San Juan / Capítulo 6
Leyendo el subtítulo La Biblia RVR1960
San Juan / Capítulo 6
    • Jesús, el pan de vida
    • 25 Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá?
      26 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis.
      27 Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.
      28 Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?
      29 Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado.
      30 Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces?
      31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer.
      32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.
      33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.
      34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan.
      35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
      36 Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.
      37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.
      38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
      39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.
      40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
      41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo.
      42 Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido?
      43 Jesús respondió y les dijo:No murmuréis entre vosotros.
      44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.
      45 Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí.
      46 No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; éste ha visto al Padre.
      47 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.
      48 Yo soy el pan de vida.
      49 Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron.
      50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera.
      51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
      52 Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?
      53 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
      54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
      55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
      56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.
      57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.
      58 Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente.
      59 Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum.
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  • Jesús, el pan de vida
  • 25 Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá?
    26 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis.
    27 Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.
    28 Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?
    29 Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado.
    30 Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces?
    31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer.
    32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.
    33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.
    34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan.
    35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
    36 Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.
    37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.
    38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
    39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.
    40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
    41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo.
    42 Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido?
    43 Jesús respondió y les dijo:No murmuréis entre vosotros.
    44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.
    45 Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí.
    46 No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; éste ha visto al Padre.
    47 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.
    48 Yo soy el pan de vida.
    49 Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron.
    50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera.
    51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
    52 Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?
    53 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
    54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
    55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
    56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.
    57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.
    58 Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente.
    59 Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum.
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