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  • Tabernáculo

    (a) Templo portátil provisional, donde el Señor se encontraba con Su pueblo (Éx. 33:7-10). 

    Éxodo 33:7-10

    7 Y Moisés tomó el tabernáculo, y lo levantó lejos, fuera del campamento, y lo llamó el Tabernáculo de Reunión. Y cualquiera que buscaba a Jehová, salía al tabernáculo de reunión que estaba fuera del campamento.

    8 Y sucedía que cuando salía Moisés al tabernáculo, todo el pueblo se levantaba, y cada cual estaba en pie a la puerta de su tienda, y miraban en pos de Moisés, hasta que él entraba en el tabernáculo.

    9 Cuando Moisés entraba en el tabernáculo, la columna de nube descendía y se ponía a la puerta del tabernáculo, y Jehová hablaba con Moisés.

    10 Y viendo todo el pueblo la columna de nube que estaba a la puerta del tabernáculo, se levantaba cada uno a la puerta de su tienda y adoraba.

    (Véase TABERNÁCULO DE REUNIÓN.) 

    (b) Santuario portátil, cuya construcción Dios ordenó en Sinaí a Moisés, y que acompañó a los israelitas en su peregrinación por el desierto, y quedó después en pie en la Tierra Prometida hasta el establecimiento del reino en paz bajo Salomón. La importancia del Tabernáculo queda marcada por la cantidad de capítulos que se le dedican en el libro del Éxodo: 25 a 31, constituyendo una tercera parte del libro. 

    Su objeto era permitir que el Señor morara en medio de Su pueblo (Éx. 25:8) y procurar a los hombres pecadores un medio de comunión constante con el Dios santo (Éx. 25:22; 29:42-46). 

    Éxodo 25:8

    8 Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos.

    Éxodo 25:22 

    22 Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel.

    Éxodo 29:42-46

    42 Esto será el holocausto continuo por vuestras generaciones, a la puerta del tabernáculo de reunión, delante de Jehová, en el cual me reuniré con vosotros, para hablaros allí.

    43 Allí me reuniré con los hijos de Israel; y el lugar será santificado con mi gloria.

    44 Y santificaré el tabernáculo de reunión y el altar; santificaré asimismo a Aarón y a sus hijos, para que sean mis sacerdotes.

    45 Y habitaré entre los hijos de Israel, y seré su Dios.

    46 Y conocerán que yo soy Jehová su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto, para habitar en medio de ellos. Yo Jehová su Dios.

    Efectivamente, hay una inmensa diferencia entre el descenso del Señor, rodeado de fuego devorador, con todas las amenazas del Sinaí (Éx. 19:10-22) y por otra parte su morada permanente en medio del campamento (Éx. 40:34-38). 

    Éxodo 19:10-22

    10 Y Jehová dijo a Moisés: Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana; y laven sus vestidos,

    11 y estén preparados para el día tercero, porque al tercer día Jehová descenderá a ojos de todo el pueblo sobre el monte de Sinaí.

    12 Y señalarás término al pueblo en derredor, diciendo: Guardaos, no subáis al monte, ni toquéis sus límites; cualquiera que tocare el monte, de seguro morirá.

    13 No lo tocará mano, porque será apedreado o asaeteado; sea animal o sea hombre, no vivirá. Cuando suene largamente la bocina, subirán al monte.

    14 Y descendió Moisés del monte al pueblo, y santificó al pueblo; y lavaron sus vestidos.

    15 Y dijo al pueblo: Estad preparados para el tercer día; no toquéis mujer.

    16 Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento.

    17 Y Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios; y se detuvieron al pie del monte.

    18 Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera.

    19 El sonido de la bocina iba aumentando en extremo; Moisés hablaba, y Dios le respondía con voz tronante.

    20 Y descendió Jehová sobre el monte Sinaí, sobre la cumbre del monte; y llamó Jehová a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió.

    21 Y Jehová dijo a Moisés: Desciende, ordena al pueblo que no traspase los límites para ver a Jehová, porque caerá multitud de ellos.

    22 Y también que se santifiquen los sacerdotes que se acercan a Jehová, para que Jehová no haga en ellos estrago.

    Éxodo 40:34-38

    La nube sobre el tabernáculo

    34 Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo.

    35 Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo llenaba.

    36 Y cuando la nube se alzaba del tabernáculo, los hijos de Israel se movían en todas sus jornadas;

    37 pero si la nube no se alzaba, no se movían hasta el día en que ella se alzaba.

    38 Porque la nube de Jehová estaba de día sobre el tabernáculo, y el fuego estaba de noche sobre él, a vista de toda la casa de Israel, en todas sus jornadas.

    Este cambio se hizo posible gracias al Tabernáculo y el sistema sacrificial y el sacerdocio que éste conllevaba. En el Tabernáculo se reproducían la imagen y la sombra del santuario celestial. Moisés lo construyó según el modelo que Dios le había dado en el monte (Éx. 25:9, 40; 26:30; 27:8). 

    Éxodo 25:9, 40 

    9 Conforme a todo lo que yo te muestre, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus utensilios, así lo haréis.

    40 Mira y hazlos conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte.

    Éxodo 26:30 

    30 Y alzarás el tabernáculo conforme al modelo que te fue mostrado en el monte.

    Éxodo 27:8

    8 Lo harás hueco, de tablas; de la manera que te fue mostrado en el monte, así lo harás.

    Su ejecución fue conforme a todo lo que el Señor había ordenado (esto se afirma 18 veces; cfr. Éx. 39:32, 42:43, etc.). 

    Éxodo 39:32, 42-43 

    La obra del tabernáculo terminada

    32 Así fue acabada toda la obra del tabernáculo, del tabernáculo de reunión; e hicieron los hijos de Israel como Jehová lo había mandado a Moisés; así lo hicieron.

    42 En conformidad a todas las cosas que Jehová había mandado a Moisés, así hicieron los hijos de Israel toda la obra.

    43 Y vio Moisés toda la obra, y he aquí que la habían hecho como Jehová había mandado; y los bendijo.

    No se dejó nada en absoluto a la inventiva o iniciativa humanas. Cada uno de los detalles tenía su importancia y significado espiritual. La epístola a los Hebreos confirma que el santuario hecho de mano del hombre era «imitación del verdadero», establecido por el Señor en el cielo (He. 8:2, 4-5; 9:11, 23-24). 

    Hebreos 8:2, 4-5 

    2 ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre.

    4 Así que, si estuviese sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo aún sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley;

    5 los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte.

    Hebreos 9:11, 23-24

    11 Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación,

    El sacrificio de Cristo quita el pecado

    23 Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos.

    24 Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios;

    El ritual, culto, los sacrificios, el sacerdocio de Aarón, son todos tipos y profecías de la persona, sacrificio y sacerdocio de Cristo, nuestro sumo sacerdote. Por definición, estos tipos y ordenanzas eran temporales: las vestiduras, utensilios, divisiones del santuario, velo, sacrificios, abluciones, etc., todo esto ha cedido su puesto al culto rendido en espíritu y en verdad, habiendo todo ello sido cumplido por la venida de Cristo (He. 8:5; 9:1-10; Jn. 4:23-24). 

    Hebreos 8:5 

    5 los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte.

    Hebreos 9:1-10 

    1 Ahora bien, aun el primer pacto tenía ordenanzas de culto y un santuario terrenal.

    2 Porque el tabernáculo estaba dispuesto así: en la primera parte, llamada el Lugar Santo, estaban el candelabro, la mesa y los panes de la proposición.

    3 Tras el segundo velo estaba la parte del tabernáculo llamada el Lugar Santísimo,

    4 el cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto;

    5 y sobre ella los querubines de gloria que cubrían el propiciatorio; de las cuales cosas no se puede ahora hablar en detalle.

    6 Y así dispuestas estas cosas, en la primera parte del tabernáculo entran los sacerdotes continuamente para cumplir los oficios del culto;

    7 pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una vez al año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo;

    8 dando el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo, entre tanto que la primera parte del tabernáculo estuviese en pie.

    9 Lo cual es símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto,

    10 ya que consiste sólo de comidas y bebidas, de diversas abluciones, y ordenanzas acerca de la carne, impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas.

    Juan 4:23-24

    23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.

    24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

    Introducir estas cosas en el culto cristiano, como lo hacen la Iglesia de Roma y sus imitadoras, es confundir los pactos, y volver al Antiguo Pacto, que ya ha quedado abrogado en favor del Nuevo. Materiales del Tabernáculo. Los materiales del Tabernáculo fueron los que se hallaban a disposición. 

    El Sinaí proveía la madera de acacia; los rebaños proveyeron pelos y pieles; el tejón (véase TEJÓN) dio su piel. Los israelitas se habían llevado de Egipto grandes cantidades de oro, plata y bronce, de telas y de lino fino (Éx. 12:35). 

    Éxodo 12:35

    35 E hicieron los hijos de Israel conforme al mandamiento de Moisés, pidiendo de los egipcios alhajas de plata, y de oro, y vestidos.

    De todo esto dieron abundantes ofrendas voluntarias (Éx. 25:18; 35:5, 21, 22, 26, 29), hasta tal punto que se les tuvo que prohibir que dieran más (Éx. 36:5-6). 

    Éxodo 35:5, 21, 22, 26, 29

    5 Tomad de entre vosotros ofrenda para Jehová; todo generoso de corazón la traerá a Jehová; oro, plata, bronce,

    21 Y vino todo varón a quien su corazón estimuló, y todo aquel a quien su espíritu le dio voluntad, con ofrenda a Jehová para la obra del tabernáculo de reunión y para toda su obra, y para las sagradas vestiduras.

    22 Vinieron así hombres como mujeres, todos los voluntarios de corazón, y trajeron cadenas y zarcillos, anillos y brazaletes y toda clase de joyas de oro; y todos presentaban ofrenda de oro a Jehová.

    26 Y todas las mujeres cuyo corazón las impulsó en sabiduría hilaron pelo de cabra.

    29 De los hijos de Israel, así hombres como mujeres, todos los que tuvieron corazón voluntario para traer para toda la obra, que Jehová había mandado por medio de Moisés que hiciesen, trajeron ofrenda voluntaria a Jehová.

    Éxodo 36:5-6

    5 y hablaron a Moisés, diciendo: El pueblo trae mucho más de lo que se necesita para la obra que Jehová ha mandado que se haga.

    6 Entonces Moisés mandó pregonar por el campamento, diciendo: Ningún hombre ni mujer haga más para la ofrenda del santuario. Así se le impidió al pueblo ofrecer más;

    Dios suscitó artesanos calificados y artistas a los que llenó de Su espíritu para llevar a buen fin la tarea (Éx. 35:30-35). 

    Éxodo 35:30-35

    Llamamiento de Bezaleel y de Aholiab

    30 Y dijo Moisés a los hijos de Israel: Mirad, Jehová ha nombrado a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá;

    31 y lo ha llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo arte,

    32 para proyectar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce,

    33 y en la talla de piedras de engaste, y en obra de madera, para trabajar en toda labor ingeniosa.

    34 Y ha puesto en su corazón el que pueda enseñar, así él como Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan;

    35 y los ha llenado de sabiduría de corazón, para que hagan toda obra de arte y de invención, y de bordado en azul, en púrpura, en carmesí, en lino fino y en telar, para que hagan toda labor, e inventen todo diseño.

    Los colores y los materiales elegidos son susceptibles de una interpretación simbólica. Según He. 10:20, el velo representaba la carne de Cristo, abierta en la Cruz para darnos acceso al Lugar Santísimo. 

    Hebreos 10:20

    20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,

    En este velo, el azul podría referirse al cielo, el púrpura a la realeza, el carmesí a la sangre, y el lino fino a la santidad (Éx. 26:31; Ap. 19:8). 

    Éxodo 26:31 

    31 También harás un velo de azul, púrpura, carmesí y lino torcido; será hecho de obra primorosa, con querubines;

    Apocalipsis 19:8

    8 Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.

    Todo el santuario reposaba sobre basas de plata, que provenían del precio de redención de cada israelita (Éx. 26:19; 30:12-15); esto debía constituir un recuerdo constante del precio pagado por la redención del pueblo, y que la adoración debía levantarse sobre la base de la redención (Éx. 30:16; 1 P. 1:18-19; 1 Co. 6:19-20). 

    Éxodo 26:19 

    19 Y harás cuarenta basas de plata debajo de las veinte tablas; dos basas debajo de una tabla para sus dos espigas, y dos basas debajo de otra tabla para sus dos espigas.

    Éxodo 30:12-15

    12 Cuando tomes el número de los hijos de Israel conforme a la cuenta de ellos, cada uno dará a Jehová el rescate de su persona, cuando los cuentes, para que no haya en ellos mortandad cuando los hayas contado.

    13 Esto dará todo aquel que sea contado; medio siclo, conforme al siclo del santuario. El siclo es de veinte geras. La mitad de un siclo será la ofrenda a Jehová.

    14 Todo el que sea contado, de veinte años arriba, dará la ofrenda a Jehová.

    15 Ni el rico aumentará, ni el pobre disminuirá del medio siclo, cuando dieren la ofrenda a Jehová para hacer expiación por vuestras personas.

    Éxodo 30:16 

    16 Y tomarás de los hijos de Israel el dinero de las expiaciones, y lo darás para el servicio del tabernáculo de reunión; y será por memorial a los hijos de Israel delante de Jehová, para hacer expiación por vuestras personas.

    1 Pedro 1:18-19 

    18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,

    19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,

    1 Corintios 6:19-20

    19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?

    20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

    El arca, el más completo tipo de Cristo, era de madera de acacia recubierta de oro. En esta madera se puede ver una imagen de la humanidad de Cristo (una débil planta creciendo en una tierra seca, cfr. Is. 53:2, pero también totalmente incorruptible, cfr. Is. 53:9 b); el oro inalterable y precioso puede ser tomado como símbolo de Su divinidad, o de la justicia divina de Cristo. El plan del santuario se da a continuación. 

    Isaías 53:2

    2 Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.

    Isaías 53:9

    9 Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.

