INTRODUCCIÓNEl lenguaje y contenido de la segunda carta son muy cercanos a los de 1 Tes., lo que sugiere que fue escrita no mucho tiempo después. Continúa el mis mo modelo general. Desde el cap. 1 aparece aquella situación de oposición desde afuera que debió haber empeorado. El lenguaje punzante de Pablo también puede sugerir que él mismo era objeto de ataque particular desde afuera de la iglesia (ver 3:2). Este incremento en la oposición pudo haber sido parte de la razón por la que se desarrolló un grupo en la iglesia que creía que estaban viviendo en los últimos tiempos. Reclamaban apoyo para su creencia a partir de alguna declaración que Pablo mismo proporcionó. Pablo repudió esta declaración (o más probablemente las cuestionables inferencias deducidas de ella), y argumentó que varios eventos tenían todavía que suceder antes del regreso del Señor. En la parte final de la carta encontramos evidencia de que algunos miembros de la iglesia estaban aprovechándose de la hospitalidad de otros y viviendo perezosamente a sus expensas. Aunque no hay una conexión explícita, es difícil no creer que la "apocalíptica" conmoción reflejada en el cap. 2 contribuyó a esta situación. Pa blo utilizó palabras fuertes de censura ya que creyó firmemente que, hasta donde fuera posible, los cristianos debían trabajar para vivir.
Estos puntos determinan la estructura de la carta. Como en 1 Tes. los saludos iniciales (1:1, 2) están seguidos por una oración-informe que también funciona como estímulo y enseñanza: La iglesia estaba sufriendo oposición, pero la soportaba con firmeza, y Pablo asegura a los creyentes que Dios juzgaría a aquellos que se oponían y preparó a la iglesia para compartir su gloria cuando Cristo ven ga (1:3–12). El centro de la carta es la enseñanza sobre la venida de Cristo, dirigida contra las personas que estaban aseverando que los últimos días (en el sentido de que el período final de la historia) habían comenzado. Pablo enseña que un período de oposición satánica a Dios, en una escala sin paralelo, precederá el regreso de Cristo; mientras tanto, la iglesia, consciente de que es el objeto de elección de la gracia de Dios y que depende de su fortaleza, debe mantenerse firme hasta el fin (2:1–17). Finalmente, hay una exhortación: se le pide a la iglesia que ore por Pablo y se reconviene a los cris- tianos que han abandonado su trabajo diario y viven a expensas de sus amigos bondadosos. Pablo condena fuertemente esta ociosidad y la consiguiente molestia que traen los haraganes (3:1–16). Hay un breve saludo de cierre (3:17, 18).
Estos comentarios sobre 2 Tes. han sido hechos en términos del ostensible contexto histórico del documento como una carta genuina de Pablo a la iglesia en Tesalónica. En vista de esta situación, tenemos que asumir que en el período posterior a aquel en que se escribió 1 Tes. se había desarrollado una clase de "fervor apocalíptico" en la iglesia, cuyo origen puede ser detectado en 1 Tes. Pablo no trata de castigar directa o indirectamente a un gru po de oponentes, como en algunas otras cartas; sino que escribe a creyentes que se han extraviado por una interpretación equivocada de su enseñanza.
Tal situación parece ser muy plausible aunque muchos comentaristas están en desacuerdo. Detectan un agudo contraste entre el énfasis de la cercana segunda venida en 1 Tes. y el énfasis del "todavía no" de 2 Tes. Este hecho entonces los alerta a otra peculiar característica: detectan la falta de alusiones concretas, personales, la peculiar repetición de frases que forman 1 Tes., algunas dife rencias de lenguaje y pensamiento, etc. Numerosos eruditos piensan que estas diferencias son incompatibles con la comprensión tradicional de la carta como paulina. Consideran que intentar solucionar algunos de los problemas señalando que las cartas estaban escritas en orden cronológico inverso, o que son composiciones de fragmentos originalmente escritos en un orden diferente, parece ser inadecuado. La única solución que hará justicia a estas peculiaridades, así se argumentó, es que la carta es una composición tardía de otro escritor que deseaba usar el nombre de Pablo para corregir su enseñanza o las falsas inferencias surgidas de esta, quizás aun sosteniendo que solo esta carta era la auténtica (ver 3:7) y que 1 Tes. debía ser rechazada. La mayor debilidad de este argumento es que sus proponentes no han ofrecido una reconstrucción convincente de las circunstancias en las que la carta pudo haber sido compuesta y dirigida a Tesalónica en particular. Otra vez, el lenguaje utilizado para refutar la pretensión de que el día del Señor había llegado es tan enigmática que resulta difícil pensar que un escritor tardío pudiera expresarse de esta forma y al mismo tiempo ser convincente a sus lectores. Aunque hay algunas rarezas en el lenguaje, estructura y pensamiento de la carta, es justo decir que las dificultades en considerar la carta escrita por algún otro que no sea Pablo son grandes.
EL MENSAJE DE LAS CARTASAmbas cartas contienen enseñanza amplia sobre el evangelio y el carácter de una joven iglesia la cual puede ser desarrollada para mostrar cómo los cris-tianos deberían vivir y testificar hoy. Sin embargo, algunos cristianos contemporáneos, conscientes de un largo —y ya prolongado— período de historia de la iglesia, pueden sentir que el encuadre de la teología de Pablo con su énfasis en la futura venida del Señor, y sobre todo el sentido de su cercanía con todas las implicaciones que esta trae para el vivir cristiano, es poco realista. Todavía los cristianos hoy pueden fácilmente asumir la permanencia e independencia de su existencia colectiva propia en un universo seguro y fallar en darse cuenta de que en todo momento dependen de la misericordiadel Señor y viven en la luz de su venida. Si Dios alteró el esquema espacio-tiempo del universo al venir en la persona de su Hijo encarnado, seguramente puede y llevará la historia humana a su consumación, una intervención futura para establecer su eterno reino de justicia, paz y amor. Pablo también señala que ser cristiano no quiere decir dejar pasar el tiempo ociosamente esperando que el Señor venga. Por el contrario, se deben preparar para su venida mostrando las cualidades del vivir cristiano, fe, amor y esperanza.
BOSQUEJO DEL CONTENIDO1:1, 2 Saludos iniciales1:3-12 Agradecimientos iniciales2:1-17 Instrucciones sobre el día del Señor3:1-16 Instrucciones para la vida en la iglesia3:17, 18 Saludos finales