El presente aviso legal regula el uso de nuestro sitio web. La navegación por este sitio web atribuye la condición de usuario del mismo e implica la aceptación plena y sin reservas de todas y cada una de las disposiciones incluidas en este Aviso Legal, que pueden sufrir modificaciones. Usted se obliga a hacer un uso correcto del sitio web de conformidad con las leyes, la buena fe, el orden público, los usos del tráfico y el presente Aviso Legal. Usted responderá frente a este sitio web o frente a terceros, de cualesquiera daños y perjuicios que pudieran causarle como consecuencia del incumplimiento de dicha obligación.
2. Identificación y comunicaciones.
Para comunicarse con nosotros, ponemos a su disposición diferentes medios de contacto especificados en la política de privacidad. Todas las notificaciones y comunicaciones que realice en este sitio web se considerarán eficaces, a todos los efectos, siempre y cuando se realicen por los medios especificados anteriormente.
3. Condiciones de acceso y utilización.
El sitio web y sus servicios son de acceso libre, no obstante, condicionamos la utilización de algunos de los servicios ofrecidos en su web a la previa cumplimentación del correspondiente formulario. Usted garantiza la autenticidad y actualidad de todos aquellos datos que nos comunique y será el único responsable de las manifestaciones falsas o inexactas que realice. Usted se compromete expresamente a hacer un uso adecuado de los contenidos y servicios de este sitio web y a no emplearlos para, entre otros: o Difundir contenidos, delictivos, violentos, pornográficos, racistas, xenófobo, ofensivos, de apología del terrorismo o, en general, contrarios a la ley o al orden público. o Introducir en la red virus informáticos o realizar actuaciones susceptibles de alterar, estropear, interrumpir o generar errores o daños en los documentos electrónicos, datos o sistemas físicos y lógicos de este sitio web o de terceras personas; así como obstaculizar el acceso de otros usuarios al sitio web y a sus servicios mediante el consumo masivo de los recursos informáticos a través de los cuales este sitio web presta sus servicios. o Intentar acceder datos de otros personas o a áreas restringidas de los sistemas informáticos de este sitio web o de terceros y, en su caso, extraer información. o Vulnerar los derechos de propiedad intelectual o industrial, así como violar la confidencialidad de la información de este sitio web o de terceros. o Suplantar la identidad de otro usuario, de las administraciones públicas o de un tercero. o Reproducir, copiar, distribuir, poner a disposición o de cualquier otra forma comunicar públicamente, transformar o modificar los contenidos, a menos que se cuente con la autorización del titular de los correspondientes derechos o ello resulte legalmente permitido. o Recabar datos con finalidad publicitaria y de remitir publicidad de cualquier clase y comunicaciones con fines de venta u otras de naturaleza comercial sin que medie su previa solicitud o consentimiento.Todos los contenidos del sitio web, como textos, fotografías, gráficos, imágenes, iconos, tecnología, software, así como su diseño gráfico y códigos fuente, constituyen una obra cuya propiedad pertenece a este sitio web, sin que puedan entenderse como cedidos ninguno de los derechos de explotación sobre los mismos más allá de lo estrictamente necesario para el correcto uso de la web. En definitiva, usted que accede a este sitio web, puede visualizar los contenidos y efectuar, en su caso, copias privadas autorizadas siempre que los elementos reproducidos no sean cedidos posteriormente a terceros, ni se instalen a servidores conectados a redes, ni sean objeto de ningún tipo de explotación. Asimismo, todas las marcas, nombres comerciales o signos distintivos de cualquier clase que aparecen en el sitio web son propiedad de este sitio web, sin que pueda entenderse que el uso o acceso al mismo le atribuya derecho alguno sobre los mismos. La distribución, modificación, cesión o comunicación pública de los contenidos y cualquier otro acto que no haya sido expresamente autorizado por el titular de los derechos de explotación quedan prohibidos. El establecimiento de un hiperenlace no implica en ningún caso la existencia de relaciones entre La Escritura y el propietario del sitio web en la que se establezca, ni la aceptación y aprobación por parte de La Escritura de sus contenidos o servicios. Aquellas personas que se propongan establecer un hiperenlace previamente deberán solicitar autorización por escrito. En todo caso, el hiperenlace únicamente permitirá el acceso a la home-page o página de inicio de nuestro sitio web, asimismo deberá abstenerse de realizar manifestaciones o indicaciones falsas, inexactas o incorrectas sobre este sitio web, o incluir contenidos ilícitos, contrarios a las buenas costumbres y al orden público. No nos responsabilizamos del uso que cada usuario le dé a los materiales puestos a disposición en este sitio web ni de las actuaciones que realice en base a los mismos.
