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  • Moloc

    Divinidad adorada por los amonitas (1 R. 11:7). 

    1 Reyes 11:7

    7 Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón.

    El artículo que precede al término en heb. indica que no se trata de un nombre propio, sino de una expresión que significa «aquel que reina». Recibía también el nombre de Milcom (1 R. 11:5, 33; Jer. 49:1, 3; Sof. 1:5). 

    1 Reyes 11:5, 33 

    5 Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas.

    33 por cuanto me han dejado, y han adorado a Astoret diosa de los sidonios, a Quemos dios de Moab, y a Moloc dios de los hijos de Amón; y no han andado en mis caminos para hacer lo recto delante de mis ojos, y mis estatutos y mis decretos, como hizo David su padre.

    Jeremías 49:1, 3 

    Profecía sobre los amonitas

    1 Acerca de los hijos de Amón. Así ha dicho Jehová: ¿No tiene hijos Israel? ¿No tiene heredero? ¿Por qué Milcom ha desposeído a Gad, y su pueblo se ha establecido en sus ciudades?

    3 Lamenta, oh Hesbón, porque destruida es Hai; clamad, hijas de Rabá, vestíos de cilicio, endechad, y rodead los vallados, porque Milcom fue llevado en cautiverio, sus sacerdotes y sus príncipes juntamente.

    Sofonías 1:5

    5 y a los que sobre los terrados se postran al ejército del cielo, y a los que se postran jurando por Jehová y jurando por Milcom;

    Esta divinidad presentaba uno de los aspectos de Baal (Jer. 32:35), nombre propio que es asimismo nombre común, sinónimo de señor. 

    Jeremías 32:35

    35 Y edificaron lugares altos a Baal, los cuales están en el valle del hijo de Hinom, para hacer pasar por el fuego sus hijos y sus hijas a Moloc; lo cual no les mandé, ni me vino al pensamiento que hiciesen esta abominación, para hacer pecar a Judá.

    Bajo el nombre de Melcart, «rey de la ciudad», Baal recibía en Tiro sacrificios humanos. 

    El culto a Moloc demandaba holocaustos de niños que le eran quemados vivos. Para ello, eran depositados en los brazos del ídolo, que estaban en posición de pendiente. Al son de tambores y cánticos la víctima rodaba hacia una apertura por donde caía a un horno caliente. 

    Las motivaciones de este sacrificio eran varias: desde emergencias nacionales hasta el mero cumplimiento de un voto por un don recibido de parte del dios. La edad de los niños sacrificados oscilaba entre recién nacidos hasta tres e incluso cuatro años; no se trataba siempre del primogénito, como se ha asumido en ocasiones. 

    De hecho, se han hallado urnas en el Tofet de Cartago con dos o tres cadáveres de niños sacrificados, entre los tres/cuatro años de edad y recién nacidos, pertenecientes a una misma familia. Se trataba de una práctica que, como han documentado las excavaciones de Cartago, se llevaba a cabo con regularidad y normalidad. 

    Esta práctica aumentó con la sofisticación de la civilización urbana cananea, en contra de las concepciones evolucionistas del progreso. En Cartago, las prácticas no cesaron totalmente ni aún cuando la autoridad romana, después de la conquista de la ciudad, dio muerte a los criminales sacerdotes de Baal, colgándolos de los árboles de su mismo santuario. 

    En la ley de Moisés se condenaba a muerte a todo el que fuera culpable de este abominable crimen (Lv. 18:21; 20:1-5). 

    Levítico 18:21 

    21 Y no des hijo tuyo para ofrecerlo por fuego a Moloc; no contamines así el nombre de tu Dios. Yo Jehová.

    Levítico 20:1-5

    Penas por actos de inmoralidad

    1 Habló Jehová a Moisés, diciendo:

    2 Dirás asimismo a los hijos de Israel: Cualquier varón de los hijos de Israel, o de los extranjeros que moran en Israel, que ofreciere alguno de sus hijos a Moloc, de seguro morirá; el pueblo de la tierra lo apedreará.

    3 Y yo pondré mi rostro contra el tal varón, y lo cortaré de entre su pueblo, por cuanto dio de sus hijos a Moloc, contaminando mi santuario y profanando mi santo nombre.

    4 Si el pueblo de la tierra cerrare sus ojos respecto de aquel varón que hubiere dado de sus hijos a Moloc, para no matarle,

    5 entonces yo pondré mi rostro contra aquel varón y contra su familia, y le cortaré de entre su pueblo, con todos los que fornicaron en pos de él prostituyéndose con Moloc.

