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  • Jerusalén

    (para los hebreos, este nombre significa «fundamento de la paz; posesión de la paz»; su etimología es incierta). 

    Ciudad santa; capital de la monarquía unida bajo David y Salomón, del reino de Judá, de Judea, y modernamente declarada por el Knesset (Parlamento del Estado de Israel) la «capital eterna de Israel». Plan de este artículo: 

    A. Nombre. 

    B. La ciudad. 

    a. Situación. 

    b. Suministros de agua. 

    c. Estructuras defensivas. 

    d. Edificios célebres en la época de Cristo. 

    C. Historia de la ciudad. 

    a. La ciudad cananea. 

    b. La ciudad israelita. 

    c. Jerusalén a partir de Tito. 

    A. NOMBRE. 

    Muchos han sostenido que la mención más antigua de Jerusalén que se tiene en la Biblia es la mención de Salem en Gn. 14:18, en relación con el encuentro de Abraham con Melquisedec, «rey de Salem». 

    Génesis 14:18

    18 Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino;

    En las tabletas cuneiformes de los restos de Ebla (véase MARDIKH [TELL]) aparecen por separado los nombres de Salim y de Urusalima, entre otras ciudades como Hazor, Laquis, Meguido, Gaza, Dor, Sinaí, Jope, Sodoma y las otras ciudades de la llanura. 

    Estas ciudades estaban en relación comercial con Ebla, y estos registros, anteriores a la catástrofe que destruyó Sodoma y las otras ciudades comarcanas, parecen indicar que Salim o Salem era una ciudad distinta de Jerusalén (Urusalima). Estas tabletas están fechadas alrededor del año 2300 a.C. 

    En el relato de la conquista de Canaán figura bajo el nombre de Jebús y de Jerusalén. Después de ello se encuentra frecuentemente el nombre de Jebús mientras los jebuseos poseyeron la ciudad. Al apoderarse David de ella, el antiguo nombre vino a ser su única designación (aunque también se usó su abreviación Salem, cf. Sal. 76:2). 

    Salmos 76:2

    2 En Salem está su tabernáculo, Y su habitación en Sion.

    La pronunciación Y’rû, shãlêm se modificó posteriormente a fin de darle una forma dual, Y’rûshãla’(y) im. 

    Esta es la interpretación de ciertos gramáticos. La forma Urusalim se encuentra en las cartas de Tell el-Amarna (véase AMARNA), en las cartas dirigidas a Amenofis IV (o Amenhotep IV), rey de Egipto. Velikovsky y Courville documentan que la asignación de este rey y de las cartas al siglo XV a.C. no es sostenible, y que se refiere a la época de Acab y Josafat, durante un período entre 870 y 840 a.C., aproximadamente (cf. Courville y Velikovsky, véase Bibliografía bajo articulo AMARNA). 

    Así, se debe reconocer la gran antigüedad de las menciones de Urusalima en las tabletas de Ebla, en tanto que Tell el-Amarna nos da unos documentos relativamente mucho más recientes, del siglo IX a.C. en la cronología revisada, frente a la asignación al siglo XV a.C. en la cronología comúnmente divulgada. 

    B. LA CIUDAD. 

    a. Situación. 

    Jerusalén se halla en una meseta sobre la cordillera central que constituye el eje dorsal de Palestina, en uno de sus puntos más elevados (800 m. sobre el nivel del Mediterráneo). 

    Se halla a la misma latitud que la extremidad septentrional del mar Muerto. 

    Excepto en su parte norte, la ciudad está separada del resto de la meseta por profundos barrancos o torrenteras. Este promontorio está cortado a su vez por una depresión llamada Tiropeón; esta depresión desemboca en el ángulo sureste del promontorio, en la unión de los barrancos meridional y oriental (Hinom y Cedrón, respectivamente). 

    Subiendo desde allí, el Tiropeón se extiende hacia el norte en un arco, a lo largo de más de 1,5 Km.; a la mitad, desde la zona cóncava, proyecta una ramificación que se dirige directamente hacia el oeste. Ésta era la configuración original de la localidad; pero, con el curso de los siglos, los trabajos urbanos y las devastaciones de las guerras rebajaron las alturas y terraplenaron las depresiones. 

