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  • Ofrenda por el pecado

    vet, Ésta y la ofrenda por yerro forman un caso aparte de las ofrendas. En la ofrenda del holocausto y la de paz el ofrendante viene como adorador, y por la imposición de manos se identifica con la aceptabilidad y aceptación de la víctima; en cambio, en la ofrenda por el pecado la víctima se identificaba con el pecado del ofrendante. 

    La ofrenda por el pecado era la provisión para cuando algún miembro del pueblo redimido hubiera pecado, a fin de evitar que el juicio cayera sobre el ofrendante. Esta característica general es siempre constante, aunque los detalles difieran. 

    El Día de la Expiación se mantiene aparte: la sangre de la ofrenda por el pecado era llevada al Lugar Santísimo, y rociada sobre y delante del Propiciatorio. 

    Se tenía que hacer la expiación conforme a las demandas de la naturaleza y majestad del trono de Dios. Este tipo era repetido cada año para mantener la relación del pueblo con Dios, debido a que el Tabernáculo de Jehová permanecía entre ellos en medio de las impurezas del pueblo. 

    También se hacía expiación por el lugar santo y el altar; todo ello era reconciliado mediante la sangre de la ofrenda por el pecado, y sobre la base de la misma sangre, los pecados del pueblo eran administrativamente llevados lejos, a una tierra desierta (Lv. 16). 

    Levítico 16

    El día de la expiación

    1 Habló Jehová a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, cuando se acercaron delante de Jehová, y murieron.

    2 Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio.

    3 Con esto entrará Aarón en el santuario: con un becerro para expiación, y un carnero para holocausto.

    4 Se vestirá la túnica santa de lino, y sobre su cuerpo tendrá calzoncillos de lino, y se ceñirá el cinto de lino, y con la mitra de lino se cubrirá. Son las santas vestiduras; con ellas se ha de vestir después de lavar su cuerpo con agua.

    5 Y de la congregación de los hijos de Israel tomará dos machos cabríos para expiación, y un carnero para holocausto.

    6 Y hará traer Aarón el becerro de la expiación que es suyo, y hará la reconciliación por sí y por su casa.

    7 Después tomará los dos machos cabríos y los presentará delante de Jehová, a la puerta del tabernáculo de reunión.

    8 Y echará suertes Aarón sobre los dos machos cabríos; una suerte por Jehová, y otra suerte por Azazel.

    9 Y hará traer Aarón el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Jehová, y lo ofrecerá en expiación.

    10 Mas el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Azazel, lo presentará vivo delante de Jehová para hacer la reconciliación sobre él, para enviarlo a Azazel al desierto.

    11 Y hará traer Aarón el becerro que era para expiación suya, y hará la reconciliación por sí y por su casa, y degollará en expiación el becerro que es suyo.

    12 Después tomará un incensario lleno de brasas de fuego del altar de delante de Jehová, y sus puños llenos del perfume aromático molido, y lo llevará detrás del velo.

    13 Y pondrá el perfume sobre el fuego delante de Jehová, y la nube del perfume cubrirá el propiciatorio que está sobre el testimonio, para que no muera.

    14 Tomará luego de la sangre del becerro, y la rociará con su dedo hacia el propiciatorio al lado oriental; hacia el propiciatorio esparcirá con su dedo siete veces de aquella sangre.

    15 Después degollará el macho cabrío en expiación por el pecado del pueblo, y llevará la sangre detrás del velo adentro, y hará de la sangre como hizo con la sangre del becerro, y la esparcirá sobre el propiciatorio y delante del propiciatorio.

    16 Así purificará el santuario, a causa de las impurezas de los hijos de Israel, de sus rebeliones y de todos sus pecados; de la misma manera hará también al tabernáculo de reunión, el cual reside entre ellos en medio de sus impurezas.

    17 Ningún hombre estará en el tabernáculo de reunión cuando él entre a hacer la expiación en el santuario, hasta que él salga, y haya hecho la expiación por sí, por su casa y por toda la congregación de Israel.

    18 Y saldrá al altar que está delante de Jehová, y lo expiará, y tomará de la sangre del becerro y de la sangre del macho cabrío, y la pondrá sobre los cuernos del altar alrededor.

    19 Y esparcirá sobre él de la sangre con su dedo siete veces, y lo limpiará, y lo santificará de las inmundicias de los hijos de Israel.

    20 Cuando hubiere acabado de expiar el santuario y el tabernáculo de reunión y el altar, hará traer el macho cabrío vivo;

    21 y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío, y lo enviará al desierto por mano de un hombre destinado para esto.