    En él se pueden trazar gráficamente dos temas: 

    (a) El desarrollo del ministerio del sacerdote, mediador encargado de establecer el contacto entre el pueblo y Dios; 

    (b) el camino del hombre pecador que, aprovechando el camino abierto por Cristo, el gran sumo sacerdote, entra hasta la misma presencia del Señor. He aquí algunas etapas: 

    (A) El atrio. Dios se rodea de una barrera de lino fino e inmaculado, de una altura de 2,5 m.; Su santidad mantiene la distancia con los pecadores. El lienzo es sostenido por columnas de bronce, montadas sobre basas de bronce, a cinco codos de distancia entre sí. El patio así formado tenía 100 codos de longitud por 50 de anchura (Éx. 27:9- 18). 

    Éxodo 27:9-18

    El atrio del tabernáculo

    9 Asimismo harás el atrio del tabernáculo. Al lado meridional, al sur, tendrá el atrio cortinas de lino torcido, de cien codos de longitud para un lado.

    10 Sus veinte columnas y sus veinte basas serán de bronce; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata.

    11 De la misma manera al lado del norte habrá a lo largo cortinas de cien codos de longitud, y sus veinte columnas con sus veinte basas de bronce; los capiteles de sus columnas y sus molduras, de plata.

    12 El ancho del atrio, del lado occidental, tendrá cortinas de cincuenta codos; sus columnas diez, con sus diez basas.

    13 Y en el ancho del atrio por el lado del oriente, al este, habrá cincuenta codos.

    14 Las cortinas a un lado de la entrada serán de quince codos; sus columnas tres, con sus tres basas.

    15 Y al otro lado, quince codos de cortinas; sus columnas tres, con sus tres basas.

    16 Y para la puerta del atrio habrá una cortina de veinte codos, de azul, púrpura y carmesí, y lino torcido, de obra de recamador; sus columnas cuatro, con sus cuatro basas.

    17 Todas las columnas alrededor del atrio estarán ceñidas de plata; sus capiteles de plata, y sus basas de bronce.

    18 La longitud del atrio será de cien codos, y la anchura cincuenta por un lado y cincuenta por el otro, y la altura de cinco codos; sus cortinas de lino torcido, y sus basas de bronce.

    (B) La puerta. La puerta era el único medio de acceso a este cercado de lino fino y bronce (santidad y juicio). La puerta era una cortina que se podía levantar fácilmente, y que era sin embargo suficiente para señalar una separación neta entre el interior y el exterior (Éx. 27:16). 

    Éxodo 27:16

    16 Y para la puerta del atrio habrá una cortina de veinte codos, de azul, púrpura y carmesí, y lino torcido, de obra de recamador; sus columnas cuatro, con sus cuatro basas.

    Llevaba los cuatro colores simbólicos que se van encontrando hasta el velo (Éx. 26:31). 

    Éxodo 26:31

    31 También harás un velo de azul, púrpura, carmesí y lino torcido; será hecho de obra primorosa, con querubines;

    Jesús dijo: «Yo soy la puerta... el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador» (Jn. 10:9,1; cfr. 14:6). 

    Juan 10:9,1 

    9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.

    Parábola del redil

    1 De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador.

    Juan 14:6

    6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

    (C) El altar de los holocaustos. El altar de los holocaustos. Justo al entrar, el pecador se encuentra ante el altar, donde degüella y ofrece sus víctimas; la sangre derramada hacía la expiación por sus pecados, porque «sin derramamiento de sangre no se hace remisión» (Éx. 27:1-2; Lv. 4:4-12; He. 9:22). 

    Éxodo 27:1-2 

    El altar de bronce

    1 Harás también un altar de madera de acacia de cinco codos de longitud, y de cinco codos de anchura; será cuadrado el altar, y su altura de tres codos.

    2 Y le harás cuernos en sus cuatro esquinas; los cuernos serán parte del mismo; y lo cubrirás de bronce.

    Levítico 4:4-12 

    4 Traerá el becerro a la puerta del tabernáculo de reunión delante de Jehová, y pondrá su mano sobre la cabeza del becerro, y lo degollará delante de Jehová.

    5 Y el sacerdote ungido tomará de la sangre del becerro, y la traerá al tabernáculo de reunión;

    6 y mojará el sacerdote su dedo en la sangre, y rociará de aquella sangre siete veces delante de Jehová, hacia el velo del santuario.

    7 Y el sacerdote pondrá de esa sangre sobre los cuernos del altar del incienso aromático, que está en el tabernáculo de reunión delante de Jehová; y echará el resto de la sangre del becerro al pie del altar del holocausto, que está a la puerta del tabernáculo de reunión.

    8 Y tomará del becerro para la expiación toda su grosura, la que cubre los intestinos, y la que está sobre las entrañas,

    9 los dos riñones, la grosura que está sobre ellos, y la que está sobre los ijares; y con los riñones quitará la grosura de sobre el hígado,

    10 de la manera que se quita del buey del sacrificio de paz; y el sacerdote la hará arder sobre el altar del holocausto.

    11 Y la piel del becerro, y toda su carne, con su cabeza, sus piernas, sus intestinos y su estiércol,

    12 en fin, todo el becerro sacará fuera del campamento a un lugar limpio, donde se echan las cenizas, y lo quemará al fuego sobre la leña; en donde se echan las cenizas será quemado.

    Hebreos 9:22

    22 Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.

    De todas maneras, la sangre de un animal no borra realmente el pecado: sirve de tipo y de profecía al solo sacrificio eficaz, el del Hijo de Dios (He. 10:1-4, 11-14). (Véase ALTAR.) 

    Hebreos 10:1-4, 11-14

    1 Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan.

    2 De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado.

    3 Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados;

    4 porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.

    11 Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados;

    12 pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,

    13 de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies;

    14 porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.

    (D) La fuente de bronce. La fuente de bronce, entre el altar de los holocaustos y la tienda, servía para la indispensable purificación de los sacerdotes llamados al servicio del santuario (Éx. 30:17-21). 

    Éxodo 30:17-21

    La fuente de bronce

    17 Habló más Jehová a Moisés, diciendo:

    18 Harás también una fuente de bronce, con su base de bronce, para lavar; y la colocarás entre el tabernáculo de reunión y el altar, y pondrás en ella agua.

    19 Y de ella se lavarán Aarón y sus hijos las manos y los pies.

    20 Cuando entren en el tabernáculo de reunión, se lavarán con agua, para que no mueran; y cuando se acerquen al altar para ministrar, para quemar la ofrenda encendida para Jehová,

    21 se lavarán las manos y los pies, para que no mueran. Y lo tendrán por estatuto perpetuo él y su descendencia por sus generaciones.

    En el Nuevo Pacto, el creyente, salvado por el sacrificio de la Cruz, entra también en el regio sacerdocio al que pertenecen todos los miembros de la Iglesia (1 P. 2:5, 9; Ap. 1:5-6). 

    1 Pedro 2:5, 9 

    5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

    El pueblo de Dios

    9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;

    Apocalipsis 1:5-6

    5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,

    6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.

    Para servir a Dios en lo sucesivo, tiene necesidad de ser purificado cada día, si quiere estar en comunión con Él (cfr. Jn. 13:5, 8, 10); ésta es la santificación sin la cual nadie verá al Señor (He. 12:14). 

    Juan 13:5, 8, 10

    5 Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido.

    8 Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo.

    10 Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos.

    Hebreos 12:14

    14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

    La fuente había sido hecha con el bronce de los espejos de las mujeres (Éx. 38:8), hecho que a veces ha sido relacionado con Stg. 1:23-25 y Jn. 17:17

    Éxodo 38:8

    8 También hizo la fuente de bronce y su base de bronce, de los espejos de las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión.

    Santiago 1:23-25

    23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.

    24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.

    25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.

    Juan 17:17

    17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.

    (E) La tienda (Éx. 26:1-30

    Éxodo 26:1-30

    El tabernáculo

    1 Harás el tabernáculo de diez cortinas de lino torcido, azul, púrpura y carmesí; y lo harás con querubines de obra primorosa.

    2 La longitud de una cortina de veintiocho codos, y la anchura de la misma cortina de cuatro codos; todas las cortinas tendrán una misma medida.

    3 Cinco cortinas estarán unidas una con la otra, y las otras cinco cortinas unidas una con la otra.

    4 Y harás lazadas de azul en la orilla de la última cortina de la primera unión; lo mismo harás en la orilla de la cortina de la segunda unión.

    5 Cincuenta lazadas harás en la primera cortina, y cincuenta lazadas harás en la orilla de la cortina que está en la segunda unión; las lazadas estarán contrapuestas la una a la otra.

    6 Harás también cincuenta corchetes de oro, con los cuales enlazarás las cortinas la una con la otra, y se formará un tabernáculo.

    7 Harás asimismo cortinas de pelo de cabra para una cubierta sobre el tabernáculo; once cortinas harás.

    8 La longitud de cada cortina será de treinta codos, y la anchura de cada cortina de cuatro codos; una misma medida tendrán las once cortinas.

    9 Y unirás cinco cortinas aparte y las otras seis cortinas aparte; y doblarás la sexta cortina en el frente del tabernáculo.

    10 Y harás cincuenta lazadas en la orilla de la cortina, al borde en la unión, y cincuenta lazadas en la orilla de la cortina de la segunda unión.

    11 Harás asimismo cincuenta corchetes de bronce, los cuales meterás por las lazadas; y enlazarás las uniones para que se haga una sola cubierta.

    12 Y la parte que sobra en las cortinas de la tienda, la mitad de la cortina que sobra, colgará a espaldas del tabernáculo.

    13 Y un codo de un lado, y otro codo del otro lado, que sobra a lo largo de las cortinas de la tienda, colgará sobre los lados del tabernáculo a un lado y al otro, para cubrirlo.

    14 Harás también a la tienda una cubierta de pieles de carneros teñidas de rojo, y una cubierta de pieles de tejones encima.

    15 Y harás para el tabernáculo tablas de madera de acacia, que estén derechas.

    16 La longitud de cada tabla será de diez codos, y de codo y medio la anchura.

    17 Dos espigas tendrá cada tabla, para unirlas una con otra; así harás todas las tablas del tabernáculo.

    18 Harás, pues, las tablas del tabernáculo; veinte tablas al lado del mediodía, al sur.

    19 Y harás cuarenta basas de plata debajo de las veinte tablas; dos basas debajo de una tabla para sus dos espigas, y dos basas debajo de otra tabla para sus dos espigas.

    20 Y al otro lado del tabernáculo, al lado del norte, veinte tablas;

    21 y sus cuarenta basas de plata; dos basas debajo de una tabla, y dos basas debajo de otra tabla.

    22 Y para el lado posterior del tabernáculo, al occidente, harás seis tablas.

    23 Harás además dos tablas para las esquinas del tabernáculo en los dos ángulos posteriores;

    24 las cuales se unirán desde abajo, y asimismo se juntarán por su alto con un gozne; así será con las otras dos; serán para las dos esquinas.

    25 De suerte que serán ocho tablas, con sus basas de plata, dieciséis basas; dos basas debajo de una tabla, y dos basas debajo de otra tabla.

    26 Harás también cinco barras de madera de acacia, para las tablas de un lado del tabernáculo,

    27 y cinco barras para las tablas del otro lado del tabernáculo, y cinco barras para las tablas del lado posterior del tabernáculo, al occidente.

    28 Y la barra de en medio pasará por en medio de las tablas, de un extremo al otro.

    29 Y cubrirás de oro las tablas, y harás sus anillos de oro para meter por ellos las barras; también cubrirás de oro las barras.

    30 Y alzarás el tabernáculo conforme al modelo que te fue mostrado en el monte.

    La tienda medía 30 codos de longitud por 10 de anchura. La entrada se hallaba al este; los dos lados estaban hechos de veinte tablas verticales, de 10 codos de altura; el fondo estaba hecho por ocho tablas. 

    Cada una de ellas estaba recubierta de oro, y medía 1,5 codos de anchura. Cada pared quedaba montada mediante cinco barras transversales, sostenidas por anillos de oro; sólo la central iba de un lado al otro. Debajo de cada plancha había dos espigas que se acoplaban a una basa de plata. 

    El lado oriental entero servía de entrada. Las tres paredes y las cinco columnas de la entrada (Éx. 26:37) sostenían las cuatro cubiertas del Tabernáculo: 

    Éxodo 26:37

    37 Y harás para la cortina cinco columnas de madera de acacia, las cuales cubrirás de oro, con sus capiteles de oro; y fundirás cinco basas de bronce para ellas.

    (I) La más bella, con los cuatro colores simbólicos y bordada con figuras de querubines, estaba en el interior. Cumplía la función de cielo raso y pared interior del Tabernáculo. Esta cubierta estaba compuesta de diez piezas, midiendo cada una de ellas 28 por 4 codos. Estas piezas estaban cosidas cinco y cinco, y después cuidadosamente montadas. 

    De estos dos conjuntos, uno de ellos constituía el cielo raso y los tres lados del Lugar Santísimo, y el otro formaba el cielo raso y dos lados del lugar santo (Éx. 26:1-6). 

    Éxodo 26:1-6

    El tabernáculo

    1 Harás el tabernáculo de diez cortinas de lino torcido, azul, púrpura y carmesí; y lo harás con querubines de obra primorosa.

    2 La longitud de una cortina de veintiocho codos, y la anchura de la misma cortina de cuatro codos; todas las cortinas tendrán una misma medida.

    3 Cinco cortinas estarán unidas una con la otra, y las otras cinco cortinas unidas una con la otra.

    4 Y harás lazadas de azul en la orilla de la última cortina de la primera unión; lo mismo harás en la orilla de la cortina de la segunda unión.

    5 Cincuenta lazadas harás en la primera cortina, y cincuenta lazadas harás en la orilla de la cortina que está en la segunda unión; las lazadas estarán contrapuestas la una a la otra.

    6 Harás también cincuenta corchetes de oro, con los cuales enlazarás las cortinas la una con la otra, y se formará un tabernáculo.

    (II) Una segunda cubierta, de pelo de cabras, recubría la primera; se componía de once piezas, cada una de las cuales medía 30 por 4 codos, dos codos más, por tanto, que la primera cubierta interior (Éx. 26:13). 

    Éxodo 26:13

    13 Y un codo de un lado, y otro codo del otro lado, que sobra a lo largo de las cortinas de la tienda, colgará sobre los lados del tabernáculo a un lado y al otro, para cubrirlo.

