Diccionario
Diccionario
  • Hijo del hombre

    (A) Término que designa al ser humano, para diferenciarlo a la vez de la Deidad y de los animales (Nm. 23:19; Jb. 25:6; Sal. 8:5; Is. 51:12). (Véase (a) (G)). 

    Números 23:19 

    19 Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?

    Job 25:6 

    6 ¿Cuánto menos el hombre, que es un gusano, Y el hijo de hombre, también gusano?

    Salmos 8:5 

    5 Le has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra.

    Isaías 51:12

    12 Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de hombre, que es como heno?

    Gabriel, dirigiéndose al atemorizado Daniel, le dice: «hijo de hombre» (Dn. 8:17). 

    Daniel 8:17

    17 Vino luego cerca de donde yo estaba; y con su venida me asombré, y me postré sobre mi rostro. Pero él me dijo: Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin.

    Ezequiel, abrumado por una visión, oyó las palabras: «Hijo de hombre, ponte en pie» (Ez. 2:1). 

    Ezequiel 2:1

    Llamamiento de Ezequiel

    1 Me dijo: Hijo de hombre, ponte sobre tus pies, y hablaré contigo.

    A partir de entonces, esta expresión se repite constantemente (92 veces) para dirigirse al profeta. 

    Daniel predijo (Dn. 7:13, 14) que la potencia mundial hostil, simbolizada por las bestias feroces, sucumbirá ante el Anciano de días. «Uno como hijo de hombre», viniendo con las nubes del cielo, recibirá entonces el dominio universal. 

    Daniel 7:13, 14

    13 Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él.

    14 Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.

    Todos los pueblos lo servirán; su dominio será un dominio eterno, que nunca tendrá fin, y su reino no será jamás destruido. 

    En esta visión, el ser humano contrastado con las bestias (tipos de los reinos de este mundo) representa al hombre por excelencia, al Mesías, destinado a recibir con todos los santos el reino universal y eterno (Dn. 7:14, 27). 

    Daniel 7:14, 27

    14 Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.

    27 y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán.

    (B) Jesús, el Hijo del hombre. En los Evangelios, el Señor se da a Sí mismo este título 78 veces, evocando deliberadamente Dn. 7:13-14 (cfr. Mt. 24:30; Mr. 14:62, etc.). 

    Daniel 7:13, 14

    13 Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él.

    14 Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.

    Mateo 24:30 

    30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.

    Marcos 14:62

    62 Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.

    Esteban también designa a Jesús con este título (Hch. 7:56; cfr. He. 2:6; Ap. 1:13; 14:14). 

    Hechos 7:56

    56 y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios.

    Hebreos 2:6 

    6 pero alguien testificó en cierto lugar, diciendo: ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, O el hijo del hombre, para que le visites?

    Apocalipsis 1:13 

    13 y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.

    Apocalipsis 14:14

    La tierra es segada

    14 Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda.

    Al elegir un título así, el Cristo no quiere sólo afirmar su fraternidad con los hombres ni insistir en su condición humana, por cuanto al mismo tiempo reivindica constantemente los atributos de la Deidad (Lc. 5:24). 

    Lucas 5:24

    24 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados(dijo al paralítico):A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.

    Opta con ello por un término que le define como un representante típico de la humanidad, el «último Adán», el «segundo hombre» venido del cielo, en tanto que el primero era de la tierra (1 Co. 15:45, 47), el cabeza de la nueva raza salvada por su sacrificio (Ro. 5:12-19). 

    1 Corintios 15:45, 47

    45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.

    47 El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo.

    Romanos 5:12-19

    Adán y Cristo

    12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

    13 Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado.

    14 No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir.

    15 Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo.

    16 Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación.

    17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.

    18 Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.

    19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.

    El Cristo recibe el nombre de Hijo del hombre en relación con toda la raza, en tanto que Hijo de David es su nombre en relación con Israel, e Hijo de Dios es su nombre divino. Jesús empleó constantemente el título de Hijo del hombre en relación con su misión. 

    Se identifica con los hombres perdidos, los viene a buscar y a salvar (Lc. 19:10); da su vida en rescate por muchos (Mr. 10:45). 

    Lucas 19:10

    10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

    Marcos 10:45

    45 Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.

