INTRODUCCIÓNPABLO, FILIPOS Y LA IGLESIA EN ESA CIUDADLa ciudad de Filipos a la que Pablo fue en el curso de su trabajo misionero era un lugar significativo desde varios puntos de vista. No solo era un ciudad importante en la provincia romana de Mace donia, sino que disponía de la particular posición de ser una colonia romana (Hech. 16:12). Esto significaba que era considerada como un pequeño trozo de la misma Roma en el lugar. La lengua común era el latín; la ley romana controlaba la administración local y el régimen de impuestos, y muchos aspectos de la vida pública eran como en Roma misma, y muchos de los oficiales tenían el mismo título que en Roma.
La conocida historia de Filipos, sin embargo, ha recorrido un largo camino. Antes del 360 a. de J.C. se ubicó en el lugar un pequeño poblado traciano. La ciudad misma fue fundada por quien le diera su nombre: Filipo de Macedonia, el padre de Alejandro el Grande, considerándola un lugar estratégico desde el punto de vista geográfico. Filipos cayó en manos de los romanos en 168 a. de J.C. después de la batalla de Pidna. En 42 a. de J.C. Antonio, después que él y Octaviano derrotaran a Bruto y Casio, ubicó allí a algunos veteranos de guerra desbandados, dando a Filipos su rango de colonia romana. Entonces en 30 a. de J.C., cuando Octaviano derrotó a Antonio y Cleopatra en la batalla de Actium, envió más "colonos" desde Italia a Filipos con el objeto de ubicar en un lugar más cercano al suelo patrio a sus propios veteranos de guerra. El alto concepto de los privilegios del ciudadano romano en Filipos se manifiesta en Hech. 16:20, 21, 35–39 y probablemente se refleja en la misma carta en 1:27 y 3:20.
La predicación del evangelio en Filipos representa para nosotros lo que probablemente fue el primer trabajo apostólico de evangelización en Europa. Para el Apóstol habría significado trabajar en un centro estratégico de una provincia romana que no había oído anteriormente el evangelio. De acuerdo con los registros de Hech. 16:9, 10, Pablo fue allí (junto a Silas y Timoteo) en respuesta a la visión en sueños en la que vio que "un hombre de Macedonia estaba de pie rogándole y diciendo: ’¡Pasa a Macedonia y ayúdanos!’ " Tal como la historia de Hech. 16 continúa, leemos que en Filipos Pablo no encontró una sinagoga, pero un sábado descubrió un "lugar de oración" a la orilla del río, donde un pequeño grupo de mujeres estaba reunido. Una de esas mujeres, Lidia, "era vendedora de púrpura de la ciudad de Tiatira", parece haber sido la primera convertida y que abrió su hogar a Pablo.
Obsérvese algo del trasfondo pagano en Filipos cuando leemos de una "joven esclava que tenía espíritu de adivinación" y que "producía gran ganancia a sus amos, adivinando". Pablo y Silas fueron condenados a prisión debido al enojo de sus amos cuando le fue echado el espíritu de adivinación y vieron que "se les había esfumado su esperanza de ganancia". El pretexto para condenar a Pablo y Silas fue que ellos, como judíos, estaban arrastrando a la ciudad al escándalo y enseñando costumbres, las cuales según sus piadosos acusadores "no nos es lícito recibir ni practicar".
El compañerismo en el evangelio, la persecución y el trasfondo mayormente gentil de los cristianos filipenses (cualidades éstas destacadas en la epístola) están también registradas en Hech. 16 acerca de la primera visita de Pablo a los filipenses.
Aunque no disponemos de muchos detalles, es claro que a partir de la primera visita de Pablo a Filipos, pudo dejar establecido a un grupo ferviente de cristianos. En el tercer viaje misionero de Pablo que aparece en Hech., leemos que pasó algo de tiempo en Macedonia (Hech. 20:1), y que muy probablemente habría incluido una visita a Filipos. Luego de un tiempo en Grecia volvió a Macedonia, y en Hech. 20:6 se nos cuenta específicamente que Pablo se embarcó desde Filipos para retornar a Jerusalén.
EL TIEMPO Y EL LUGAR EN QUE FUE ESCRITA LA CARTASe demuestra claramente al leer que Pablo escribió esta carta desde la prisión. La carta a los Fil., junto con la de Film., Col. y Ef., han sido llamadas "cartas de la prisión". En 2 Cor. 11:23 Pablo habla de haber estado frecuentemente en prisión. Por lo dicho en Hech. sabemos que hubo de soportar períodos de encarcelamiento en Cesarea y en Roma, y sobre la base de Hech. 20:18, 19; 1 Cor. 4:9–13; 15:31, 32; 2 Cor. 1:8–10; 4:8–12; 6:4–10; 11:23–27, podemos pensar que pudo estar preso también en Efeso. Se han presentado diversos argumentos para definir en cuál de estos lugares, Cesarea, Efeso o Roma, estaba la cárcel desde la cual Pablo escribió la carta.