    Esta segunda cubierta se componía de un conjunto de cinco bandas que recubría la parte superior y los tres lados del Lugar Santísimo, y un conjunto de seis bandas para la parte superior y los lados del lugar santo. Esta parte más grande tenía un codo de más, que colgaba por encima de la entrada del Tabernáculo (Éx. 26:7-13). 

    Éxodo 26:7-13

    7 Harás asimismo cortinas de pelo de cabra para una cubierta sobre el tabernáculo; once cortinas harás.

    8 La longitud de cada cortina será de treinta codos, y la anchura de cada cortina de cuatro codos; una misma medida tendrán las once cortinas.

    9 Y unirás cinco cortinas aparte y las otras seis cortinas aparte; y doblarás la sexta cortina en el frente del tabernáculo.

    10 Y harás cincuenta lazadas en la orilla de la cortina, al borde en la unión, y cincuenta lazadas en la orilla de la cortina de la segunda unión.

    11 Harás asimismo cincuenta corchetes de bronce, los cuales meterás por las lazadas; y enlazarás las uniones para que se haga una sola cubierta.

    12 Y la parte que sobra en las cortinas de la tienda, la mitad de la cortina que sobra, colgará a espaldas del tabernáculo.

    13 Y un codo de un lado, y otro codo del otro lado, que sobra a lo largo de las cortinas de la tienda, colgará sobre los lados del tabernáculo a un lado y al otro, para cubrirlo.

    (III) A continuación venía una cubierta de pieles de carneros teñidas de rojo y, finalmente: 

    (IV) Una cubierta de pieles de tejones («tahash»: véase TEJONES) que protegía las otras tres cubiertas (Éx. 26:14). 

    Éxodo 26:14

    14 Harás también a la tienda una cubierta de pieles de carneros teñidas de rojo, y una cubierta de pieles de tejones encima.

    El Tabernáculo estaba dividido en dos partes: del lado oriental, el lugar santo formaba un rectángulo de 20 codos de largo por 10 de ancho y 10 de alto (cfr. Éx. 26:16, 18, 22-24; Ant. 3:6, 4). 

    Éxodo 26:16, 18, 22-24

    16 La longitud de cada tabla será de diez codos, y de codo y medio la anchura.

    18 Harás, pues, las tablas del tabernáculo; veinte tablas al lado del mediodía, al sur.

    22 Y para el lado posterior del tabernáculo, al occidente, harás seis tablas.

    23 Harás además dos tablas para las esquinas del tabernáculo en los dos ángulos posteriores;

    24 las cuales se unirán desde abajo, y asimismo se juntarán por su alto con un gozne; así será con las otras dos; serán para las dos esquinas.

    Los sacerdotes entraban en este lugar cada día (He. 9:6). 

    Hebreos 9:6

    6 Y así dispuestas estas cosas, en la primera parte del tabernáculo entran los sacerdotes continuamente para cumplir los oficios del culto;

    El Lugar Santísimo, más allá del velo, tenía forma cúbica, de 10 codos de lado. Sólo entraba allí el sumo sacerdote una vez al año (v. 7). 

    Es fácil ver las correspondencias de este santuario con la casa espiritual de la que forma parte el creyente: fundamentados sobre Cristo, el redentor, los creyentes son piedras vivas que se levantan para formar la morada de Dios en el Espíritu. Todo el edificio es sólidamente edificado por el Señor mismo, y ligado por Él. 

    Es en este santo templo que El es glorificado (Ef. 2:20-22; 3:20-21; 1 P. 2:4-5). 

    Efesios 2:20-22 

    20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,

    21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor;

    22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.

    Efesios 3:20-21 

    20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,

    21 a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.

    1 Pedro 2:4-5

    La piedra viva

    4 Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa,

    5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

    (F) La cortina. La cortina a la entrada del lugar santo estaba hecha del mismo tejido que la puerta y el velo (Éx. 26:36-37). 

    Éxodo 26:36-37

    36 Harás para la puerta del tabernáculo una cortina de azul, púrpura, carmesí y lino torcido, obra de recamador.

    37 Y harás para la cortina cinco columnas de madera de acacia, las cuales cubrirás de oro, con sus capiteles de oro; y fundirás cinco basas de bronce para ellas.

    De hecho, Cristo no es sólo la puerta, sino el camino entero que lleva a Dios; nos abre el acceso al santuario, por el camino nuevo y vivo que Él ha abierto para nosotros (Jn. 14:6; He. 10:19-20). 

    Juan 14:6 

    6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

    Hebreos 10:19-20

    19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo,

    20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,

    (G) La mesa de los panes La mesa de los panes de la proposición, hecha de madera de acacia recubierta de oro, situada al lado norte del lugar santo. Sobre ella estaban continuamente expuestos los doce panes de la proposición. Eran renovados cada sábado, y los sacerdotes participaban de ellos cuando eran retirados (Éx. 25:23-30; 26:35; Lv. 24:5-9). 

    Éxodo 25:23-30 

    La mesa para el pan de la proposición

    23 Harás asimismo una mesa de madera de acacia; su longitud será de dos codos, y de un codo su anchura, y su altura de codo y medio.

    24 Y la cubrirás de oro puro, y le harás una cornisa de oro alrededor.

    25 Le harás también una moldura alrededor, de un palmo menor de anchura, y harás a la moldura una cornisa de oro alrededor.

    26 Y le harás cuatro anillos de oro, los cuales pondrás en las cuatro esquinas que corresponden a sus cuatro patas.

    27 Los anillos estarán debajo de la moldura, para lugares de las varas para llevar la mesa.

    28 Harás las varas de madera de acacia, y las cubrirás de oro, y con ellas será llevada la mesa.

    29 Harás también sus platos, sus cucharas, sus cubiertas y sus tazones, con que se libará; de oro fino los harás.

    30 Y pondrás sobre la mesa el pan de la proposición delante de mí continuamente.

    Éxodo 26:35 

    35 Y pondrás la mesa fuera del velo, y el candelero enfrente de la mesa al lado sur del tabernáculo; y pondrás la mesa al lado del norte.

    Levítico 24:5-9

    El pan de la proposición

    5 Y tomarás flor de harina, y cocerás de ella doce tortas; cada torta será de dos décimas de efa.

    6 Y las pondrás en dos hileras, seis en cada hilera, sobre la mesa limpia delante de Jehová.

    7 Pondrás también sobre cada hilera incienso puro, y será para el pan como perfume, ofrenda encendida a Jehová.

    8 Cada día de reposo lo pondrá continuamente en orden delante de Jehová, en nombre de los hijos de Israel, como pacto perpetuo.

    9 Y será de Aarón y de sus hijos,los cuales lo comerán en lugar santo; porque es cosa muy santa para él, de las ofrendas encendidas a Jehová, por derecho perpetuo.

    Cristo, el pan vivo que bajó del cielo, viene a ser el alimento de nuestras almas, y nos comunica la vida eterna (Jn. 6:51). 

    Juan 6:51

    51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.

    (H) El candelero de oro estaba situado en el lado sur del lugar santo; portaba siete lámparas de aceite puro que ardían continuamente; ellas daban la única iluminación que tenía el santuario (Éx. 25:31-40; 26:35; 27:20-21; Lv. 24:1-4). 

    Éxodo 25:31-40 

    El candelero de oro

    31 Harás además un candelero de oro puro; labrado a martillo se hará el candelero; su pie, su caña, sus copas, sus manzanas y sus flores, serán de lo mismo.

    32 Y saldrán seis brazos de sus lados; tres brazos del candelero a un lado, y tres brazos al otro lado.

    33 Tres copas en forma de flor de almendro en un brazo, una manzana y una flor; y tres copas en forma de flor de almendro en otro brazo, una manzana y una flor; así en los seis brazos que salen del candelero;

    34 y en la caña central del candelero cuatro copas en forma de flor de almendro, sus manzanas y sus flores.

    35 Habrá una manzana debajo de dos brazos del mismo, otra manzana debajo de otros dos brazos del mismo, y otra manzana debajo de los otros dos brazos del mismo, así para los seis brazos que salen del candelero.

    36 Sus manzanas y sus brazos serán de una pieza, todo ello una pieza labrada a martillo, de oro puro.

    37 Y le harás siete lamparillas, las cuales encenderás para que alumbren hacia adelante.

    38 También sus despabiladeras y sus platillos, de oro puro.

    39 De un talento de oro fino lo harás, con todos estos utensilios.

    40 Mira y hazlos conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte.

    Éxodo 26:35 

    35 Y pondrás la mesa fuera del velo, y el candelero enfrente de la mesa al lado sur del tabernáculo; y pondrás la mesa al lado del norte.

    Éxodo 27:20-21 

    20 Y mandarás a los hijos de Israel que te traigan aceite puro de olivas machacadas, para el alumbrado, para hacer arder continuamente las lámparas.

    21 En el tabernáculo de reunión, afuera del velo que está delante del testimonio, las pondrá en orden Aarón y sus hijos para que ardan delante de Jehová desde la tarde hasta la mañana, como estatuto perpetuo de los hijos de Israel por sus generaciones.

    Levítico 24:1-4

    Aceite para las lámparas

    1 Habló Jehová a Moisés, diciendo:

    2 Manda a los hijos de Israel que te traigan para el alumbrado aceite puro de olivas machacadas, para hacer arder las lámparas continuamente.

    3 Fuera del velo del testimonio, en el tabernáculo de reunión, las dispondrá Aarón desde la tarde hasta la mañana delante de Jehová; es estatuto perpetuo por vuestras generaciones.

    4 Sobre el candelero limpio pondrá siempre en orden las lámparas delante de Jehová.

    Cristo es la luz del mundo (Jn. 8:12). 

    Juan 8:12

    Jesús, la luz del mundo

    12 Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

    La plenitud de Sus perfecciones ilumina a la Iglesia, conduciéndola en su caminar. En cuanto a la Nueva Jerusalén, «la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera» (Ap. 21:22-23). 

    Apocalipsis 21:22-23

    22 Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.

    23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.

    (I) El altar de perfume. El altar de perfume, delante del velo, servía para quemar sobre él, mañana y tarde, el perfume sagrado delante de Jehová (Éx. 30:1-8, 34-38). 

    Éxodo 30:1-8, 34-38

    El altar del incienso

    1 Harás asimismo un altar para quemar el incienso; de madera de acacia lo harás.

    2 Su longitud será de un codo, y su anchura de un codo; será cuadrado, y su altura de dos codos; y sus cuernos serán parte del mismo.

    3 Y lo cubrirás de oro puro, su cubierta, sus paredes en derredor y sus cuernos; y le harás en derredor una cornisa de oro.

    4 Le harás también dos anillos de oro debajo de su cornisa, a sus dos esquinas a ambos lados suyos, para meter las varas con que será llevado.

    5 Harás las varas de madera de acacia, y las cubrirás de oro.

    6 Y lo pondrás delante del velo que está junto al arca del testimonio, delante del propiciatorio que está sobre el testimonio, donde me encontraré contigo.

    7 Y Aarón quemará incienso aromático sobre él; cada mañana cuando aliste las lámparas lo quemará.

    8 Y cuando Aarón encienda las lámparas al anochecer, quemará el incienso; rito perpetuo delante de Jehová por vuestras generaciones.

    34 Dijo además Jehová a Moisés: Toma especias aromáticas, estacte y uña aromática y gálbano aromático e incienso puro; de todo en igual peso,

    35 y harás de ello el incienso, un perfume según el arte del perfumador, bien mezclado, puro y santo.

    36 Y molerás parte de él en polvo fino, y lo pondrás delante del testimonio en el tabernáculo de reunión, donde yo me mostraré a ti. Os será cosa santísima.

    37 Como este incienso que harás, no os haréis otro según su composición; te será cosa sagrada para Jehová.

    38 Cualquiera que hiciere otro como este para olerlo, será cortado de entre su pueblo.

    El símbolo del humo del incienso subiendo al cielo es aplicado por Juan a la oración de adoración e intercesión (Ap. 5:8; 8:3-4; cfr. Sal. 141:2). 

    Apocalipsis 5:8 

    8 Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos;

    Apocalipsis 8:3-4

    3 Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono.

    4 Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.

    Salmos 141:2

    2 Suba mi oración delante de ti como el incienso, El don de mis manos como la ofrenda de la tarde.

    Así es Cristo presentado en Su ministerio de intercesión perpetua y todopoderosa, de grato olor al Señor (Ro. 8:34; He. 7:25; cfr. 2 Co. 2:15). 

    Romanos 8:34 

    34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.

    Hebreos 7:25

    25 por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.

    2 Corintios 2:15

    15 Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden;

    Siguiendo Sus pasos, el creyente, purificado de sus pecados, ofrece a Dios sus oraciones y alabanza en el santuario. (Véase ALTAR.) 

    (J) El velo, también del mismo tejido de cuatro colores, sostenido por cuatro columnas, separaba el lugar santo del Santísimo (Éx. 26:31-33); a diferencia de la cortina, estaba bordado con querubines, símbolo de la presencia inaccesible de Jehová, «dando el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo» (He. 9:8). 

    Éxodo 26:31-33

    31 También harás un velo de azul, púrpura, carmesí y lino torcido; será hecho de obra primorosa, con querubines;

    32 y lo pondrás sobre cuatro columnas de madera de acacia cubiertas de oro; sus capiteles de oro, sobre basas de plata.

    33 Y pondrás el velo debajo de los corchetes, y meterás allí, del velo adentro, el arca del testimonio; y aquel velo os hará separación entre el lugar santo y el santísimo.

    Hebreos 9:8

    8 dando el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo, entre tanto que la primera parte del tabernáculo estuviese en pie.

    Al expirar Cristo en la cruz, el velo del Templo se partió de arriba abajo (Mt. 27:51); era la imagen de la carne desgarrada del Señor Jesús, a través de la cual tenemos desde entonces libre acceso al Lugar Santísimo, en la presencia inmediata de Dios (He. 10:20). 

    Mateo 27:51

    51 Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron;

    Hebreos 10:20

    20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,

    (K) El arca era el principal objeto del Tabernáculo (véase ARCA DEL PACTO), y el más completo tipo de la salvación. 

    Era el único objeto en el Lugar Santísimo, con la sola excepción de un incensario de oro (cfr. He. 9:4); era un cofre de madera de acacia recubierto de oro, que medía 2,5 codos de longitud, 1,5 de anchura y 1,5 de altura (Éx. 25:10-15). 