    Las ramificaciones de estos valles rodean tres colinas principales: una al este, otra al sudeste, y otra al noroeste: 

    (1) La colina oriental es un monte que se extiende de norte a sur a lo largo de casi 1 Km.; dominando desde una altura entre 60 y 90 m. los valles que la rodean, se aplana en su parte meridional. Al norte, una ramificación del barranco oriental casi aislaba esta colina, en la antigua topografía, de la meseta de la que forma parte. 

    Su cumbre tiene una altura media superior a los 731 m. Al sur, una ligera depresión de unos 30 m. de longitud y de una profundidad de 12 m. en algunos lugares, salía de la llamada «fuente de la Virgen», y se dirigía al noroeste, en dirección al valle del Tiropeón. 

    (2) La colina oblonga del suroeste, la más grande de las tres, tiene un contrafuerte que se proyecta hacia el noreste. Esta colina se levanta formando un pico sobre los valles circundantes. Su gran cumbre se detiene al principio a una altura de 731 m. y después sube hacia el oeste hasta 775 m. 

    (3) La tercera colina es una proyección de la meseta, más que un cerro aislado. Se halla al norte de la colina anteriormente descrita, a unos 746 m.; se hallaba incluida dentro de la ciudad antes de la era cristiana. Estas tres colinas y sus barrancos protectores hacían de Jerusalén una ciudad inexpugnable (2 S. 5:6), rodeada y dominada además por otras alturas (Sal. 125:2). 

    2 Samuel 5:6

    David toma la fortaleza de Sion

    6 Entonces marchó el rey con sus hombres a Jerusalén contra los jebuseos que moraban en aquella tierra; los cuales hablaron a David, diciendo: Tú no entrarás acá, pues aun los ciegos y los cojos te echarán (queriendo decir: David no puede entrar acá).

    Salmos 125:2

    2 Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella, Así Jehová está alrededor de su pueblo Desde ahora y para siempre.

    El barranco oriental es el valle del Cedrón. Hacia el este, a partir del valle del Cedrón se halla el monte de los Olivos, frente a las colinas de la ciudad. El monte orientado en dirección norte-sur es la colina del Templo, llamada, al menos en la zona donde estaba el santuario, monte de Moria. Su extremidad meridional, más baja, llevaba el nombre de Ofel. 

    El valle situado al Oeste de esta colina es el Tiropeón, en el que está situado, en el extremo meridional de la colina, el estanque de Siloé. El valle de Hinom (de donde viene el nombre Gehena) va desde el extremo noroeste de la ciudad hasta el suroeste; de allí, gira hacia el este, y se une con el valle del Cedrón. 

    Al norte del Templo se halla el estanque de Betesda. Situación de la altura llamada «Monte Sion». Este problema ha recibido tres soluciones principales: 

    (1) El monte Sion sería la colina del suroeste. Esta opinión ha prevalecido desde el siglo IV: (a) Sion era la ciudad de David (2 S. 5:7-9). 

    2 Samuel 5:7-9

    7 Pero David tomó la fortaleza de Sion, la cual es la ciudad de David.

    8 Y dijo David aquel día: Todo el que hiera a los jebuseos, suba por el canal y hiera a los cojos y ciegos aborrecidos del alma de David. Por esto se dijo: Ciego ni cojo no entrará en la casa.

    9 Y David moró en la fortaleza, y le puso por nombre la Ciudad de David; y edificó alrededor desde Milo hacia adentro.

    Josefo dice que David dio a la ciudad alta el nombre de ciudadela y era indudablemente la colina del suroeste (Guerras 5:4, 1

    Por ello es singular que Josefo no le dé explícitamente el nombre de Sion. 

    (b) En Neh. 3, donde tiene tanta importancia la reconstrucción de las murallas, permite ver que Sion no formaba parte de la colina del Templo. 

    Nehemías 3

    Reparto del trabajo de reedificación

    1 Entonces se levantó el sumo sacerdote Eliasib con sus hermanos los sacerdotes, y edificaron la puerta de las Ovejas. Ellos arreglaron y levantaron sus puertas hasta la torre de Hamea, y edificaron hasta la torre de Hananeel.

    2 Junto a ella edificaron los varones de Jericó, y luego edificó Zacur hijo de Imri.

    3 Los hijos de Senaa edificaron la puerta del Pescado; ellos la enmaderaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y sus cerrojos.

    4 Junto a ellos restauró Meremot hijo de Urías, hijo de Cos, y al lado de ellos restauró Mesulam hijo de Berequías, hijo de Mesezabeel. Junto a ellos restauró Sadoc hijo de Baana.