    A pesar de ello, Salomón, ya anciano, erigió un altar a Milcom para complacer a sus mujeres amonitas. 

    Durante los siglos posteriores, se sacrificaron niños a Moloc, quemados vivos, en el lugar alto de Tofet, en el valle de Hinom (Sal. 106:38; Jer. 7:31; 19:4, 5; Éx. 16:21; 23:32; cfr. Is. 30:33). 

    Salmos 106:38 

    38 Y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, Que ofrecieron en sacrificio a los ídolos de Canaán, Y la tierra fue contaminada con sangre.

    Jeremías 7:31 

    31 Y han edificado los lugares altos de Tofet, que está en el valle del hijo de Hinom, para quemar al fuego a sus hijos y a sus hijas, cosa que yo no les mandé, ni subió en mi corazón.

    Jeremías 19:4, 5 

    4 Porque me dejaron, y enajenaron este lugar, y ofrecieron en él incienso a dioses ajenos, los cuales no habían conocido ellos, ni sus padres, ni los reyes de Judá; y llenaron este lugar de sangre de inocentes.

    5 Y edificaron lugares altos a Baal, para quemar con fuego a sus hijos en holocaustos al mismo Baal; cosa que no les mandé, ni hablé, ni me vino al pensamiento.

    Éxodo 16:21 

    21 Y lo recogían cada mañana, cada uno según lo que había de comer; y luego que el sol calentaba, se derretía.

    Éxodo 23:32

    32 No harás alianza con ellos, ni con sus dioses.

    Isaías 30:33

    33 Porque Tofet ya de tiempo está dispuesto y preparado para el rey, profundo y ancho, cuya pira es de fuego, y mucha leña; el soplo de Jehová, como torrente de azufre, lo enciende.

    Acaz hizo morir así a sus propios hijos (2 Cr. 28:3); Manasés inmoló, igualmente, al menos, a uno de sus hijos (2 R. 21:6). 

    2 Crónicas 28:3

    3 Quemó también incienso en el valle de los hijos de Hinom, e hizo pasar a sus hijos por fuego, conforme a las abominaciones de las naciones que Jehová había arrojado de la presencia de los hijos de Israel.

    2 Reyes 21:6

    6 Y pasó a su hijo por fuego, y se dio a observar los tiempos, y fue agorero, e instituyó encantadores y adivinos, multiplicando así el hacer lo malo ante los ojos de Jehová, para provocarlo a ira.

    Los israelitas del reino del norte practicaron también este rito horrendo (2 R. 17:17). 

    2 Reyes 17:17 

    17 e hicieron pasar a sus hijos y a sus hijas por fuego; y se dieron a adivinaciones y agüeros, y se entregaron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová, provocándole a ira.

    Josías destruyó los altares que Salomón había erigido sobre el monte de la perdición (una de las cumbres del monte de los Olivos) para este falso dios y para otros ídolos. 

    El rey Josías profanó el lugar alto de Tofet (2 R. 23:10, 13). (Véanse DIVINIDADES PAGANAS, QUEMÓS, TOFET.) 

    2 Reyes 23:10, 13

    10 Asimismo profanó a Tofet, que está en el valle del hijo de Hinom, para que ninguno pasase su hijo o su hija por fuego a Moloc.

    13 Asimismo profanó el rey los lugares altos que estaban delante de Jerusalén, a la mano derecha del monte de la destrucción, los cuales Salomón rey de Israel había edificado a Astoret ídolo abominable de los sidonios, a Quemos ídolo abominable de Moab, y a Milcom ídolo abominable de los hijos de Amón.

    Se debe hacer notar también que la LXX introduce la forma Moloc en Am. 5:26, citado en Hch. 7:43

    Hechos 7:43

    43 Antes bien llevasteis el tabernáculo de Moloc, Y la estrella de vuestro dios Renfán, Figuras que os hicisteis para adorarlas. Os transportaré, pues, más allá de Babilonia.

    El texto heb. puede leerse «vuestro rey» en lugar de Moloc (heb. «melek», con las vocales de «bõsheth», vergüenza, para indicar menosprecio hacia la divinidad pagana). 

    Bibliografía: 

    Free, J. P.: «Archaeology and Bible History» (Van Kampen Press, Wheaton, 1950); 

    Stager, L. E. y Wolff, S. R.: «Child Sacrifice at Carthage», en Biblical Archaeology Review, vol. 10, n.º 1, ene./feb. 1984, PP. 31-51.

