Diccionario
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  • Propiciatorio

    vet, Cubierta del arca (heb. «kapporeth», «cubierta»; gr. «hilasterion» (Éx. 26:34; He. 9:5). 

    Éxodo 26:34 

    34 Pondrás el propiciatorio sobre el arca del testimonio en el lugar santísimo.

    Hebreos 9:5

    5 y sobre ella los querubines de gloria que cubrían el propiciatorio; de las cuales cosas no se puede ahora hablar en detalle.

    Este término no designaba sólo la cubierta del arca, sino que evocaba a la vez el lugar y el acto mediante el que el sacrificio expiatorio hacía que Dios fuera propicio al pecador. 

    El propiciatorio era de oro puro; medía 2,5 codos de longitud por 1,5 de anchura. Formando parte integral de una sola pieza con esta cubierta, había un querubín en cada uno de sus extremos. 

    Ambos querubines estaban frente a frente, con las alas extendidas, inclinados hacia el propiciatorio. 

    Una de sus alas descendía hacia el propiciatorio, en tanto que la otra se unía con la del otro querubín. 

    La gloria del Señor se manifestaba entre los querubines. Aquél era el punto de encuentro de Jehová con Su pueblo, y desde allí hablaba con él (Éx. 25:17-22; 30:6; Nm. 7:89). 

    Éxodo 25:17-22 

    17 Y harás un propiciatorio de oro fino, cuya longitud será de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio.

    18 Harás también dos querubines de oro; labrados a martillo los harás en los dos extremos del propiciatorio.

    19 Harás, pues, un querubín en un extremo, y un querubín en el otro extremo; de una pieza con el propiciatorio harás los querubines en sus dos extremos.

    20 Y los querubines extenderán por encima las alas, cubriendo con sus alas el propiciatorio; sus rostros el uno enfrente del otro, mirando al propiciatorio los rostros de los querubines.

    21 Y pondrás el propiciatorio encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré.

    22 Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel.

    Éxodo 30:6 

    6 Y lo pondrás delante del velo que está junto al arca del testimonio, delante del propiciatorio que está sobre el testimonio, donde me encontraré contigo.

    Números 7:89

    89 Y cuando entraba Moisés en el tabernáculo de reunión, para hablar con Dios, oía la voz que le hablaba de encima del propiciatorio que estaba sobre el arca del testimonio, de entre los dos querubines; y hablaba con él.

    En el Templo de Salomón había la misma disposición (1 R. 6:23-28; 8:6-11; 1 Cr. 28:11). 

    1 Reyes 6:23-28 

    23 Hizo también en el lugar santísimo dos querubines de madera de olivo, cada uno de diez codos de altura.

    24 Una ala del querubín tenía cinco codos, y la otra ala del querubín otros cinco codos; así que había diez codos desde la punta de una ala hasta la punta de la otra.

    25 Asimismo el otro querubín tenía diez codos; porque ambos querubines eran de un mismo tamaño y de una misma hechura.

    26 La altura del uno era de diez codos, y asimismo la del otro.

    27 Puso estos querubines dentro de la casa en el lugar santísimo, los cuales extendían sus alas, de modo que el ala de uno tocaba una pared, y el ala del otro tocaba la otra pared, y las otras dos alas se tocaban la una a la otra en medio de la casa.

    28 Y cubrió de oro los querubines.

    1 Reyes 8:6-11 

    6 Y los sacerdotes metieron el arca del pacto de Jehová en su lugar, en el santuario de la casa, en el lugar santísimo, debajo de las alas de los querubines.

    7 Porque los querubines tenían extendidas las alas sobre el lugar del arca, y así cubrían los querubines el arca y sus varas por encima.

    8 Y sacaron las varas, de manera que sus extremos se dejaban ver desde el lugar santo, que está delante del lugar santísimo, pero no se dejaban ver desde más afuera; y así quedaron hasta hoy.

    9 En el arca ninguna cosa había sino las dos tablas de piedra que allí había puesto Moisés en Horeb, donde Jehová hizo pacto con los hijos de Israel, cuando salieron de la tierra de Egipto.

