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  • Filisteos
    Descendientes de Filistim a través de Casluhim, hijo de Mizraím (Gn. 10:13, 14). 

    Génesis 10:13, 14

    13 Mizraim engendró a Ludim, a Anamim, a Lehabim, a Naftuhim,

    14 a Patrusim, a Casluhim, de donde salieron los filisteos, y a Caftorim.

    Procedían de Caftor, que probablemente es Creta (Jer. 43:4), la egipcia Kefti o Keftiu, aunque hay eruditos que sitúan su origen en Capadocia. 

    Jeremías 43:4

    4 No obedeció, pues, Johanán hijo de Carea y todos los oficiales de la gente de guerra y todo el pueblo, a la voz de Jehová para quedarse en tierra de Judá,

    Ya cuando Abraham fue a morar en Gerar se encontraban en el suroeste de Palestina (Gn. 20); tanto Abraham como Isaac tuvieron ciertos problemas con ellos por unos pozos que habían cavado (Gn. 21:25-34; 26:1-18). 

    Génesis 20

    Abraham y Abimelec

    1 De allí partió Abraham a la tierra del Neguev, y acampó entre Cades y Shur, y habitó como forastero en Gerar.

    2 Y dijo Abraham de Sara su mujer: Es mi hermana. Y Abimelec rey de Gerar envió y tomó a Sara.

    3 Pero Dios vino a Abimelec en sueños de noche, y le dijo: He aquí, muerto eres, a causa de la mujer que has tomado, la cual es casada con marido.

    4 Mas Abimelec no se había llegado a ella, y dijo: Señor, ¿matarás también al inocente?

    5 ¿No me dijo él: Mi hermana es; y ella también dijo: Es mi hermano? con sencillez de mi corazón y con limpieza de mis manos he hecho esto.

    6 Y le dijo Dios en sueños: Yo también sé que con integridad de tu corazón has hecho esto; y yo también te detuve de pecar contra mí, y así no te permití que la tocases.

    7 Ahora, pues, devuelve la mujer a su marido; porque es profeta, y orará por ti, y vivirás. Y si no la devolvieres, sabe que de cierto morirás tú, y todos los tuyos.

    8 Entonces Abimelec se levantó de mañana y llamó a todos sus siervos, y dijo todas estas palabras en los oídos de ellos; y temieron los hombres en gran manera.

    9 Después llamó Abimelec a Abraham, y le dijo: ¿Qué nos has hecho? ¿En qué pequé yo contra ti, que has atraído sobre mí y sobre mi reino tan grande pecado? Lo que no debiste hacer has hecho conmigo.

    10 Dijo también Abimelec a Abraham: ¿Qué pensabas, para que hicieses esto?

    11 Y Abraham respondió: Porque dije para mí: Ciertamente no hay temor de Dios en este lugar, y me matarán por causa de mi mujer.

    12 Y a la verdad también es mi hermana, hija de mi padre, mas no hija de mi madre, y la tomé por mujer.

    13 Y cuando Dios me hizo salir errante de la casa de mi padre, yo le dije: Esta es la merced que tú harás conmigo, que en todos los lugares adonde lleguemos, digas de mí: Mi hermano es.

    14 Entonces Abimelec tomó ovejas y vacas, y siervos y siervas, y se los dio a Abraham, y le devolvió a Sara su mujer.

    15 Y dijo Abimelec: He aquí mi tierra está delante de ti; habita donde bien te parezca.

    16 Y a Sara dijo: He aquí he dado mil monedas de plata a tu hermano; mira que él te es como un velo para los ojos de todos los que están contigo, y para con todos; así fue vindicada.

    17 Entonces Abraham oró a Dios; y Dios sanó a Abimelec y a su mujer, y a sus siervas, y tuvieron hijos.

    18 Porque Jehová había cerrado completamente toda matriz de la casa de Abimelec, a causa de Sara mujer de Abraham.

    Génesis 21:25-34 

    25 Y Abraham reconvino a Abimelec a causa de un pozo de agua, que los siervos de Abimelec le habían quitado.

    26 Y respondió Abimelec: No sé quién haya hecho esto, ni tampoco tú me lo hiciste saber, ni yo lo he oído hasta hoy.

    27 Y tomó Abraham ovejas y vacas, y dio a Abimelec; e hicieron ambos pacto.

    28 Entonces puso Abraham siete corderas del rebaño aparte.

    29 Y dijo Abimelec a Abraham: ¿Qué significan esas siete corderas que has puesto aparte?

    30 Y él respondió: Que estas siete corderas tomarás de mi mano, para que me sirvan de testimonio de que yo cavé este pozo.

    31 Por esto llamó a aquel lugar Beerseba; porque allí juraron ambos.

    32 Así hicieron pacto en Beerseba; y se levantó Abimelec, y Ficol príncipe de su ejército, y volvieron a tierra de los filisteos.

