Jueces 9:8-15
8 Fueron una vez los árboles a elegir rey sobre sí, y dijeron al olivo: Reina sobre nosotros.
9 Mas el olivo respondió: ¿He de dejar mi aceite, con el cual en mí se honra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles?
10 Y dijeron los árboles a la higuera: Anda tú, reina sobre nosotros.
11 Y respondió la higuera: ¿He de dejar mi dulzura y mi buen fruto, para ir a ser grande sobre los árboles?
12 Dijeron luego los árboles a la vid: Pues ven tú, reina sobre nosotros.
13 Y la vid les respondió: ¿He de dejar mi mosto, que alegra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles?
14 Dijeron entonces todos los árboles a la zarza: Anda tú, reina sobre nosotros.
15 Y la zarza respondió a los árboles: Si en verdad me elegís por rey sobre vosotros, venid, abrigaos bajo de mi sombra; y si no, salga fuego de la zarza y devore a los cedros del Líbano.
2 Reyes 14:9
9 Y Joás rey de Israel envió a Amasías rey de Judá esta respuesta: El cardo que está en el Líbano envió a decir al cedro que está en el Líbano: Da tu hija por mujer a mi hijo. Y pasaron las fieras que están en el Líbano, y hollaron el cardo.
2 Crónicas 25:18
18 Entonces Joás rey de Israel envió a decir a Amasías rey de Judá: El cardo que estaba en el Líbano, envió al cedro que estaba en el Líbano, diciendo: Da tu hija a mi hijo por mujer. Y he aquí que las bestias fieras que estaban en el Líbano, pasaron, y hollaron el cardo.
Ambas fábulas hacen burla de la arrogancia de los hombres y en las dos el cardo representa el personaje cómico. En el Nuevo Testamento se usa la palabra «fábula» para referirse a las religiones paganas y a las erróneas enseñanzas que falsos maestros pretenden introducir en las comunidades cristianas (1 Ti. 1:4; 4:7; Tit. 1:14; 2 P. 1:16).
1 Timoteo 1:4
4 ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora.
1 Timoteo 4:7
7 Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad;
Tito 1:14
14 no atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.
2 Pedro 1:16
16 Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad.
El mismo sentido tiene la característica enseñanza de Gamaliel, el maestro de S. Pablo, que decía: «Quien se engolosina de la miel de las fábulas helénicas, no gustará de la leche de las Escrituras. »
Jueces 9:8-15
8 Fueron una vez los árboles a elegir rey sobre sí, y dijeron al olivo: Reina sobre nosotros.
9 Mas el olivo respondió: ¿He de dejar mi aceite, con el cual en mí se honra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles?
10 Y dijeron los árboles a la higuera: Anda tú, reina sobre nosotros.
11 Y respondió la higuera: ¿He de dejar mi dulzura y mi buen fruto, para ir a ser grande sobre los árboles?
12 Dijeron luego los árboles a la vid: Pues ven tú, reina sobre nosotros.
13 Y la vid les respondió: ¿He de dejar mi mosto, que alegra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles?
14 Dijeron entonces todos los árboles a la zarza: Anda tú, reina sobre nosotros.
15 Y la zarza respondió a los árboles: Si en verdad me elegís por rey sobre vosotros, venid, abrigaos bajo de mi sombra; y si no, salga fuego de la zarza y devore a los cedros del Líbano.
2 Reyes 14:9
9 Y Joás rey de Israel envió a Amasías rey de Judá esta respuesta: El cardo que está en el Líbano envió a decir al cedro que está en el Líbano: Da tu hija por mujer a mi hijo. Y pasaron las fieras que están en el Líbano, y hollaron el cardo.
2 Crónicas 25:18
18 Entonces Joás rey de Israel envió a decir a Amasías rey de Judá: El cardo que estaba en el Líbano, envió al cedro que estaba en el Líbano, diciendo: Da tu hija a mi hijo por mujer. Y he aquí que las bestias fieras que estaban en el Líbano, pasaron, y hollaron el cardo.
Ambas fábulas hacen burla de la arrogancia de los hombres y en las dos el cardo representa el personaje cómico. En el Nuevo Testamento se usa la palabra «fábula» para referirse a las religiones paganas y a las erróneas enseñanzas que falsos maestros pretenden introducir en las comunidades cristianas (1 Ti. 1:4; 4:7; Tit. 1:14; 2 P. 1:16).
1 Timoteo 1:4
4 ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora.
1 Timoteo 4:7
7 Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad;
Tito 1:14
14 no atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.
2 Pedro 1:16
16 Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad.
El mismo sentido tiene la característica enseñanza de Gamaliel, el maestro de S. Pablo, que decía: «Quien se engolosina de la miel de las fábulas helénicas, no gustará de la leche de las Escrituras. »