Diccionario
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  • Día de Jehová

    No puede separarse del día del Mesías (véase en DÍA, último párrafo). 

    Está frecuentemente caracterizado por el juicio: «Día de tinieblas y de oscuridad, día de nublado y de densa niebla... grande es el día de Jehová, y muy terrible» (Jl. 2:2, 11, 31; Mal. 4:1

    Joel 2:2, 11, 31

    2 Día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra; como sobre los montes se extiende el alba, así vendrá un pueblo grande y fuerte; semejante a él no lo hubo jamás, ni después de él lo habrá en años de muchas generaciones.

    11 Y Jehová dará su orden delante de su ejército; porque muy grande es su campamento; fuerte es el que ejecuta su orden; porque grande es el día de Jehová, y muy terrible; ¿quién podrá soportarlo?

    31 El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová.

    Malaquías 4:1

    El advenimiento del día de Jehová

    1 Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.

    «El día del Señor vendrá del mismo modo que un ladrón en la noche. Cuando estén diciendo: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina» (1 Ts. 5:2, 3

    1 Tesalonicenses 5:2, 3

    2 Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche;

    3 que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.

    «Pero el día del Señor vendrá como un ladrón en la noche; en el cual los cielos desaparecerán con gran estruendo, y los elementos ardiendo serán desechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas» (2 P. 3:10). 

    2 Pedro 3:10

    10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.

    Esta escena va seguida por EL DÍA DE DIOS en el v. 12, que introduce los nuevos cielos y la nueva tierra. 

    Es importante ver el contraste entre el «día» y el arrebatamiento de los santos a reunirse con el Señor en el aire; son muchos los que han aplicado mal el término, y se ha afirmado constantemente que la Segunda Epístola a los Tesalonicenses fue escrita para mostrar a los creyentes que era un error estar esperando la venida del Señor; en realidad el hecho es que los creyentes en Tesalónica pensaban que el día del Señor había llegado (cp. la revisión 1977 de 2 Ts. 2:2, «en el sentido de que el día del Señor ha llegado», frente a la errónea traducción de las revisiones anteriores, «está cerca»). 

    2 Tesalonicenses 2:2

    2 que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.

    Habrá juicios antes del milenio, y también después del milenio, de manera que podemos considerar que el Día del Señor se extiende a través del Milenio: será el día «del Señor» en contraste con el día «del hombre».

    VÉASE: Expiación (Día de la) , Domingo
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  • Día de Jehová

    No puede separarse del día del Mesías (véase en DÍA, último párrafo). 

    Está frecuentemente caracterizado por el juicio: «Día de tinieblas y de oscuridad, día de nublado y de densa niebla... grande es el día de Jehová, y muy terrible» (Jl. 2:2, 11, 31; Mal. 4:1

    Joel 2:2, 11, 31

    2 Día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra; como sobre los montes se extiende el alba, así vendrá un pueblo grande y fuerte; semejante a él no lo hubo jamás, ni después de él lo habrá en años de muchas generaciones.

    11 Y Jehová dará su orden delante de su ejército; porque muy grande es su campamento; fuerte es el que ejecuta su orden; porque grande es el día de Jehová, y muy terrible; ¿quién podrá soportarlo?

    31 El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová.

    Malaquías 4:1

    El advenimiento del día de Jehová

    1 Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.

    «El día del Señor vendrá del mismo modo que un ladrón en la noche. Cuando estén diciendo: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina» (1 Ts. 5:2, 3

    1 Tesalonicenses 5:2, 3

    2 Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche;

    3 que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.

    «Pero el día del Señor vendrá como un ladrón en la noche; en el cual los cielos desaparecerán con gran estruendo, y los elementos ardiendo serán desechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas» (2 P. 3:10). 

    2 Pedro 3:10

    10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.

    Esta escena va seguida por EL DÍA DE DIOS en el v. 12, que introduce los nuevos cielos y la nueva tierra. 

    Es importante ver el contraste entre el «día» y el arrebatamiento de los santos a reunirse con el Señor en el aire; son muchos los que han aplicado mal el término, y se ha afirmado constantemente que la Segunda Epístola a los Tesalonicenses fue escrita para mostrar a los creyentes que era un error estar esperando la venida del Señor; en realidad el hecho es que los creyentes en Tesalónica pensaban que el día del Señor había llegado (cp. la revisión 1977 de 2 Ts. 2:2, «en el sentido de que el día del Señor ha llegado», frente a la errónea traducción de las revisiones anteriores, «está cerca»). 

    2 Tesalonicenses 2:2

    2 que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.

    Habrá juicios antes del milenio, y también después del milenio, de manera que podemos considerar que el Día del Señor se extiende a través del Milenio: será el día «del Señor» en contraste con el día «del hombre».

    VÉASE:
    Expiación (Día de la) , Domingo
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