    33 Y plantó Abraham un árbol tamarisco en Beerseba, e invocó allí el nombre de Jehová Dios eterno.

    34 Y moró Abraham en tierra de los filisteos muchos días.

    Génesis 26:1-18

    Isaac en Gerar

    1 Después hubo hambre en la tierra, además de la primera hambre que hubo en los días de Abraham; y se fue Isaac a Abimelec rey de los filisteos, en Gerar.

    2 Y se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré.

    3 Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre.

    4 Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente,

    5 por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.

    6 Habitó, pues, Isaac en Gerar.

    7 Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer; y él respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; pensando que tal vez los hombres del lugar lo matarían por causa de Rebeca, pues ella era de hermoso aspecto.

    8 Sucedió que después que él estuvo allí muchos días, Abimelec, rey de los filisteos, mirando por una ventana, vio a Isaac que acariciaba a Rebeca su mujer.

    9 Y llamó Abimelec a Isaac, y dijo: He aquí ella es de cierto tu mujer. ¿Cómo, pues, dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque dije: Quizá moriré por causa de ella.

    10 Y Abimelec dijo: ¿Por qué nos has hecho esto? Por poco hubiera dormido alguno del pueblo con tu mujer, y hubieras traído sobre nosotros el pecado.

    11 Entonces Abimelec mandó a todo el pueblo, diciendo: El que tocare a este hombre o a su mujer, de cierto morirá.

    12 Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová.

    13 El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso.

    14 Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los filisteos le tuvieron envidia.

    15 Y todos los pozos que habían abierto los criados de Abraham su padre en sus días, los filisteos los habían cegado y llenado de tierra.

    16 Entonces dijo Abimelec a Isaac: Apártate de nosotros, porque mucho más poderoso que nosotros te has hecho.

    17 E Isaac se fue de allí, y acampó en el valle de Gerar, y habitó allí.

    18 Y volvió a abrir Isaac los pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham su padre, y que los filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham; y los llamó por los nombres que su padre los había llamado.

    Eran una nación guerrera, siendo ésta la razón por la que Dios no llevó a los israelitas por tierra de ellos al sacarlos de Egipto (Éx. 13:17). 

    Éxodo 13:17

    La columna de nube y de fuego

    17 Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelva a Egipto.

    En época de Josué, el territorio de Filistea estaba dividido en cinco ciudades-estado con sus territorios, con un rey o señor en cada una (Gaza, Asdod, Ascalón, Gat, Ecrón: Jos. 13:2, 3). 

    Josué 13:2, 3

    2 Esta es la tierra que queda: todos los territorios de los filisteos, y todos los de los gesureos;

    3 desde Sihor, que está al oriente de Egipto, hasta el límite de Ecrón al norte, que se considera de los cananeos; de los cinco príncipes de los filisteos, el gazeo, el asdodeo, el ascaloneo, el geteo y el ecroneo; también los aveos;

    En época de los jueces oprimen a Israel, interviniendo Samgar contra ellos (Jue. 3:31). 

    Jueces 3:31

    Samgar liberta a Israel de los filisteos

    31 Después de él fue Samgar hijo de Anat, el cual mató a seiscientos hombres de los filisteos con una aguijada de bueyes; y él también salvó a Israel.

    Hubo entonces guerras intermitentes entre filisteos e israelitas. Su conocimiento de la metalurgia del hierro, desconocida por los israelitas, los dotó de una enorme superioridad militar sobre estos últimos (1 S. 13:20). 

    1 Samuel 13:20

    20 Por lo cual todos los de Israel tenían que descender a los filisteos para afilar cada uno la reja de su arado, su azadón, su hacha o su hoz.

    En los primeros tiempos de la monarquía israelita hubo un fuerte choque con ellos, en el que Saúl perdió la vida (1 S. 31). 

    1 Samuel 31

    Muerte de Saúl y de sus hijos

    1 Los filisteos, pues, pelearon contra Israel, y los de Israel huyeron delante de los filisteos, y cayeron muertos en el monte de Gilboa.

    2 Y siguiendo los filisteos a Saúl y a sus hijos, mataron a Jonatán, a Abinadab y a Malquisúa, hijos de Saúl.

    3 Y arreció la batalla contra Saúl, y le alcanzaron los flecheros, y tuvo gran temor de ellos.

    4 Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada, y traspásame con ella, para que no vengan estos incircuncisos y me traspasen, y me escarnezcan. Mas su escudero no quería, porque tenía gran temor. Entonces tomó Saúl su propia espada y se echó sobre ella.