Los argumentos más importantes a favor de
Cesarea como el lugar desde donde fue escrita la carta son:
- 1. Hech. 23:25 se refiere al encarcelamiento en Cesarea siendo en el pretorio de Herodes, y la carta menciona el hecho de que sus "prisiones por la causa de Cristo" se han hecho evidentes en todo el pretorio como a "todos los demás" (1:13).
- 2. Los dos años de prisión en Cesarea (Hech. 24:27) le habrían dado tiempo para una comunicación entre el lugar en que estaba prisionero y Filipos, lo cual está implicado en la carta (ver abajo).
- 3. En Fil. 1:7 Pablo menciona una defensa que él había hecho, pero estaba todavía en prisión. El caso fue cierto en Cesarea donde él hizo una defensa de sí mismo ante Félix y luego continuó confinado durante los siguientes dos años.
- 4. En esta carta Pablo no hace mención de la colecta para los pobres en Judea lo cual fue muy importante en las primeras etapas de su trabajo. Cuando Pablo estaba en Cesarea ese donativo ya había sido entregado en Jerusalén, y así en la carta Pablo podía escribir de los "dones" sin aludir a esta colecta.
Hay algo de fuerza en estos argumentos. Sin embargo, en contra de ellos debe decirse que en Cesarea Pablo no enfrentaba una posibilidad inmediata de ejecución, sino camino a Roma cuando se presentaría al tribunal delante del emperador debido a la apelación que hiciera al César (Hech. 25:11). Las alternativas de muerte y liberación acerca de las cuales Pablo escribe específicamente en 1:20–24, y de la esperanza de ir a visitar Filipos (ver 2:24), no eran realmente las que tenía durante su prisión en Cesarea.
Si aceptamos la probabilidad de un encarcelamiento en Efeso, podríamos reconocer la firmeza de los siguientes argumentos en relación con ese lugar como el origen de Fil.:
- 1. La carta indica al menos cuatro viajes entre Filipos y el lugar donde Pablo estaba encarcelado: En el primero, Pablo toma conocimiento de la situación cuando Epafrodito viene desde Filipos; un mensaje llegó a Filipos informando acerca de la enfermedad de Epafrodito, y subsecuentemente se recibieron noticias de los filipenses interesándose por él (2:25–30). El viaje de Filipos a Efeso habría tomado de siete a diez días, lo que no representaría mucha dificultad para que esos viajeros hubieran hecho esos viajes.
- 2. Hech. 19:22 nos relata que Timoteo fue enviado desde Efeso a Macedonia y esto coincidiría con Fil. 2:19–22.
- 3. De los pasajes mencionados arriba indicando el encarcelamiento de Efeso podríamos ver que Pablo enfrentó realmente la pena de muerte (cf. 1:20–23). Sin embargo, es cuestionable si Pablo habría en frentado un prolongado encarcelamiento en Efeso, un encarcelamiento con el tiempo necesario para que tales situaciones se desarrollaran como se describe en 1:12–18.
- 4. Cuando Pablo estaba en Efeso realmente consideró y hasta concretó su esperanza de llegar a Macedonia y Grecia. Por otro lado, uno se pregunta si Pablo podría haber escrito 2:24 desde Roma cuando parece que al mismo tiempo sus ojos miraban hacia el oeste y no esperaba regresar al este otra vez (ver Hech. 20:25 y Rom. 15:18, 19).
- 5. Existirían grandes similitudes entre esta carta y las primeras cartas de Pablo, más que con las últimas. En particular con la cuestión de los judaizantes, como los encontramos en Gál. y Rom., tema éste que mantuvo siempre la atención del Apóstol.
- 6. En pasajes como 1:30 y 4:15, 16 se ve una predicación del evangelio en Filipos mucho más reciente que los 11 o 12 años que hubieran sido necesarios si Pablo hubiera escrito desde Roma.
Si la carta fue escrita desde Efeso, la fecha de su confección podría haber sido entre 54–55 d. de J.C. Si fue escrita desde Cesarea, podría haber sido entre 57–59. Al tiempo en que parecería haber sólidas razones para señalar a Efeso en vez de Cesarea como origen de la carta, se mantienen fuertes argumentos a favor de la perspectiva tradicional de que la carta fue escrita desde Roma:
- 1. En Roma, mientras esperaba ser juzgado ante el emperador, Pablo tenía dos posibilidades frente a él: ser declarado inocente y ser liberado o ser condenado a muerte. Pablo habla de estas dos alternativas en 1:19–26.
