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  • Antioquía
    Ciudad situada junto al río Orontes al pie del monte Silpio, en la fértil Cilicia, hoy enclavada en Siria. La ciudad está a unos 480 Km. de Jerusalén y casi a 30 del Mediterráneo. 

    Esta importante población estaba en el cruce de los intereses comerciales y de las civilizaciones del Antiguo Oriente, al tener acceso fácilmente a las comunicaciones marítimas y estar emplazada en el cruce de importantes vías terrestres. Fue construida por Seleuco Nicátor en el año 300 antes de Cristo y le dio el nombre en honor de su padre Antíoco. 

    La ciudad pasó a la colonia romana de Siria en el año 66 antes de Cristo. Bajo los romanos prosperó bastante, llegando a ser conocida como la «reina del Este», y fue la tercera población del Imperio, después de Roma y de Alejandría. En la época del Nuevo Testamento sus moradores eran griegos, romanos, sirios y judíos. 

    En la ciudad propiamente dicha se hablaba el griego, pero en ciertos suburbios se hablaba el arameo. Sus habitantes gozaban fama de volubles, sarcásticos y disolutos en las costumbres, y esto último debido a los ritos licenciosos que se celebraban en el templo de Apolo que se alzaba en los bosques de Dafne. 

    La numerosa colonia judía, que se componía de miembros adinerados de la diáspora, conoció el Evangelio bien poco después de la muerte de Esteban (Hch. 11:19); 

    Hechos 11:19

    19 Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución que hubo con motivo de Esteban, pasaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando a nadie la palabra, sino sólo a los judíos.

    y fue precisamente allí donde primero se predicó el mensaje cristiano a los paganos y donde los seguidores de Cristo recibieron el nombre de «cristianos» (Hch. 11:26). 

    Hechos 11:26

    26 Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.

    Visitada primero por Bernabé (Hch. 11:22 s), luego por Bernabé y Pablo (Hch. 11:25), 

    Hechos 11:22

    22 Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía.

    Hechos 11:25

    25 Después fue Bernabé a Tarso para buscar a Saulo; y hallándole, le trajo a Antioquía.

    Antioquía fue punto de partida y de retorno de los dos primeros viajes misionales (Hch. 13:1-3; 14:26-28; 15:40 s; 18:22). 

    Hechos 13:1-3

    1 Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo.

    2 Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.

    3 Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.

    Hechos 14:26-28

    26 De allí navegaron a Antioquía, desde donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían cumplido.

    27 Y habiendo llegado, y reunido a la iglesia, refirieron cuán grandes cosas había hecho Dios con ellos, y cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles.

    28 Y se quedaron allí mucho tiempo con los discípulos.

    Hechos 15:40

    40 y Pablo, escogiendo a Silas, salió encomendado por los hermanos a la gracia del Señor,

    Hechos 18:22

    22 Habiendo arribado a Cesarea, subió para saludar a la iglesia, y luego descendió a Antioquía.

    A pesar de que los acomodados cristianos de Antioquía ayudaban a sus hermanos de Palestina (Hch. 11:27-30), 

    Hechos 11:27-30

    27 En aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía.

    28 Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio.

    29 Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban en Judea;

    30 lo cual en efecto hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.

    por su modo de vivir y sus tendencias dieron motivo al concilio apostólico y a que éste aconsejara que también los gentiles convertidos se sometieran a ciertas prácticas de la ley mosaica. 

    Fue punto de apoyo de la actividad misionera de la primitiva Iglesia (Hch. 13:1-3; 14:26-28; 15:35-40; 18:22). 

    Hechos 13:1-3

    1 Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo.

    2 Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.

    3 Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.

    Hechos 14:26-28

    26 De allí navegaron a Antioquía, desde donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían cumplido.

    27 Y habiendo llegado, y reunido a la iglesia, refirieron cuán grandes cosas había hecho Dios con ellos, y cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles.

    28 Y se quedaron allí mucho tiempo con los discípulos.

    Hechos 15:35-40

    35 Y Pablo y Bernabé continuaron en Antioquía, enseñando la palabra del Señor y anunciando el evangelio con otros muchos.

    Pablo se separa de Bernabé, y comienza su segundo viaje misionero

    36 Después de algunos días, Pablo dijo a Bernabé: Volvamos a visitar a los hermanos en todas las ciudades en que hemos anunciado la palabra del Señor, para ver cómo están.

    37 Y Bernabé quería que llevasen consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos;

    38 pero a Pablo no le parecía bien llevar consigo al que se había apartado de ellos desde Panfilia, y no había ido con ellos a la obra.

    39 Y hubo tal desacuerdo entre ellos, que se separaron el uno del otro; Bernabé, tomando a Marcos, navegó a Chipre,

    40 y Pablo, escogiendo a Silas, salió encomendado por los hermanos a la gracia del Señor,

    Hechos 18:22

    22 Habiendo arribado a Cesarea, subió para saludar a la iglesia, y luego descendió a Antioquía.

    También en tiempos postbíblicos es ciudad importante dentro del Cristianismo. La decadencia y las conquistas la convirtieron después en una pequeña población (hoy, «antakje»). 

    La «Escuela de Antioquía» no fue una institución docente en sentido formal, ni siquiera una escuela de catequesis, sino una mezcla de enseñanza y exégesis, tal como lo daban determinados maestros (por ejemplo Luciano de Antioquía, muerto en el año 312; Diodoro de Tarso, muerto en el año 394, uno de cuyos discípulos fue Juan Crisóstomo, muerto el 407). Centraban su interés en conservar el «sentido histórico» de la Sagrada Escritura frente a especulaciones espiritualizadoras.