    10 Y cuando los sacerdotes salieron del santuario, la nube llenó la casa de Jehová.

    11 Y los sacerdotes no pudieron permanecer para ministrar por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová.

    1 Crónicas 28:11

    11 Y David dio a Salomón su hijo el plano del pórtico del templo y sus casas, sus tesorerías, sus aposentos, sus cámaras y la casa del propiciatorio.

    Una sola vez al año entraba el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo, y ello sólo después de haber ofrecido un sacrificio por su propio pecado, para quemar allí incienso en presencia de Jehová. 

    Una nube de perfume se elevaba allí, símbolo de la intercesión aceptada (cfr. Ap. 8:4). 

    Apocalipsis 8:4

    4 Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.

    La nube de incienso cubría el propiciatorio. A continuación, el sumo sacerdote rociaba el propiciatorio y delante de él con la sangre del toro sacrificado. 

    A continuación inmolaba un macho cabrío por el pecado de la nación, llevando asimismo esta sangre derramada detrás del velo, al Lugar Santísimo. 

    Volvía a rociar el propiciatorio, y delante de él. El sumo sacerdote hacía expiación por sus propios pecados y los del pueblo por encima de la Ley divina, escrita sobre las dos tablas de piedra depositadas dentro del arca. 

    Los querubines, armados de una espada de fuego, habían mantenido al hombre caído lejos del árbol de la vida y del paraíso (Gn. 3:24). 

    Génesis 3:24

    24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.

    De derecho, deberían atravesar al pecador temerario que se introdujera en la misma presencia de Dios, dentro del Lugar Santísimo. 

    Pero aquí estaban sin arma, con la mirada dirigida hacia el propiciatorio, donde la sangre mostraba que la muerte de la víctima había dado satisfacción plena a la Ley y a la justicia de Dios (cfr. Lv. 16:1-16; véase EXPIACIÓN [DÍA DE LA]).

    Levítico 16:1-16

    El día de la expiación

    1 Habló Jehová a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, cuando se acercaron delante de Jehová, y murieron.

    2 Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio.

    3 Con esto entrará Aarón en el santuario: con un becerro para expiación, y un carnero para holocausto.

    4 Se vestirá la túnica santa de lino, y sobre su cuerpo tendrá calzoncillos de lino, y se ceñirá el cinto de lino, y con la mitra de lino se cubrirá. Son las santas vestiduras; con ellas se ha de vestir después de lavar su cuerpo con agua.

    5 Y de la congregación de los hijos de Israel tomará dos machos cabríos para expiación, y un carnero para holocausto.

    6 Y hará traer Aarón el becerro de la expiación que es suyo, y hará la reconciliación por sí y por su casa.

    7 Después tomará los dos machos cabríos y los presentará delante de Jehová, a la puerta del tabernáculo de reunión.

    8 Y echará suertes Aarón sobre los dos machos cabríos; una suerte por Jehová, y otra suerte por Azazel.

    9 Y hará traer Aarón el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Jehová, y lo ofrecerá en expiación.

    10 Mas el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Azazel, lo presentará vivo delante de Jehová para hacer la reconciliación sobre él, para enviarlo a Azazel al desierto.

    11 Y hará traer Aarón el becerro que era para expiación suya, y hará la reconciliación por sí y por su casa, y degollará en expiación el becerro que es suyo.

    12 Después tomará un incensario lleno de brasas de fuego del altar de delante de Jehová, y sus puños llenos del perfume aromático molido, y lo llevará detrás del velo.

    13 Y pondrá el perfume sobre el fuego delante de Jehová, y la nube del perfume cubrirá el propiciatorio que está sobre el testimonio, para que no muera.

    14 Tomará luego de la sangre del becerro, y la rociará con su dedo hacia el propiciatorio al lado oriental; hacia el propiciatorio esparcirá con su dedo siete veces de aquella sangre.

    15 Después degollará el macho cabrío en expiación por el pecado del pueblo, y llevará la sangre detrás del velo adentro, y hará de la sangre como hizo con la sangre del becerro, y la esparcirá sobre el propiciatorio y delante del propiciatorio.

    16 Así purificará el santuario, a causa de las impurezas de los hijos de Israel, de sus rebeliones y de todos sus pecados; de la misma manera hará también al tabernáculo de reunión, el cual reside entre ellos en medio de sus impurezas.