    5 Y viendo su escudero a Saúl muerto, él también se echó sobre su espada, y murió con él.

    6 Así murió Saúl en aquel día, juntamente con sus tres hijos, y su escudero, y todos sus varones.

    7 Y los de Israel que eran del otro lado del valle, y del otro lado del Jordán, viendo que Israel había huido y que Saúl y sus hijos habían sido muertos, dejaron las ciudades y huyeron; y los filisteos vinieron y habitaron en ellas.

    8 Aconteció al siguiente día, que viniendo los filisteos a despojar a los muertos, hallaron a Saúl y a sus tres hijos tendidos en el monte de Gilboa.

    9 Y le cortaron la cabeza, y le despojaron de las armas; y enviaron mensajeros por toda la tierra de los filisteos, para que llevaran las buenas nuevas al templo de sus ídolos y al pueblo.

    10 Y pusieron sus armas en el templo de Astarot, y colgaron su cuerpo en el muro de Bet-sán.

    11 Mas oyendo los de Jabes de Galaad esto que los filisteos hicieron a Saúl,

    12 todos los hombres valientes se levantaron, y anduvieron toda aquella noche, y quitaron el cuerpo de Saúl y los cuerpos de sus hijos del muro de Bet-sán; y viniendo a Jabes, los quemaron allí.

    13 Y tomando sus huesos, los sepultaron debajo de un árbol en Jabes, y ayunaron siete días.

    David los sometió (2 S. 5:25); bajo Salomón quedaron reducidos a la condición de tributarios (1 R. 4:21). 

    2 Samuel 5:25

    25 Y David lo hizo así, como Jehová se lo había mandado; e hirió a los filisteos desde Geba hasta llegar a Gezer.

    1 Reyes 4:21

    21 Y Salomón señoreaba sobre todos los reinos desde el Eufrates hasta la tierra de los filisteos y el límite con Egipto; y traían presentes, y sirvieron a Salomón todos los días que vivió.

    Al dividirse el reino bajo Roboam, los filisteos consiguieron recobrar mucho de su antigua independencia. Uzías (2 Cr. 26:6, 7) y Ezequías (2 R. 18:8) los quebrantaron. 

    2 Crónicas 26:6, 7

    6 Y salió, y peleó contra los filisteos, y rompió el muro de Gat, y el muro de Jabnia, y el muro de Asdod; y edificó ciudades en Asdod, y en la tierra de los filisteos.

    7 Dios le dio ayuda contra los filisteos, y contra los árabes que habitaban en Gur-baal, y contra los amonitas.

    2 Reyes 18:8

    8 Hirió también a los filisteos hasta Gaza y sus fronteras, desde las torres de las atalayas hasta la ciudad fortificada.

    A la caída del reino norteño de Israel en el año 721 a.C. los filisteos se dedicaron a hostigar al rey Acaz, dándose asimismo una fuerte tensión entre ellos y los asirios en su competencia por el control de Judá (inscripciones de Tiglat-pileser y Sargón). 

    El final definitivo de los filisteos tuvo lugar bajo uno de los reyes de la XXVI dinastía egipcia (Jer. 47:1-5), aunque no puede descartarse que asirios o babilonios tuvieran su parte en su extinción. 

    Jeremías 47:1-5

    Profecía sobre los filisteos

    1 Palabra de Jehová que vino al profeta Jeremías acerca de los filisteos, antes que Faraón destruyese a Gaza.

    2 Así ha dicho Jehová: He aquí que suben aguas del norte, y se harán torrente; inundarán la tierra y su plenitud, la ciudad y los moradores de ella; y los hombres clamarán, y lamentará todo morador de la tierra.

    3 Por el sonido de los cascos de sus caballos, por el alboroto de sus carros, por el estruendo de sus ruedas, los padres no cuidaron a los hijos por la debilidad de sus manos;

    4 a causa del día que viene para destrucción de todos los filisteos, para destruir a Tiro y a Sidón todo aliado que les queda todavía; porque Jehová destruirá a los filisteos, al resto de la costa de Caftor.

    5 Gaza fue rapada, Ascalón ha perecido, y el resto de su valle; ¿hasta cuándo te sajarás?

    Los problemas cronológicos que afectan a la reconstrucción de la historia de Egipto (véase EGIPTO) tienen su reflejo en el tratamiento que se da a la historia de los filisteos. 

    Según el marco cronológico comúnmente difundido, se identifica a los filisteos con los llamados «Pueblos del Mar», desembarcados en las costas de Canaán en el año 1.200 a.C., y siendo posteriormente rechazados por los egipcios, acaudillados por Ramsés III. 

    Sin embargo, el estrecho examen de la llamada nueva cerámica no permite la identificación de los Pueblos del Mar con los filisteos. 

    Por otra parte, la destrucción de Ascalón por Senaquerib (705-681 a.C.) en una expedición de castigo se halla arqueológicamente en el nivel inmediatamente inferior al de la ocupación de esta localidad por los Pueblos del Mar. 