    5 E inmediato a ellos restauraron los tecoítas; pero sus grandes no se prestaron para ayudar a la obra de su Señor.

    6 La puerta Vieja fue restaurada por Joiada hijo de Paseah y Mesulam hijo de Besodías; ellos la enmaderaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y cerrojos.

    7 Junto a ellos restauró Melatías gabaonita y Jadón meronotita, varones de Gabaón y de Mizpa, que estaban bajo el dominio del gobernador del otro lado del río.

    8 Junto a ellos restauró Uziel hijo de Harhaía, de los plateros; junto al cual restauró también Hananías, hijo de un perfumero. Así dejaron reparada a Jerusalén hasta el muro ancho.

    9 Junto a ellos restauró también Refaías hijo de Hur, gobernador de la mitad de la región de Jerusalén.

    10 Asimismo restauró junto a ellos, y frente a su casa, Jedaías hijo de Harumaf; y junto a él restauró Hatús hijo de Hasabnías.

    11 Malquías hijo de Harim y Hasub hijo de Pahat-moab restauraron otro tramo, y la torre de los Hornos.

    12 Junto a ellos restauró Salum hijo de Halohes, gobernador de la mitad de la región de Jerusalén, él con sus hijas.

    13 La puerta del Valle la restauró Hanún con los moradores de Zanoa; ellos la reedificaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y sus cerrojos, y mil codos del muro, hasta la puerta del Muladar.

    14 Reedificó la puerta del Muladar Malquías hijo de Recab, gobernador de la provincia de Bet-haquerem; él la reedificó, y levantó sus puertas, sus cerraduras y sus cerrojos.

    15 Salum hijo de Colhoze, gobernador de la región de Mizpa, restauró la puerta de la Fuente; él la reedificó, la enmaderó y levantó sus puertas, sus cerraduras y sus cerrojos, y el muro del estanque de Siloé hacia el huerto del rey, y hasta las gradas que descienden de la ciudad de David.

    16 Después de él restauró Nehemías hijo de Azbuc, gobernador de la mitad de la región de Bet-sur, hasta delante de los sepulcros de David, y hasta el estanque labrado, y hasta la casa de los Valientes.

    17 Tras él restauraron los levitas; Rehum hijo de Bani, y junto a él restauró Hasabías, gobernador de la mitad de la región de Keila, por su región.

    18 Después de él restauraron sus hermanos, Bavai hijo de Henadad, gobernador de la mitad de la región de Keila.

    19 Junto a él restauró Ezer hijo de Jesúa, gobernador de Mizpa, otro tramo frente a la subida de la armería de la esquina.

    20 Después de él Baruc hijo de Zabai con todo fervor restauró otro tramo, desde la esquina hasta la puerta de la casa de Eliasib sumo sacerdote.

    21 Tras él restauró Meremot hijo de Urías hijo de Cos otro tramo, desde la entrada de la casa de Eliasib hasta el extremo de la casa de Eliasib.

    22 Después de él restauraron los sacerdotes, los varones de la llanura.

    23 Después de ellos restauraron Benjamín y Hasub, frente a su casa; y después de éstos restauró Azarías hijo de Maasías, hijo de Ananías, cerca de su casa.

    24 Después de él restauró Binúi hijo de Henadad otro tramo, desde la casa de Azarías hasta el ángulo entrante del muro, y hasta la esquina.

    25 Palal hijo de Uzai, enfrente de la esquina y la torre alta que sale de la casa del rey, que está en el patio de la cárcel. Después de él, Pedaías hijo de Faros.

    26 Y los sirvientes del templo que habitaban en Ofel restauraron hasta enfrente de la puerta de las Aguas al oriente, y la torre que sobresalía.

    27 Después de ellos restauraron los tecoítas otro tramo, enfrente de la gran torre que sobresale, hasta el muro de Ofel.

    28 Desde la puerta de los Caballos restauraron los sacerdotes, cada uno enfrente de su casa.

    29 Después de ellos restauró Sadoc hijo de Imer, enfrente de su casa; y después de él restauró Semaías hijo de Secanías, guarda de la puerta Oriental.

    30 Tras él, Hananías hijo de Selemías y Hanún hijo sexto de Salaf restauraron otro tramo. Después de ellos restauró Mesulam hijo de Berequías, enfrente de su cámara.

    31 Después de él restauró Malquías hijo del platero, hasta la casa de los sirvientes del templo y de los comerciantes, enfrente de la puerta del Juicio, y hasta la sala de la esquina.

