidad de la boca, Y aleja de ti la iniquidad de los labios.

    Proverbios 12:22

    22 Los labios mentirosos son abominación a Jehová; Pero los que hacen verdad son su contentamiento.

    Salmos 120:2

    2 Libra mi alma, oh Jehová, del labio mentiroso, Y de la lengua fraudulenta.

    Los labios pueden ocultar tras un rostro placentero la maldad íntima: «Barniz sobre vasija de barro son los labios lisonjeros con corazón malvado» (Pr. 26:23). Los labios pueden llegar hasta expresar una doblez que afecte el diálogo con el mismo Dios: «Este pueblo me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de mí» (Mt. 15:8; Is. 29:13). También se nos habla, por oposición, de aquel cuyos labios son siempre sinceros y justos (Sal. 17:1; Pr. 10:18- 21; 23:15

    Proverbios 26:23

    23 Como escoria de plata echada sobre el tiesto Son los labios lisonjeros y el corazón malo.

    Mateo 15:8 

    8 Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí.

    Isaías 29:13

    13 Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado;

    Salmos 17:1 

    1 Oye, oh Jehová, una causa justa; está atento a mi clamor. Escucha mi oración hecha de labios sin engaño.

    Proverbios 10:18- 21 

    18 El que encubre el odio es de labios mentirosos; Y el que propaga calumnia es necio.

    19 En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente.

    20 Plata escogida es la lengua del justo; Mas el corazón de los impíos es como nada.

    21 Los labios del justo apacientan a muchos, Mas los necios mueren por falta de entendimiento.

    Proverbios 23:15

    15 Hijo mío, si tu corazón fuere sabio, También a mí se me alegrará el corazón;

    Pero para poder guardar los labios así de toda palabra embustera o lisonjera (Sal. 34:14; 1 P. 3:10) será necesario que Dios mismo los instruya (Pr. 22:17), es preciso que estén colgados de los labios de Dios con la obediencia y la fidelidad (Sal. 17:4; Jb. 23:12). «Pon, Señor, guarda a mi boca y vela a la puerta de mis labios» (Sal. 141:3). «Señor, abre mis labios.» Así pide el salmista al Señor la gracia de la sencillez para iniciar el diálogo. 

    Salmos 34:14 

    14 Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela.

    1 Pedro 3:10

    10 Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño;

    Proverbios 22:17

    17 Inclina tu oído y oye las palabras de los sabios, Y aplica tu corazón a mi sabiduría;

    Salmos 17:4 

    14 Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela.

    Job 23:12

     Del mandamiento de sus labios nunca me separé; Guardé las palabras de su boca más que mi comida.

    Salmos 141:3

    3 Pon guarda a mi boca, oh Jehová; Guarda la puerta de mis labios.

    Frente a Dios el hombre sabe que sus labios están inclinados a la doblez y a la mentira (Is. 6:5). La alabanza auténtica debe venir de labios purificados (Sal. 63:4-6; Os. 14:3; Jb. 11:5; Is. 6:6) por el fuego del amor y del perdón divinos. Toda la alabanza que nosotros dirigimos al Padre es fruto de los labios que alaban a Jesucristo, es decir, es fruto de labios que confiesan Su nombre (He. 13:15). 

    Isaías 6:5

    5 Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.

    Salmos 63:4-6 

    4 Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos.

    5 Como de meollo y de grosura será saciada mi alma, Y con labios de júbilo te alabará mi boca,

    6 Cuando me acuerde de ti en mi lecho, Cuando medite en ti en las vigilias de la noche.

    Oseas 14:3 

    3 No nos librará el asirio; no montaremos en caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia.

    Job 11:5 

    5 Mas ¡oh, quién diera que Dios hablara, Y abriera sus labios contigo,

    Isaías 6:6

    6 Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas;

    Hebreos 13:15

    15 Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.

    Así pues, con la certeza de ser escuchado, cada creyente debe tener en sus labios esta oración: «Señor, abre mis labios, y mi boca anunciará tu alabanza» (Sal. 51:15).

    Salmos 51:15

    15 Señor, abre mis labios, Y publicará mi boca tu alabanza.

Comparte este sitio
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información y limitar el uso de cookies en nuestra política de cookies.