    Así, la irrupción de los Pueblos del Mar no tuvo lugar en 1.200 a.C. sino, siguiendo la cronología revisada de Egipto, alrededor del año 700 a.C. 

    Estos Pueblos del Mar fueron una migración de pueblos helénicos muy posterior al establecimiento en Palestina de los filisteos. La identificación de los filisteos con los Pueblos del Mar no solamente contradice a las Escrituras, sino también la evidencia monumental de la existencia anterior de adoradores de Dagón en Ascalón. 

    Esta identificación de los Pueblos del Mar con los filisteos reposa en una mera suposición que su originador, Brugsch, abandonó posteriormente, pero que parece tener una fuerte tendencia a perpetuarse. 

    Los filisteos eran idólatras. Tenían diversos centros de culto dedicados a varios dioses: Gaza y Asdod eran centros del culto a Dagón; Ascalón era un centro de adoración para Astoret, y Ecrón era la sede de Baal-zebub (1 S. 5:2; 2 R. 1:1-16). 

    1 Samuel 5:2 

    2 Y tomaron los filisteos el arca de Dios, y la metieron en la casa de Dagón, y la pusieron junto a Dagón.

    2 Reyes 1:1-16

    Muerte de Ocozías

    1 Después de la muerte de Acab, se rebeló Moab contra Israel.

    2 Y Ocozías cayó por la ventana de una sala de la casa que tenía en Samaria; y estando enfermo, envió mensajeros, y les dijo: Id y consultad a Baal-zebub dios de Ecrón, si he de sanar de esta mi enfermedad.

    3 Entonces el ángel de Jehová habló a Elías tisbita, diciendo: Levántate, y sube a encontrarte con los mensajeros del rey de Samaria, y diles: ¿No hay Dios en Israel, que vais a consultar a Baal-zebub dios de Ecrón?

    4 Por tanto, así ha dicho Jehová: Del lecho en que estás no te levantarás, sino que ciertamente morirás. Y Elías se fue.

    5 Cuando los mensajeros se volvieron al rey, él les dijo: ¿Por qué os habéis vuelto?

    6 Ellos le respondieron: Encontramos a un varón que nos dijo: Id, y volveos al rey que os envió, y decidle: Así ha dicho Jehová: ¿No hay Dios en Israel, que tú envías a consultar a Baal-zebub dios de Ecrón? Por tanto, del lecho en que estás no te levantarás; de cierto morirás.

    7 Entonces él les dijo: ¿Cómo era aquel varón que encontrasteis, y os dijo tales palabras?

    8 Y ellos le respondieron: Un varón que tenía vestido de pelo, y ceñía sus lomos con un cinturón de cuero. Entonces él dijo: Es Elías tisbita.

    9 Luego envió a él un capitán de cincuenta con sus cincuenta, el cual subió a donde él estaba; y he aquí que él estaba sentado en la cumbre del monte. Y el capitán le dijo: Varón de Dios, el rey ha dicho que desciendas.

    10 Y Elías respondió y dijo al capitán de cincuenta: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, que lo consumió a él y a sus cincuenta.

    11 Volvió el rey a enviar a él otro capitán de cincuenta con sus cincuenta; y le habló y dijo: Varón de Dios, el rey ha dicho así: Desciende pronto.

    12 Y le respondió Elías y dijo: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, y lo consumió a él y a sus cincuenta.

    13 Volvió a enviar al tercer capitán de cincuenta con sus cincuenta; y subiendo aquel tercer capitán de cincuenta, se puso de rodillas delante de Elías y le rogó, diciendo: Varón de Dios, te ruego que sea de valor delante de tus ojos mi vida, y la vida de estos tus cincuenta siervos.

    14 He aquí ha descendido fuego del cielo, y ha consumido a los dos primeros capitanes de cincuenta con sus cincuenta; sea estimada ahora mi vida delante de tus ojos.

    15 Entonces el ángel de Jehová dijo a Elías: Desciende con él; no tengas miedo de él. Y él se levantó, y descendió con él al rey.

    16 Y le dijo: Así ha dicho Jehová: Por cuanto enviaste mensajeros a consultar a Baal-zebub dios de Ecrón, ¿no hay Dios en Israel para consultar en su palabra? No te levantarás, por tanto, del lecho en que estás, sino que de cierto morirás.

    Bibliografía: 

    D. A. Courville: «The Exodus Problem and its Ramiflcations» (Challenge books, Loma Linda, California 1971); 

    J. P. Free: «Archaeology and Bible History» (Van Kampen Press, Wheaton, Illinois, 1950); 

    I. Velikovsky: «Ages in Chaos» (Doubleday, Garden City, New York 1952).

    VÉASE: Egipto
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  • Filisteos
    Descendientes de Filistim a través de Casluhim, hijo de Mizraím (Gn. 10:13, 14). 