- 2. Aunque el trayecto entre Roma y Filipos podría haber tomado más tiempo que entre Roma y Efeso, no hubieran necesitado más que siete u ocho semanas para cada uno.
- 3. Aun cuando Pablo pensó en ir a Roma, tenía en mente ir más al oeste, a España (Rom. 15:23–28), hay evidencia para sugerir que mientras el Apóstol estaba en Roma, sus pensamientos se volvieron hacia las tierras del este donde él ya había trabajado, y donde las iglesias que había fundado estaban necesitando su ayuda.
- 4. Si bien hay similitudes entre Fil. y las primeras cartas de Pablo, hay también evidentes diferencias, y aun en el tiempo de las cartas a Tim. y Tito la iglesia todavía estaba amenazada por el legalismo de los judaizantes.
- 5. Aunque puedan darse explicaciones acerca del "pretorio" (1:13) y de la "casa del César" (4:22) en relación con Efeso (o aun Cesarea), ambas expresiones bien podrían ser naturalmente usadas para referirse a Roma.
- 6. La ausencia de alguna mención en Fil. de la colecta para los creyentes de Jerusalén ha sido referida antes como un argumento para ubicar en Cesarea el origen de la carta en vez de Efeso. Es también un fuerte argumento para pensar en Roma, si Cesarea se excluye como lugar de escritura. En 2 Cor. 8:1–5 y 9:1–4 vemos el involucramiento de los cristianos macedonios en todo el proyecto, y así el silencio en relación con ello sugeriría que fue una cosa del pasado.
Si ubicamos el origen de la carta en Roma, como lo hace la mayoría, deberíamos fecharla alrededor de 62 d. de J.C., hacia el fin del período carcelario de Pablo del cual nos habla Hech. 28. Para nuestra comprensión de la carta, sin embargo, la ubicación es menos importante que la apreciación del hecho de que fue una carta escrita dentro de una experiencia de encarcelamiento.
LOS PROPOSITOS DE LA CARTACuando leemos la carta a los Fil., podemos señalar que hubo un número de razones que motivaron el escrito paulino:
- 1. Pablo quería agradecer la ofrenda que sus amigos de Filipos le habían enviado (4:10, 14–18).
- 2. Quería hacerles conocer de su propia situación, y especialmente darles la seguridad de que su encarcelamiento no implicaba un retroceso del evangelio (1:12–26). Además, quería decirles de su plan de enviarles a Timoteo con otras noticias (2:19–24), aunque tenía la esperanza de que sería liberado e ir él mismo.
- 3. Pablo necesitaba explicar por qué enviaba de regreso a Epafrodito, cuando los filipenses habían tenido la intención de que permaneciera junto a Pablo ayudándolo de cualquier manera que necesitase (2:25–30).
- 4. Había llegado a conocimiento del Apóstol el partidismo y potencial desunión de la iglesia de Filipos, y quería instarlos a vivir, actuar y testimoniar en la unidad del Espíritu (1:27; 2:1–11; 4:2, 3).
- 5. Pablo se había dado cuenta del peligro que corrían los filipenses de ser influenciados en dirección al legalismo judaico, por lo que quiso dejar completamente claro que ello sería una contradicción básica con el evangelio (3:1–11).
- 6. A la vez, estaba consciente del peligro de una idea errónea acerca de alcanzar la perfección (3:12–16), y de las presiones del materialismo sobre los cristianos en Filipos (3:18–21).
- 7. Su escrito fue también una oportunidad de animar a los cristianos a soportar el sufrimiento con valentía, a vivir en una sola mente y confiar sus vidas a su Señor en todas las cosas y bajo toda circunstancia (1:27–30; 2:12–18; 3:17–21; 4:4–9).
TEOLOGIA Y TEMAS DE LA CARTAGran parte de la epístola trata de cuestiones prácticas de la vida cristiana más que de las creencias cristianas como tales. Como en todas las cartas paulinas, sin embargo, lo que él dice como instrucción acerca del discipulado está relacionado con las cosas que están al centro de la fe cristiana, tales como la centralidad de la cruz (3:18), la obra del Espíritu (1:19) y la esperanza cristiana (1:6, 10; 3:20). Existen secciones de la carta, sin embargo, donde se hacen declaraciones firmes y contundentes acerca de la persona de Cristo y acerca del camino de salvación en Cristo. En 2:5–11 se declaran sin ambigüedades los hechos de la naturaleza divina de Jesús así como su plena humanidad. Pablo señala que después de que Cristo se inclinara hacia nuestra humanidad, y yendo hasta la muerte de cruz, "Dios lo exaltó hasta lo sumo" y usa terminología del AT que se refiere a que toda rodilla se doblará delante de Dios y toda lengua le reconocerá (Isa. 45:23).
