Isaías / Capítulo 32
Leyendo el subtítulo La Biblia RVR1960
Isaías / Capítulo 32
    • Advertencia a las mujeres de Jerusalén
    • 9 Mujeres indolentes, levantaos, oíd mi voz; hijas confiadas, escuchad mi razón.
      10 De aquí a algo más de un año tendréis espanto, oh confiadas; porque la vendimia faltará, y la cosecha no vendrá.
      11 Temblad, oh indolentes; turbaos, oh confiadas; despojaos, desnudaos, ceñid los lomos con cilicio.
      12 Golpeándose el pecho lamentarán por los campos deleitosos, por la vid fértil.
      13 Sobre la tierra de mi pueblo subirán espinos y cardos, y aun sobre todas las casas en que hay alegría en la ciudad de alegría.
      14 Porque los palacios quedarán desiertos, la multitud de la ciudad cesará; las torres y fortalezas se volverán cuevas para siempre, donde descansen asnos monteses, y ganados hagan majada;
      15 hasta que sobre nosotros sea derramado el Espíritu de lo alto, y el desierto se convierta en campo fértil, y el campo fértil sea estimado por bosque.
      16 Y habitará el juicio en el desierto, y en el campo fértil morará la justicia.
      17 Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre.
      18 Y mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras, y en recreos de reposo.
      19 Y cuando caiga granizo, caerá en los montes; y la ciudad será del todo abatida.
      20 Dichosos vosotros los que sembráis junto a todas las aguas, y dejáis libres al buey y al asno.
    • Comparte este sitio
  • Advertencia a las mujeres de Jerusalén
  • 9 Mujeres indolentes, levantaos, oíd mi voz; hijas confiadas, escuchad mi razón.
    10 De aquí a algo más de un año tendréis espanto, oh confiadas; porque la vendimia faltará, y la cosecha no vendrá.
    11 Temblad, oh indolentes; turbaos, oh confiadas; despojaos, desnudaos, ceñid los lomos con cilicio.
    12 Golpeándose el pecho lamentarán por los campos deleitosos, por la vid fértil.
    13 Sobre la tierra de mi pueblo subirán espinos y cardos, y aun sobre todas las casas en que hay alegría en la ciudad de alegría.
    14 Porque los palacios quedarán desiertos, la multitud de la ciudad cesará; las torres y fortalezas se volverán cuevas para siempre, donde descansen asnos monteses, y ganados hagan majada;
    15 hasta que sobre nosotros sea derramado el Espíritu de lo alto, y el desierto se convierta en campo fértil, y el campo fértil sea estimado por bosque.
    16 Y habitará el juicio en el desierto, y en el campo fértil morará la justicia.
    17 Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre.
    18 Y mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras, y en recreos de reposo.
    19 Y cuando caiga granizo, caerá en los montes; y la ciudad será del todo abatida.
    20 Dichosos vosotros los que sembráis junto a todas las aguas, y dejáis libres al buey y al asno.
  • Comparte este sitio
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información y limitar el uso de cookies en nuestra política de cookies.