    VÉASE: Expiación (Día de la)
  • DICCIONARIO
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  • Propiciatorio

    vet, Cubierta del arca (heb. «kapporeth», «cubierta»; gr. «hilasterion» (Éx. 26:34; He. 9:5). 

    Éxodo 26:34 

    34 Pondrás el propiciatorio sobre el arca del testimonio en el lugar santísimo.

    Hebreos 9:5

    5 y sobre ella los querubines de gloria que cubrían el propiciatorio; de las cuales cosas no se puede ahora hablar en detalle.

    Este término no designaba sólo la cubierta del arca, sino que evocaba a la vez el lugar y el acto mediante el que el sacrificio expiatorio hacía que Dios fuera propicio al pecador. 

    El propiciatorio era de oro puro; medía 2,5 codos de longitud por 1,5 de anchura. Formando parte integral de una sola pieza con esta cubierta, había un querubín en cada uno de sus extremos. 

    Ambos querubines estaban frente a frente, con las alas extendidas, inclinados hacia el propiciatorio. 

    Una de sus alas descendía hacia el propiciatorio, en tanto que la otra se unía con la del otro querubín. 

    La gloria del Señor se manifestaba entre los querubines. Aquél era el punto de encuentro de Jehová con Su pueblo, y desde allí hablaba con él (Éx. 25:17-22; 30:6; Nm. 7:89). 

    Éxodo 25:17-22 

    17 Y harás un propiciatorio de oro fino, cuya longitud será de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio.

    18 Harás también dos querubines de oro; labrados a martillo los harás en los dos extremos del propiciatorio.

    19 Harás, pues, un querubín en un extremo, y un querubín en el otro extremo; de una pieza con el propiciatorio harás los querubines en sus dos extremos.

    20 Y los querubines extenderán por encima las alas, cubriendo con sus alas el propiciatorio; sus rostros el uno enfrente del otro, mirando al propiciatorio los rostros de los querubines.

    21 Y pondrás el propiciatorio encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré.

    22 Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel.

    Éxodo 30:6 

    6 Y lo pondrás delante del velo que está junto al arca del testimonio, delante del propiciatorio que está sobre el testimonio, donde me encontraré contigo.

    Números 7:89

    89 Y cuando entraba Moisés en el tabernáculo de reunión, para hablar con Dios, oía la voz que le hablaba de encima del propiciatorio que estaba sobre el arca del testimonio, de entre los dos querubines; y hablaba con él.

    En el Templo de Salomón había la misma disposición (1 R. 6:23-28; 8:6-11; 1 Cr. 28:11). 

    1 Reyes 6:23-28 

    23 Hizo también en el lugar santísimo dos querubines de madera de olivo, cada uno de diez codos de altura.

    24 Una ala del querubín tenía cinco codos, y la otra ala del querubín otros cinco codos; así que había diez codos desde la punta de una ala hasta la punta de la otra.

    25 Asimismo el otro querubín tenía diez codos; porque ambos querubines eran de un mismo tamaño y de una misma hechura.

    26 La altura del uno era de diez codos, y asimismo la del otro.

    27 Puso estos querubines dentro de la casa en el lugar santísimo, los cuales extendían sus alas, de modo que el ala de uno tocaba una pared, y el ala del otro tocaba la otra pared, y las otras dos alas se tocaban la una a la otra en medio de la casa.

    28 Y cubrió de oro los querubines.

    1 Reyes 8:6-11 

    6 Y los sacerdotes metieron el arca del pacto de Jehová en su lugar, en el santuario de la casa, en el lugar santísimo, debajo de las alas de los querubines.

    7 Porque los querubines tenían extendidas las alas sobre el lugar del arca, y así cubrían los querubines el arca y sus varas por encima.

    8 Y sacaron las varas, de manera que sus extremos se dejaban ver desde el lugar santo, que está delante del lugar santísimo, pero no se dejaban ver desde más afuera; y así quedaron hasta hoy.

    9 En el arca ninguna cosa había sino las dos tablas de piedra que allí había puesto Moisés en Horeb, donde Jehová hizo pacto con los hijos de Israel, cuando salieron de la tierra de Egipto.