    VÉASE: Divinidades paganas , Quemós , Tofet
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    Divinidad adorada por los amonitas (1 R. 11:7). 

    1 Reyes 11:7

    7 Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón.

    El artículo que precede al término en heb. indica que no se trata de un nombre propio, sino de una expresión que significa «aquel que reina». Recibía también el nombre de Milcom (1 R. 11:5, 33; Jer. 49:1, 3; Sof. 1:5). 

    1 Reyes 11:5, 33 

    5 Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas.

    33 por cuanto me han dejado, y han adorado a Astoret diosa de los sidonios, a Quemos dios de Moab, y a Moloc dios de los hijos de Amón; y no han andado en mis caminos para hacer lo recto delante de mis ojos, y mis estatutos y mis decretos, como hizo David su padre.

    Jeremías 49:1, 3 

    Profecía sobre los amonitas

    1 Acerca de los hijos de Amón. Así ha dicho Jehová: ¿No tiene hijos Israel? ¿No tiene heredero? ¿Por qué Milcom ha desposeído a Gad, y su pueblo se ha establecido en sus ciudades?

    3 Lamenta, oh Hesbón, porque destruida es Hai; clamad, hijas de Rabá, vestíos de cilicio, endechad, y rodead los vallados, porque Milcom fue llevado en cautiverio, sus sacerdotes y sus príncipes juntamente.

    Sofonías 1:5

    5 y a los que sobre los terrados se postran al ejército del cielo, y a los que se postran jurando por Jehová y jurando por Milcom;

    Esta divinidad presentaba uno de los aspectos de Baal (Jer. 32:35), nombre propio que es asimismo nombre común, sinónimo de señor. 

    Jeremías 32:35

    35 Y edificaron lugares altos a Baal, los cuales están en el valle del hijo de Hinom, para hacer pasar por el fuego sus hijos y sus hijas a Moloc; lo cual no les mandé, ni me vino al pensamiento que hiciesen esta abominación, para hacer pecar a Judá.

    Bajo el nombre de Melcart, «rey de la ciudad», Baal recibía en Tiro sacrificios humanos. 

    El culto a Moloc demandaba holocaustos de niños que le eran quemados vivos. Para ello, eran depositados en los brazos del ídolo, que estaban en posición de pendiente. Al son de tambores y cánticos la víctima rodaba hacia una apertura por donde caía a un horno caliente. 

    Las motivaciones de este sacrificio eran varias: desde emergencias nacionales hasta el mero cumplimiento de un voto por un don recibido de parte del dios. La edad de los niños sacrificados oscilaba entre recién nacidos hasta tres e incluso cuatro años; no se trataba siempre del primogénito, como se ha asumido en ocasiones. 

    De hecho, se han hallado urnas en el Tofet de Cartago con dos o tres cadáveres de niños sacrificados, entre los tres/cuatro años de edad y recién nacidos, pertenecientes a una misma familia. Se trataba de una práctica que, como han documentado las excavaciones de Cartago, se llevaba a cabo con regularidad y normalidad. 

    Esta práctica aumentó con la sofisticación de la civilización urbana cananea, en contra de las concepciones evolucionistas del progreso. En Cartago, las prácticas no cesaron totalmente ni aún cuando la autoridad romana, después de la conquista de la ciudad, dio muerte a los criminales sacerdotes de Baal, colgándolos de los árboles de su mismo santuario. 

    En la ley de Moisés se condenaba a muerte a todo el que fuera culpable de este abominable crimen (Lv. 18:21; 20:1-5). 

    Levítico 18:21 

    21 Y no des hijo tuyo para ofrecerlo por fuego a Moloc; no contamines así el nombre de tu Dios. Yo Jehová.

    Levítico 20:1-5

    Penas por actos de inmoralidad

    1 Habló Jehová a Moisés, diciendo:

    2 Dirás asimismo a los hijos de Israel: Cualquier varón de los hijos de Israel, o de los extranjeros que moran en Israel, que ofreciere alguno de sus hijos a Moloc, de seguro morirá; el pueblo de la tierra lo apedreará.

    3 Y yo pondré mi rostro contra el tal varón, y lo cortaré de entre su pueblo, por cuanto dio de sus hijos a Moloc, contaminando mi santuario y profanando mi santo nombre.

    4 Si el pueblo de la tierra cerrare sus ojos respecto de aquel varón que hubiere dado de sus hijos a Moloc, para no matarle,

    5 entonces yo pondré mi rostro contra aquel varón y contra su familia, y le cortaré de entre su pueblo, con todos los que fornicaron en pos de él prostituyéndose con Moloc.