En 3:4–10 cuando Pablo compara sus ambiciones precristianas con la vida que encontró en Cristo, deja en claro que la "justicia" (considerado justo por Dios) no es posible por actos propios de obediencia a la ley o fidelidad a observancias exteriores. La justicia es solamente posible a través de Cristo, una justicia que es enteramente un don y gra cia de Dios, y puesta a nuestra disposición por el sufrimiento, muerte y resurrección de Cristo.
Respecto al vivir cristiano hay ciertas notas dominantes en la carta:
- 1. Gozo. El sustantivo "gozo" o el verbo "regocijar" son usados 16 veces en la carta. Pablo habla del gozo en la oración (1:4), gozo en los frutos de su trabajo (4:1) y gozo en el sufrimiento, aun al en frentar la muerte (2:17). Pablo se regocija donde hay unidad y compañerismo (2:2), encuentra gozo en la ayuda de sus amigos (4:10), y tiene gozo al saber que otros están predicando a Cristo. Anima a sus lectores a regocijarse en su fe, en su relación con el Señor (1:25; 3:1; 4:4) y en la acogida y recibimiento dados a hermanos en Cristo (2:28, 29).
- 2. Compañerismo y unidad. Pablo escribe agradecido por el compañerismo de los filipenses manifestado desde el principio (1:5), participando con él de la gracia de Dios y posibilitando la defensa y confirmación del evangelio (1:7). Es un compañerismo en términos de "dar y recibir" que Pablo conoció de los filipenses (4:15). Los anima a mantenerse "firmes en un mismo espíritu, combatiendo juntos y unánimes por la fe del evangelio" (1:27). La alegría del Apóstol sería completa si ellos tuvieran " … el mismo amor, unánimes, pensando en una misma cosa" (2:2). Pablo quería asegurarse de que la iglesia de Filipos no estuviera contemporizando con el egoísmo, orgullo o partidismo (2:1–4). Donde hubiera desacuerdo entre creyentes, era necesario ayudar a fin de que la unidad, el compañerismo y tes timonio del cuerpo no fuesen malogrados (4:2, 3).
- 3. Expectativa espiritual de Pablo. Ninguna otra carta muestra esto más vívidamente. Contemplamos lo completo del compromiso de Pablo con Cristo Jesús, y su único deseo de conocerlo y ser conocido por él. Esto es mostrado más claramente en 3:7–14, y es allí donde ubicamos la esperanza de Pablo también expresada en 1:20 de que él nunca sería avergonzado, sino que con valentía estaba seguro de que Cristo sería "exaltado en (su) cuer po, ya sea por la vida o por la muerte". En 4:11, 13 puede hablar de su contentamiento en cualquier circunstancia, en privaciones y dificultades, con tal de que Cristo lo fortaleciera para sobre llevarlas y que Cristo fuera glorificado por esas experiencias.
COMO SE ESCRIBIO LA CARTAAquellos que examinan los documentos del NT más de cerca realizan consultas que pertenecen a la crítica literaria y al criticismo histórico: ¿Es esta la obra genuina de alguien cuyo nombre lleva? ¿Fue escrita como una carta tal como parece ser? En el caso de Fil. estas consultas son más bien académicas. No hay dudas serias en cuanto a la autoría pau lina, excepto para un muy pequeño grupo de estudiosos. Hay tres preguntas que, sin embargo, merecen una breve consideración:
- 1. ¿Puede 2:6–11 haber sido un himno cristiano primitivo tomado y anotado por el Apóstol y hecho propio en su carta? Estos versículos, con la humillación y exaltación de Cristo como su tema, son rítmicos en forma y los estudiosos los han arreglado en seis grupos de tres líneas cada uno. Encontramos pasajes altamente poéticos en otras cartas de Pablo (como 1 Cor. 13), pero tales versos se leen más como una cita, profundamente relevante a los propósitos de la sección, pero no compuesta originalmente para ella. Tenemos otros ejemplos de him nos o fragmentos de un credo usados en cartas del NT (p. ej. Ef. 4:4–6; 5:14; 1 Tim. 1:17; 3:16; 6:15, 16; 2 Tim. 2:11–13). Esto parece ser un ejemplo similar de tales citas, pero más extenso. Encontramos aquí palabras no usadas por Pablo y algunas de ellas no aparecen en todo el NT. Si el himno fue compuesto por otro que no era el Apóstol mismo, ello podría inferirse de la manera diferente a la paulina en que es relatada la encarnación y obra de Cristo. Por otro lado, no podríamos excluir la alternativa de que Pablo mismo fuese el autor. Ciertamente deberíamos ver 2:6–11 como un himno de alabanza a Cristo, quizá de Pablo, o de algún otro, pero si fue así, tomado por el Apóstol y hecho suyo propio y apropiado para el contexto de su carta.