    32 Y entre la sala de la esquina y la puerta de las Ovejas, restauraron los plateros y los comerciantes.

    (c) El carácter sagrado de Sion se explica porque el arca reposó muchos años en este lugar del que David cantó la santidad (2 S. 6:12-18; 1 R. 8:1-4; Sal. 26). 

    2 Samuel 6:12-18 

    David trae el arca a Jerusalén

    12 Fue dado aviso al rey David, diciendo: Jehová ha bendecido la casa de Obed-edom y todo lo que tiene, a causa del arca de Dios. Entonces David fue, y llevó con alegría el arca de Dios de casa de Obed-edom a la ciudad de David.

    13 Y cuando los que llevaban el arca de Dios habían andado seis pasos, él sacrificó un buey y un carnero engordado.

    14 Y David danzaba con toda su fuerza delante de Jehová; y estaba David vestido con un efod de lino.

    15 Así David y toda la casa de Israel conducían el arca de Jehová con júbilo y sonido de trompeta.

    16 Cuando el arca de Jehová llegó a la ciudad de David, aconteció que Mical hija de Saúl miró desde una ventana, y vio al rey David que saltaba y danzaba delante de Jehová; y le menospreció en su corazón.

    17 Metieron, pues, el arca de Jehová, y la pusieron en su lugar en medio de una tienda que David le había levantado; y sacrificó David holocaustos y ofrendas de paz delante de Jehová.

    18 Y cuando David había acabado de ofrecer los holocaustos y ofrendas de paz, bendijo al pueblo en el nombre de Jehová de los ejércitos.

    1 Reyes 8:1-4 

    Salomón traslada el arca al templo

    1 Entonces Salomón reunió ante sí en Jerusalén a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus, y a los principales de las familias de los hijos de Israel, para traer el arca del pacto de Jehová de la ciudad de David, la cual es Sion.

    2 Y se reunieron con el rey Salomón todos los varones de Israel en el mes de Etanim, que es el mes séptimo, en el día de la fiesta solemne.

    3 Y vinieron todos los ancianos de Israel, y los sacerdotes tomaron el arca.

    4 Y llevaron el arca de Jehová, y el tabernáculo de reunión, y todos los utensilios sagrados que estaban en el tabernáculo, los cuales llevaban los sacerdotes y levitas.

    Salmos 26

    Declaración de integridad

    1 Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado; He confiado asimismo en Jehová sin titubear.

    2 Escudríñame, oh Jehová, y pruébame; Examina mis íntimos pensamientos y mi corazón.

    3 Porque tu misericordia está delante de mis ojos, Y ando en tu verdad.

    4 No me he sentado con hombres hipócritas, Ni entré con los que andan simuladamente.

    5 Aborrecí la reunión de los malignos, Y con los impíos nunca me senté.

    6 Lavaré en inocencia mis manos, Y así andaré alrededor de tu altar, oh Jehová,

    7 Para exclamar con voz de acción de gracias, Y para contar todas tus maravillas.

    8 Jehová, la habitación de tu casa he amado, Y el lugar de la morada de tu gloria.

    9 No arrebates con los pecadores mi alma, Ni mi vida con hombres sanguinarios,

    10 En cuyas manos está el mal, Y su diestra está llena de sobornos.

    11 Mas yo andaré en mi integridad; Redímeme, y ten misericordia de mí.

    12 Mi pie ha estado en rectitud; En las congregaciones bendeciré a Jehová.

    El nombre de Sion vino a ser así el título de nobleza de Jerusalén y servía para designarla en su conjunto, como ciudad santa (Sal. 48; 87; 133:3); 

    Salmos 48

    Hermosura y gloria de Sion

    1 Grande es Jehová, y digno de ser en gran manera alabado En la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo.

    2 Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra, Es el monte de Sion, a los lados del norte, La ciudad del gran Rey.

