Proverbios / Capítulo 1
Leyendo el subtítulo La Biblia RVR1960
Proverbios / Capítulo 1
    • Amonestaciones de la Sabiduría
    • 8 Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre;
      9 Porque adorno de gracia serán a tu cabeza, Y collares a tu cuello.
      10 Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, No consientas.
      11 Si dijeren: Ven con nosotros; Pongamos asechanzas para derramar sangre, Acechemos sin motivo al inocente;
      12 Los tragaremos vivos como el Seol, Y enteros, como los que caen en un abismo;
      13 Hallaremos riquezas de toda clase, Llenaremos nuestras casas de despojos;
      14 Echa tu suerte entre nosotros; Tengamos todos una bolsa,
      15 Hijo mío, no andes en camino con ellos. Aparta tu pie de sus veredas,
      16 Porque sus pies corren hacia el mal, Y van presurosos a derramar sangre.
      17 Porque en vano se tenderá la red Ante los ojos de toda ave;
      18 Pero ellos a su propia sangre ponen asechanzas, Y a sus almas tienden lazo.
      19 Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia, La cual quita la vida de sus poseedores.
      20 La sabiduría clama en las calles, Alza su voz en las plazas;
      21 Clama en los principales lugares de reunión; En las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones.
      22 ¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, Y los burladores desearán el burlar, Y los insensatos aborrecerán la ciencia?
      23 Volveos a mi reprensión; He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, Y os haré saber mis palabras.
      24 Por cuanto llamé, y no quisisteis oír, Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese,
      25 Sino que desechasteis todo consejo mío Y mi reprensión no quisisteis,
      26 También yo me reiré en vuestra calamidad, Y me burlaré cuando os viniere lo que teméis;
      27 Cuando viniere como una destrucción lo que teméis, Y vuestra calamidad llegare como un torbellino; Cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia.
      28 Entonces me llamarán, y no responderé; Me buscarán de mañana, y no me hallarán.
      29 Por cuanto aborrecieron la sabiduría, Y no escogieron el temor de Jehová,
      30 Ni quisieron mi consejo, Y menospreciaron toda reprensión mía,
      31 Comerán del fruto de su camino, Y serán hastiados de sus propios consejos.
      32 Porque el desvío de los ignorantes los matará, Y la prosperidad de los necios los echará a perder;
      33 Mas el que me oyere, habitará confiadamente Y vivirá tranquilo, sin temor del mal.
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  • Amonestaciones de la Sabiduría
  • 8 Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre;
    9 Porque adorno de gracia serán a tu cabeza, Y collares a tu cuello.
    10 Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, No consientas.
    11 Si dijeren: Ven con nosotros; Pongamos asechanzas para derramar sangre, Acechemos sin motivo al inocente;
    12 Los tragaremos vivos como el Seol, Y enteros, como los que caen en un abismo;
    13 Hallaremos riquezas de toda clase, Llenaremos nuestras casas de despojos;
    14 Echa tu suerte entre nosotros; Tengamos todos una bolsa,
    15 Hijo mío, no andes en camino con ellos. Aparta tu pie de sus veredas,
    16 Porque sus pies corren hacia el mal, Y van presurosos a derramar sangre.
    17 Porque en vano se tenderá la red Ante los ojos de toda ave;
    18 Pero ellos a su propia sangre ponen asechanzas, Y a sus almas tienden lazo.
    19 Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia, La cual quita la vida de sus poseedores.
    20 La sabiduría clama en las calles, Alza su voz en las plazas;
    21 Clama en los principales lugares de reunión; En las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones.
    22 ¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, Y los burladores desearán el burlar, Y los insensatos aborrecerán la ciencia?
    23 Volveos a mi reprensión; He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, Y os haré saber mis palabras.
    24 Por cuanto llamé, y no quisisteis oír, Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese,
    25 Sino que desechasteis todo consejo mío Y mi reprensión no quisisteis,
    26 También yo me reiré en vuestra calamidad, Y me burlaré cuando os viniere lo que teméis;
    27 Cuando viniere como una destrucción lo que teméis, Y vuestra calamidad llegare como un torbellino; Cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia.
    28 Entonces me llamarán, y no responderé; Me buscarán de mañana, y no me hallarán.
    29 Por cuanto aborrecieron la sabiduría, Y no escogieron el temor de Jehová,
    30 Ni quisieron mi consejo, Y menospreciaron toda reprensión mía,
    31 Comerán del fruto de su camino, Y serán hastiados de sus propios consejos.
    32 Porque el desvío de los ignorantes los matará, Y la prosperidad de los necios los echará a perder;
    33 Mas el que me oyere, habitará confiadamente Y vivirá tranquilo, sin temor del mal.
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