Job / Capítulo 40
Leyendo el subtítulo La Biblia RVR1960
Job / Capítulo 40
    • Manifestaciones del poder de Dios
    • 6 Respondió Jehová a Job desde el torbellino, y dijo:
      7 Cíñete ahora como varón tus lomos; Yo te preguntaré, y tú me responderás.
      8 ¿Invalidarás tú también mi juicio? ¿Me condenarás a mí, para justificarte tú?
      9 ¿Tienes tú un brazo como el de Dios? ¿Y truenas con voz como la suya?
      10 Adórnate ahora de majestad y de alteza, Y vístete de honra y de hermosura.
      11 Derrama el ardor de tu ira; Mira a todo altivo, y abátelo.
      12 Mira a todo soberbio, y humíllalo, Y quebranta a los impíos en su sitio.
      13 Encúbrelos a todos en el polvo, Encierra sus rostros en la oscuridad;
      14 Y yo también te confesaré Que podrá salvarte tu diestra.
      15 He aquí ahora behemot, el cual hice como a ti; Hierba come como buey.
      16 He aquí ahora que su fuerza está en sus lomos, Y su vigor en los músculos de su vientre.
      17 Su cola mueve como un cedro, Y los nervios de sus muslos están entretejidos.
      18 Sus huesos son fuertes como bronce, Y sus miembros como barras de hierro.
      19 El es el principio de los caminos de Dios; El que lo hizo, puede hacer que su espada a él se acerque.
      20 Ciertamente los montes producen hierba para él; Y toda bestia del campo retoza allá.
      21 Se echará debajo de las sombras, En lo oculto de las cañas y de los lugares húmedos.
      22 Los árboles sombríos lo cubren con su sombra; Los sauces del arroyo lo rodean.
      23 He aquí, sale de madre el río, pero él no se inmuta; Tranquilo está, aunque todo un Jordán se estrelle contra su boca.
      24 ¿Lo tomará alguno cuando está vigilante, Y horadará su nariz?
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  • Manifestaciones del poder de Dios
  • 6 Respondió Jehová a Job desde el torbellino, y dijo:
    7 Cíñete ahora como varón tus lomos; Yo te preguntaré, y tú me responderás.
    8 ¿Invalidarás tú también mi juicio? ¿Me condenarás a mí, para justificarte tú?
    9 ¿Tienes tú un brazo como el de Dios? ¿Y truenas con voz como la suya?
    10 Adórnate ahora de majestad y de alteza, Y vístete de honra y de hermosura.
    11 Derrama el ardor de tu ira; Mira a todo altivo, y abátelo.
    12 Mira a todo soberbio, y humíllalo, Y quebranta a los impíos en su sitio.
    13 Encúbrelos a todos en el polvo, Encierra sus rostros en la oscuridad;
    14 Y yo también te confesaré Que podrá salvarte tu diestra.
    15 He aquí ahora behemot, el cual hice como a ti; Hierba come como buey.
    16 He aquí ahora que su fuerza está en sus lomos, Y su vigor en los músculos de su vientre.
    17 Su cola mueve como un cedro, Y los nervios de sus muslos están entretejidos.
    18 Sus huesos son fuertes como bronce, Y sus miembros como barras de hierro.
    19 El es el principio de los caminos de Dios; El que lo hizo, puede hacer que su espada a él se acerque.
    20 Ciertamente los montes producen hierba para él; Y toda bestia del campo retoza allá.
    21 Se echará debajo de las sombras, En lo oculto de las cañas y de los lugares húmedos.
    22 Los árboles sombríos lo cubren con su sombra; Los sauces del arroyo lo rodean.
    23 He aquí, sale de madre el río, pero él no se inmuta; Tranquilo está, aunque todo un Jordán se estrelle contra su boca.
    24 ¿Lo tomará alguno cuando está vigilante, Y horadará su nariz?
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