    Como tal, es entregado, crucificado, sepultado y resucitado (Mt. 12:40; 20:18; 26:2); volverá también en su cuerpo glorificado para juzgar y reinar (Mt. 24:30, 39; 25:31; Ap. 1:13-16). 

    Mateo 12:40 

    40 Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.

    Mateo 20:18 

    18 He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte;

    Mateo 26:2

    2 Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado.

    Mateo 24:30, 39 

    30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.

    39 y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.

    Mateo 25:31 

    El juicio de las naciones

    31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,

    Apocalipsis 1:13-16

    13 y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.

    14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego;

    15 y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas.

    16 Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.

    Queda claro de pasajes como Mt. 26:63-64 y 16:13, 16-17 que el Hijo de Dios y el Hijo del hombre son la misma persona. Según Jn. 5:22, 27, Dios mismo no juzga a nadie, sino que todo el juicio lo ha dado a Cristo, por cuanto es el Hijo del hombre. 

    Mateo 26:63-64 

    63 Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios.

    64 Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.

    Mateo 16:13, 16-17

    La confesión de Pedro

    13 Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?

    16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

    17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.

    Juan 5:22, 27

    22 Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo,

    27 y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre.

    En lugar de castigarnos como hubiera podido hacer, el Padre envió a su Hijo para salvarnos. 

    Por este acto de Dios, el hombre no se pierde porque sea pecador, sino porque rehúsa el perdón divino (Jn. 3:16-19). 

    Juan 3:16-19

    De tal manera amó Dios al mundo

    16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

    17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

    18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

    19 Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.

    Así, es el mismo Salvador quien viene a ser el Juez. Es cosa terrible menospreciar al Hijo del hombre, que ha sido soberanamente exaltado después de su humillación, y que aparecerá pronto en su gloria (He. 2:6-9).

    Hebreos 2:6-9

    6 pero alguien testificó en cierto lugar, diciendo: ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, O el hijo del hombre, para que le visites?

    7 Le hiciste un poco menor que los ángeles, Le coronaste de gloria y de honra, Y le pusiste sobre las obras de tus manos;

    8 Todo lo sujetaste bajo sus pies. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él; pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas.

    9 Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.

    VÉASE: Génesis (Libro) , A
  • DICCIONARIO
Comparte este sitio
  • Hijo del hombre

    (A) Término que designa al ser humano, para diferenciarlo a la vez de la Deidad y de los animales (Nm. 23:19; Jb. 25:6; Sal. 8:5; Is. 51:12). (Véase (a) (G)). 

    Números 23:19 

    19 Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?

    Job 25:6 

    6 ¿Cuánto menos el hombre, que es un gusano, Y el hijo de hombre, también gusano?

    Salmos 8:5 

    5 Le has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra.

    Isaías 51:12

    12 Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de hombre, que es como heno?

    Gabriel, dirigiéndose al atemorizado Daniel, le dice: «hijo de hombre» (Dn. 8:17). 

    Daniel 8:17

    17 Vino luego cerca de donde yo estaba; y con su venida me asombré, y me postré sobre mi rostro. Pero él me dijo: Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin.

    Ezequiel, abrumado por una visión, oyó las palabras: «Hijo de hombre, ponte en pie» (Ez. 2:1). 

    Ezequiel 2:1

    Llamamiento de Ezequiel

    1 Me dijo: Hijo de hombre, ponte sobre tus pies, y hablaré contigo.

    A partir de entonces, esta expresión se repite constantemente (92 veces) para dirigirse al profeta. 

    Daniel predijo (Dn. 7:13, 14) que la potencia mundial hostil, simbolizada por las bestias feroces, sucumbirá ante el Anciano de días. «Uno como hijo de hombre», viniendo con las nubes del cielo, recibirá entonces el dominio universal. 

    Daniel 7:13, 14

    13 Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él.

    14 Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.

    Todos los pueblos lo servirán; su dominio será un dominio eterno, que nunca tendrá fin, y su reino no será jamás destruido. 

    En esta visión, el ser humano contrastado con las bestias (tipos de los reinos de este mundo) representa al hombre por excelencia, al Mesías, destinado a recibir con todos los santos el reino universal y eterno (Dn. 7:14, 27). 

    Daniel 7:14, 27

    14 Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.

    27 y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán.

    (B) Jesús, el Hijo del hombre. En los Evangelios, el Señor se da a Sí mismo este título 78 veces, evocando deliberadamente Dn. 7:13-14 (cfr. Mt. 24:30; Mr. 14:62, etc.). 