    3 En sus palacios Dios es conocido por refugio.

    4 Porque he aquí los reyes de la tierra se reunieron; Pasaron todos.

    5 Y viéndola ellos así, se maravillaron, Se turbaron, se apresuraron a huir.

    6 Les tomó allí temblor; Dolor como de mujer que da a luz.

    7 Con viento solano Quiebras tú las naves de Tarsis.

    8 Como lo oímos, así lo hemos visto En la ciudad de Jehová de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios; La afirmará Dios para siempre. Selah

    9 Nos acordamos de tu misericordia, oh Dios, En medio de tu templo.

    10 Conforme a tu nombre, oh Dios, Así es tu loor hasta los fines de la tierra; De justicia está llena tu diestra.

    11 Se alegrará el monte de Sion; Se gozarán las hijas de Judá Por tus juicios.

    12 Andad alrededor de Sion, y rodeadla; Contad sus torres.

    13 Considerad atentamente su antemuro, Mirad sus palacios; Para que lo contéis a la generación venidera.

    14 Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; El nos guiará aun más allá de la muerte.

    Salmos 87 

    El privilegio de morar en Sion

    1 Su cimiento está en el monte santo.

    2 Ama Jehová las puertas de Sion Más que todas las moradas de Jacob.

    3 Cosas gloriosas se han dicho de ti, Ciudad de Dios. Selah

    4 Yo me acordaré de Rahab y de Babilonia entre los que me conocen; He aquí Filistea y Tiro, con Etiopía; Este nació allá.

    5 Y de Sion se dirá: Este y aquél han nacido en ella, Y el Altísimo mismo la establecerá.

    6 Jehová contará al inscribir a los pueblos: Este nació allí. Selah

    7 Y cantores y tañedores en ella dirán: Todas mis fuentes están en ti.

    Salmos 133:3

    3 Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sion; Porque allí envía Jehová bendición, Y vida eterna.

    (2) El monte Sion era la colina del noroeste (Warren). 

    Esta eminencia ha sido identificada con el sector de la ciudad que Josefo denomina Acra y que, en griego, significa ciudadela. Si este historiador la denomina ciudad baja es porque había venido a serlo en su época; originalmente, la ciudadela se alzaba más elevada. Simón Macabeo la abatió porque dominaba el Templo (Ant. 13:6, 7). 

    Primitivamente, esta colina del noroeste había sido un lugar adecuado para una fortaleza jebusea. 

    (3) El monte Sion era una parte de la colina del Templo. Los principales argumentos en favor de esta opinión: 

    (a) La colina del Templo sigue siendo la más adecuada para una fortaleza. 

    (b) De la Puerta de la Fuente se subía al Templo en una ascensión gradual desde la ciudad de David, más allá de la Puerta de las Aguas (Neh. 12:37). 

    Nehemías 12:37

    37 Y a la puerta de la Fuente, en frente de ellos, subieron por las gradas de la ciudad de David, por la subida del muro, desde la casa de David hasta la puerta de las Aguas, al oriente.

    Estas escaleras pueden ser las que se han descubierto que ascienden por la colina a partir del estanque en el extremo meridional. 

    (c) Los términos que hablan de Sion como lugar santo no son aplicables a toda la ciudad, pero tienen su explicación si el Templo se levantaba sobre el monte Sion. 

    Éste, efectivamente, recibe el nombre de santo monte, morada del Señor, monte de Jehová (Sal. 2:6; 9:11; 24:3; 132:13). 

    Salmos 2:6 

    6 Pero yo he puesto mi rey Sobre Sion, mi santo monte.

    Salmos 9:11 

    11 Cantad a Jehová, que habita en Sion; Publicad entre los pueblos sus obras.

    Salmos 24:3 

    3 ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo?

    Salmos 132:13

    13 Porque Jehová ha elegido a Sion; La quiso por habitación para sí.

    (d) En 1 Mac. 1:33-38, Sion es el monte del Templo. La distinción constante que se hace entre la ciudad de David y el monte Sion, lugar del santuario, demuestra que el sentido de estas expresiones había cambiado desde la época en que eran sinónimas (2 S. 5:7). 

    2 Samuel 5:7

    7 Pero David tomó la fortaleza de Sion, la cual es la ciudad de David.

    La explicación más sencilla es que el monte Sion formaba parte de la colina del Templo. Por extensión, se daba frecuentemente el nombre de Sion a toda la colina del Templo, en tanto que la expresión «ciudad de David» había tomado también un sentido más amplio, designando toda la ciudad de Jerusalén (2 S. 5:7; Ant. 7:3, 2), comprendiéndose en esta designación los nuevos suburbios de las colinas vecinas, rodeados de fortificaciones. 