4. Exclusión de garantías y de responsabilidad.
Excluyemos, hasta donde permite el ordenamiento jurídico, cualquier responsabilidad por los daños y perjuicios de toda naturaleza derivados de: o La imposibilidad de acceso al sitio web o la falta de veracidad, exactitud, exhaustividad y/o actualidad de los contenidos, así como la existencia de vicios y defectos de toda clase de los contenidos transmitidos, difundidos, almacenados, puestos a disposición a los que se haya accedido a través del sitio web o de los servicios que se ofrecen. o La presencia de virus o de otros elementos en los contenidos que puedan producir alteraciones en los sistemas informáticos, documentos electrónicos o datos de los usuarios. o El incumplimiento de las leyes, la buena fe, el orden público, los usos del tráfico y el presente aviso legal como consecuencia del uso incorrecto del sitio web. En particular, y a modo ejemplificativo, no nos hacemos responsables de las actuaciones de terceros que vulneren derechos de propiedad intelectual e industrial, secretos empresariales, derechos al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen, así como la normativa en materia de competencia desleal y publicidad ilícita. Asimismo, declinamos cualquier responsabilidad respecto a la información que se halle fuera de esta web y no sea gestionada directamente por nuestro webmaster. La función de los links que aparecen en esta web es exclusivamente la de informar al usuario sobre la existencia de otras fuentes susceptibles de ampliar los contenidos que ofrece este sitio web. No garantizamos ni nos responsabilizamos del funcionamiento o accesibilidad de los sitios enlazados; ni sugiere, invita o recomienda la visita a los mismos, por lo que tampoco será responsable del resultado obtenido. No nos responsabilizamos del establecimiento de hipervínculos por parte de terceros.
5. Procedimiento en caso de realización de actividades de carácter ilícito.
En el caso de que usted o un tercero considere que existen hechos o circunstancias que revelen el carácter ilícito de la utilización de cualquier contenido y/o de la realización de cualquier actividad en las páginas web incluidas o accesibles a través del sitio web, deberá ponerse en contacto con nosotros identificándose debidamente, especificando las supuestas infracciones y declarando expresamente y bajo su responsabilidad que la información proporcionada en la notificación es exacta. Para toda cuestión litigiosa que incumba a este sitio web, será de aplicación la legislación española, siendo competentes los Juzgados y Tribunales más cercanos a la sede de (España).
6. Publicaciones.
La información administrativa facilitada a través del sitio web no sustituye la publicidad legal de las leyes, normativas, planes, disposiciones generales y actos que tengan que ser publicados formalmente a los diarios oficiales de las administraciones públicas, que constituyen el único instrumento que da fe de su autenticidad y contenido. La información disponible en este sitio web debe entenderse como una guía sin propósito de validez legal.
® La Escritura, 2024. Todos los derechos reservados.
1 Otra vez comenzó Jesús a enseñar junto al mar, y se reunió alrededor de él mucha gente, tanto que entrando en una barca, se sentó en ella en el mar; y toda la gente estaba en tierra junto al mar.
2 Y les enseñaba por parábolas muchas cosas, y les decía en su doctrina:
3 Oíd: He aquí, el sembrador salió a sembrar;
4 y al sembrar, aconteció que una parte cayó junto al camino, y vinieron las aves del cielo y la comieron.
5 Otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra.
6 Pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.
7 Otra parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto.
8 Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto, pues brotó y creció, y produjo a treinta, a sesenta, y a ciento por uno.
9 Entonces les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga.
San Lucas 8
4 Juntándose una gran multitud, y los que de cada ciudad venían a él, les dijo por parábola:
5 El sembrador salió a sembrar su semilla; y mientras sembraba, una parte cayó junto al camino, y fue hollada, y las aves del cielo la comieron.
6 Otra parte cayó sobre la piedra; y nacida, se secó, porque no tenía humedad.
7 Otra parte cayó entre espinos, y los espinos que nacieron juntamente con ella, la ahogaron.
8 Y otra parte cayó en buena tierra, y nació y llevó fruto a ciento por uno. Hablando estas cosas, decía a gran voz: El que tiene oídos para oír, oiga.
