Jueces / Capítulo 1
Leyendo el subtítulo La Biblia RVR1960
Jueces / Capítulo 1
    • Extensión de las conquistas de las demás tribus
    • 30 Tampoco Zabulón arrojó a los que habitaban en Quitrón, ni a los que habitaban en Naalal, sino que el cananeo habitó en medio de él, y le fue tributario.
      31 Tampoco Aser arrojó a los que habitaban en Aco, ni a los que habitaban en Sidón, en Ahlab, en Aczib, en Helba, en Afec y en Rehob.
      32 Y moró Aser entre los cananeos que habitaban en la tierra; pues no los arrojó.
      33 Tampoco Neftalí arrojó a los que habitaban en Bet-semes, ni a los que habitaban en Bet-anat, sino que moró entre los cananeos que habitaban en la tierra; mas le fueron tributarios los moradores de Bet-semes y los moradores de Bet-anat.
      34 Los amorreos acosaron a los hijos de Dan hasta el monte, y no los dejaron descender a los llanos.
      35 Y el amorreo persistió en habitar en el monte de Heres, en Ajalón y en Saalbim; pero cuando la casa de José cobró fuerzas, lo hizo tributario.
      36 Y el límite del amorreo fue desde la subida de Acrabim, desde Sela hacia arriba.
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  • Extensión de las conquistas de las demás tribus
  • 30 Tampoco Zabulón arrojó a los que habitaban en Quitrón, ni a los que habitaban en Naalal, sino que el cananeo habitó en medio de él, y le fue tributario.
    31 Tampoco Aser arrojó a los que habitaban en Aco, ni a los que habitaban en Sidón, en Ahlab, en Aczib, en Helba, en Afec y en Rehob.
    32 Y moró Aser entre los cananeos que habitaban en la tierra; pues no los arrojó.
    33 Tampoco Neftalí arrojó a los que habitaban en Bet-semes, ni a los que habitaban en Bet-anat, sino que moró entre los cananeos que habitaban en la tierra; mas le fueron tributarios los moradores de Bet-semes y los moradores de Bet-anat.
    34 Los amorreos acosaron a los hijos de Dan hasta el monte, y no los dejaron descender a los llanos.
    35 Y el amorreo persistió en habitar en el monte de Heres, en Ajalón y en Saalbim; pero cuando la casa de José cobró fuerzas, lo hizo tributario.
    36 Y el límite del amorreo fue desde la subida de Acrabim, desde Sela hacia arriba.
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