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  • Mesa (Objeto)

    La mesa habla de comida en común, de participación, de provisión (2 S. 9:7, 10, 11, 13; 11:8; 19:28; Sal. 23:5). 

    2 Samuel 9:7, 10, 11, 13 

    7 Y le dijo David: No tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre, y te devolveré todas las tierras de Saúl tu padre; y tú comerás siempre a mi mesa.

    10 Tú, pues, le labrarás las tierras, tú con tus hijos y tus siervos, y almacenarás los frutos, para que el hijo de tu señor tenga pan para comer; pero Mefi-boset el hijo de tu señor comerá siempre a mi mesa. Y tenía Siba quince hijos y veinte siervos.

    11 Y respondió Siba al rey: Conforme a todo lo que ha mandado mi señor el rey a su siervo, así lo hará tu siervo. Mefi-boset, dijo el rey, comerá a mi mesa, como uno de los hijos del rey.

    13 Y moraba Mefi-boset en Jerusalén, porque comía siempre a la mesa del rey; y estaba lisiado de ambos pies.

    2 Samuel 11:8 

    8 Después dijo David a Urías: Desciende a tu casa, y lava tus pies. Y saliendo Urías de la casa del rey, le fue enviado presente de la mesa real.

    2 Samuel 19:28 

    28 Porque toda la casa de mi padre era digna de muerte delante de mi señor el rey, y tú pusiste a tu siervo entre los convidados a tu mesa. ¿Qué derecho, pues, tengo aún para clamar más al rey?

    Salmos 23:5

    5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.

    De particular importancia es la mesa de los panes de la proposición en el culto de Israel. Estaba hecha de madera de acacia recubierta de oro. La del tabernáculo medía dos codos de longitud, un codo de anchura y un codo y medio de altura. 

    Tenía una corona ornamental alrededor de su borde. Estaba situada en el lado norte del lugar santo. Además de los doce panes, había también sobre la mesa platos, cucharas, tazones y cubiertas (Éx. 37:10-16; 1 R. 7:48). 

    Éxodo 37:10-16 

    10 Hizo también la mesa de madera de acacia; su longitud de dos codos, su anchura de un codo, y de codo y medio su altura;

    11 y la cubrió de oro puro, y le hizo una cornisa de oro alrededor.

    12 Le hizo también una moldura de un palmo menor de anchura alrededor, e hizo en derredor de la moldura una cornisa de oro.

    13 Le hizo asimismo de fundición cuatro anillos de oro, y los puso a las cuatro esquinas que correspondían a las cuatro patas de ella.

    14 Debajo de la moldura estaban los anillos, por los cuales se metían las varas para llevar la mesa.

    15 E hizo las varas de madera de acacia para llevar la mesa, y las cubrió de oro.

    16 También hizo los utensilios que habían de estar sobre la mesa, sus platos, sus cucharas, sus cubiertos y sus tazones con que se había de libar, de oro fino.

    1 Reyes 7:48

    48 Entonces hizo Salomón todos los enseres que pertenecían a la casa de Jehová: un altar de oro, y una mesa también de oro, sobre la cual estaban los panes de la proposición;

    Se tenía que poner incienso sobre los panes, y para ello se necesitarían panes; las cucharas se usaban para el incienso, y los tazones es probable que se usaran para las libaciones. 

    Esta mesa era un tipo del lugar de Israel ante Dios en la aceptabilidad de Cristo que, como verdadero Aarón, los sigue manteniendo ante Dios; es un pacto perpetuo (Lv. 24:8); también es posible que hable de la abundancia de las bendiciones para las naciones a través de su pueblo Israel. 

    Lévitico 24:8

    8 Cada día de reposo lo pondrá continuamente en orden delante de Jehová, en nombre de los hijos de Israel, como pacto perpetuo.

    La mesa del Señor es para los cristianos aquella mesa en la que se reconoce la autoridad de Cristo como centro de congregación en la manifestación local de la unidad de su cuerpo (cfr. 1 Co. 10:15-22). 

    1 Corintios 10:15-22

    15 Como a sensatos os hablo; juzgad vosotros lo que digo.

    16 La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?

    17 Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan.

    18 Mirad a Israel según la carne; los que comen de los sacrificios, ¿no son partícipes del altar?

    19 ¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que se sacrifica a los ídolos?

    20 Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios.

    21 No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.

    22 ¿O provocaremos a celos al Señor? ¿Somos más fuertes que él?

    Ésta es contrastada con la participación en los ritos paganos (1 Co. 10:20-21). 

    1 Corintios 10:20-21

    20 Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios.

    21 No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.

    No se puede participar de ambas con impunidad (1 Co. 10:22). 

    1 Corintios 10:22

    22 ¿O provocaremos a celos al Señor? ¿Somos más fuertes que él?

    Así, participar de la mesa del Señor es un gran privilegio que entraña la solemne responsabilidad de mantenerse separado para Él (cfr. también 1 Co. 11:27-32; y 5:6-8).

    1 Corintios 11:27-32

    Tomando la Cena indignamente

    27 De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.

    28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.

    29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.

    30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen.

    31 Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados;

    32 mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.

    1 Corintios 5:6-8

    6 No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?

    7 Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.

    8 Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad.