- 2. En medio de 3:1 hay un corte repentino en la temática que algunos han sugerido que se entiende mejor como la indicación de una carta completamente diferente que ha sido insertada en la que he mos estudiado hasta este punto. Sin ninguna duda hay un corte en el argumento, pero hay otros ejemplos de este tipo de cosas en las cartas de Pablo. Si esto fuese parte de otra carta más temprana, es difícil ver dónde termina la interpolación. Una explicación más probable parece ser que si viniesen noticias frescas de Filipos, o que la mente del Apóstol fuese dirigida a este problema siempre presente, él vio la necesidad de advertir de nuevo a sus lectores de la amenaza de los que pusieron la ley en lugar de la gracia como medio de ser aceptados por Dios. Habiendo hecho esto, se dirigió hacia las cosas finales que quería decirles a los filipenses.
- 3. Algunos se han preguntado si 4:10–20 podría pertenecer a una carta anterior sobre la base de que Pablo difícilmente hubiera esperado mucho para reconocer los dones traídos desde Filipos por Epafro dito, y en cualquier caso se podría haber esperado que exprese su gratitud hacia el principio de la carta. Hay alguna fuerza en este argumento, aunque en su contra podemos decir que pudo haber un reco nocimiento en una carta anterior de la cual no tenemos copia, y aquí Pablo simplemente reiteraría su gratitud. Deberíamos ser conscientes también de la sensibilidad involucrada en la forma en la que Pablo debería expresar su aprecio, y al mismo tiempo enfatizar el hecho de que él no dependía de sus dones (ver notas de 4:10–20). A raíz de esta sensibilidad podríamos entender por qué Pablo dejó este asunto delicado al final de su carta. Las probabilidades parecerían, por lo tanto, contrariar las teorías acerca del escrito a los Fil.
Tenemos en Fil., tal como R. P. Martin dijo, "una ventana al carácter pastoral y personal de Pablo" y también "un estudio de caso de una de las comunidades cristianas primitivas con quien Pablo compartió relaciones afectuosas y duraderas" (R. P. Martin, Philippians, NCB [Oliphants, 1976], p. ix).
Mientras Rom. ha cautivado la mente de las personas a lo largo de los siglos, posibilitándoles ver la maravilla del evangelio de salvación en Cristo, Fil. ha traído inspiración y valor a la hora de enfrentar privaciones y persecución a causa del evangelio, y así ha producido un impacto incalculable sobre las vidas de hombres y mujeres.
BOSQUEJO DEL CONTENIDO1:1-11 Introducción- 1:1, 2 Saludos
- 1:3-7 Acción de gracias y confianza
- 1:8-11 Oración
1:12-26 Las circunstancias de Pablo- 1:12-14 Los resultados del encarcelamiento de Pablo
- 1:15-18 Diferentes razones para predicar a Cristo
- 1:19-26 Exaltación de Cristo por su vida o por su muerte
1:27—2:18 Instrucciones acerca de la vida cristiana y el discipulado- 1:27-30 El llamado a vivir una vida digna del evangelio
- 2:1-4 Llamamiento a la unidad mediante la humildad personal
- 2:5-11 El ejemplo de Cristo
- 2:12-18 El cuidado práctico de la salvación
2:19-30 Planes futuros- 2:19-24 Recomendación de Timoteo
- 2:25-30 Explicaciones referentes a Epafrodito
3:1-21 Expectativas espirituales de Pablo- 3:1-3 Advertencias contra los de la circuncisión
- 3:4-7 Objetivos en la vida anterior de Pablo
- 3:8-14 Renuncia a lo antiguo; nuevas expectativas de Pablo
- 3:15-17 Un ejemplo para ser imitado
- 3:18-21 Llamado a una ciudadanía celestial
4:1-23 Instrucciones, agradecimientos y saludos- 4:1-3 Apelación a mantenerse unidos
- 4:4-7 Llamado al gozo y a la vida de oración
- 4:8, 9 Mantened lo verdadero y lo honorable
- 4:10-20 La actitud de Pablo en relación con la ayuda de los filipenses
4:21-23 Saludos finales.