Diccionario
Diccionario
  • Endemoniado

    Persona poseída y dominada por un demonio (Mt. 4:24). 

    Mateo 4:24

    24 Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó.

    Algunas veces el espíritu producía enfermedades ordinarias. El muchacho que tenía un espíritu sordomudo sufría accesos como de epilepsia (Mr. 9:14-29). 

    Marcos 9:14-29

    Jesús sana a un muchacho endemoniado

    14 Cuando llegó a donde estaban los discípulos, vio una gran multitud alrededor de ellos, y escribas que disputaban con ellos.

    15 Y en seguida toda la gente, viéndole, se asombró, y corriendo a él, le saludaron.

    16 El les preguntó: ¿Qué disputáis con ellos?

    17 Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo,

    18 el cual, dondequiera que le toma, le sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron.

    19 Y respondiendo él, les dijo: ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo.

    20 Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho, quien cayendo en tierra se revolcaba, echando espumarajos.

    21 Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él dijo: Desde niño.

    22 Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos.

    23 Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.

    24 E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.

    25 Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él.

    26 Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndole con violencia, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían: Está muerto.

    27 Pero Jesús, tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó.

    28 Cuando él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera?

    29 Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.

    De aquí la opinión de que la posesión demoníaca era sólo una hipótesis judaica para explicar las enfermedades y sus efectos. 

    Dicho punto de vista no toma en cuenta que los demonios: hablaban y sabían más que los hombres (Mr. 1:23-24); reconocían su propia individualidad (Mt. 8:31); que Jesús reconoce su existencia e instruye a sus discípulos acerca de ellos (Mr. 9:29); que los discípulos informaron que los demonios se les sujetaban (Lc. 10:17-20). 

    Marcos 1:23-24

    23 Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces,

    24 diciendo: ¡Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios.

    Mateo 8:31

    31 Y los demonios le rogaron diciendo: Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato de cerdos.

    Marcos 9:29

    29 Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.

    Lucas 10:17-20

    Regreso de los setenta

    17 Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.

    18 Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.

    19 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.

    20 Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.

    Aun el hombre que se encontraba degradado y debilitado por su pecado era presa del demonio (1 S. 16:14, 15). 

    1 Samuel 16:14, 15

    David toca para Saúl

    14 El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová.

    15 Y los criados de Saúl le dijeron: He aquí ahora, un espíritu malo de parte de Dios te atormenta.

    Para los hebreos antiguos toda enfermedad era consecuencia del pecado, mientras que para los griegos todo pecador era un enfermo. (Véase ENFERMEDAD, EXORCISTA, DEMONIO, MILAGRO).

    VÉASE: Enfermedad - Sanidad , Exorcista , Demonio , Milagro
  • DICCIONARIO
Comparte este sitio
  • Endemoniado

    Persona poseída y dominada por un demonio (Mt. 4:24). 

    Mateo 4:24

    24 Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó.

    Algunas veces el espíritu producía enfermedades ordinarias. El muchacho que tenía un espíritu sordomudo sufría accesos como de epilepsia (Mr. 9:14-29). 

    Marcos 9:14-29

    Jesús sana a un muchacho endemoniado

    14 Cuando llegó a donde estaban los discípulos, vio una gran multitud alrededor de ellos, y escribas que disputaban con ellos.

    15 Y en seguida toda la gente, viéndole, se asombró, y corriendo a él, le saludaron.

    16 El les preguntó: ¿Qué disputáis con ellos?

    17 Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo,

    18 el cual, dondequiera que le toma, le sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron.

    19 Y respondiendo él, les dijo: ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo.

    20 Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho, quien cayendo en tierra se revolcaba, echando espumarajos.

    21 Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él dijo: Desde niño.

    22 Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos.

    23 Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.

    24 E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.

    25 Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él.

    26 Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndole con violencia, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían: Está muerto.

    27 Pero Jesús, tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó.

    28 Cuando él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera?

    29 Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.

    De aquí la opinión de que la posesión demoníaca era sólo una hipótesis judaica para explicar las enfermedades y sus efectos. 

    Dicho punto de vista no toma en cuenta que los demonios: hablaban y sabían más que los hombres (Mr. 1:23-24); reconocían su propia individualidad (Mt. 8:31); que Jesús reconoce su existencia e instruye a sus discípulos acerca de ellos (Mr. 9:29); que los discípulos informaron que los demonios se les sujetaban (Lc. 10:17-20). 

    Marcos 1:23-24

    23 Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces,

    24 diciendo: ¡Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios.

    Mateo 8:31

    31 Y los demonios le rogaron diciendo: Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato de cerdos.

    Marcos 9:29

    29 Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.

    Lucas 10:17-20

    Regreso de los setenta

    17 Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.

    18 Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.

    19 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.

    20 Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.

    Aun el hombre que se encontraba degradado y debilitado por su pecado era presa del demonio (1 S. 16:14, 15). 

    1 Samuel 16:14, 15

    David toca para Saúl

    14 El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová.

    15 Y los criados de Saúl le dijeron: He aquí ahora, un espíritu malo de parte de Dios te atormenta.

    Para los hebreos antiguos toda enfermedad era consecuencia del pecado, mientras que para los griegos todo pecador era un enfermo. (Véase ENFERMEDAD, EXORCISTA, DEMONIO, MILAGRO).

    VÉASE:
    Enfermedad - Sanidad , Exorcista , Demonio , Milagro
Comparte este sitio
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información y limitar el uso de cookies en nuestra política de cookies.