    Génesis 10:13, 14

    13 Mizraim engendró a Ludim, a Anamim, a Lehabim, a Naftuhim,

    14 a Patrusim, a Casluhim, de donde salieron los filisteos, y a Caftorim.

    Procedían de Caftor, que probablemente es Creta (Jer. 43:4), la egipcia Kefti o Keftiu, aunque hay eruditos que sitúan su origen en Capadocia. 

    Jeremías 43:4

    4 No obedeció, pues, Johanán hijo de Carea y todos los oficiales de la gente de guerra y todo el pueblo, a la voz de Jehová para quedarse en tierra de Judá,

    Ya cuando Abraham fue a morar en Gerar se encontraban en el suroeste de Palestina (Gn. 20); tanto Abraham como Isaac tuvieron ciertos problemas con ellos por unos pozos que habían cavado (Gn. 21:25-34; 26:1-18). 

    Génesis 20

    Abraham y Abimelec

    1 De allí partió Abraham a la tierra del Neguev, y acampó entre Cades y Shur, y habitó como forastero en Gerar.

    2 Y dijo Abraham de Sara su mujer: Es mi hermana. Y Abimelec rey de Gerar envió y tomó a Sara.

    3 Pero Dios vino a Abimelec en sueños de noche, y le dijo: He aquí, muerto eres, a causa de la mujer que has tomado, la cual es casada con marido.

    4 Mas Abimelec no se había llegado a ella, y dijo: Señor, ¿matarás también al inocente?

    5 ¿No me dijo él: Mi hermana es; y ella también dijo: Es mi hermano? con sencillez de mi corazón y con limpieza de mis manos he hecho esto.

    6 Y le dijo Dios en sueños: Yo también sé que con integridad de tu corazón has hecho esto; y yo también te detuve de pecar contra mí, y así no te permití que la tocases.

    7 Ahora, pues, devuelve la mujer a su marido; porque es profeta, y orará por ti, y vivirás. Y si no la devolvieres, sabe que de cierto morirás tú, y todos los tuyos.

    8 Entonces Abimelec se levantó de mañana y llamó a todos sus siervos, y dijo todas estas palabras en los oídos de ellos; y temieron los hombres en gran manera.

    9 Después llamó Abimelec a Abraham, y le dijo: ¿Qué nos has hecho? ¿En qué pequé yo contra ti, que has atraído sobre mí y sobre mi reino tan grande pecado? Lo que no debiste hacer has hecho conmigo.

    10 Dijo también Abimelec a Abraham: ¿Qué pensabas, para que hicieses esto?

    11 Y Abraham respondió: Porque dije para mí: Ciertamente no hay temor de Dios en este lugar, y me matarán por causa de mi mujer.

    12 Y a la verdad también es mi hermana, hija de mi padre, mas no hija de mi madre, y la tomé por mujer.

    13 Y cuando Dios me hizo salir errante de la casa de mi padre, yo le dije: Esta es la merced que tú harás conmigo, que en todos los lugares adonde lleguemos, digas de mí: Mi hermano es.

    14 Entonces Abimelec tomó ovejas y vacas, y siervos y siervas, y se los dio a Abraham, y le devolvió a Sara su mujer.

    15 Y dijo Abimelec: He aquí mi tierra está delante de ti; habita donde bien te parezca.

    16 Y a Sara dijo: He aquí he dado mil monedas de plata a tu hermano; mira que él te es como un velo para los ojos de todos los que están contigo, y para con todos; así fue vindicada.

    17 Entonces Abraham oró a Dios; y Dios sanó a Abimelec y a su mujer, y a sus siervas, y tuvieron hijos.

    18 Porque Jehová había cerrado completamente toda matriz de la casa de Abimelec, a causa de Sara mujer de Abraham.

    Génesis 21:25-34 

    25 Y Abraham reconvino a Abimelec a causa de un pozo de agua, que los siervos de Abimelec le habían quitado.

    26 Y respondió Abimelec: No sé quién haya hecho esto, ni tampoco tú me lo hiciste saber, ni yo lo he oído hasta hoy.

    27 Y tomó Abraham ovejas y vacas, y dio a Abimelec; e hicieron ambos pacto.

    28 Entonces puso Abraham siete corderas del rebaño aparte.

    29 Y dijo Abimelec a Abraham: ¿Qué significan esas siete corderas que has puesto aparte?

    30 Y él respondió: Que estas siete corderas tomarás de mi mano, para que me sirvan de testimonio de que yo cavé este pozo.

    31 Por esto llamó a aquel lugar Beerseba; porque allí juraron ambos.

    32 Así hicieron pacto en Beerseba; y se levantó Abimelec, y Ficol príncipe de su ejército, y volvieron a tierra de los filisteos.