    22 Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra inhabitada; y dejará ir el macho cabrío por el desierto.

    23 Después vendrá Aarón al tabernáculo de reunión, y se quitará las vestiduras de lino que había vestido para entrar en el santuario, y las pondrá allí.

    24 Lavará luego su cuerpo con agua en el lugar del santuario, y después de ponerse sus vestidos saldrá, y hará su holocausto, y el holocausto del pueblo, y hará la expiación por sí y por el pueblo.

    25 Y quemará en el altar la grosura del sacrificio por el pecado.

    26 El que hubiere llevado el macho cabrío a Azazel, lavará sus vestidos, lavará también con agua su cuerpo, y después entrará en el campamento.

    27 Y sacarán fuera del campamento el becerro y el macho cabrío inmolados por el pecado, cuya sangre fue llevada al santuario para hacer la expiación; y quemarán en el fuego su piel, su carne y su estiércol.

    28 El que los quemare lavará sus vestidos, lavará también su cuerpo con agua, y después podrá entrar en el campamento.

    29 Y esto tendréis por estatuto perpetuo: En el mes séptimo, a los diez días del mes, afligiréis vuestras almas, y ninguna obra haréis, ni el natural ni el extranjero que mora entre vosotros.

    30 Porque en este día se hará expiación por vosotros, y seréis limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová.

    31 Día de reposo es para vosotros, y afligiréis vuestras almas; es estatuto perpetuo.

    32 Hará la expiación el sacerdote que fuere ungido y consagrado para ser sacerdote en lugar de su padre; y se vestirá las vestiduras de lino, las vestiduras sagradas.

    33 Y hará la expiación por el santuario santo, y el tabernáculo de reunión; también hará expiación por el altar, por los sacerdotes y por todo el pueblo de la congregación.

    34 Y esto tendréis como estatuto perpetuo, para hacer expiación una vez al año por todos los pecados de Israel. Y Moisés lo hizo como Jehová le mandó.

    En caso de pecado por parte del sacerdote o de toda la congregación, la comunión quedaba interrumpida: por ello, la sangre tenía que ser llevada al lugar santo, rociada allí siete veces, y puesta sobre los cuernos del altar del incienso (el lugar de allegamiento sacerdotal) para el restablecimiento de la comunión. (Véase EXPIACIÓN [DÍA DE LA].) 

    En caso de que se tratara del pecado de un jefe del pueblo o de alguno de los miembros del pueblo, la sangre era untada sobre el altar de bronce, el lugar donde el pueblo se allegaba. Con ello se restauraba también la comunión de los individuos del pueblo. 

    De la ofrenda por el pecado no se dice que sea, como un todo, olor grato: el pecado es el concepto dominante en esta ofrenda, pero la grosura sí se quemaba sobre el altar como olor grato (Lv. 4:31). 

    Levítico 4:31

    31 Y le quitará toda su grosura, de la manera que fue quitada la grosura del sacrificio de paz; y el sacerdote la hará arder sobre el altar en olor grato a Jehová; así hará el sacerdote expiación por él, y será perdonado.

    Cristo fue, en todo momento (tanto en la cruz como en vida), un deleite para Dios. La ofrenda por el pecado que era consumida por el sacerdote es declarada «cosa santísima» (Lv. 6:29). 

    Levítico 6:29

    29 Todo varón de entre los sacerdotes la comerá; es cosa santísima.

    Todo ello es tipo de Cristo, sacerdote y víctima, con nuestra causa en Su corazón. En los casos que se prevén en el cap. 5, vv. 1 - 13, donde se trata específicamente de infracciones de normas u ordenanzas, se considera la capacidad económica del ofrendante. 

    Si alguien no podía llevar una cordera o una cabra, se le permitía que llevara dos tórtolas; y si incluso no podía costear éstas, ni dos palominos, podía entonces llevar la décima parte de un efa de flor de harina. 

    Esto no parece concordar con la necesidad de derramamiento de sangre para remisión, pero el memorial quemado sobre el altar tipificaba el juicio de Dios sobre el pecado. Hacía que la ofrenda pudiera estar al alcance de todos, de manera que la más pobre de las almas tuviera manera de encontrarse con Dios con respecto a su pecado. 

    La pobreza representa poca luz o ignorancia, no rechazo ni indiferencia hacia Cristo. Y al llegar la harina al fuego del juicio del altar, la muerte de Cristo por el pecado no quedaba fuera en esta forma de ofrenda por el pecado, la más sencilla de todas. Véase SACRIFICIO.