1 Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar.
2 Y se le juntó mucha gente; y entrando él en la barca, se sentó, y toda la gente estaba en la playa.
1 Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios.
2 Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes.
3 Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud.
3 Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar.
4 Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron.
5 Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra;
6 pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.
7 Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron.
8 Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno.
10 Cuando estuvo solo, los que estaban cerca de él con los doce le preguntaron sobre la parábola.
11 Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas;
12 para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados.
San Lucas 8
9 Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Qué significa esta parábola?
10 Y él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan.
10 Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas?
11 El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado.
12 Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
29 Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
San Marcos 4
25 Porque al que tiene, se le dará; y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.
San Lucas 8
18 Mirad, pues, cómo oís; porque a todo el que tiene, se le dará; y a todo el que no tiene, aun lo que piensa tener se le quitará.
San Lucas 19
26 Pues yo os digo que a todo el que tiene, se le dará; mas al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.
13 Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.
14 De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis.
15 Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyen pesadamente, Y han cerrado sus ojos; Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y con el corazón entiendan, Y se conviertan, Y yo los sane.
9 Y dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis.
10 Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos, para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad.
16 Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.
17 Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.
13 Y les dijo: ¿No sabéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas?
14 El sembrador es el que siembra la palabra.
15 Y éstos son los de junto al camino: en quienes se siembra la palabra, pero después que la oyen, en seguida viene Satanás, y quita la palabra que se sembró en sus corazones.
16 Estos son asimismo los que fueron sembrados en pedregales: los que cuando han oído la palabra, al momento la reciben con gozo;
17 pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, luego tropiezan.
18 Estos son los que fueron sembrados entre espinos: los que oyen la palabra,
19 pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa.
20 Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno.
San Lucas 8
11 Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios.
12 Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven.
13 Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan.
14 La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto.
15 Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.
18 Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador:
19 Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.
20 Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo;
21 pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza.
22 El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.
23 Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.
Parábola del trigo y la cizaña
24 Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo;
25 pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.
26 Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña.
27 Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?
28 El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?
29 El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo.
30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.
30 Decía también: ¿A qué haremos semejante el reino de Dios, o con qué parábola lo compararemos?
31 Es como el grano de mostaza, que cuando se siembra en tierra, es la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra;
32 pero después de sembrado, crece, y se hace la mayor de todas las hortalizas, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo pueden morar bajo su sombra.
San Lucas 13
18 Y dijo: ¿A qué es semejante el reino de Dios, y con qué lo compararé?
19 Es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.
31 Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo;
32 el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.
20 Y volvió a decir: ¿A qué compararé el reino de Dios?
21 Es semejante a la levadura, que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo hubo fermentado.
33 Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado.
El uso que Jesús hace de las parábolas - San Mateo
2 Abriré mi boca en proverbios; Hablaré cosas escondidas desde tiempos antiguos,
Jesús explica la parábola de la cizaña
36 Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo.
37 Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre.
38 El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo.
39 El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles.
40 De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo.
41 Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad,
42 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.
43 Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.
El tesoro escondido
44 Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.
La perla de gran precio
45 También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas,
46 que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.
La red
47 Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces;
48 y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera.
49 Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos,
50 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Tesoros nuevos y viejos
51 Jesús les dijo: ¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos respondieron: Sí, Señor.
52 El les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.
1 Salió Jesús de allí y vino a su tierra, y le seguían sus discípulos.
2 Y llegado el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndole, se admiraban, y decían: ¿De dónde tiene éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es esta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos?
3 ¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él.
4 Mas Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa.
5 Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos.
6 Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando.
San Lucas 4
16 Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer.
17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
18 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos;
19 A predicar el año agradable del Señor.
20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.
21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.
22 Y todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?
23 El les dijo: Sin duda me diréis este refrán: Médico, cúrate a ti mismo; de tantas cosas que hemos oído que se han hecho en Capernaum, haz también aquí en tu tierra.
24 Y añadió: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su propia tierra.
25 Y en verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda la tierra;
26 pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón.
27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio.
28 Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira;
29 y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle.
30 Mas él pasó por en medio de ellos, y se fue.
53 Aconteció que cuando terminó Jesús estas parábolas, se fue de allí.
54 Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos milagros?
55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas?
56 ¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas?
57 Y se escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa.
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información y limitar el uso de cookies en nuestra política de cookies.