    VÉASE: Omri
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  • Mesa (Objeto)

    La mesa habla de comida en común, de participación, de provisión (2 S. 9:7, 10, 11, 13; 11:8; 19:28; Sal. 23:5). 

    2 Samuel 9:7, 10, 11, 13 

    7 Y le dijo David: No tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre, y te devolveré todas las tierras de Saúl tu padre; y tú comerás siempre a mi mesa.

    10 Tú, pues, le labrarás las tierras, tú con tus hijos y tus siervos, y almacenarás los frutos, para que el hijo de tu señor tenga pan para comer; pero Mefi-boset el hijo de tu señor comerá siempre a mi mesa. Y tenía Siba quince hijos y veinte siervos.

    11 Y respondió Siba al rey: Conforme a todo lo que ha mandado mi señor el rey a su siervo, así lo hará tu siervo. Mefi-boset, dijo el rey, comerá a mi mesa, como uno de los hijos del rey.

    13 Y moraba Mefi-boset en Jerusalén, porque comía siempre a la mesa del rey; y estaba lisiado de ambos pies.

    2 Samuel 11:8 

    8 Después dijo David a Urías: Desciende a tu casa, y lava tus pies. Y saliendo Urías de la casa del rey, le fue enviado presente de la mesa real.

    2 Samuel 19:28 

    28 Porque toda la casa de mi padre era digna de muerte delante de mi señor el rey, y tú pusiste a tu siervo entre los convidados a tu mesa. ¿Qué derecho, pues, tengo aún para clamar más al rey?

    Salmos 23:5

    5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.

    De particular importancia es la mesa de los panes de la proposición en el culto de Israel. Estaba hecha de madera de acacia recubierta de oro. La del tabernáculo medía dos codos de longitud, un codo de anchura y un codo y medio de altura. 

    Tenía una corona ornamental alrededor de su borde. Estaba situada en el lado norte del lugar santo. Además de los doce panes, había también sobre la mesa platos, cucharas, tazones y cubiertas (Éx. 37:10-16; 1 R. 7:48). 

    Éxodo 37:10-16 

    10 Hizo también la mesa de madera de acacia; su longitud de dos codos, su anchura de un codo, y de codo y medio su altura;

    11 y la cubrió de oro puro, y le hizo una cornisa de oro alrededor.

    12 Le hizo también una moldura de un palmo menor de anchura alrededor, e hizo en derredor de la moldura una cornisa de oro.

    13 Le hizo asimismo de fundición cuatro anillos de oro, y los puso a las cuatro esquinas que correspondían a las cuatro patas de ella.

    14 Debajo de la moldura estaban los anillos, por los cuales se metían las varas para llevar la mesa.

    15 E hizo las varas de madera de acacia para llevar la mesa, y las cubrió de oro.

    16 También hizo los utensilios que habían de estar sobre la mesa, sus platos, sus cucharas, sus cubiertos y sus tazones con que se había de libar, de oro fino.

    1 Reyes 7:48

    48 Entonces hizo Salomón todos los enseres que pertenecían a la casa de Jehová: un altar de oro, y una mesa también de oro, sobre la cual estaban los panes de la proposición;

    Se tenía que poner incienso sobre los panes, y para ello se necesitarían panes; las cucharas se usaban para el incienso, y los tazones es probable que se usaran para las libaciones. 

    Esta mesa era un tipo del lugar de Israel ante Dios en la aceptabilidad de Cristo que, como verdadero Aarón, los sigue manteniendo ante Dios; es un pacto perpetuo (Lv. 24:8); también es posible que hable de la abundancia de las bendiciones para las naciones a través de su pueblo Israel. 

    Lévitico 24:8

    8 Cada día de reposo lo pondrá continuamente en orden delante de Jehová, en nombre de los hijos de Israel, como pacto perpetuo.

    La mesa del Señor es para los cristianos aquella mesa en la que se reconoce la autoridad de Cristo como centro de congregación en la manifestación local de la unidad de su cuerpo (cfr. 1 Co. 10:15-22). 

    1 Corintios 10:15-22

    15 Como a sensatos os hablo; juzgad vosotros lo que digo.

    16 La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?

    17 Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan.

    18 Mirad a Israel según la carne; los que comen de los sacrificios, ¿no son partícipes del altar?

    19 ¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que se sacrifica a los ídolos?

    20 Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios.

    21 No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.

    22 ¿O provocaremos a celos al Señor? ¿Somos más fuertes que él?

    Ésta es contrastada con la participación en los ritos paganos (1 Co. 10:20-21). 

    1 Corintios 10:20-21

    20 Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios.

    21 No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.

    No se puede participar de ambas con impunidad (1 Co. 10:22). 

    1 Corintios 10:22

    22 ¿O provocaremos a celos al Señor? ¿Somos más fuertes que él?

    Así, participar de la mesa del Señor es un gran privilegio que entraña la solemne responsabilidad de mantenerse separado para Él (cfr. también 1 Co. 11:27-32; y 5:6-8).

    1 Corintios 11:27-32

    Tomando la Cena indignamente

    27 De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.

    28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.

    29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.

    30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen.

    31 Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados;

    32 mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.

    1 Corintios 5:6-8

    6 No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?

    7 Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.

    8 Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad.

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