    VÉASE: Tipo , Tipología , Pascua , Expiación (Día de la) , Escatología , Milenio , Reino de Dios o Reino de los cielos
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  • Ofrenda por el pecado

    vet, Ésta y la ofrenda por yerro forman un caso aparte de las ofrendas. En la ofrenda del holocausto y la de paz el ofrendante viene como adorador, y por la imposición de manos se identifica con la aceptabilidad y aceptación de la víctima; en cambio, en la ofrenda por el pecado la víctima se identificaba con el pecado del ofrendante. 

    La ofrenda por el pecado era la provisión para cuando algún miembro del pueblo redimido hubiera pecado, a fin de evitar que el juicio cayera sobre el ofrendante. Esta característica general es siempre constante, aunque los detalles difieran. 

    El Día de la Expiación se mantiene aparte: la sangre de la ofrenda por el pecado era llevada al Lugar Santísimo, y rociada sobre y delante del Propiciatorio. 

    Se tenía que hacer la expiación conforme a las demandas de la naturaleza y majestad del trono de Dios. Este tipo era repetido cada año para mantener la relación del pueblo con Dios, debido a que el Tabernáculo de Jehová permanecía entre ellos en medio de las impurezas del pueblo. 

    También se hacía expiación por el lugar santo y el altar; todo ello era reconciliado mediante la sangre de la ofrenda por el pecado, y sobre la base de la misma sangre, los pecados del pueblo eran administrativamente llevados lejos, a una tierra desierta (Lv. 16). 

    Levítico 16

    El día de la expiación

    1 Habló Jehová a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, cuando se acercaron delante de Jehová, y murieron.

    2 Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio.

    3 Con esto entrará Aarón en el santuario: con un becerro para expiación, y un carnero para holocausto.

    4 Se vestirá la túnica santa de lino, y sobre su cuerpo tendrá calzoncillos de lino, y se ceñirá el cinto de lino, y con la mitra de lino se cubrirá. Son las santas vestiduras; con ellas se ha de vestir después de lavar su cuerpo con agua.

    5 Y de la congregación de los hijos de Israel tomará dos machos cabríos para expiación, y un carnero para holocausto.

    6 Y hará traer Aarón el becerro de la expiación que es suyo, y hará la reconciliación por sí y por su casa.

    7 Después tomará los dos machos cabríos y los presentará delante de Jehová, a la puerta del tabernáculo de reunión.

    8 Y echará suertes Aarón sobre los dos machos cabríos; una suerte por Jehová, y otra suerte por Azazel.

    9 Y hará traer Aarón el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Jehová, y lo ofrecerá en expiación.

    10 Mas el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Azazel, lo presentará vivo delante de Jehová para hacer la reconciliación sobre él, para enviarlo a Azazel al desierto.

    11 Y hará traer Aarón el becerro que era para expiación suya, y hará la reconciliación por sí y por su casa, y degollará en expiación el becerro que es suyo.

    12 Después tomará un incensario lleno de brasas de fuego del altar de delante de Jehová, y sus puños llenos del perfume aromático molido, y lo llevará detrás del velo.

    13 Y pondrá el perfume sobre el fuego delante de Jehová, y la nube del perfume cubrirá el propiciatorio que está sobre el testimonio, para que no muera.

    14 Tomará luego de la sangre del becerro, y la rociará con su dedo hacia el propiciatorio al lado oriental; hacia el propiciatorio esparcirá con su dedo siete veces de aquella sangre.

    15 Después degollará el macho cabrío en expiación por el pecado del pueblo, y llevará la sangre detrás del velo adentro, y hará de la sangre como hizo con la sangre del becerro, y la esparcirá sobre el propiciatorio y delante del propiciatorio.

    16 Así purificará el santuario, a causa de las impurezas de los hijos de Israel, de sus rebeliones y de todos sus pecados; de la misma manera hará también al tabernáculo de reunión, el cual reside entre ellos en medio de sus impurezas.

    17 Ningún hombre estará en el tabernáculo de reunión cuando él entre a hacer la expiación en el santuario, hasta que él salga, y haya hecho la expiación por sí, por su casa y por toda la congregación de Israel.

    18 Y saldrá al altar que está delante de Jehová, y lo expiará, y tomará de la sangre del becerro y de la sangre del macho cabrío, y la pondrá sobre los cuernos del altar alrededor.

    19 Y esparcirá sobre él de la sangre con su dedo siete veces, y lo limpiará, y lo santificará de las inmundicias de los hijos de Israel.

    20 Cuando hubiere acabado de expiar el santuario y el tabernáculo de reunión y el altar, hará traer el macho cabrío vivo;

    21 y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío, y lo enviará al desierto por mano de un hombre destinado para esto.