    Hebreos 9:4

    4 el cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto;

    Éxodo 25:10-15

    El arca del testimonio

    10 Harán también un arca de madera de acacia, cuya longitud será de dos codos y medio, su anchura de codo y medio, y su altura de codo y medio.

    11 Y la cubrirás de oro puro por dentro y por fuera, y harás sobre ella una cornisa de oro alrededor.

    12 Fundirás para ella cuatro anillos de oro, que pondrás en sus cuatro esquinas; dos anillos a un lado de ella, y dos anillos al otro lado.

    13 Harás unas varas de madera de acacia, las cuales cubrirás de oro.

    14 Y meterás las varas por los anillos a los lados del arca, para llevar el arca con ellas.

    15 Las varas quedarán en los anillos del arca; no se quitarán de ella.

    Contenía las dos tablas de la ley (Éx. 25:16; He. 9:4), que condenaban a muerte al pecador, sin excepción alguna, y lo excluían de la presencia de Dios. 

    Éxodo 25:16 

    16 Y pondrás en el arca el testimonio que yo te daré.

    Hebreos 9:4

    4 el cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto;

    La cubierta del arca, de oro puro, se llamaba propiciatorio (véase PROPICIATORIO). El sumo sacerdote depositaba allí, una vez al año, la sangre de la expiación, ofrecida por los pecados de todo el pueblo (Éx. 25:17; Lv. 16:14-15). 

    Éxodo 25:17 

    17 Y harás un propiciatorio de oro fino, cuya longitud será de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio.

    Levítico 16:14-15

    14 Tomará luego de la sangre del becerro, y la rociará con su dedo hacia el propiciatorio al lado oriental; hacia el propiciatorio esparcirá con su dedo siete veces de aquella sangre.

    15 Después degollará el macho cabrío en expiación por el pecado del pueblo, y llevará la sangre detrás del velo adentro, y hará de la sangre como hizo con la sangre del becerro, y la esparcirá sobre el propiciatorio y delante del propiciatorio.

    16 Así purificará el santuario, a causa de las impurezas de los hijos de Israel, de sus rebeliones y de todos sus pecados; de la misma manera hará también al tabernáculo de reunión, el cual reside entre ellos en medio de sus impurezas.

    Así, esta sangre se ponía por encima de la ley, como diciéndole a Jehová: «Señor, tu ley santa ha sido cumplida; una víctima ha muerto en lugar de los pecadores. ¡Perdona ahora a causa de esta sangre derramada! » Sobre el arca, a los dos extremos del propiciatorio, se levantaban dos querubines de oro. 

    En lugar de traspasar al pecador que se aventuraba delante de Dios (cfr. Gn. 3:24), estaban desarmados, con el rostro vuelto hacia el propiciatorio (Éx. 25:18-20). 

    Génesis 3:24

    24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.

    Éxodo 25:18-20

    18 Harás también dos querubines de oro; labrados a martillo los harás en los dos extremos del propiciatorio.

    19 Harás, pues, un querubín en un extremo, y un querubín en el otro extremo; de una pieza con el propiciatorio harás los querubines en sus dos extremos.

    20 Y los querubines extenderán por encima las alas, cubriendo con sus alas el propiciatorio; sus rostros el uno enfrente del otro, mirando al propiciatorio los rostros de los querubines.

    En cuanto al mismo Señor, Él había declarado al mediador de Su pueblo: «Allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio» (Éx. 25:22). 

    Éxodo 25:22

    22 Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel.

    En efecto, el único lugar de reencuentro entre Dios y el pecador es en la Cruz, donde la sangre de Cristo expía los pecados, al haber sufrido en nuestro lugar todo el rigor de la ley. Si no se comprende esta gran verdad, no se puede comprender nada del culto del Antiguo Pacto ni de la salvación del Nuevo. 

    El arca contenía además un vaso de maná y la vara de Aarón que había florecido (He. 9:4; Éx. 16:33; Nm. 17:3), que eran otros tipos de Cristo, el pan de vida (Jn. 6:32-33, 51) y el Viviente, «declarado Hijo de Dios con poder... por la resurrección de entre los muertos» (Ro. 1:4). 

    Hebreos 9:4 

    4 el cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto;

    Éxodo 16:33 

    33 Y dijo Moisés a Aarón: Toma una vasija y pon en ella un gomer de maná, y ponlo delante de Jehová, para que sea guardado para vuestros descendientes.

    Números 17:3

    3 Y escribirás el nombre de Aarón sobre la vara de Leví; porque cada jefe de familia de sus padres tendrá una vara.

    Juan 6:32-33, 51

    32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.

    33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.

    51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.

    Romanos 1:4

    4 que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos,

    Para el sacerdocio y los sacrificios en relación con el Tabernáculo, véanse SACERDOTE, SACRIFICIO, SUMO SACERDOTE. 

    (L) La nube. Desde que el Tabernáculo fue levantado, el primer día del año segundo después del éxodo, quedó cubierto por una nube y lleno de la gloria de Jehová (Éx. 40:17, 34-35). 

    Éxodo 40:17, 34-35

    17 Así, en el día primero del primer mes, en el segundo año, el tabernáculo fue erigido.

    La nube sobre el tabernáculo

    34 Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo.

    35 Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo llenaba.

    Era la Shekiná, la presencia del Señor establecida entre Su pueblo (véase TEOFANÍA). 

    Durante la peregrinación en el desierto la nube reposó continuamente sobre el Tabernáculo, teniendo de noche la apariencia de un fuego. 

    Se levantaba para conducir al pueblo en sus itinerarios, y se detenía cuando debía acampar de nuevo (Nm. 9:15-17). 

    Números 9:15-17

    15 Volvieron, pues, a preguntarle también los fariseos cómo había recibido la vista. El les dijo: Me puso lodo sobre los ojos, y me lavé, y veo.

    16 Entonces algunos de los fariseos decían: Ese hombre no procede de Dios, porque no guarda el día de reposo. Otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales? Y había disensión entre ellos.

    17 Entonces volvieron a decirle al ciego: ¿Qué dices tú del que te abrió los ojos? Y él dijo: Que es profeta.

    Los levitas eran los encargados de desmontar y volver a montar el Tabernáculo, estando las diversas tareas divididas entre los coatitas (Nm. 4:4-20), los gersonitas (Nm. 4:24-28) y los meraritas (Nm. 4:31-33). 

    Números 4:4-20

    4 Y le era necesario pasar por Samaria.

    5 Vino, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José.

    6 Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta.

    7 Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber.

    8 Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer.

    9 La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.

    10 Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.

    11 La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva?

    12 ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?

    13 Respondió Jesús y le dijo:Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed;

    14 mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.

    15 La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla.

    16 Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá.

    17 Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido;

    18 porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad.

    19 Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta.

    20 Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.

    Números 4:24-28

    24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

    25 Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas.

    26 Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.

    27 En esto vinieron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con una mujer; sin embargo, ninguno dijo: ¿Qué preguntas? o, ¿Qué hablas con ella?

    28 Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres:

    Números 4:31-33

    31 Entre tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come.

    32 El les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis.

    33 Entonces los discípulos decían unos a otros: ¿Le habrá traído alguien de comer?

    Durante la conquista de Canaán, el arca se quedó en el campamento de Gilgal. Más tarde, Josué erigió el Tabernáculo en Silo, donde estuvo durante el tiempo de los Jueces (Jos. 18:1; 1 S. 1:3, 7). 

    Josué 18:1 

    Territorios de las demás tribus

    1 Toda la congregación de los hijos de Israel se reunió en Silo, y erigieron allí el tabernáculo de reunión, después que la tierra les fue sometida.

    1 Samuel 1:3, 7

    3 Y todos los años aquel varón subía de su ciudad para adorar y para ofrecer sacrificios a Jehová de los ejércitos en Silo, donde estaban dos hijos de Elí, Ofni y Finees, sacerdotes de Jehová.

    7 Así hacía cada año; cuando subía a la casa de Jehová, la irritaba así; por lo cual Ana lloraba, y no comía.

    Poco a poco se fueron añadiendo cámaras para los sacerdotes y para el tesoro de los dones (1 S. 3:3; cfr. el campamento de los levitas, Nm. 3:23, 29, 35). 

    1 Samuel 3:3

    3 Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde estaba el arca de Dios; y antes que la lámpara de Dios fuese apagada,

    Números 3:23, 29, 35

    23 Las familias de Gersón acamparán a espaldas del tabernáculo, al occidente;

    29 Las familias de los hijos de Coat acamparán al lado del tabernáculo, al sur;

    35 Y el jefe de la casa del linaje de Merari, Zuriel hijo de Abihail; acamparán al lado del tabernáculo, al norte.

    El Tabernáculo es designado con diversas expresiones: Tabernáculo de Reunión (Éx. 40:34-35); Tabernáculo del Testimonio (Nm. 1:50); Santuario (Éx. 25:8; 38:27); Tienda (2 S. 7:6); Casa de Jehová (Jue. 19:18; 1 S. 1:24; 3:15); Templo de Jehová (1 S. 1:9; 3:3). 

    Éxodo 40:34-35

    La nube sobre el tabernáculo

    34 Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo.

    35 Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo llenaba.

    Números 1:50

    50 sino que pondrás a los levitas en el tabernáculo del testimonio, y sobre todos sus utensilios, y sobre todas las cosas que le pertenecen; ellos llevarán el tabernáculo y todos sus enseres, y ellos servirán en él, y acamparán alrededor del tabernáculo.

    Éxodo 25:8 

    8 Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos.

    Éxodo 38:27

    27 Hubo además cien talentos de plata para fundir las basas del santuario y las basas del velo; en cien basas, cien talentos, a talento por basa.

    2 Samuel 7:6

    6 Ciertamente no he habitado en casas desde el día en que saqué a los hijos de Israel de Egipto hasta hoy, sino que he andado en tienda y en tabernáculo.

    Jueces 19:18 

    18 Y él respondió: Pasamos de Belén de Judá a la parte más remota del monte de Efraín, de donde soy; y había ido a Belén de Judá; mas ahora voy a la casa de Jehová, y no hay quien me reciba en casa.

    1 Samuel 1:24 

    24 Después que lo hubo destetado, lo llevó consigo, con tres becerros, un efa de harina, y una vasija de vino, y lo trajo a la casa de Jehová en Silo; y el niño era pequeño.

    1 Samuel 3:15

    15 Y Samuel estuvo acostado hasta la mañana, y abrió las puertas de la casa de Jehová. Y Samuel temía descubrir la visión a Elí.

    1 Samuel 1:9 

    9 Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo; y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del templo de Jehová,

    1 Samuel 3:3

    3 Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde estaba el arca de Dios; y antes que la lámpara de Dios fuese apagada,

    La gloria desapareció del Tabernáculo cuando los filisteos tomaron el arca (Sal. 78:60). 

    Salmos 78:60

    60 Dejó, por tanto, el tabernáculo de Silo, La tienda en que habitó entre los hombres,

    Bajo Saúl la tienda estaba en Nob (1 S. 21:1; cfr. Mr. 2:26). 

    1 Samuel 21:1 

    David huye de Saúl

    1 Vino David a Nob, al sacerdote Ahimelec; y se sorprendió Ahimelec de su encuentro, y le dijo: ¿Cómo vienes tú solo, y nadie contigo?

    Marcos 2:26

    26 cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con él estaban?

    Durante la mayor parte del reinado de David, y bajo el de Salomón hasta la construcción del Templo, el Tabernáculo estuvo en el lugar alto de Gabaón (1 Cr. 16:39; 21:29). 

    1 Crónicas 16:39 

    39 Asimismo al sacerdote Sadoc, y a los sacerdotes sus hermanos, delante del tabernáculo de Jehová en el lugar alto que estaba en Gabaón,

    1 Crónicas 21:29

    29 Y el tabernáculo de Jehová que Moisés había hecho en el desierto, y el altar del holocausto, estaban entonces en el lugar alto de Gabaón;

    Salomón transportó la tienda al Templo (1 R. 8:4; 2 Cr. 5:5), construido bajo el mismo modelo, pero de dimensiones dobles (véase TEMPLO). 

    1 Reyes 8:4 

    4 Y llevaron el arca de Jehová, y el tabernáculo de reunión, y todos los utensilios sagrados que estaban en el tabernáculo, los cuales llevaban los sacerdotes y levitas.

    2 Crónicas 5:5

    5 Y llevaron el arca, y el tabernáculo de reunión, y todos los utensilios del santuario que estaban en el tabernáculo: los sacerdotes y los Levitas los llevaron.

    El Tabernáculo puede ser considerado tipológicamente como imagen de la casa de Dios actual, los creyentes, en su andar hacia el cielo (He. 3:6; 1 P. 2:5), en contraste con el Templo, que tenía que ver con el Reino ya establecido y organizado. 

    Hebreos 3:6 

    6 pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.

    1 Pedro 2:5

    5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

    En Ap. 21, después de aludirse al Reino y al estado eterno, el Espíritu vuelve al tema del Tabernáculo. 

    Apocalipsis 21

    Cielo nuevo y tierra nueva

    1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.

    2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.

    3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.

    4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.

    5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.

    6 Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.

    7 El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.

    8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

    La nueva Jerusalén

    9 Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero.

    10 Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,

    11 teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal.

    12 Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel;

    13 al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas.

    14 Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.

    15 El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro.

    16 La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales.

    17 Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel.

    18 El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio;

    19 y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda;

    20 el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.

    21 Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio.

    22 Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.

    23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.

    24 Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.

    25 Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche.

    26 Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.

    27 No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.

    Bibliografía: 

    Además de las obras relacionadas a continuación, véanse las bibliografías de ÉXODO, LEVÍTICO y HEBREOS (EPÍSTOLAS A LOS). 

    Anónimo: «El significado espiritual del Tabernáculo, del sacerdocio levítico, y de las ofrendas del pueblo de Israel» (Ed. «Las Buenas Nuevas», Montebello, Calif. s/f); 

    Anónimo: «La casa de oro» (Ed. Buena Semilla, Bogotá s/f); Pressland, E. C.: «Foreshadows» (Christian Book Room, Singapur, 1956); 

    Ritchie, J.: «El tabernáculo en el desierto» (L.E.C., Lanus, Argentina, 1950); Soltau, H. W.: «The Tabernacle, the Priesthood, and the Offerings y The Holy Vessels and Furniture (B.T.P., Oak Park, Illinois).

