Proverbios / Capítulo 6
Leyendo el subtítulo La Biblia RVR1960
Proverbios / Capítulo 6
    • Amonestación contra el adulterio
    • 20 Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, Y no dejes la enseñanza de tu madre;
      21 Atalos siempre en tu corazón, Enlázalos a tu cuello.
      22 Te guiarán cuando andes; cuando duermas te guardarán; Hablarán contigo cuando despiertes.
      23 Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz, Y camino de vida las reprensiones que te instruyen,
      24 Para que te guarden de la mala mujer, De la blandura de la lengua de la mujer extraña.
      25 No codicies su hermosura en tu corazón, Ni ella te prenda con sus ojos;
      26 Porque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de pan; Y la mujer caza la preciosa alma del varón.
      27 ¿Tomará el hombre fuego en su seno Sin que sus vestidos ardan?
      28 ¿Andará el hombre sobre brasas Sin que sus pies se quemen?
      29 Así es el que se llega a la mujer de su prójimo; No quedará impune ninguno que la tocare.
      30 No tienen en poco al ladrón si hurta Para saciar su apetito cuando tiene hambre;
      31 Pero si es sorprendido, pagará siete veces; Entregará todo el haber de su casa.
      32 Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento; Corrompe su alma el que tal hace.
      33 Heridas y vergüenza hallará, Y su afrenta nunca será borrada.
      34 Porque los celos son el furor del hombre, Y no perdonará en el día de la venganza.
      35 No aceptará ningún rescate, Ni querrá perdonar, aunque multipliques los dones.
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  • Amonestación contra el adulterio
  • 20 Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, Y no dejes la enseñanza de tu madre;
    21 Atalos siempre en tu corazón, Enlázalos a tu cuello.
    22 Te guiarán cuando andes; cuando duermas te guardarán; Hablarán contigo cuando despiertes.
    23 Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz, Y camino de vida las reprensiones que te instruyen,
    24 Para que te guarden de la mala mujer, De la blandura de la lengua de la mujer extraña.
    25 No codicies su hermosura en tu corazón, Ni ella te prenda con sus ojos;
    26 Porque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de pan; Y la mujer caza la preciosa alma del varón.
    27 ¿Tomará el hombre fuego en su seno Sin que sus vestidos ardan?
    28 ¿Andará el hombre sobre brasas Sin que sus pies se quemen?
    29 Así es el que se llega a la mujer de su prójimo; No quedará impune ninguno que la tocare.
    30 No tienen en poco al ladrón si hurta Para saciar su apetito cuando tiene hambre;
    31 Pero si es sorprendido, pagará siete veces; Entregará todo el haber de su casa.
    32 Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento; Corrompe su alma el que tal hace.
    33 Heridas y vergüenza hallará, Y su afrenta nunca será borrada.
    34 Porque los celos son el furor del hombre, Y no perdonará en el día de la venganza.
    35 No aceptará ningún rescate, Ni querrá perdonar, aunque multipliques los dones.
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