    33 Y plantó Abraham un árbol tamarisco en Beerseba, e invocó allí el nombre de Jehová Dios eterno.

    34 Y moró Abraham en tierra de los filisteos muchos días.

    Génesis 26:1-18

    Isaac en Gerar

    1 Después hubo hambre en la tierra, además de la primera hambre que hubo en los días de Abraham; y se fue Isaac a Abimelec rey de los filisteos, en Gerar.

    2 Y se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré.

    3 Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre.

    4 Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente,

    5 por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.

    6 Habitó, pues, Isaac en Gerar.

    7 Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer; y él respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; pensando que tal vez los hombres del lugar lo matarían por causa de Rebeca, pues ella era de hermoso aspecto.

    8 Sucedió que después que él estuvo allí muchos días, Abimelec, rey de los filisteos, mirando por una ventana, vio a Isaac que acariciaba a Rebeca su mujer.

    9 Y llamó Abimelec a Isaac, y dijo: He aquí ella es de cierto tu mujer. ¿Cómo, pues, dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque dije: Quizá moriré por causa de ella.

    10 Y Abimelec dijo: ¿Por qué nos has hecho esto? Por poco hubiera dormido alguno del pueblo con tu mujer, y hubieras traído sobre nosotros el pecado.

    11 Entonces Abimelec mandó a todo el pueblo, diciendo: El que tocare a este hombre o a su mujer, de cierto morirá.

    12 Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová.

    13 El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso.

    14 Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los filisteos le tuvieron envidia.

    15 Y todos los pozos que habían abierto los criados de Abraham su padre en sus días, los filisteos los habían cegado y llenado de tierra.

    16 Entonces dijo Abimelec a Isaac: Apártate de nosotros, porque mucho más poderoso que nosotros te has hecho.

    17 E Isaac se fue de allí, y acampó en el valle de Gerar, y habitó allí.

    18 Y volvió a abrir Isaac los pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham su padre, y que los filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham; y los llamó por los nombres que su padre los había llamado.

    Eran una nación guerrera, siendo ésta la razón por la que Dios no llevó a los israelitas por tierra de ellos al sacarlos de Egipto (Éx. 13:17). 

    Éxodo 13:17

    La columna de nube y de fuego

    17 Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelva a Egipto.

    En época de Josué, el territorio de Filistea estaba dividido en cinco ciudades-estado con sus territorios, con un rey o señor en cada una (Gaza, Asdod, Ascalón, Gat, Ecrón: Jos. 13:2, 3). 

    Josué 13:2, 3

    2 Esta es la tierra que queda: todos los territorios de los filisteos, y todos los de los gesureos;

    3 desde Sihor, que está al oriente de Egipto, hasta el límite de Ecrón al norte, que se considera de los cananeos; de los cinco príncipes de los filisteos, el gazeo, el asdodeo, el ascaloneo, el geteo y el ecroneo; también los aveos;

    En época de los jueces oprimen a Israel, interviniendo Samgar contra ellos (Jue. 3:31). 

    Jueces 3:31

    Samgar liberta a Israel de los filisteos

    31 Después de él fue Samgar hijo de Anat, el cual mató a seiscientos hombres de los filisteos con una aguijada de bueyes; y él también salvó a Israel.

    Hubo entonces guerras intermitentes entre filisteos e israelitas. Su conocimiento de la metalurgia del hierro, desconocida por los israelitas, los dotó de una enorme superioridad militar sobre estos últimos (1 S. 13:20). 

    1 Samuel 13:20

    20 Por lo cual todos los de Israel tenían que descender a los filisteos para afilar cada uno la reja de su arado, su azadón, su hacha o su hoz.

    En los primeros tiempos de la monarquía israelita hubo un fuerte choque con ellos, en el que Saúl perdió la vida (1 S. 31). 

    1 Samuel 31

    Muerte de Saúl y de sus hijos

    1 Los filisteos, pues, pelearon contra Israel, y los de Israel huyeron delante de los filisteos, y cayeron muertos en el monte de Gilboa.

    2 Y siguiendo los filisteos a Saúl y a sus hijos, mataron a Jonatán, a Abinadab y a Malquisúa, hijos de Saúl.

    3 Y arreció la batalla contra Saúl, y le alcanzaron los flecheros, y tuvo gran temor de ellos.

    4 Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada, y traspásame con ella, para que no vengan estos incircuncisos y me traspasen, y me escarnezcan. Mas su escudero no quería, porque tenía gran temor. Entonces tomó Saúl su propia espada y se echó sobre ella.