  • DICCIONARIO
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  • Tabernáculo

    (a) Templo portátil provisional, donde el Señor se encontraba con Su pueblo (Éx. 33:7-10). 

    Éxodo 33:7-10

    7 Y Moisés tomó el tabernáculo, y lo levantó lejos, fuera del campamento, y lo llamó el Tabernáculo de Reunión. Y cualquiera que buscaba a Jehová, salía al tabernáculo de reunión que estaba fuera del campamento.

    8 Y sucedía que cuando salía Moisés al tabernáculo, todo el pueblo se levantaba, y cada cual estaba en pie a la puerta de su tienda, y miraban en pos de Moisés, hasta que él entraba en el tabernáculo.

    9 Cuando Moisés entraba en el tabernáculo, la columna de nube descendía y se ponía a la puerta del tabernáculo, y Jehová hablaba con Moisés.

    10 Y viendo todo el pueblo la columna de nube que estaba a la puerta del tabernáculo, se levantaba cada uno a la puerta de su tienda y adoraba.

    (Véase TABERNÁCULO DE REUNIÓN.) 

    (b) Santuario portátil, cuya construcción Dios ordenó en Sinaí a Moisés, y que acompañó a los israelitas en su peregrinación por el desierto, y quedó después en pie en la Tierra Prometida hasta el establecimiento del reino en paz bajo Salomón. La importancia del Tabernáculo queda marcada por la cantidad de capítulos que se le dedican en el libro del Éxodo: 25 a 31, constituyendo una tercera parte del libro. 

    Su objeto era permitir que el Señor morara en medio de Su pueblo (Éx. 25:8) y procurar a los hombres pecadores un medio de comunión constante con el Dios santo (Éx. 25:22; 29:42-46). 

    Éxodo 25:8

    8 Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos.

    Éxodo 25:22 

    22 Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel.

    Éxodo 29:42-46

    42 Esto será el holocausto continuo por vuestras generaciones, a la puerta del tabernáculo de reunión, delante de Jehová, en el cual me reuniré con vosotros, para hablaros allí.

    43 Allí me reuniré con los hijos de Israel; y el lugar será santificado con mi gloria.

    44 Y santificaré el tabernáculo de reunión y el altar; santificaré asimismo a Aarón y a sus hijos, para que sean mis sacerdotes.

    45 Y habitaré entre los hijos de Israel, y seré su Dios.

    46 Y conocerán que yo soy Jehová su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto, para habitar en medio de ellos. Yo Jehová su Dios.

    Efectivamente, hay una inmensa diferencia entre el descenso del Señor, rodeado de fuego devorador, con todas las amenazas del Sinaí (Éx. 19:10-22) y por otra parte su morada permanente en medio del campamento (Éx. 40:34-38). 

    Éxodo 19:10-22

    10 Y Jehová dijo a Moisés: Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana; y laven sus vestidos,

    11 y estén preparados para el día tercero, porque al tercer día Jehová descenderá a ojos de todo el pueblo sobre el monte de Sinaí.

    12 Y señalarás término al pueblo en derredor, diciendo: Guardaos, no subáis al monte, ni toquéis sus límites; cualquiera que tocare el monte, de seguro morirá.

    13 No lo tocará mano, porque será apedreado o asaeteado; sea animal o sea hombre, no vivirá. Cuando suene largamente la bocina, subirán al monte.

    14 Y descendió Moisés del monte al pueblo, y santificó al pueblo; y lavaron sus vestidos.

    15 Y dijo al pueblo: Estad preparados para el tercer día; no toquéis mujer.

    16 Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento.

    17 Y Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios; y se detuvieron al pie del monte.

    18 Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera.

    19 El sonido de la bocina iba aumentando en extremo; Moisés hablaba, y Dios le respondía con voz tronante.

    20 Y descendió Jehová sobre el monte Sinaí, sobre la cumbre del monte; y llamó Jehová a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió.

    21 Y Jehová dijo a Moisés: Desciende, ordena al pueblo que no traspase los límites para ver a Jehová, porque caerá multitud de ellos.

    22 Y también que se santifiquen los sacerdotes que se acercan a Jehová, para que Jehová no haga en ellos estrago.

    Éxodo 40:34-38

    La nube sobre el tabernáculo

    34 Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo.

    35 Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo llenaba.

    36 Y cuando la nube se alzaba del tabernáculo, los hijos de Israel se movían en todas sus jornadas;

    37 pero si la nube no se alzaba, no se movían hasta el día en que ella se alzaba.

    38 Porque la nube de Jehová estaba de día sobre el tabernáculo, y el fuego estaba de noche sobre él, a vista de toda la casa de Israel, en todas sus jornadas.

    Este cambio se hizo posible gracias al Tabernáculo y el sistema sacrificial y el sacerdocio que éste conllevaba. En el Tabernáculo se reproducían la imagen y la sombra del santuario celestial. Moisés lo construyó según el modelo que Dios le había dado en el monte (Éx. 25:9, 40; 26:30; 27:8). 

    Éxodo 25:9, 40 

    9 Conforme a todo lo que yo te muestre, el diseño del tabernáculo, y el diseño de todos sus utensilios, así lo haréis.

    40 Mira y hazlos conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte.

    Éxodo 26:30 

    30 Y alzarás el tabernáculo conforme al modelo que te fue mostrado en el monte.

    Éxodo 27:8

    8 Lo harás hueco, de tablas; de la manera que te fue mostrado en el monte, así lo harás.

    Su ejecución fue conforme a todo lo que el Señor había ordenado (esto se afirma 18 veces; cfr. Éx. 39:32, 42:43, etc.). 

    Éxodo 39:32, 42-43 

    La obra del tabernáculo terminada

    32 Así fue acabada toda la obra del tabernáculo, del tabernáculo de reunión; e hicieron los hijos de Israel como Jehová lo había mandado a Moisés; así lo hicieron.

    42 En conformidad a todas las cosas que Jehová había mandado a Moisés, así hicieron los hijos de Israel toda la obra.

    43 Y vio Moisés toda la obra, y he aquí que la habían hecho como Jehová había mandado; y los bendijo.

    No se dejó nada en absoluto a la inventiva o iniciativa humanas. Cada uno de los detalles tenía su importancia y significado espiritual. La epístola a los Hebreos confirma que el santuario hecho de mano del hombre era «imitación del verdadero», establecido por el Señor en el cielo (He. 8:2, 4-5; 9:11, 23-24). 

    Hebreos 8:2, 4-5 

    2 ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre.

    4 Así que, si estuviese sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo aún sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley;

    5 los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte.

    Hebreos 9:11, 23-24

    11 Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación,

    El sacrificio de Cristo quita el pecado

    23 Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos.

    24 Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios;

    El ritual, culto, los sacrificios, el sacerdocio de Aarón, son todos tipos y profecías de la persona, sacrificio y sacerdocio de Cristo, nuestro sumo sacerdote. Por definición, estos tipos y ordenanzas eran temporales: las vestiduras, utensilios, divisiones del santuario, velo, sacrificios, abluciones, etc., todo esto ha cedido su puesto al culto rendido en espíritu y en verdad, habiendo todo ello sido cumplido por la venida de Cristo (He. 8:5; 9:1-10; Jn. 4:23-24). 

    Hebreos 8:5 

    5 los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte.

    Hebreos 9:1-10 

    1 Ahora bien, aun el primer pacto tenía ordenanzas de culto y un santuario terrenal.

    2 Porque el tabernáculo estaba dispuesto así: en la primera parte, llamada el Lugar Santo, estaban el candelabro, la mesa y los panes de la proposición.

    3 Tras el segundo velo estaba la parte del tabernáculo llamada el Lugar Santísimo,

    4 el cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto;

    5 y sobre ella los querubines de gloria que cubrían el propiciatorio; de las cuales cosas no se puede ahora hablar en detalle.

    6 Y así dispuestas estas cosas, en la primera parte del tabernáculo entran los sacerdotes continuamente para cumplir los oficios del culto;

    7 pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una vez al año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo;

    8 dando el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo, entre tanto que la primera parte del tabernáculo estuviese en pie.

    9 Lo cual es símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto,

    10 ya que consiste sólo de comidas y bebidas, de diversas abluciones, y ordenanzas acerca de la carne, impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas.

    Juan 4:23-24

    23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.

    24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

    Introducir estas cosas en el culto cristiano, como lo hacen la Iglesia de Roma y sus imitadoras, es confundir los pactos, y volver al Antiguo Pacto, que ya ha quedado abrogado en favor del Nuevo. Materiales del Tabernáculo. Los materiales del Tabernáculo fueron los que se hallaban a disposición. 

    El Sinaí proveía la madera de acacia; los rebaños proveyeron pelos y pieles; el tejón (véase TEJÓN) dio su piel. Los israelitas se habían llevado de Egipto grandes cantidades de oro, plata y bronce, de telas y de lino fino (Éx. 12:35). 

    Éxodo 12:35

    35 E hicieron los hijos de Israel conforme al mandamiento de Moisés, pidiendo de los egipcios alhajas de plata, y de oro, y vestidos.

    De todo esto dieron abundantes ofrendas voluntarias (Éx. 25:18; 35:5, 21, 22, 26, 29), hasta tal punto que se les tuvo que prohibir que dieran más (Éx. 36:5-6). 

    Éxodo 35:5, 21, 22, 26, 29

    5 Tomad de entre vosotros ofrenda para Jehová; todo generoso de corazón la traerá a Jehová; oro, plata, bronce,

    21 Y vino todo varón a quien su corazón estimuló, y todo aquel a quien su espíritu le dio voluntad, con ofrenda a Jehová para la obra del tabernáculo de reunión y para toda su obra, y para las sagradas vestiduras.

    22 Vinieron así hombres como mujeres, todos los voluntarios de corazón, y trajeron cadenas y zarcillos, anillos y brazaletes y toda clase de joyas de oro; y todos presentaban ofrenda de oro a Jehová.

    26 Y todas las mujeres cuyo corazón las impulsó en sabiduría hilaron pelo de cabra.

    29 De los hijos de Israel, así hombres como mujeres, todos los que tuvieron corazón voluntario para traer para toda la obra, que Jehová había mandado por medio de Moisés que hiciesen, trajeron ofrenda voluntaria a Jehová.

    Éxodo 36:5-6

    5 y hablaron a Moisés, diciendo: El pueblo trae mucho más de lo que se necesita para la obra que Jehová ha mandado que se haga.

    6 Entonces Moisés mandó pregonar por el campamento, diciendo: Ningún hombre ni mujer haga más para la ofrenda del santuario. Así se le impidió al pueblo ofrecer más;

    Dios suscitó artesanos calificados y artistas a los que llenó de Su espíritu para llevar a buen fin la tarea (Éx. 35:30-35). 

    Éxodo 35:30-35

    Llamamiento de Bezaleel y de Aholiab

    30 Y dijo Moisés a los hijos de Israel: Mirad, Jehová ha nombrado a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá;

    31 y lo ha llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo arte,

    32 para proyectar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce,

    33 y en la talla de piedras de engaste, y en obra de madera, para trabajar en toda labor ingeniosa.

    34 Y ha puesto en su corazón el que pueda enseñar, así él como Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan;

    35 y los ha llenado de sabiduría de corazón, para que hagan toda obra de arte y de invención, y de bordado en azul, en púrpura, en carmesí, en lino fino y en telar, para que hagan toda labor, e inventen todo diseño.

    Los colores y los materiales elegidos son susceptibles de una interpretación simbólica. Según He. 10:20, el velo representaba la carne de Cristo, abierta en la Cruz para darnos acceso al Lugar Santísimo. 

    Hebreos 10:20

    20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,

    En este velo, el azul podría referirse al cielo, el púrpura a la realeza, el carmesí a la sangre, y el lino fino a la santidad (Éx. 26:31; Ap. 19:8). 

    Éxodo 26:31 

    31 También harás un velo de azul, púrpura, carmesí y lino torcido; será hecho de obra primorosa, con querubines;

    Apocalipsis 19:8

    8 Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.

    Todo el santuario reposaba sobre basas de plata, que provenían del precio de redención de cada israelita (Éx. 26:19; 30:12-15); esto debía constituir un recuerdo constante del precio pagado por la redención del pueblo, y que la adoración debía levantarse sobre la base de la redención (Éx. 30:16; 1 P. 1:18-19; 1 Co. 6:19-20). 

    Éxodo 26:19 

    19 Y harás cuarenta basas de plata debajo de las veinte tablas; dos basas debajo de una tabla para sus dos espigas, y dos basas debajo de otra tabla para sus dos espigas.

    Éxodo 30:12-15

    12 Cuando tomes el número de los hijos de Israel conforme a la cuenta de ellos, cada uno dará a Jehová el rescate de su persona, cuando los cuentes, para que no haya en ellos mortandad cuando los hayas contado.

    13 Esto dará todo aquel que sea contado; medio siclo, conforme al siclo del santuario. El siclo es de veinte geras. La mitad de un siclo será la ofrenda a Jehová.

    14 Todo el que sea contado, de veinte años arriba, dará la ofrenda a Jehová.

    15 Ni el rico aumentará, ni el pobre disminuirá del medio siclo, cuando dieren la ofrenda a Jehová para hacer expiación por vuestras personas.

    Éxodo 30:16 

    16 Y tomarás de los hijos de Israel el dinero de las expiaciones, y lo darás para el servicio del tabernáculo de reunión; y será por memorial a los hijos de Israel delante de Jehová, para hacer expiación por vuestras personas.

    1 Pedro 1:18-19 

    18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,

    19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,

    1 Corintios 6:19-20

    19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?

    20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

    El arca, el más completo tipo de Cristo, era de madera de acacia recubierta de oro. En esta madera se puede ver una imagen de la humanidad de Cristo (una débil planta creciendo en una tierra seca, cfr. Is. 53:2, pero también totalmente incorruptible, cfr. Is. 53:9 b); el oro inalterable y precioso puede ser tomado como símbolo de Su divinidad, o de la justicia divina de Cristo. El plan del santuario se da a continuación. 

    Isaías 53:2

    2 Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.

    Isaías 53:9

    9 Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.

