Diccionario
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  • Vasija

    El término heb. más frecuente, «sir», significa recipiente, grande o pequeño (2 R. 4:38), de tierra o de metal (Éx. 38:3), para muy diversos usos, como para cocer la carne (Éx. 16:3; 2 Cr. 35:13; Jb. 41:22; Ez. 24:3-5); también había recipientes para lavarse (Sal. 60:8) y para afinar metales (Pr. 27:21). 

    2 Reyes 4:38

    Milagros en beneficio de los profetas

    38 Eliseo volvió a Gilgal cuando había una grande hambre en la tierra. Y los hijos de los profetas estaban con él, por lo que dijo a su criado: Pon una olla grande, y haz potaje para los hijos de los profetas.

    Éxodo 38:3

    3 Hizo asimismo todos los utensilios del altar; calderos, tenazas, tazones, garfios y palas; todos sus utensilios los hizo de bronce.

    Éxodo 16:3 

    3 y les decían los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud.

    2 Crónicas 35:13 

    13 Y asaron la pascua al fuego conforme a la ordenanza; mas lo que había sido santificado lo cocieron en ollas, en calderos y sartenes, y lo repartieron rápidamente a todo el pueblo.

    Job 41:22 

    22 En su cerviz está la fuerza, Y delante de él se esparce el desaliento.

    Ezequiel 24:3-5

    3 Y habla por parábola a la casa rebelde, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: Pon una olla, ponla, y echa también en ella agua;

    4 junta sus piezas de carne en ella; todas buenas piezas, pierna y espalda; llénala de huesos escogidos.

    5 Toma una oveja escogida, y también enciende los huesos debajo de ella; haz que hierva bien; cuece también sus huesos dentro de ella.

    Salmos 60:8

    8 Moab, vasija para lavarme; Sobre Edom echaré mi calzado; Me regocijaré sobre Filistea.

    Proverbios 27:21

    21 El crisol prueba la plata, y la hornaza el oro, Y al hombre la boca del que lo alaba.

    El término «dud» designaba indudablemente un recipiente análogo (Jb. 41:11; 1 S. 2:14; 2 Cr. 35:13), o una olla. 

    Job 41:11 

    11 ¿Quién me ha dado a mí primero, para que yo restituya? Todo lo que hay debajo del cielo es mío.

    1 Samuel 2:14 

    14 y lo metía en el perol, en la olla, en el caldero o en la marmita; y todo lo que sacaba el garfio, el sacerdote lo tomaba para sí. De esta manera hacían con todo israelita que venía a Silo.

    2 Crónicas 35:13

    13 Y asaron la pascua al fuego conforme a la ordenanza; mas lo que había sido santificado lo cocieron en ollas, en calderos y sartenes, y lo repartieron rápidamente a todo el pueblo.

    Éste es asimismo el sentido aproximado de «kalahath»: crisol, olla, caldero (1 S. 2:14; Mi. 3:3). 

    1 Samuel 2:14 

    14 y lo metía en el perol, en la olla, en el caldero o en la marmita; y todo lo que sacaba el garfio, el sacerdote lo tomaba para sí. De esta manera hacían con todo israelita que venía a Silo.

    Miqueas 3:3

    3 que coméis asimismo la carne de mi pueblo, y les desolláis su piel de sobre ellos, y les quebrantáis los huesos y los rompéis como para el caldero, y como carnes en olla.

    El agua que se necesitaba en las casas se guardaba en vasijas de piedra, jarras de gres u otros materiales (Jn. 2:6; cfr. Odisea 13:105), que también podían usarse para otros líquidos y sólidos. 

    Juan 2:6

    6 Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros.

    Una vasija de barro cocido, que por lo general tenía dos asas, servía para sacar agua del pozo y para llevarla del pozo o de la fuente hasta casa (cfr. Ec. 12:8). 

    Por lo general, eran las mujeres las que iban a buscar el agua para la casa; llevaban las vasijas sobre la cabeza o la espalda (Gn. 24:13, 15, 16; Jn. 4:28); los hombres las llevaban ocasionalmente (Mr. 14:13). 

    Génesis 24:13, 15, 16 

    13 He aquí yo estoy junto a la fuente de agua, y las hijas de los varones de esta ciudad salen por agua.

    15 Y aconteció que antes que él acabase de hablar, he aquí Rebeca, que había nacido a Betuel, hijo de Milca mujer de Nacor hermano de Abraham, la cual salía con su cántaro sobre su hombro.

    16 Y la doncella era de aspecto muy hermoso, virgen, a la que varón no había conocido; la cual descendió a la fuente, y llenó su cántaro, y se volvía.

    Juan 4:28

    28 Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres:

    Marcos 14:13

    13 Y envió dos de sus díscipulos, y les dijo:Id a la ciudad, y os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle,

    El vino se conservaba en vasijas de tierra (Herodoto 3:6), que eran frecuentemente de grandes dimensiones (Odisea 2:340). 

    También se guardaban en ellas el aceite o la harina de cocinar (1 R. 17:12).

    1 Reyes 17:12

    12 Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir.