    5 Y viendo su escudero a Saúl muerto, él también se echó sobre su espada, y murió con él.

    6 Así murió Saúl en aquel día, juntamente con sus tres hijos, y su escudero, y todos sus varones.

    7 Y los de Israel que eran del otro lado del valle, y del otro lado del Jordán, viendo que Israel había huido y que Saúl y sus hijos habían sido muertos, dejaron las ciudades y huyeron; y los filisteos vinieron y habitaron en ellas.

    8 Aconteció al siguiente día, que viniendo los filisteos a despojar a los muertos, hallaron a Saúl y a sus tres hijos tendidos en el monte de Gilboa.

    9 Y le cortaron la cabeza, y le despojaron de las armas; y enviaron mensajeros por toda la tierra de los filisteos, para que llevaran las buenas nuevas al templo de sus ídolos y al pueblo.

    10 Y pusieron sus armas en el templo de Astarot, y colgaron su cuerpo en el muro de Bet-sán.

    11 Mas oyendo los de Jabes de Galaad esto que los filisteos hicieron a Saúl,

    12 todos los hombres valientes se levantaron, y anduvieron toda aquella noche, y quitaron el cuerpo de Saúl y los cuerpos de sus hijos del muro de Bet-sán; y viniendo a Jabes, los quemaron allí.

    13 Y tomando sus huesos, los sepultaron debajo de un árbol en Jabes, y ayunaron siete días.

    David los sometió (2 S. 5:25); bajo Salomón quedaron reducidos a la condición de tributarios (1 R. 4:21). 

    2 Samuel 5:25

    25 Y David lo hizo así, como Jehová se lo había mandado; e hirió a los filisteos desde Geba hasta llegar a Gezer.

    1 Reyes 4:21

    21 Y Salomón señoreaba sobre todos los reinos desde el Eufrates hasta la tierra de los filisteos y el límite con Egipto; y traían presentes, y sirvieron a Salomón todos los días que vivió.

    Al dividirse el reino bajo Roboam, los filisteos consiguieron recobrar mucho de su antigua independencia. Uzías (2 Cr. 26:6, 7) y Ezequías (2 R. 18:8) los quebrantaron. 

    2 Crónicas 26:6, 7

    6 Y salió, y peleó contra los filisteos, y rompió el muro de Gat, y el muro de Jabnia, y el muro de Asdod; y edificó ciudades en Asdod, y en la tierra de los filisteos.

    7 Dios le dio ayuda contra los filisteos, y contra los árabes que habitaban en Gur-baal, y contra los amonitas.

    2 Reyes 18:8

    8 Hirió también a los filisteos hasta Gaza y sus fronteras, desde las torres de las atalayas hasta la ciudad fortificada.

    A la caída del reino norteño de Israel en el año 721 a.C. los filisteos se dedicaron a hostigar al rey Acaz, dándose asimismo una fuerte tensión entre ellos y los asirios en su competencia por el control de Judá (inscripciones de Tiglat-pileser y Sargón). 

    El final definitivo de los filisteos tuvo lugar bajo uno de los reyes de la XXVI dinastía egipcia (Jer. 47:1-5), aunque no puede descartarse que asirios o babilonios tuvieran su parte en su extinción. 

    Jeremías 47:1-5

    Profecía sobre los filisteos

    1 Palabra de Jehová que vino al profeta Jeremías acerca de los filisteos, antes que Faraón destruyese a Gaza.

    2 Así ha dicho Jehová: He aquí que suben aguas del norte, y se harán torrente; inundarán la tierra y su plenitud, la ciudad y los moradores de ella; y los hombres clamarán, y lamentará todo morador de la tierra.

    3 Por el sonido de los cascos de sus caballos, por el alboroto de sus carros, por el estruendo de sus ruedas, los padres no cuidaron a los hijos por la debilidad de sus manos;

    4 a causa del día que viene para destrucción de todos los filisteos, para destruir a Tiro y a Sidón todo aliado que les queda todavía; porque Jehová destruirá a los filisteos, al resto de la costa de Caftor.

    5 Gaza fue rapada, Ascalón ha perecido, y el resto de su valle; ¿hasta cuándo te sajarás?

    Los problemas cronológicos que afectan a la reconstrucción de la historia de Egipto (véase EGIPTO) tienen su reflejo en el tratamiento que se da a la historia de los filisteos. 

    Según el marco cronológico comúnmente difundido, se identifica a los filisteos con los llamados «Pueblos del Mar», desembarcados en las costas de Canaán en el año 1.200 a.C., y siendo posteriormente rechazados por los egipcios, acaudillados por Ramsés III. 

    Sin embargo, el estrecho examen de la llamada nueva cerámica no permite la identificación de los Pueblos del Mar con los filisteos. 

    Por otra parte, la destrucción de Ascalón por Senaquerib (705-681 a.C.) en una expedición de castigo se halla arqueológicamente en el nivel inmediatamente inferior al de la ocupación de esta localidad por los Pueblos del Mar. 