    A pesar de ello, Salomón, ya anciano, erigió un altar a Milcom para complacer a sus mujeres amonitas. 

    Durante los siglos posteriores, se sacrificaron niños a Moloc, quemados vivos, en el lugar alto de Tofet, en el valle de Hinom (Sal. 106:38; Jer. 7:31; 19:4, 5; Éx. 16:21; 23:32; cfr. Is. 30:33). 

    Salmos 106:38 

    38 Y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, Que ofrecieron en sacrificio a los ídolos de Canaán, Y la tierra fue contaminada con sangre.

    Jeremías 7:31 

    31 Y han edificado los lugares altos de Tofet, que está en el valle del hijo de Hinom, para quemar al fuego a sus hijos y a sus hijas, cosa que yo no les mandé, ni subió en mi corazón.

    Jeremías 19:4, 5 

    4 Porque me dejaron, y enajenaron este lugar, y ofrecieron en él incienso a dioses ajenos, los cuales no habían conocido ellos, ni sus padres, ni los reyes de Judá; y llenaron este lugar de sangre de inocentes.

    5 Y edificaron lugares altos a Baal, para quemar con fuego a sus hijos en holocaustos al mismo Baal; cosa que no les mandé, ni hablé, ni me vino al pensamiento.

    Éxodo 16:21 

    21 Y lo recogían cada mañana, cada uno según lo que había de comer; y luego que el sol calentaba, se derretía.

    Éxodo 23:32

    32 No harás alianza con ellos, ni con sus dioses.

    Isaías 30:33

    33 Porque Tofet ya de tiempo está dispuesto y preparado para el rey, profundo y ancho, cuya pira es de fuego, y mucha leña; el soplo de Jehová, como torrente de azufre, lo enciende.

    Acaz hizo morir así a sus propios hijos (2 Cr. 28:3); Manasés inmoló, igualmente, al menos, a uno de sus hijos (2 R. 21:6). 

    2 Crónicas 28:3

    3 Quemó también incienso en el valle de los hijos de Hinom, e hizo pasar a sus hijos por fuego, conforme a las abominaciones de las naciones que Jehová había arrojado de la presencia de los hijos de Israel.

    2 Reyes 21:6

    6 Y pasó a su hijo por fuego, y se dio a observar los tiempos, y fue agorero, e instituyó encantadores y adivinos, multiplicando así el hacer lo malo ante los ojos de Jehová, para provocarlo a ira.

    Los israelitas del reino del norte practicaron también este rito horrendo (2 R. 17:17). 

    2 Reyes 17:17 

    17 e hicieron pasar a sus hijos y a sus hijas por fuego; y se dieron a adivinaciones y agüeros, y se entregaron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová, provocándole a ira.

    Josías destruyó los altares que Salomón había erigido sobre el monte de la perdición (una de las cumbres del monte de los Olivos) para este falso dios y para otros ídolos. 

    El rey Josías profanó el lugar alto de Tofet (2 R. 23:10, 13). (Véanse DIVINIDADES PAGANAS, QUEMÓS, TOFET.) 

    2 Reyes 23:10, 13

    10 Asimismo profanó a Tofet, que está en el valle del hijo de Hinom, para que ninguno pasase su hijo o su hija por fuego a Moloc.

    13 Asimismo profanó el rey los lugares altos que estaban delante de Jerusalén, a la mano derecha del monte de la destrucción, los cuales Salomón rey de Israel había edificado a Astoret ídolo abominable de los sidonios, a Quemos ídolo abominable de Moab, y a Milcom ídolo abominable de los hijos de Amón.

    Se debe hacer notar también que la LXX introduce la forma Moloc en Am. 5:26, citado en Hch. 7:43

    Hechos 7:43

    43 Antes bien llevasteis el tabernáculo de Moloc, Y la estrella de vuestro dios Renfán, Figuras que os hicisteis para adorarlas. Os transportaré, pues, más allá de Babilonia.

    El texto heb. puede leerse «vuestro rey» en lugar de Moloc (heb. «melek», con las vocales de «bõsheth», vergüenza, para indicar menosprecio hacia la divinidad pagana). 

    Bibliografía: 

    Free, J. P.: «Archaeology and Bible History» (Van Kampen Press, Wheaton, 1950); 

    Stager, L. E. y Wolff, S. R.: «Child Sacrifice at Carthage», en Biblical Archaeology Review, vol. 10, n.º 1, ene./feb. 1984, PP. 31-51.

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    Divinidades paganas , Quemós , Tofet
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