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  • Vasija

    El término heb. más frecuente, «sir», significa recipiente, grande o pequeño (2 R. 4:38), de tierra o de metal (Éx. 38:3), para muy diversos usos, como para cocer la carne (Éx. 16:3; 2 Cr. 35:13; Jb. 41:22; Ez. 24:3-5); también había recipientes para lavarse (Sal. 60:8) y para afinar metales (Pr. 27:21). 

    2 Reyes 4:38

    Milagros en beneficio de los profetas

    38 Eliseo volvió a Gilgal cuando había una grande hambre en la tierra. Y los hijos de los profetas estaban con él, por lo que dijo a su criado: Pon una olla grande, y haz potaje para los hijos de los profetas.

    Éxodo 38:3

    3 Hizo asimismo todos los utensilios del altar; calderos, tenazas, tazones, garfios y palas; todos sus utensilios los hizo de bronce.

    Éxodo 16:3 

    3 y les decían los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud.

    2 Crónicas 35:13 

    13 Y asaron la pascua al fuego conforme a la ordenanza; mas lo que había sido santificado lo cocieron en ollas, en calderos y sartenes, y lo repartieron rápidamente a todo el pueblo.

    Job 41:22 

    22 En su cerviz está la fuerza, Y delante de él se esparce el desaliento.

    Ezequiel 24:3-5

    3 Y habla por parábola a la casa rebelde, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: Pon una olla, ponla, y echa también en ella agua;

    4 junta sus piezas de carne en ella; todas buenas piezas, pierna y espalda; llénala de huesos escogidos.

    5 Toma una oveja escogida, y también enciende los huesos debajo de ella; haz que hierva bien; cuece también sus huesos dentro de ella.

    Salmos 60:8

    8 Moab, vasija para lavarme; Sobre Edom echaré mi calzado; Me regocijaré sobre Filistea.

    Proverbios 27:21

    21 El crisol prueba la plata, y la hornaza el oro, Y al hombre la boca del que lo alaba.

    El término «dud» designaba indudablemente un recipiente análogo (Jb. 41:11; 1 S. 2:14; 2 Cr. 35:13), o una olla. 

    Job 41:11 

    11 ¿Quién me ha dado a mí primero, para que yo restituya? Todo lo que hay debajo del cielo es mío.

    1 Samuel 2:14 

    14 y lo metía en el perol, en la olla, en el caldero o en la marmita; y todo lo que sacaba el garfio, el sacerdote lo tomaba para sí. De esta manera hacían con todo israelita que venía a Silo.

    2 Crónicas 35:13

    13 Y asaron la pascua al fuego conforme a la ordenanza; mas lo que había sido santificado lo cocieron en ollas, en calderos y sartenes, y lo repartieron rápidamente a todo el pueblo.

    Éste es asimismo el sentido aproximado de «kalahath»: crisol, olla, caldero (1 S. 2:14; Mi. 3:3). 

    1 Samuel 2:14 

    14 y lo metía en el perol, en la olla, en el caldero o en la marmita; y todo lo que sacaba el garfio, el sacerdote lo tomaba para sí. De esta manera hacían con todo israelita que venía a Silo.

    Miqueas 3:3

    3 que coméis asimismo la carne de mi pueblo, y les desolláis su piel de sobre ellos, y les quebrantáis los huesos y los rompéis como para el caldero, y como carnes en olla.

    El agua que se necesitaba en las casas se guardaba en vasijas de piedra, jarras de gres u otros materiales (Jn. 2:6; cfr. Odisea 13:105), que también podían usarse para otros líquidos y sólidos. 

    Juan 2:6

    6 Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros.

    Una vasija de barro cocido, que por lo general tenía dos asas, servía para sacar agua del pozo y para llevarla del pozo o de la fuente hasta casa (cfr. Ec. 12:8). 

    Por lo general, eran las mujeres las que iban a buscar el agua para la casa; llevaban las vasijas sobre la cabeza o la espalda (Gn. 24:13, 15, 16; Jn. 4:28); los hombres las llevaban ocasionalmente (Mr. 14:13). 

    Génesis 24:13, 15, 16 

    13 He aquí yo estoy junto a la fuente de agua, y las hijas de los varones de esta ciudad salen por agua.

    15 Y aconteció que antes que él acabase de hablar, he aquí Rebeca, que había nacido a Betuel, hijo de Milca mujer de Nacor hermano de Abraham, la cual salía con su cántaro sobre su hombro.

    16 Y la doncella era de aspecto muy hermoso, virgen, a la que varón no había conocido; la cual descendió a la fuente, y llenó su cántaro, y se volvía.

    Juan 4:28

    28 Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres:

    Marcos 14:13

    13 Y envió dos de sus díscipulos, y les dijo:Id a la ciudad, y os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle,

    El vino se conservaba en vasijas de tierra (Herodoto 3:6), que eran frecuentemente de grandes dimensiones (Odisea 2:340). 

    También se guardaban en ellas el aceite o la harina de cocinar (1 R. 17:12).

    1 Reyes 17:12

    12 Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir.

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