    2 Samuel 5:7

    7 Pero David tomó la fortaleza de Sion, la cual es la ciudad de David.

    El término «ciudad de David» podía incluir o excluir el santuario, según la oportunidad. Los sirios construyeron una fortaleza en la ciudad de David, pero Judas Macabeo entró, y se apoderó del Templo en el monte Sion (1 Mac. 1:33 ss.; 4:36 ss.). 

    Esta tercera solución tiene todos los visos de verosimilitud. Sion, la ciudadela de los jebuseos, con cuatro puertas, ocupaba la extremidad meridional de la colina oriental al sur del Templo, al sur también de la depresión transversal. Ciertas secciones de antiguas murallas han sido exploradas, y se les asignan fechas del tercer milenio a.C. 

    b. Suministros de agua. 

    En el transcurso de asedios largos y terribles, los moradores de Jerusalén padecieron hambres atroces, pero no parece que carecieran nunca de agua. 

    Eran más los asediadores que los asediados los que se arriesgaban a carecer de ella. No hay ninguna fuente al norte de la ciudad, y las que se conocen, al este, oeste y sur, se hallaban dentro de las murallas, a excepción de la de En Rogel. 

    Esta última se halla al sur, por debajo de la unión de los valles de Hinom y del Cedrón, sobre el wadi en-Nar; recibe también el nombre de pozo de Job («’Ain’ Ayyûb»); es indudable que debe ser identificada con la fuente del Dragón o del Chacal (Neh. 2:13). 

    Nehemías 2:13

    13 Y salí de noche por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y a la puerta del Muladar; y observé los muros de Jerusalén que estaban derribados, y sus puertas que estaban consumidas por el fuego.

    No se han descubierto fuentes que alimenten el estanque de Mamillã ni el del Sultán al oeste. La colina del suroeste no tiene fuentes, que se sepa. 

    En cambio, el monte del Templo está bien provisto de agua (Tácito, Hist. 5:21). 

    Al este de la ciudad antigua, en el valle del Cedrón, hay una fuente de aguas vivas bien conocida: la fuente de la Virgen (el pozo de Santa María, también conocido como Gihón [véase GIHÓN]). 

    Sus abundantes aguas llegaban al estanque de Siloé, situado en el extremo sur de la colina. Antiguamente, las aguas de la fuente de Gihón llegaban a la superficie por el antiguo canal, yendo a parar al estanque Viejo (llamado también estanque Inferior). 

    Es identificado con el moderno Birket el-Hamra, por debajo de Ain Silwãn (Siloé). Previendo el ataque de Senaquerib, Ezequías cubrió el canal que había a cielo abierto, desvió del estanque Viejo (Inferior), las aguas de Gihón, y las dirigió subterráneamente al estanque Nuevo (Superior). (2 R. 18:17; 20:20; 2 Cr. 32:4, 30; Is. 7:3; 8:6; 22:9, 11; 36:2). 

    2 Reyes 18:17 

    17 Después el rey de Asiria envió contra el rey Ezequías al Tartán, al Rabsaris y al Rabsaces, con un gran ejército, desde Laquis contra Jerusalén, y subieron y vinieron a Jerusalén. Y habiendo subido, vinieron y acamparon junto al acueducto del estanque de arriba, en el camino de la heredad del Lavador.

    2 Reyes 20:20 

    Muerte de Ezequías

    20 Los demás hechos de Ezequías, y todo su poderío, y cómo hizo el estanque y el conducto, y metió las aguas en la ciudad, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá?

    2 Crónicas 32:4, 30 

    4 Entonces se reunió mucho pueblo, y cegaron todas las fuentes, y el arroyo que corría por a traves del territorio, diciendo: ¿Por qué han de hallar los reyes de Asiria muchas aguas cuando vengan?

    30 Este Ezequías cubrió los manantiales de Gihón la de arriba, y condujo el agua hacia el occidente de la ciudad de David. Y fue prosperado Ezequías en todo lo que hizo.

    Isaías 7:3 

    3 Entonces dijo Jehová a Isaías: Sal ahora al encuentro de Acaz, tú, y Sear-jasub tu hijo, al extremo del acueducto del estanque de arriba, en el camino de la heredad del Lavador,

    Isaías 8:6 

    6 Por cuanto desechó este pueblo las aguas de Siloé, que corren mansamente, y se regocijó con Rezín y con el hijo de Remalías;

    Isaías 22:9, 11 

    9 Visteis las brechas de la ciudad de David, que se multiplicaron; y recogisteis las aguas del estanque de abajo.

    11 Hicisteis foso entre los dos muros para las aguas del estanque viejo; y no tuvisteis respeto al que lo hizo, ni mirasteis de lejos al que lo labró.