    Daniel 7:13, 14

    13 Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él.

    14 Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.

    Mateo 24:30 

    30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.

    Marcos 14:62

    62 Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.

    Esteban también designa a Jesús con este título (Hch. 7:56; cfr. He. 2:6; Ap. 1:13; 14:14). 

    Hechos 7:56

    56 y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios.

    Hebreos 2:6 

    6 pero alguien testificó en cierto lugar, diciendo: ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, O el hijo del hombre, para que le visites?

    Apocalipsis 1:13 

    13 y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.

    Apocalipsis 14:14

    La tierra es segada

    14 Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda.

    Al elegir un título así, el Cristo no quiere sólo afirmar su fraternidad con los hombres ni insistir en su condición humana, por cuanto al mismo tiempo reivindica constantemente los atributos de la Deidad (Lc. 5:24). 

    Lucas 5:24

    24 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados(dijo al paralítico):A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.

    Opta con ello por un término que le define como un representante típico de la humanidad, el «último Adán», el «segundo hombre» venido del cielo, en tanto que el primero era de la tierra (1 Co. 15:45, 47), el cabeza de la nueva raza salvada por su sacrificio (Ro. 5:12-19). 

    1 Corintios 15:45, 47

    45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.

    47 El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo.

    Romanos 5:12-19

    Adán y Cristo

    12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

    13 Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado.

    14 No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir.

    15 Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo.

    16 Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación.

    17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.

    18 Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.

    19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.

    El Cristo recibe el nombre de Hijo del hombre en relación con toda la raza, en tanto que Hijo de David es su nombre en relación con Israel, e Hijo de Dios es su nombre divino. Jesús empleó constantemente el título de Hijo del hombre en relación con su misión. 

    Se identifica con los hombres perdidos, los viene a buscar y a salvar (Lc. 19:10); da su vida en rescate por muchos (Mr. 10:45). 

    Lucas 19:10

    10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

    Marcos 10:45

    45 Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.

    Como tal, es entregado, crucificado, sepultado y resucitado (Mt. 12:40; 20:18; 26:2); volverá también en su cuerpo glorificado para juzgar y reinar (Mt. 24:30, 39; 25:31; Ap. 1:13-16). 

    Mateo 12:40 

    40 Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.

    Mateo 20:18 

    18 He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte;

    Mateo 26:2

    2 Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado.

    Mateo 24:30, 39 

    30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.

    39 y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.

    Mateo 25:31 

    El juicio de las naciones

    31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,

    Apocalipsis 1:13-16

    13 y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.

    14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego;

    15 y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas.

    16 Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.

    Queda claro de pasajes como Mt. 26:63-64 y 16:13, 16-17 que el Hijo de Dios y el Hijo del hombre son la misma persona. Según Jn. 5:22, 27, Dios mismo no juzga a nadie, sino que todo el juicio lo ha dado a Cristo, por cuanto es el Hijo del hombre. 

    Mateo 26:63-64 

    63 Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios.

    64 Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.

    Mateo 16:13, 16-17

    La confesión de Pedro

    13 Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?

    16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

    17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.

    Juan 5:22, 27

    22 Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo,

    27 y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre.

    En lugar de castigarnos como hubiera podido hacer, el Padre envió a su Hijo para salvarnos. 

    Por este acto de Dios, el hombre no se pierde porque sea pecador, sino porque rehúsa el perdón divino (Jn. 3:16-19). 

    Juan 3:16-19

    De tal manera amó Dios al mundo

    16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

    17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

    18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

    19 Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.

    Así, es el mismo Salvador quien viene a ser el Juez. Es cosa terrible menospreciar al Hijo del hombre, que ha sido soberanamente exaltado después de su humillación, y que aparecerá pronto en su gloria (He. 2:6-9).

    Hebreos 2:6-9

    6 pero alguien testificó en cierto lugar, diciendo: ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, O el hijo del hombre, para que le visites?

    7 Le hiciste un poco menor que los ángeles, Le coronaste de gloria y de honra, Y le pusiste sobre las obras de tus manos;

    8 Todo lo sujetaste bajo sus pies. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él; pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas.

    9 Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.

    VÉASE:
    Génesis (Libro) , A
Comparte este sitio
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información y limitar el uso de cookies en nuestra política de cookies.