    Así, la irrupción de los Pueblos del Mar no tuvo lugar en 1.200 a.C. sino, siguiendo la cronología revisada de Egipto, alrededor del año 700 a.C. 

    Estos Pueblos del Mar fueron una migración de pueblos helénicos muy posterior al establecimiento en Palestina de los filisteos. La identificación de los filisteos con los Pueblos del Mar no solamente contradice a las Escrituras, sino también la evidencia monumental de la existencia anterior de adoradores de Dagón en Ascalón. 

    Esta identificación de los Pueblos del Mar con los filisteos reposa en una mera suposición que su originador, Brugsch, abandonó posteriormente, pero que parece tener una fuerte tendencia a perpetuarse. 

    Los filisteos eran idólatras. Tenían diversos centros de culto dedicados a varios dioses: Gaza y Asdod eran centros del culto a Dagón; Ascalón era un centro de adoración para Astoret, y Ecrón era la sede de Baal-zebub (1 S. 5:2; 2 R. 1:1-16). 

    1 Samuel 5:2 

    2 Y tomaron los filisteos el arca de Dios, y la metieron en la casa de Dagón, y la pusieron junto a Dagón.

    2 Reyes 1:1-16

    Muerte de Ocozías

    1 Después de la muerte de Acab, se rebeló Moab contra Israel.

    2 Y Ocozías cayó por la ventana de una sala de la casa que tenía en Samaria; y estando enfermo, envió mensajeros, y les dijo: Id y consultad a Baal-zebub dios de Ecrón, si he de sanar de esta mi enfermedad.

    3 Entonces el ángel de Jehová habló a Elías tisbita, diciendo: Levántate, y sube a encontrarte con los mensajeros del rey de Samaria, y diles: ¿No hay Dios en Israel, que vais a consultar a Baal-zebub dios de Ecrón?

    4 Por tanto, así ha dicho Jehová: Del lecho en que estás no te levantarás, sino que ciertamente morirás. Y Elías se fue.

    5 Cuando los mensajeros se volvieron al rey, él les dijo: ¿Por qué os habéis vuelto?

    6 Ellos le respondieron: Encontramos a un varón que nos dijo: Id, y volveos al rey que os envió, y decidle: Así ha dicho Jehová: ¿No hay Dios en Israel, que tú envías a consultar a Baal-zebub dios de Ecrón? Por tanto, del lecho en que estás no te levantarás; de cierto morirás.

    7 Entonces él les dijo: ¿Cómo era aquel varón que encontrasteis, y os dijo tales palabras?

    8 Y ellos le respondieron: Un varón que tenía vestido de pelo, y ceñía sus lomos con un cinturón de cuero. Entonces él dijo: Es Elías tisbita.

    9 Luego envió a él un capitán de cincuenta con sus cincuenta, el cual subió a donde él estaba; y he aquí que él estaba sentado en la cumbre del monte. Y el capitán le dijo: Varón de Dios, el rey ha dicho que desciendas.

    10 Y Elías respondió y dijo al capitán de cincuenta: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, que lo consumió a él y a sus cincuenta.

    11 Volvió el rey a enviar a él otro capitán de cincuenta con sus cincuenta; y le habló y dijo: Varón de Dios, el rey ha dicho así: Desciende pronto.

    12 Y le respondió Elías y dijo: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, y lo consumió a él y a sus cincuenta.

    13 Volvió a enviar al tercer capitán de cincuenta con sus cincuenta; y subiendo aquel tercer capitán de cincuenta, se puso de rodillas delante de Elías y le rogó, diciendo: Varón de Dios, te ruego que sea de valor delante de tus ojos mi vida, y la vida de estos tus cincuenta siervos.

    14 He aquí ha descendido fuego del cielo, y ha consumido a los dos primeros capitanes de cincuenta con sus cincuenta; sea estimada ahora mi vida delante de tus ojos.

    15 Entonces el ángel de Jehová dijo a Elías: Desciende con él; no tengas miedo de él. Y él se levantó, y descendió con él al rey.

    16 Y le dijo: Así ha dicho Jehová: Por cuanto enviaste mensajeros a consultar a Baal-zebub dios de Ecrón, ¿no hay Dios en Israel para consultar en su palabra? No te levantarás, por tanto, del lecho en que estás, sino que de cierto morirás.

    Bibliografía: 

    D. A. Courville: «The Exodus Problem and its Ramiflcations» (Challenge books, Loma Linda, California 1971); 

    J. P. Free: «Archaeology and Bible History» (Van Kampen Press, Wheaton, Illinois, 1950); 

    I. Velikovsky: «Ages in Chaos» (Doubleday, Garden City, New York 1952).

    VÉASE:
    Egipto
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