    Isaías 36:2

    2 Y el rey de Asiria envió al Rabsaces con un gran ejército desde Laquis a Jerusalén contra el rey Ezequías; y acampó junto al acueducto del estanque de arriba, en el camino de la heredad del Lavador.

    El estanque del Rey se puede identificar con Siloé (Neh. 2:14). 

    Nehemías 2:14

    14 Pasé luego a la puerta de la Fuente, y al estanque del Rey; pero no había lugar por donde pasase la cabalgadura en que iba.

    El estanque de Salomón se hallaba, según parece, al este de Siloé (Guerras 5:4, 2). 

    Al lado occidental de la colina, al oeste del Templo, hay las pretendidas aguas curativas de Hammãn eshshifã, y, al lado norte de la colina, se halla Betesda. A las fuentes acompañaban las cisternas. Las torres que dominaban las murallas tenían grandes depósitos de agua de lluvia (Guerras 5:4, 3) numerosas cisternas de las que todavía existen en gran cantidad estaban diseminadas por la ciudad (Tácito, Hist. 5:12). 

    Además del aporte de las fuentes y de las cisternas de la ciudad había también el suministro de agua traída de lejos. El estanque de Mamillã tallado en la roca se halla al principio del wadi er-Rabãbi, al oeste de la ciudad. Más abajo del Hi frente al ángulo suroccidental de las murallas actuales, se halla Birket es-Sultãn (el estanque del Sultán), construido en el siglo XII d.C. 

    Algunos arqueólogos identifican el estanque de Mamillã con el de la Serpiente, mencionado por Josefo (Guerras 5:3, 2). 

    Un acueducto llevaba el agua de Mamillã hasta el estanque del patriarca, al este de la puerta de Jafa. La tradición lo identifica con el estanque de Ezequías; es probable que se trate del estanque de Amigdalón, es decir, del almendro (o de la torre), mencionado por Josefo (Guerras 5:11, 4). 

    En un período posterior, se construyó un depósito al norte de la zona del templo, en un terreno donde un pequeño valle se ramifica del Cedrón hacia el oeste. Sus aguas venían del oeste. Este depósito se llama «estanque de Israel» (Birket’ Isrã’în). 

    Más hacia el oeste se hallan los estanques gemelos, que Clermont- Ganneau identifica con el estanque Strouthios (del gorrión). Este estanque existía durante el asedio de Tito; se hallaba frente a la torre Antonia (Guerras 5:11, 4). 

    El mayor acueducto era el que, desde más allá de Belén, llevaba agua hasta Jerusalén. Según el Talmud, salía un conducto de agua de la fuente de Etam para dar el suministro al templo de Jerusalén. Etam se halla en Khirbet el Khoh, cerca de ’Am ’Atán, en los parajes del pueblo de Urtãs, a unos 3 Km. al suroeste de Belén. 

    El acueducto es muy antiguo, anterior a la época romana. c. Estructuras defensivas. Inmediatamente después de haberse apoderado de Jerusalén, David hizo construir una muralla alrededor de la ciudad. La antigua ciudadela de los jebuseos, llamada desde entonces «ciudad de David», ya existía. 

    David fortificó también los alrededores de la ciudad, «a partir del Milo» (2 S. 5:9; 1 Cr. 11:8). 

    2 Samuel 5:9 

    9 Y David moró en la fortaleza, y le puso por nombre la Ciudad de David; y edificó alrededor desde Milo hacia adentro.

    1 Crónicas 11:8

    8 Y edificó la ciudad alrededor, desde Milo hasta el muro; y Joab reparó el resto de la ciudad.

    El Milo de David era una fortificación (quizá de tierra) que defendía la antigua ciudad jebusea, al noroeste. Salomón «construyó» Milo y el muro de Jerusalén, para cerrar la brecha de la ciudad de David (1 R. 9:15, 24). 

    1 Reyes 9:15, 24

    15 Esta es la razón de la leva que el rey Salomón impuso para edificar la casa de Jehová, y su propia casa, y Milo, y el muro de Jerusalén, y Hazor, Meguido y Gezer:

    24 Y subió la hija de Faraón de la ciudad de David a su casa que Salomón le había edificado; entonces edificó él a Milo.

    Los siguientes reyes restauraron y agrandaron Milo, hasta que al final su muralla llegaba a la actual puerta de Jafa al oeste (2 Cr. 26:9), tocaba el valle de Hinom al sur (Jer. 19:2), el estanque de Siloé (cf. 2 R. 25:4), englobaba Ofel (2 Cr. 27:3; 33:14) y rodeaba al norte el suburbio que creció sobre la colina del noroeste (2 R. 14:13; 2 Cr. 33:14; Jer. 31:38). 