    En él se pueden trazar gráficamente dos temas: 

    (a) El desarrollo del ministerio del sacerdote, mediador encargado de establecer el contacto entre el pueblo y Dios; 

    (b) el camino del hombre pecador que, aprovechando el camino abierto por Cristo, el gran sumo sacerdote, entra hasta la misma presencia del Señor. He aquí algunas etapas: 

    (A) El atrio. Dios se rodea de una barrera de lino fino e inmaculado, de una altura de 2,5 m.; Su santidad mantiene la distancia con los pecadores. El lienzo es sostenido por columnas de bronce, montadas sobre basas de bronce, a cinco codos de distancia entre sí. El patio así formado tenía 100 codos de longitud por 50 de anchura (Éx. 27:9- 18). 

    Éxodo 27:9-18

    El atrio del tabernáculo

    9 Asimismo harás el atrio del tabernáculo. Al lado meridional, al sur, tendrá el atrio cortinas de lino torcido, de cien codos de longitud para un lado.

    10 Sus veinte columnas y sus veinte basas serán de bronce; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata.

    11 De la misma manera al lado del norte habrá a lo largo cortinas de cien codos de longitud, y sus veinte columnas con sus veinte basas de bronce; los capiteles de sus columnas y sus molduras, de plata.

    12 El ancho del atrio, del lado occidental, tendrá cortinas de cincuenta codos; sus columnas diez, con sus diez basas.

    13 Y en el ancho del atrio por el lado del oriente, al este, habrá cincuenta codos.

    14 Las cortinas a un lado de la entrada serán de quince codos; sus columnas tres, con sus tres basas.

    15 Y al otro lado, quince codos de cortinas; sus columnas tres, con sus tres basas.

    16 Y para la puerta del atrio habrá una cortina de veinte codos, de azul, púrpura y carmesí, y lino torcido, de obra de recamador; sus columnas cuatro, con sus cuatro basas.

    17 Todas las columnas alrededor del atrio estarán ceñidas de plata; sus capiteles de plata, y sus basas de bronce.

    18 La longitud del atrio será de cien codos, y la anchura cincuenta por un lado y cincuenta por el otro, y la altura de cinco codos; sus cortinas de lino torcido, y sus basas de bronce.

    (B) La puerta. La puerta era el único medio de acceso a este cercado de lino fino y bronce (santidad y juicio). La puerta era una cortina que se podía levantar fácilmente, y que era sin embargo suficiente para señalar una separación neta entre el interior y el exterior (Éx. 27:16). 

    Éxodo 27:16

    16 Y para la puerta del atrio habrá una cortina de veinte codos, de azul, púrpura y carmesí, y lino torcido, de obra de recamador; sus columnas cuatro, con sus cuatro basas.

    Llevaba los cuatro colores simbólicos que se van encontrando hasta el velo (Éx. 26:31). 

    Éxodo 26:31

    31 También harás un velo de azul, púrpura, carmesí y lino torcido; será hecho de obra primorosa, con querubines;

    Jesús dijo: «Yo soy la puerta... el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador» (Jn. 10:9,1; cfr. 14:6). 

    Juan 10:9,1 

    9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.

    Parábola del redil

    1 De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador.

    Juan 14:6

    6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

    (C) El altar de los holocaustos. El altar de los holocaustos. Justo al entrar, el pecador se encuentra ante el altar, donde degüella y ofrece sus víctimas; la sangre derramada hacía la expiación por sus pecados, porque «sin derramamiento de sangre no se hace remisión» (Éx. 27:1-2; Lv. 4:4-12; He. 9:22). 

    Éxodo 27:1-2 

    El altar de bronce

    1 Harás también un altar de madera de acacia de cinco codos de longitud, y de cinco codos de anchura; será cuadrado el altar, y su altura de tres codos.

    2 Y le harás cuernos en sus cuatro esquinas; los cuernos serán parte del mismo; y lo cubrirás de bronce.

    Levítico 4:4-12 

    4 Traerá el becerro a la puerta del tabernáculo de reunión delante de Jehová, y pondrá su mano sobre la cabeza del becerro, y lo degollará delante de Jehová.

    5 Y el sacerdote ungido tomará de la sangre del becerro, y la traerá al tabernáculo de reunión;

    6 y mojará el sacerdote su dedo en la sangre, y rociará de aquella sangre siete veces delante de Jehová, hacia el velo del santuario.

    7 Y el sacerdote pondrá de esa sangre sobre los cuernos del altar del incienso aromático, que está en el tabernáculo de reunión delante de Jehová; y echará el resto de la sangre del becerro al pie del altar del holocausto, que está a la puerta del tabernáculo de reunión.

    8 Y tomará del becerro para la expiación toda su grosura, la que cubre los intestinos, y la que está sobre las entrañas,

    9 los dos riñones, la grosura que está sobre ellos, y la que está sobre los ijares; y con los riñones quitará la grosura de sobre el hígado,

    10 de la manera que se quita del buey del sacrificio de paz; y el sacerdote la hará arder sobre el altar del holocausto.

    11 Y la piel del becerro, y toda su carne, con su cabeza, sus piernas, sus intestinos y su estiércol,

    12 en fin, todo el becerro sacará fuera del campamento a un lugar limpio, donde se echan las cenizas, y lo quemará al fuego sobre la leña; en donde se echan las cenizas será quemado.

    Hebreos 9:22

    22 Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.

    De todas maneras, la sangre de un animal no borra realmente el pecado: sirve de tipo y de profecía al solo sacrificio eficaz, el del Hijo de Dios (He. 10:1-4, 11-14). (Véase ALTAR.) 

    Hebreos 10:1-4, 11-14

    1 Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan.

    2 De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado.

    3 Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados;

    4 porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.

    11 Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados;

    12 pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,

    13 de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies;

    14 porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.

    (D) La fuente de bronce. La fuente de bronce, entre el altar de los holocaustos y la tienda, servía para la indispensable purificación de los sacerdotes llamados al servicio del santuario (Éx. 30:17-21). 

    Éxodo 30:17-21

    La fuente de bronce

    17 Habló más Jehová a Moisés, diciendo:

    18 Harás también una fuente de bronce, con su base de bronce, para lavar; y la colocarás entre el tabernáculo de reunión y el altar, y pondrás en ella agua.

    19 Y de ella se lavarán Aarón y sus hijos las manos y los pies.

    20 Cuando entren en el tabernáculo de reunión, se lavarán con agua, para que no mueran; y cuando se acerquen al altar para ministrar, para quemar la ofrenda encendida para Jehová,

    21 se lavarán las manos y los pies, para que no mueran. Y lo tendrán por estatuto perpetuo él y su descendencia por sus generaciones.

    En el Nuevo Pacto, el creyente, salvado por el sacrificio de la Cruz, entra también en el regio sacerdocio al que pertenecen todos los miembros de la Iglesia (1 P. 2:5, 9; Ap. 1:5-6). 

    1 Pedro 2:5, 9 

    5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

    El pueblo de Dios

    9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;

    Apocalipsis 1:5-6

    5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,

    6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.

    Para servir a Dios en lo sucesivo, tiene necesidad de ser purificado cada día, si quiere estar en comunión con Él (cfr. Jn. 13:5, 8, 10); ésta es la santificación sin la cual nadie verá al Señor (He. 12:14). 

    Juan 13:5, 8, 10

    5 Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido.

    8 Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo.

    10 Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos.

    Hebreos 12:14

    14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

    La fuente había sido hecha con el bronce de los espejos de las mujeres (Éx. 38:8), hecho que a veces ha sido relacionado con Stg. 1:23-25 y Jn. 17:17

    Éxodo 38:8

    8 También hizo la fuente de bronce y su base de bronce, de los espejos de las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión.

    Santiago 1:23-25

    23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.

    24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.

    25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.

    Juan 17:17

    17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.

    (E) La tienda (Éx. 26:1-30

    Éxodo 26:1-30

    El tabernáculo

    1 Harás el tabernáculo de diez cortinas de lino torcido, azul, púrpura y carmesí; y lo harás con querubines de obra primorosa.

    2 La longitud de una cortina de veintiocho codos, y la anchura de la misma cortina de cuatro codos; todas las cortinas tendrán una misma medida.

    3 Cinco cortinas estarán unidas una con la otra, y las otras cinco cortinas unidas una con la otra.

    4 Y harás lazadas de azul en la orilla de la última cortina de la primera unión; lo mismo harás en la orilla de la cortina de la segunda unión.

    5 Cincuenta lazadas harás en la primera cortina, y cincuenta lazadas harás en la orilla de la cortina que está en la segunda unión; las lazadas estarán contrapuestas la una a la otra.

    6 Harás también cincuenta corchetes de oro, con los cuales enlazarás las cortinas la una con la otra, y se formará un tabernáculo.

    7 Harás asimismo cortinas de pelo de cabra para una cubierta sobre el tabernáculo; once cortinas harás.

    8 La longitud de cada cortina será de treinta codos, y la anchura de cada cortina de cuatro codos; una misma medida tendrán las once cortinas.

    9 Y unirás cinco cortinas aparte y las otras seis cortinas aparte; y doblarás la sexta cortina en el frente del tabernáculo.

    10 Y harás cincuenta lazadas en la orilla de la cortina, al borde en la unión, y cincuenta lazadas en la orilla de la cortina de la segunda unión.

    11 Harás asimismo cincuenta corchetes de bronce, los cuales meterás por las lazadas; y enlazarás las uniones para que se haga una sola cubierta.

    12 Y la parte que sobra en las cortinas de la tienda, la mitad de la cortina que sobra, colgará a espaldas del tabernáculo.

    13 Y un codo de un lado, y otro codo del otro lado, que sobra a lo largo de las cortinas de la tienda, colgará sobre los lados del tabernáculo a un lado y al otro, para cubrirlo.

    14 Harás también a la tienda una cubierta de pieles de carneros teñidas de rojo, y una cubierta de pieles de tejones encima.

    15 Y harás para el tabernáculo tablas de madera de acacia, que estén derechas.

    16 La longitud de cada tabla será de diez codos, y de codo y medio la anchura.

    17 Dos espigas tendrá cada tabla, para unirlas una con otra; así harás todas las tablas del tabernáculo.

    18 Harás, pues, las tablas del tabernáculo; veinte tablas al lado del mediodía, al sur.

    19 Y harás cuarenta basas de plata debajo de las veinte tablas; dos basas debajo de una tabla para sus dos espigas, y dos basas debajo de otra tabla para sus dos espigas.

    20 Y al otro lado del tabernáculo, al lado del norte, veinte tablas;

    21 y sus cuarenta basas de plata; dos basas debajo de una tabla, y dos basas debajo de otra tabla.

    22 Y para el lado posterior del tabernáculo, al occidente, harás seis tablas.

    23 Harás además dos tablas para las esquinas del tabernáculo en los dos ángulos posteriores;

    24 las cuales se unirán desde abajo, y asimismo se juntarán por su alto con un gozne; así será con las otras dos; serán para las dos esquinas.

    25 De suerte que serán ocho tablas, con sus basas de plata, dieciséis basas; dos basas debajo de una tabla, y dos basas debajo de otra tabla.

    26 Harás también cinco barras de madera de acacia, para las tablas de un lado del tabernáculo,

    27 y cinco barras para las tablas del otro lado del tabernáculo, y cinco barras para las tablas del lado posterior del tabernáculo, al occidente.

    28 Y la barra de en medio pasará por en medio de las tablas, de un extremo al otro.

    29 Y cubrirás de oro las tablas, y harás sus anillos de oro para meter por ellos las barras; también cubrirás de oro las barras.

    30 Y alzarás el tabernáculo conforme al modelo que te fue mostrado en el monte.

    La tienda medía 30 codos de longitud por 10 de anchura. La entrada se hallaba al este; los dos lados estaban hechos de veinte tablas verticales, de 10 codos de altura; el fondo estaba hecho por ocho tablas. 

    Cada una de ellas estaba recubierta de oro, y medía 1,5 codos de anchura. Cada pared quedaba montada mediante cinco barras transversales, sostenidas por anillos de oro; sólo la central iba de un lado al otro. Debajo de cada plancha había dos espigas que se acoplaban a una basa de plata. 

    El lado oriental entero servía de entrada. Las tres paredes y las cinco columnas de la entrada (Éx. 26:37) sostenían las cuatro cubiertas del Tabernáculo: 

    Éxodo 26:37

    37 Y harás para la cortina cinco columnas de madera de acacia, las cuales cubrirás de oro, con sus capiteles de oro; y fundirás cinco basas de bronce para ellas.

    (I) La más bella, con los cuatro colores simbólicos y bordada con figuras de querubines, estaba en el interior. Cumplía la función de cielo raso y pared interior del Tabernáculo. Esta cubierta estaba compuesta de diez piezas, midiendo cada una de ellas 28 por 4 codos. Estas piezas estaban cosidas cinco y cinco, y después cuidadosamente montadas. 

    De estos dos conjuntos, uno de ellos constituía el cielo raso y los tres lados del Lugar Santísimo, y el otro formaba el cielo raso y dos lados del lugar santo (Éx. 26:1-6). 

    Éxodo 26:1-6

    El tabernáculo

    1 Harás el tabernáculo de diez cortinas de lino torcido, azul, púrpura y carmesí; y lo harás con querubines de obra primorosa.

    2 La longitud de una cortina de veintiocho codos, y la anchura de la misma cortina de cuatro codos; todas las cortinas tendrán una misma medida.

    3 Cinco cortinas estarán unidas una con la otra, y las otras cinco cortinas unidas una con la otra.

    4 Y harás lazadas de azul en la orilla de la última cortina de la primera unión; lo mismo harás en la orilla de la cortina de la segunda unión.

    5 Cincuenta lazadas harás en la primera cortina, y cincuenta lazadas harás en la orilla de la cortina que está en la segunda unión; las lazadas estarán contrapuestas la una a la otra.

    6 Harás también cincuenta corchetes de oro, con los cuales enlazarás las cortinas la una con la otra, y se formará un tabernáculo.

    (II) Una segunda cubierta, de pelo de cabras, recubría la primera; se componía de once piezas, cada una de las cuales medía 30 por 4 codos, dos codos más, por tanto, que la primera cubierta interior (Éx. 26:13). 

    Éxodo 26:13

    13 Y un codo de un lado, y otro codo del otro lado, que sobra a lo largo de las cortinas de la tienda, colgará sobre los lados del tabernáculo a un lado y al otro, para cubrirlo.