    22 Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra inhabitada; y dejará ir el macho cabrío por el desierto.

    23 Después vendrá Aarón al tabernáculo de reunión, y se quitará las vestiduras de lino que había vestido para entrar en el santuario, y las pondrá allí.

    24 Lavará luego su cuerpo con agua en el lugar del santuario, y después de ponerse sus vestidos saldrá, y hará su holocausto, y el holocausto del pueblo, y hará la expiación por sí y por el pueblo.

    25 Y quemará en el altar la grosura del sacrificio por el pecado.

    26 El que hubiere llevado el macho cabrío a Azazel, lavará sus vestidos, lavará también con agua su cuerpo, y después entrará en el campamento.

    27 Y sacarán fuera del campamento el becerro y el macho cabrío inmolados por el pecado, cuya sangre fue llevada al santuario para hacer la expiación; y quemarán en el fuego su piel, su carne y su estiércol.

    28 El que los quemare lavará sus vestidos, lavará también su cuerpo con agua, y después podrá entrar en el campamento.

    29 Y esto tendréis por estatuto perpetuo: En el mes séptimo, a los diez días del mes, afligiréis vuestras almas, y ninguna obra haréis, ni el natural ni el extranjero que mora entre vosotros.

    30 Porque en este día se hará expiación por vosotros, y seréis limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová.

    31 Día de reposo es para vosotros, y afligiréis vuestras almas; es estatuto perpetuo.

    32 Hará la expiación el sacerdote que fuere ungido y consagrado para ser sacerdote en lugar de su padre; y se vestirá las vestiduras de lino, las vestiduras sagradas.

    33 Y hará la expiación por el santuario santo, y el tabernáculo de reunión; también hará expiación por el altar, por los sacerdotes y por todo el pueblo de la congregación.

    34 Y esto tendréis como estatuto perpetuo, para hacer expiación una vez al año por todos los pecados de Israel. Y Moisés lo hizo como Jehová le mandó.

    En caso de pecado por parte del sacerdote o de toda la congregación, la comunión quedaba interrumpida: por ello, la sangre tenía que ser llevada al lugar santo, rociada allí siete veces, y puesta sobre los cuernos del altar del incienso (el lugar de allegamiento sacerdotal) para el restablecimiento de la comunión. (Véase EXPIACIÓN [DÍA DE LA].) 

    En caso de que se tratara del pecado de un jefe del pueblo o de alguno de los miembros del pueblo, la sangre era untada sobre el altar de bronce, el lugar donde el pueblo se allegaba. Con ello se restauraba también la comunión de los individuos del pueblo. 

    De la ofrenda por el pecado no se dice que sea, como un todo, olor grato: el pecado es el concepto dominante en esta ofrenda, pero la grosura sí se quemaba sobre el altar como olor grato (Lv. 4:31). 

    Levítico 4:31

    31 Y le quitará toda su grosura, de la manera que fue quitada la grosura del sacrificio de paz; y el sacerdote la hará arder sobre el altar en olor grato a Jehová; así hará el sacerdote expiación por él, y será perdonado.

    Cristo fue, en todo momento (tanto en la cruz como en vida), un deleite para Dios. La ofrenda por el pecado que era consumida por el sacerdote es declarada «cosa santísima» (Lv. 6:29). 

    Levítico 6:29

    29 Todo varón de entre los sacerdotes la comerá; es cosa santísima.

    Todo ello es tipo de Cristo, sacerdote y víctima, con nuestra causa en Su corazón. En los casos que se prevén en el cap. 5, vv. 1 - 13, donde se trata específicamente de infracciones de normas u ordenanzas, se considera la capacidad económica del ofrendante. 

    Si alguien no podía llevar una cordera o una cabra, se le permitía que llevara dos tórtolas; y si incluso no podía costear éstas, ni dos palominos, podía entonces llevar la décima parte de un efa de flor de harina. 

    Esto no parece concordar con la necesidad de derramamiento de sangre para remisión, pero el memorial quemado sobre el altar tipificaba el juicio de Dios sobre el pecado. Hacía que la ofrenda pudiera estar al alcance de todos, de manera que la más pobre de las almas tuviera manera de encontrarse con Dios con respecto a su pecado. 

    La pobreza representa poca luz o ignorancia, no rechazo ni indiferencia hacia Cristo. Y al llegar la harina al fuego del juicio del altar, la muerte de Cristo por el pecado no quedaba fuera en esta forma de ofrenda por el pecado, la más sencilla de todas. Véase SACRIFICIO.

    VÉASE:
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