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  • Antioquía
    Ciudad situada junto al río Orontes al pie del monte Silpio, en la fértil Cilicia, hoy enclavada en Siria. La ciudad está a unos 480 Km. de Jerusalén y casi a 30 del Mediterráneo. 

    Esta importante población estaba en el cruce de los intereses comerciales y de las civilizaciones del Antiguo Oriente, al tener acceso fácilmente a las comunicaciones marítimas y estar emplazada en el cruce de importantes vías terrestres. Fue construida por Seleuco Nicátor en el año 300 antes de Cristo y le dio el nombre en honor de su padre Antíoco. 

    La ciudad pasó a la colonia romana de Siria en el año 66 antes de Cristo. Bajo los romanos prosperó bastante, llegando a ser conocida como la «reina del Este», y fue la tercera población del Imperio, después de Roma y de Alejandría. En la época del Nuevo Testamento sus moradores eran griegos, romanos, sirios y judíos. 

    En la ciudad propiamente dicha se hablaba el griego, pero en ciertos suburbios se hablaba el arameo. Sus habitantes gozaban fama de volubles, sarcásticos y disolutos en las costumbres, y esto último debido a los ritos licenciosos que se celebraban en el templo de Apolo que se alzaba en los bosques de Dafne. 

    La numerosa colonia judía, que se componía de miembros adinerados de la diáspora, conoció el Evangelio bien poco después de la muerte de Esteban (Hch. 11:19); 

    Hechos 11:19

    19 Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución que hubo con motivo de Esteban, pasaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando a nadie la palabra, sino sólo a los judíos.

    y fue precisamente allí donde primero se predicó el mensaje cristiano a los paganos y donde los seguidores de Cristo recibieron el nombre de «cristianos» (Hch. 11:26). 

    Hechos 11:26

    26 Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.

    Visitada primero por Bernabé (Hch. 11:22 s), luego por Bernabé y Pablo (Hch. 11:25), 

    Hechos 11:22

    22 Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía.

    Hechos 11:25

    25 Después fue Bernabé a Tarso para buscar a Saulo; y hallándole, le trajo a Antioquía.

    Antioquía fue punto de partida y de retorno de los dos primeros viajes misionales (Hch. 13:1-3; 14:26-28; 15:40 s; 18:22). 

    Hechos 13:1-3

    1 Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo.

    2 Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.

    3 Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.

    Hechos 14:26-28

    26 De allí navegaron a Antioquía, desde donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían cumplido.

    27 Y habiendo llegado, y reunido a la iglesia, refirieron cuán grandes cosas había hecho Dios con ellos, y cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles.

    28 Y se quedaron allí mucho tiempo con los discípulos.

    Hechos 15:40

    40 y Pablo, escogiendo a Silas, salió encomendado por los hermanos a la gracia del Señor,

    Hechos 18:22

    22 Habiendo arribado a Cesarea, subió para saludar a la iglesia, y luego descendió a Antioquía.

    A pesar de que los acomodados cristianos de Antioquía ayudaban a sus hermanos de Palestina (Hch. 11:27-30), 

    Hechos 11:27-30

    27 En aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía.

    28 Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio.

    29 Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban en Judea;

    30 lo cual en efecto hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.

    por su modo de vivir y sus tendencias dieron motivo al concilio apostólico y a que éste aconsejara que también los gentiles convertidos se sometieran a ciertas prácticas de la ley mosaica. 

    Fue punto de apoyo de la actividad misionera de la primitiva Iglesia (Hch. 13:1-3; 14:26-28; 15:35-40; 18:22). 

    Hechos 13:1-3

    1 Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo.

    2 Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.

    3 Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.

    Hechos 14:26-28

    26 De allí navegaron a Antioquía, desde donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían cumplido.

    27 Y habiendo llegado, y reunido a la iglesia, refirieron cuán grandes cosas había hecho Dios con ellos, y cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles.

    28 Y se quedaron allí mucho tiempo con los discípulos.

    Hechos 15:35-40

    35 Y Pablo y Bernabé continuaron en Antioquía, enseñando la palabra del Señor y anunciando el evangelio con otros muchos.

    Pablo se separa de Bernabé, y comienza su segundo viaje misionero

    36 Después de algunos días, Pablo dijo a Bernabé: Volvamos a visitar a los hermanos en todas las ciudades en que hemos anunciado la palabra del Señor, para ver cómo están.

    37 Y Bernabé quería que llevasen consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos;

    38 pero a Pablo no le parecía bien llevar consigo al que se había apartado de ellos desde Panfilia, y no había ido con ellos a la obra.

    39 Y hubo tal desacuerdo entre ellos, que se separaron el uno del otro; Bernabé, tomando a Marcos, navegó a Chipre,

    40 y Pablo, escogiendo a Silas, salió encomendado por los hermanos a la gracia del Señor,

    Hechos 18:22

    22 Habiendo arribado a Cesarea, subió para saludar a la iglesia, y luego descendió a Antioquía.

    También en tiempos postbíblicos es ciudad importante dentro del Cristianismo. La decadencia y las conquistas la convirtieron después en una pequeña población (hoy, «antakje»). 

    La «Escuela de Antioquía» no fue una institución docente en sentido formal, ni siquiera una escuela de catequesis, sino una mezcla de enseñanza y exégesis, tal como lo daban determinados maestros (por ejemplo Luciano de Antioquía, muerto en el año 312; Diodoro de Tarso, muerto en el año 394, uno de cuyos discípulos fue Juan Crisóstomo, muerto el 407). Centraban su interés en conservar el «sentido histórico» de la Sagrada Escritura frente a especulaciones espiritualizadoras.

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