    Esta segunda cubierta se componía de un conjunto de cinco bandas que recubría la parte superior y los tres lados del Lugar Santísimo, y un conjunto de seis bandas para la parte superior y los lados del lugar santo. Esta parte más grande tenía un codo de más, que colgaba por encima de la entrada del Tabernáculo (Éx. 26:7-13). 

    Éxodo 26:7-13

    7 Harás asimismo cortinas de pelo de cabra para una cubierta sobre el tabernáculo; once cortinas harás.

    8 La longitud de cada cortina será de treinta codos, y la anchura de cada cortina de cuatro codos; una misma medida tendrán las once cortinas.

    9 Y unirás cinco cortinas aparte y las otras seis cortinas aparte; y doblarás la sexta cortina en el frente del tabernáculo.

    10 Y harás cincuenta lazadas en la orilla de la cortina, al borde en la unión, y cincuenta lazadas en la orilla de la cortina de la segunda unión.

    11 Harás asimismo cincuenta corchetes de bronce, los cuales meterás por las lazadas; y enlazarás las uniones para que se haga una sola cubierta.

    12 Y la parte que sobra en las cortinas de la tienda, la mitad de la cortina que sobra, colgará a espaldas del tabernáculo.

    13 Y un codo de un lado, y otro codo del otro lado, que sobra a lo largo de las cortinas de la tienda, colgará sobre los lados del tabernáculo a un lado y al otro, para cubrirlo.

    (III) A continuación venía una cubierta de pieles de carneros teñidas de rojo y, finalmente: 

    (IV) Una cubierta de pieles de tejones («tahash»: véase TEJONES) que protegía las otras tres cubiertas (Éx. 26:14). 

    Éxodo 26:14

    14 Harás también a la tienda una cubierta de pieles de carneros teñidas de rojo, y una cubierta de pieles de tejones encima.

    El Tabernáculo estaba dividido en dos partes: del lado oriental, el lugar santo formaba un rectángulo de 20 codos de largo por 10 de ancho y 10 de alto (cfr. Éx. 26:16, 18, 22-24; Ant. 3:6, 4). 

    Éxodo 26:16, 18, 22-24

    16 La longitud de cada tabla será de diez codos, y de codo y medio la anchura.

    18 Harás, pues, las tablas del tabernáculo; veinte tablas al lado del mediodía, al sur.

    22 Y para el lado posterior del tabernáculo, al occidente, harás seis tablas.

    23 Harás además dos tablas para las esquinas del tabernáculo en los dos ángulos posteriores;

    24 las cuales se unirán desde abajo, y asimismo se juntarán por su alto con un gozne; así será con las otras dos; serán para las dos esquinas.

    Los sacerdotes entraban en este lugar cada día (He. 9:6). 

    Hebreos 9:6

    6 Y así dispuestas estas cosas, en la primera parte del tabernáculo entran los sacerdotes continuamente para cumplir los oficios del culto;

    El Lugar Santísimo, más allá del velo, tenía forma cúbica, de 10 codos de lado. Sólo entraba allí el sumo sacerdote una vez al año (v. 7). 

    Es fácil ver las correspondencias de este santuario con la casa espiritual de la que forma parte el creyente: fundamentados sobre Cristo, el redentor, los creyentes son piedras vivas que se levantan para formar la morada de Dios en el Espíritu. Todo el edificio es sólidamente edificado por el Señor mismo, y ligado por Él. 

    Es en este santo templo que El es glorificado (Ef. 2:20-22; 3:20-21; 1 P. 2:4-5). 

    Efesios 2:20-22 

    20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,

    21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor;

    22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.

    Efesios 3:20-21 

    20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,

    21 a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.

    1 Pedro 2:4-5

    La piedra viva

    4 Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa,

    5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

    (F) La cortina. La cortina a la entrada del lugar santo estaba hecha del mismo tejido que la puerta y el velo (Éx. 26:36-37). 

    Éxodo 26:36-37

    36 Harás para la puerta del tabernáculo una cortina de azul, púrpura, carmesí y lino torcido, obra de recamador.

    37 Y harás para la cortina cinco columnas de madera de acacia, las cuales cubrirás de oro, con sus capiteles de oro; y fundirás cinco basas de bronce para ellas.

    De hecho, Cristo no es sólo la puerta, sino el camino entero que lleva a Dios; nos abre el acceso al santuario, por el camino nuevo y vivo que Él ha abierto para nosotros (Jn. 14:6; He. 10:19-20). 

    Juan 14:6 

    6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

    Hebreos 10:19-20

    19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo,

    20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,

    (G) La mesa de los panes La mesa de los panes de la proposición, hecha de madera de acacia recubierta de oro, situada al lado norte del lugar santo. Sobre ella estaban continuamente expuestos los doce panes de la proposición. Eran renovados cada sábado, y los sacerdotes participaban de ellos cuando eran retirados (Éx. 25:23-30; 26:35; Lv. 24:5-9). 

    Éxodo 25:23-30 

    La mesa para el pan de la proposición

    23 Harás asimismo una mesa de madera de acacia; su longitud será de dos codos, y de un codo su anchura, y su altura de codo y medio.

    24 Y la cubrirás de oro puro, y le harás una cornisa de oro alrededor.

    25 Le harás también una moldura alrededor, de un palmo menor de anchura, y harás a la moldura una cornisa de oro alrededor.

    26 Y le harás cuatro anillos de oro, los cuales pondrás en las cuatro esquinas que corresponden a sus cuatro patas.

    27 Los anillos estarán debajo de la moldura, para lugares de las varas para llevar la mesa.

    28 Harás las varas de madera de acacia, y las cubrirás de oro, y con ellas será llevada la mesa.

    29 Harás también sus platos, sus cucharas, sus cubiertas y sus tazones, con que se libará; de oro fino los harás.

    30 Y pondrás sobre la mesa el pan de la proposición delante de mí continuamente.

    Éxodo 26:35 

    35 Y pondrás la mesa fuera del velo, y el candelero enfrente de la mesa al lado sur del tabernáculo; y pondrás la mesa al lado del norte.

    Levítico 24:5-9

    El pan de la proposición

    5 Y tomarás flor de harina, y cocerás de ella doce tortas; cada torta será de dos décimas de efa.

    6 Y las pondrás en dos hileras, seis en cada hilera, sobre la mesa limpia delante de Jehová.

    7 Pondrás también sobre cada hilera incienso puro, y será para el pan como perfume, ofrenda encendida a Jehová.

    8 Cada día de reposo lo pondrá continuamente en orden delante de Jehová, en nombre de los hijos de Israel, como pacto perpetuo.

    9 Y será de Aarón y de sus hijos,los cuales lo comerán en lugar santo; porque es cosa muy santa para él, de las ofrendas encendidas a Jehová, por derecho perpetuo.

    Cristo, el pan vivo que bajó del cielo, viene a ser el alimento de nuestras almas, y nos comunica la vida eterna (Jn. 6:51). 

    Juan 6:51

    51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.

    (H) El candelero de oro estaba situado en el lado sur del lugar santo; portaba siete lámparas de aceite puro que ardían continuamente; ellas daban la única iluminación que tenía el santuario (Éx. 25:31-40; 26:35; 27:20-21; Lv. 24:1-4). 

    Éxodo 25:31-40 

    El candelero de oro

    31 Harás además un candelero de oro puro; labrado a martillo se hará el candelero; su pie, su caña, sus copas, sus manzanas y sus flores, serán de lo mismo.

    32 Y saldrán seis brazos de sus lados; tres brazos del candelero a un lado, y tres brazos al otro lado.

    33 Tres copas en forma de flor de almendro en un brazo, una manzana y una flor; y tres copas en forma de flor de almendro en otro brazo, una manzana y una flor; así en los seis brazos que salen del candelero;

    34 y en la caña central del candelero cuatro copas en forma de flor de almendro, sus manzanas y sus flores.

    35 Habrá una manzana debajo de dos brazos del mismo, otra manzana debajo de otros dos brazos del mismo, y otra manzana debajo de los otros dos brazos del mismo, así para los seis brazos que salen del candelero.

    36 Sus manzanas y sus brazos serán de una pieza, todo ello una pieza labrada a martillo, de oro puro.

    37 Y le harás siete lamparillas, las cuales encenderás para que alumbren hacia adelante.

    38 También sus despabiladeras y sus platillos, de oro puro.

    39 De un talento de oro fino lo harás, con todos estos utensilios.

    40 Mira y hazlos conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte.

    Éxodo 26:35 

    35 Y pondrás la mesa fuera del velo, y el candelero enfrente de la mesa al lado sur del tabernáculo; y pondrás la mesa al lado del norte.

    Éxodo 27:20-21 

    20 Y mandarás a los hijos de Israel que te traigan aceite puro de olivas machacadas, para el alumbrado, para hacer arder continuamente las lámparas.

    21 En el tabernáculo de reunión, afuera del velo que está delante del testimonio, las pondrá en orden Aarón y sus hijos para que ardan delante de Jehová desde la tarde hasta la mañana, como estatuto perpetuo de los hijos de Israel por sus generaciones.

    Levítico 24:1-4

    Aceite para las lámparas

    1 Habló Jehová a Moisés, diciendo:

    2 Manda a los hijos de Israel que te traigan para el alumbrado aceite puro de olivas machacadas, para hacer arder las lámparas continuamente.

    3 Fuera del velo del testimonio, en el tabernáculo de reunión, las dispondrá Aarón desde la tarde hasta la mañana delante de Jehová; es estatuto perpetuo por vuestras generaciones.

    4 Sobre el candelero limpio pondrá siempre en orden las lámparas delante de Jehová.

    Cristo es la luz del mundo (Jn. 8:12). 

    Juan 8:12

    Jesús, la luz del mundo

    12 Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

    La plenitud de Sus perfecciones ilumina a la Iglesia, conduciéndola en su caminar. En cuanto a la Nueva Jerusalén, «la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera» (Ap. 21:22-23). 

    Apocalipsis 21:22-23

    22 Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.

    23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.

    (I) El altar de perfume. El altar de perfume, delante del velo, servía para quemar sobre él, mañana y tarde, el perfume sagrado delante de Jehová (Éx. 30:1-8, 34-38). 

    Éxodo 30:1-8, 34-38

    El altar del incienso

    1 Harás asimismo un altar para quemar el incienso; de madera de acacia lo harás.

    2 Su longitud será de un codo, y su anchura de un codo; será cuadrado, y su altura de dos codos; y sus cuernos serán parte del mismo.

    3 Y lo cubrirás de oro puro, su cubierta, sus paredes en derredor y sus cuernos; y le harás en derredor una cornisa de oro.

    4 Le harás también dos anillos de oro debajo de su cornisa, a sus dos esquinas a ambos lados suyos, para meter las varas con que será llevado.

    5 Harás las varas de madera de acacia, y las cubrirás de oro.

    6 Y lo pondrás delante del velo que está junto al arca del testimonio, delante del propiciatorio que está sobre el testimonio, donde me encontraré contigo.

    7 Y Aarón quemará incienso aromático sobre él; cada mañana cuando aliste las lámparas lo quemará.

    8 Y cuando Aarón encienda las lámparas al anochecer, quemará el incienso; rito perpetuo delante de Jehová por vuestras generaciones.

    34 Dijo además Jehová a Moisés: Toma especias aromáticas, estacte y uña aromática y gálbano aromático e incienso puro; de todo en igual peso,

    35 y harás de ello el incienso, un perfume según el arte del perfumador, bien mezclado, puro y santo.

    36 Y molerás parte de él en polvo fino, y lo pondrás delante del testimonio en el tabernáculo de reunión, donde yo me mostraré a ti. Os será cosa santísima.

    37 Como este incienso que harás, no os haréis otro según su composición; te será cosa sagrada para Jehová.

    38 Cualquiera que hiciere otro como este para olerlo, será cortado de entre su pueblo.

    El símbolo del humo del incienso subiendo al cielo es aplicado por Juan a la oración de adoración e intercesión (Ap. 5:8; 8:3-4; cfr. Sal. 141:2). 

    Apocalipsis 5:8 

    8 Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos;

    Apocalipsis 8:3-4

    3 Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono.

    4 Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.

    Salmos 141:2

    2 Suba mi oración delante de ti como el incienso, El don de mis manos como la ofrenda de la tarde.

    Así es Cristo presentado en Su ministerio de intercesión perpetua y todopoderosa, de grato olor al Señor (Ro. 8:34; He. 7:25; cfr. 2 Co. 2:15). 

    Romanos 8:34 

    34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.

    Hebreos 7:25

    25 por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.

    2 Corintios 2:15

    15 Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden;

    Siguiendo Sus pasos, el creyente, purificado de sus pecados, ofrece a Dios sus oraciones y alabanza en el santuario. (Véase ALTAR.) 

    (J) El velo, también del mismo tejido de cuatro colores, sostenido por cuatro columnas, separaba el lugar santo del Santísimo (Éx. 26:31-33); a diferencia de la cortina, estaba bordado con querubines, símbolo de la presencia inaccesible de Jehová, «dando el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo» (He. 9:8). 

    Éxodo 26:31-33

    31 También harás un velo de azul, púrpura, carmesí y lino torcido; será hecho de obra primorosa, con querubines;

    32 y lo pondrás sobre cuatro columnas de madera de acacia cubiertas de oro; sus capiteles de oro, sobre basas de plata.

    33 Y pondrás el velo debajo de los corchetes, y meterás allí, del velo adentro, el arca del testimonio; y aquel velo os hará separación entre el lugar santo y el santísimo.

    Hebreos 9:8

    8 dando el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo, entre tanto que la primera parte del tabernáculo estuviese en pie.

    Al expirar Cristo en la cruz, el velo del Templo se partió de arriba abajo (Mt. 27:51); era la imagen de la carne desgarrada del Señor Jesús, a través de la cual tenemos desde entonces libre acceso al Lugar Santísimo, en la presencia inmediata de Dios (He. 10:20). 

    Mateo 27:51

    51 Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron;

    Hebreos 10:20

    20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,

    (K) El arca era el principal objeto del Tabernáculo (véase ARCA DEL PACTO), y el más completo tipo de la salvación. 

    Era el único objeto en el Lugar Santísimo, con la sola excepción de un incensario de oro (cfr. He. 9:4); era un cofre de madera de acacia recubierto de oro, que medía 2,5 codos de longitud, 1,5 de anchura y 1,5 de altura (Éx. 25:10-15). 

