INTRODUCCIÓN¿QUIEN ESCRIBIO LA CARTA?La carta se abre con hechos mínimos sobre el autor. Su nombre es Judas; por nacimiento es hermano de Santiago; y por llamamiento es un siervo de Jesucristo. La tradición ha atribuido la carta a Judas, el hermano de Jesús, mencionado en Mat. 13:55 y Mar. 6:3. Este habrá sido un hijo menor de María, nacido de ella y de José, junto con Santiago o Jacobo, José y Simón. Algunos han argumentado que era un hijo mayor de José, fruto de un matrimonio anterior. Los hermanos de Jesús se negaron a creer en él durante su vida (Juan 7:5), pero Santiago se convirtió posteriormente, quizá por una aparición de Jesús luego de la resurrección (1Cor. 15:7). Posteriormente llegó a ser un líder de la iglesia de Jerusalén (Hech. 12:17). Este Santiago también ha sido visto tradicionalmente como el autor de la carta de Stg. en el NT y, debido a su prominencia, sería natural que Judas se refiriera a sí mismo de esta forma, o sea como hermano de Santiago. Puede haber una referencia a ambos en 1 Cor. 9:5.
Se ha sugerido que el autor pudo haber sido Judas el apóstol, el llamado "Judas de Santiago", como lo mencionan en gr. Luc. 6:16 y Hech. 1:13 (Tadeo o Lebeo en Mat. 10:4 y Mar. 3:18). Hay dos dificultades en este criterio. Un apóstol difícilmente hubiera escrito el v. 17, y el uso normal del gr. requiere que la palabra que debe ser suplida en Luc. 6:16 sea más bien "hijo" y no "hermano".
La teoría de que Judas es un seudoepígrafo (ver la introducción a 2 Ped.) también se ha presentado, pero si así fuera, se esperaría que el autor hubiera escogido a un personaje menos oscuro a favor del cual nombrar la carta o que, al pretender ser Judas, habría usado su relación con Jesús para que su escrito fuera más aceptado. La humildad que evita esta presentación debe ser considerada como una señal de lo genuino, igualada por su hermano más destacado (Stg. 1:1).
¿DONDE Y CUANDO SE ESCRIBIO LA CARTA?Judas no nos da ninguna evidencia, ni siquiera un indicio, sobre la fecha de la redacción. Sabemos de 1 Cor. 9:5 que los hermanos del Señor viajaron en el servicio del evangelio, de modo que cualquier sugerencia sería sólo una especulación.
La comparación de esta carta con 2 Ped. enseguida revela que gran parte de ella (vv. 4–19) es paralela con aquélla (2:1–19). (Ver la Introducción a 2 Ped. y a las comparaciones en el comentario.) Es interesante que Judas se refiere a los apócrifos como también a ilustraciones bíblicas sobre aquellos que vagan lejos del camino de Dios y se oponen a él (vv. 5, 7, 9, 11, 14). Pedro limita sus referencias a los episodios bíblicos (2 Ped. 2:5, 6, 7, 15, 16).
Algunos que cuestionan la paternidad tradicional del autor lo hacen sobre la base de que la carta misma indica que ha sido escrita en una fecha posterior. Los vv. 17, 18 hablan de los apóstoles como si su generación ya hubiera muerto, aunque los destinatarios de la carta parecen haber sido instruidos por ellos. El v. 3 sugiere que la fe ya estaba llegando a ser un cuerpo sistemático de doctrina.
Ninguno de estos argumentos es concluyente y, si estamos dispuestos a aceptar a Judas, el hermano menor del Señor, como autor, entonces podemos fechar la carta dentro del tiempo de su vida. Eusebio relata una historia de Hegesipo sobre los nietos de Judas que fueron llevados ante Domiciano cuando éste era emperador romano (81–96 d. de J.C.). También dice que había obispos en tiempos de Trajano (años 98–117), y esto podría indicar que su abuelo vivió aún tarde en el primer siglo. Teniendo en cuenta los argumentos que señalan la prioridad de 2 Ped. (ver la Introducción a esa carta), sería perfectamente posible que Judas hubiera escrito esta carta a fines de la década del 60 del primer siglo. Algunos argumentan que la ausencia de una referencia a la caída de Jerusalén en el v. 5, donde hubiera sido relevante, indica una fecha anterior al año 70.
¿A QUIEN FUE ESCRITA LA CARTA Y DE QUE TRATA?Una vez más Judas no nos da indicios sobre dónde vivían sus primeros lectores o quiénes eran, excepto que eran cristianos (1) y amados (3, 17, 20). El v. 3 sugiere que había planeado escribir una afirmación doctrinal más formal, inclusive sobre la vida cristiana (¿más como 1 Ped.?). Al contrario, la aparición y esparcimiento de las falsas enseñanzas le habían llevado a responder por escrito con una advertencia sobre las consecuencias de seguir a aquellos que propagan ideas heréticas, y un llamado a perseverar en la fe apostólica.
Un aspecto especial de esta carta es que hace uso de la literatura apócrifa judía, lo que es único entre los libros del NT. A partir de esto, algunos dicen que Judas debió haber estado escribiendo para lectores judíos, pero las citas surgirían del fondo del autor que no tenía por qué ser el de los lectores. Las citas de Judas de la "Asunción de Moisés" y del "Libro de Enoc" en los vv. 9 y 15, y posiblemente de otras obras apócrifas en los vv. 6 y 8, produjeron sospechas sobre esta carta cuando la iglesia estaba formando su canon (o sea la lista de libros que debían incluirse en el NT). Una doctrina elevada de la inspiración, sin embargo, no impide que los autores bíblicos citen fuentes no bíblicas. Pablo mismo lo hace en 1 Cor. 10:7; 2 Tim. 3:8 y Tito 1:12 (cf. Hech. 17:28). Si bien algunos han cuestionado esta carta antes de aceptarla en el ca non, las citas de escritores anteriores muestran que ya se usaba en la iglesia por lo menos desde principios del siglo II. (Ver el artículo "Libros apócrifos y apocalípticos".)
¿CUAL ES EL MENSAJE DE JUDAS PARA NOSOTROS?Como nosotros, Judas vivió en una época que prefería la tolerancia a la verdad y que consideraba a todas las religiones como aspectos igualmente sólidos en la búsqueda de un ser supremo. Por eso da un llamado a permanecer en una fe que es a la vez única y revelada (3, 4). Lo hace de cuatro maneras:
- 1. Expone el peligro, lo infructuoso y el destino final de los falsos maestros (5–16).
- 2. Insta al pueblo de Dios a crecer en su fe cristiana y su expresión (20, 21).
- 3. Da nueva seguridad de los propósitos firmes de Dios (24).
- 4. Los llama a no perder oportunidad para el evangelismo (22, 23).
Estas directivas son de tanta ayuda a los cristianos de hoy como lo fueron para los lectores originales de Judas.
Ver también el artículo "Leyendo las epístolas".
BOSQUEJO DEL CONTENIDO1, 2 Destinatarios y saludos inciales3, 4 Desafío a permanecer firmes en la fe5, 7 Recordatorios del castigo de Dios por las desobediencias pasadas8-13 Denuncia de los falsos maestros14-16 Importancia de la profecía de Enoc17-23 Antídoto cristiano24, 25 Recomendaciones finales y exclamación de alabanza