    10 Y cuando los sacerdotes salieron del santuario, la nube llenó la casa de Jehová.

    11 Y los sacerdotes no pudieron permanecer para ministrar por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová.

    1 Crónicas 28:11

    11 Y David dio a Salomón su hijo el plano del pórtico del templo y sus casas, sus tesorerías, sus aposentos, sus cámaras y la casa del propiciatorio.

    Una sola vez al año entraba el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo, y ello sólo después de haber ofrecido un sacrificio por su propio pecado, para quemar allí incienso en presencia de Jehová. 

    Una nube de perfume se elevaba allí, símbolo de la intercesión aceptada (cfr. Ap. 8:4). 

    Apocalipsis 8:4

    4 Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.

    La nube de incienso cubría el propiciatorio. A continuación, el sumo sacerdote rociaba el propiciatorio y delante de él con la sangre del toro sacrificado. 

    A continuación inmolaba un macho cabrío por el pecado de la nación, llevando asimismo esta sangre derramada detrás del velo, al Lugar Santísimo. 

    Volvía a rociar el propiciatorio, y delante de él. El sumo sacerdote hacía expiación por sus propios pecados y los del pueblo por encima de la Ley divina, escrita sobre las dos tablas de piedra depositadas dentro del arca. 

    Los querubines, armados de una espada de fuego, habían mantenido al hombre caído lejos del árbol de la vida y del paraíso (Gn. 3:24). 

    Génesis 3:24

    24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.

    De derecho, deberían atravesar al pecador temerario que se introdujera en la misma presencia de Dios, dentro del Lugar Santísimo. 

    Pero aquí estaban sin arma, con la mirada dirigida hacia el propiciatorio, donde la sangre mostraba que la muerte de la víctima había dado satisfacción plena a la Ley y a la justicia de Dios (cfr. Lv. 16:1-16; véase EXPIACIÓN [DÍA DE LA]).

    Levítico 16:1-16

    El día de la expiación

    1 Habló Jehová a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, cuando se acercaron delante de Jehová, y murieron.

    2 Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio.

    3 Con esto entrará Aarón en el santuario: con un becerro para expiación, y un carnero para holocausto.

    4 Se vestirá la túnica santa de lino, y sobre su cuerpo tendrá calzoncillos de lino, y se ceñirá el cinto de lino, y con la mitra de lino se cubrirá. Son las santas vestiduras; con ellas se ha de vestir después de lavar su cuerpo con agua.

    5 Y de la congregación de los hijos de Israel tomará dos machos cabríos para expiación, y un carnero para holocausto.

    6 Y hará traer Aarón el becerro de la expiación que es suyo, y hará la reconciliación por sí y por su casa.

    7 Después tomará los dos machos cabríos y los presentará delante de Jehová, a la puerta del tabernáculo de reunión.

    8 Y echará suertes Aarón sobre los dos machos cabríos; una suerte por Jehová, y otra suerte por Azazel.

    9 Y hará traer Aarón el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Jehová, y lo ofrecerá en expiación.

    10 Mas el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Azazel, lo presentará vivo delante de Jehová para hacer la reconciliación sobre él, para enviarlo a Azazel al desierto.

    11 Y hará traer Aarón el becerro que era para expiación suya, y hará la reconciliación por sí y por su casa, y degollará en expiación el becerro que es suyo.

    12 Después tomará un incensario lleno de brasas de fuego del altar de delante de Jehová, y sus puños llenos del perfume aromático molido, y lo llevará detrás del velo.

    13 Y pondrá el perfume sobre el fuego delante de Jehová, y la nube del perfume cubrirá el propiciatorio que está sobre el testimonio, para que no muera.

    14 Tomará luego de la sangre del becerro, y la rociará con su dedo hacia el propiciatorio al lado oriental; hacia el propiciatorio esparcirá con su dedo siete veces de aquella sangre.

    15 Después degollará el macho cabrío en expiación por el pecado del pueblo, y llevará la sangre detrás del velo adentro, y hará de la sangre como hizo con la sangre del becerro, y la esparcirá sobre el propiciatorio y delante del propiciatorio.

    16 Así purificará el santuario, a causa de las impurezas de los hijos de Israel, de sus rebeliones y de todos sus pecados; de la misma manera hará también al tabernáculo de reunión, el cual reside entre ellos en medio de sus impurezas.

    VÉASE:
    Expiación (Día de la)
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