    Hebreos 9:4

    4 el cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto;

    Éxodo 25:10-15

    El arca del testimonio

    10 Harán también un arca de madera de acacia, cuya longitud será de dos codos y medio, su anchura de codo y medio, y su altura de codo y medio.

    11 Y la cubrirás de oro puro por dentro y por fuera, y harás sobre ella una cornisa de oro alrededor.

    12 Fundirás para ella cuatro anillos de oro, que pondrás en sus cuatro esquinas; dos anillos a un lado de ella, y dos anillos al otro lado.

    13 Harás unas varas de madera de acacia, las cuales cubrirás de oro.

    14 Y meterás las varas por los anillos a los lados del arca, para llevar el arca con ellas.

    15 Las varas quedarán en los anillos del arca; no se quitarán de ella.

    Contenía las dos tablas de la ley (Éx. 25:16; He. 9:4), que condenaban a muerte al pecador, sin excepción alguna, y lo excluían de la presencia de Dios. 

    Éxodo 25:16 

    16 Y pondrás en el arca el testimonio que yo te daré.

    Hebreos 9:4

    4 el cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto;

    La cubierta del arca, de oro puro, se llamaba propiciatorio (véase PROPICIATORIO). El sumo sacerdote depositaba allí, una vez al año, la sangre de la expiación, ofrecida por los pecados de todo el pueblo (Éx. 25:17; Lv. 16:14-15). 

    Éxodo 25:17 

    17 Y harás un propiciatorio de oro fino, cuya longitud será de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio.

    Levítico 16:14-15

    14 Tomará luego de la sangre del becerro, y la rociará con su dedo hacia el propiciatorio al lado oriental; hacia el propiciatorio esparcirá con su dedo siete veces de aquella sangre.

    15 Después degollará el macho cabrío en expiación por el pecado del pueblo, y llevará la sangre detrás del velo adentro, y hará de la sangre como hizo con la sangre del becerro, y la esparcirá sobre el propiciatorio y delante del propiciatorio.

    16 Así purificará el santuario, a causa de las impurezas de los hijos de Israel, de sus rebeliones y de todos sus pecados; de la misma manera hará también al tabernáculo de reunión, el cual reside entre ellos en medio de sus impurezas.

    Así, esta sangre se ponía por encima de la ley, como diciéndole a Jehová: «Señor, tu ley santa ha sido cumplida; una víctima ha muerto en lugar de los pecadores. ¡Perdona ahora a causa de esta sangre derramada! » Sobre el arca, a los dos extremos del propiciatorio, se levantaban dos querubines de oro. 

    En lugar de traspasar al pecador que se aventuraba delante de Dios (cfr. Gn. 3:24), estaban desarmados, con el rostro vuelto hacia el propiciatorio (Éx. 25:18-20). 

    Génesis 3:24

    24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.

    Éxodo 25:18-20

    18 Harás también dos querubines de oro; labrados a martillo los harás en los dos extremos del propiciatorio.

    19 Harás, pues, un querubín en un extremo, y un querubín en el otro extremo; de una pieza con el propiciatorio harás los querubines en sus dos extremos.

    20 Y los querubines extenderán por encima las alas, cubriendo con sus alas el propiciatorio; sus rostros el uno enfrente del otro, mirando al propiciatorio los rostros de los querubines.

    En cuanto al mismo Señor, Él había declarado al mediador de Su pueblo: «Allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio» (Éx. 25:22). 

    Éxodo 25:22

    22 Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel.

    En efecto, el único lugar de reencuentro entre Dios y el pecador es en la Cruz, donde la sangre de Cristo expía los pecados, al haber sufrido en nuestro lugar todo el rigor de la ley. Si no se comprende esta gran verdad, no se puede comprender nada del culto del Antiguo Pacto ni de la salvación del Nuevo. 

    El arca contenía además un vaso de maná y la vara de Aarón que había florecido (He. 9:4; Éx. 16:33; Nm. 17:3), que eran otros tipos de Cristo, el pan de vida (Jn. 6:32-33, 51) y el Viviente, «declarado Hijo de Dios con poder... por la resurrección de entre los muertos» (Ro. 1:4). 

    Hebreos 9:4 

    4 el cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto;

    Éxodo 16:33 

    33 Y dijo Moisés a Aarón: Toma una vasija y pon en ella un gomer de maná, y ponlo delante de Jehová, para que sea guardado para vuestros descendientes.

    Números 17:3

    3 Y escribirás el nombre de Aarón sobre la vara de Leví; porque cada jefe de familia de sus padres tendrá una vara.

    Juan 6:32-33, 51

    32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.

    33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.

    51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.

    Romanos 1:4

    4 que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos,

    Para el sacerdocio y los sacrificios en relación con el Tabernáculo, véanse SACERDOTE, SACRIFICIO, SUMO SACERDOTE. 

    (L) La nube. Desde que el Tabernáculo fue levantado, el primer día del año segundo después del éxodo, quedó cubierto por una nube y lleno de la gloria de Jehová (Éx. 40:17, 34-35). 

    Éxodo 40:17, 34-35

    17 Así, en el día primero del primer mes, en el segundo año, el tabernáculo fue erigido.

    La nube sobre el tabernáculo

    34 Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo.

    35 Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo llenaba.

    Era la Shekiná, la presencia del Señor establecida entre Su pueblo (véase TEOFANÍA). 

    Durante la peregrinación en el desierto la nube reposó continuamente sobre el Tabernáculo, teniendo de noche la apariencia de un fuego. 

    Se levantaba para conducir al pueblo en sus itinerarios, y se detenía cuando debía acampar de nuevo (Nm. 9:15-17). 

    Números 9:15-17

    15 Volvieron, pues, a preguntarle también los fariseos cómo había recibido la vista. El les dijo: Me puso lodo sobre los ojos, y me lavé, y veo.

    16 Entonces algunos de los fariseos decían: Ese hombre no procede de Dios, porque no guarda el día de reposo. Otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales? Y había disensión entre ellos.

    17 Entonces volvieron a decirle al ciego: ¿Qué dices tú del que te abrió los ojos? Y él dijo: Que es profeta.

    Los levitas eran los encargados de desmontar y volver a montar el Tabernáculo, estando las diversas tareas divididas entre los coatitas (Nm. 4:4-20), los gersonitas (Nm. 4:24-28) y los meraritas (Nm. 4:31-33). 

    Números 4:4-20

    4 Y le era necesario pasar por Samaria.

    5 Vino, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José.

    6 Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta.

    7 Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber.

    8 Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer.

    9 La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.

    10 Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.

    11 La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva?

    12 ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?

    13 Respondió Jesús y le dijo:Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed;

    14 mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.

    15 La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla.

    16 Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá.

    17 Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido;

    18 porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad.

    19 Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta.

    20 Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.

    Números 4:24-28

    24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

    25 Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas.

    26 Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.

    27 En esto vinieron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con una mujer; sin embargo, ninguno dijo: ¿Qué preguntas? o, ¿Qué hablas con ella?

    28 Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres:

    Números 4:31-33

    31 Entre tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come.

    32 El les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis.

    33 Entonces los discípulos decían unos a otros: ¿Le habrá traído alguien de comer?

    Durante la conquista de Canaán, el arca se quedó en el campamento de Gilgal. Más tarde, Josué erigió el Tabernáculo en Silo, donde estuvo durante el tiempo de los Jueces (Jos. 18:1; 1 S. 1:3, 7). 

    Josué 18:1 

    Territorios de las demás tribus

    1 Toda la congregación de los hijos de Israel se reunió en Silo, y erigieron allí el tabernáculo de reunión, después que la tierra les fue sometida.

    1 Samuel 1:3, 7

    3 Y todos los años aquel varón subía de su ciudad para adorar y para ofrecer sacrificios a Jehová de los ejércitos en Silo, donde estaban dos hijos de Elí, Ofni y Finees, sacerdotes de Jehová.

    7 Así hacía cada año; cuando subía a la casa de Jehová, la irritaba así; por lo cual Ana lloraba, y no comía.

    Poco a poco se fueron añadiendo cámaras para los sacerdotes y para el tesoro de los dones (1 S. 3:3; cfr. el campamento de los levitas, Nm. 3:23, 29, 35). 

    1 Samuel 3:3

    3 Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde estaba el arca de Dios; y antes que la lámpara de Dios fuese apagada,

    Números 3:23, 29, 35

    23 Las familias de Gersón acamparán a espaldas del tabernáculo, al occidente;

    29 Las familias de los hijos de Coat acamparán al lado del tabernáculo, al sur;

    35 Y el jefe de la casa del linaje de Merari, Zuriel hijo de Abihail; acamparán al lado del tabernáculo, al norte.

    El Tabernáculo es designado con diversas expresiones: Tabernáculo de Reunión (Éx. 40:34-35); Tabernáculo del Testimonio (Nm. 1:50); Santuario (Éx. 25:8; 38:27); Tienda (2 S. 7:6); Casa de Jehová (Jue. 19:18; 1 S. 1:24; 3:15); Templo de Jehová (1 S. 1:9; 3:3). 

    Éxodo 40:34-35

    La nube sobre el tabernáculo

    34 Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo.

    35 Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo llenaba.

    Números 1:50

    50 sino que pondrás a los levitas en el tabernáculo del testimonio, y sobre todos sus utensilios, y sobre todas las cosas que le pertenecen; ellos llevarán el tabernáculo y todos sus enseres, y ellos servirán en él, y acamparán alrededor del tabernáculo.

    Éxodo 25:8 

    8 Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos.

    Éxodo 38:27

    27 Hubo además cien talentos de plata para fundir las basas del santuario y las basas del velo; en cien basas, cien talentos, a talento por basa.

    2 Samuel 7:6

    6 Ciertamente no he habitado en casas desde el día en que saqué a los hijos de Israel de Egipto hasta hoy, sino que he andado en tienda y en tabernáculo.

    Jueces 19:18 

    18 Y él respondió: Pasamos de Belén de Judá a la parte más remota del monte de Efraín, de donde soy; y había ido a Belén de Judá; mas ahora voy a la casa de Jehová, y no hay quien me reciba en casa.

    1 Samuel 1:24 

    24 Después que lo hubo destetado, lo llevó consigo, con tres becerros, un efa de harina, y una vasija de vino, y lo trajo a la casa de Jehová en Silo; y el niño era pequeño.

    1 Samuel 3:15

    15 Y Samuel estuvo acostado hasta la mañana, y abrió las puertas de la casa de Jehová. Y Samuel temía descubrir la visión a Elí.

    1 Samuel 1:9 

    9 Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo; y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del templo de Jehová,

    1 Samuel 3:3

    3 Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde estaba el arca de Dios; y antes que la lámpara de Dios fuese apagada,

    La gloria desapareció del Tabernáculo cuando los filisteos tomaron el arca (Sal. 78:60). 

    Salmos 78:60

    60 Dejó, por tanto, el tabernáculo de Silo, La tienda en que habitó entre los hombres,

    Bajo Saúl la tienda estaba en Nob (1 S. 21:1; cfr. Mr. 2:26). 

    1 Samuel 21:1 

    David huye de Saúl

    1 Vino David a Nob, al sacerdote Ahimelec; y se sorprendió Ahimelec de su encuentro, y le dijo: ¿Cómo vienes tú solo, y nadie contigo?

    Marcos 2:26

    26 cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con él estaban?

    Durante la mayor parte del reinado de David, y bajo el de Salomón hasta la construcción del Templo, el Tabernáculo estuvo en el lugar alto de Gabaón (1 Cr. 16:39; 21:29). 

    1 Crónicas 16:39 

    39 Asimismo al sacerdote Sadoc, y a los sacerdotes sus hermanos, delante del tabernáculo de Jehová en el lugar alto que estaba en Gabaón,

    1 Crónicas 21:29

    29 Y el tabernáculo de Jehová que Moisés había hecho en el desierto, y el altar del holocausto, estaban entonces en el lugar alto de Gabaón;

    Salomón transportó la tienda al Templo (1 R. 8:4; 2 Cr. 5:5), construido bajo el mismo modelo, pero de dimensiones dobles (véase TEMPLO). 

    1 Reyes 8:4 

    4 Y llevaron el arca de Jehová, y el tabernáculo de reunión, y todos los utensilios sagrados que estaban en el tabernáculo, los cuales llevaban los sacerdotes y levitas.

    2 Crónicas 5:5

    5 Y llevaron el arca, y el tabernáculo de reunión, y todos los utensilios del santuario que estaban en el tabernáculo: los sacerdotes y los Levitas los llevaron.

    El Tabernáculo puede ser considerado tipológicamente como imagen de la casa de Dios actual, los creyentes, en su andar hacia el cielo (He. 3:6; 1 P. 2:5), en contraste con el Templo, que tenía que ver con el Reino ya establecido y organizado. 

    Hebreos 3:6 

    6 pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.

    1 Pedro 2:5

    5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

    En Ap. 21, después de aludirse al Reino y al estado eterno, el Espíritu vuelve al tema del Tabernáculo. 

    Apocalipsis 21

    Cielo nuevo y tierra nueva

    1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.

    2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.

    3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.

    4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.

    5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.

    6 Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.

    7 El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.

    8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

    La nueva Jerusalén

    9 Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero.

    10 Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,

    11 teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal.

    12 Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel;

    13 al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas.

    14 Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.

    15 El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro.

    16 La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales.

    17 Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel.

    18 El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio;

    19 y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda;

    20 el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.

    21 Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio.

    22 Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.

    23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.

    24 Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.

    25 Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche.

    26 Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.

    27 No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.

    Bibliografía: 

    Además de las obras relacionadas a continuación, véanse las bibliografías de ÉXODO, LEVÍTICO y HEBREOS (EPÍSTOLAS A LOS). 

    Anónimo: «El significado espiritual del Tabernáculo, del sacerdocio levítico, y de las ofrendas del pueblo de Israel» (Ed. «Las Buenas Nuevas», Montebello, Calif. s/f); 

    Anónimo: «La casa de oro» (Ed. Buena Semilla, Bogotá s/f); Pressland, E. C.: «Foreshadows» (Christian Book Room, Singapur, 1956); 

    Ritchie, J.: «El tabernáculo en el desierto» (L.E.C., Lanus, Argentina, 1950); Soltau, H. W.: «The Tabernacle, the Priesthood, and the Offerings y The Holy Vessels and Furniture (B.T.P., Oak Park, Illinois).

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