    2 Crónicas 26:9

    9 Edificó también Uzías torres en Jerusalén , junto a la puerta del ángulo, y junto a la puerta del valle, y junto a las esquinas; y las fortificó.

    Jeremías 19:2

    2 y saldrás al valle del hijo de Hinom, que está a la entrada de la puerta oriental, y proclamarás allí las palabras que yo te hablaré.

    2 Reyes 25:4

    4 Abierta ya una brecha en el muro de la ciudad, huyeron de noche todos los hombres de guerra por el camino de la puerta que estaba entre los dos muros, junto a los huertos del rey, estando los caldeos alrededor de la ciudad; y el rey se fue por el camino del Arabá.

    2 Crónicas 27:3 

    3 Edificó él la puerta mayor de la casa de Jehová, y sobre el muro de la fortaleza edificó mucho.

    2 Crónicas 33:14

    14 Después de esto edificó el muro exterior de la ciudad de David, al occidente de Gihón, en el valle, a la entrada de la puerta del Pescado, y amuralló Ofel, y elevó el muro muy alto; y puso capitanes de ejército en todas las ciudades fortificadas de Judá.

    2 Reyes 14:13 

    13 Además Joás rey de Israel tomó a Amasías rey de Judá, hijo de Joás hijo de Ocozías, en Bet-semes; y vino a Jerusalén, y rompió el muro de Jerusalén desde la puerta de Efraín hasta la puerta de la esquina, cuatrocientos codos.

    2 Crónicas 33:14 

    14 Después de esto edificó el muro exterior de la ciudad de David, al occidente de Gihón, en el valle, a la entrada de la puerta del Pescado, y amuralló Ofel, y elevó el muro muy alto; y puso capitanes de ejército en todas las ciudades fortificadas de Judá.

    Jeremías 31:38

    38 He aquí que vienen días, dice Jehová, en que la ciudad será edificada a Jehová, desde la torre de Hananeel hasta la puerta del Angulo.

    Nabucodonosor arrasó esta muralla (2 R. 25:10). 

    2 Reyes 25:10

    10 Y todo el ejército de los caldeos que estaba con el capitán de la guardia, derribó los muros alrededor de Jerusalén.

    Nehemías reconstruyó este antiguo muro, sirviéndose de materiales de la antigua fortificación (Neh. 2:13-15; 4:2, 7; 6:15). 

    Nehemías 2:13-15 

    13 Y salí de noche por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y a la puerta del Muladar; y observé los muros de Jerusalén que estaban derribados, y sus puertas que estaban consumidas por el fuego.

    14 Pasé luego a la puerta de la Fuente, y al estanque del Rey; pero no había lugar por donde pasase la cabalgadura en que iba.

    15 Y subí de noche por el torrente y observé el muro, y di la vuelta y entré por la puerta del Valle, y me volví.

    Nehemías 4:2, 7 

    2 Y habló delante de sus hermanos y del ejército de Samaria, y dijo: ¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿Se les permitirá volver a ofrecer sus sacrificios? ¿Acabarán en un día? ¿Resucitarán de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas?

    7 Pero aconteció que oyendo Sanbalat y Tobías, y los árabes, los amonitas y los de Asdod, que los muros de Jerusalén eran reparados, porque ya los portillos comenzaban a ser cerrados, se encolerizaron mucho;

    Nehemías 6:15

    15 Fue terminado, pues, el muro, el veinticinco del mes de Elul, en cincuenta y dos días.

    La muralla de Nehemías comenzaba en la puerta de las Ovejas (Neh. 3:1), próxima al estanque de Betesda (Jn. 5:2), que fue descubierta cerca de la iglesia de Santa Ana, a unos 90 m. de la actual puerta de San Esteban. 

    Nehemías 3:1

    Reparto del trabajo de reedificación

    1 Entonces se levantó el sumo sacerdote Eliasib con sus hermanos los sacerdotes, y edificaron la puerta de las Ovejas. Ellos arreglaron y levantaron sus puertas hasta la torre de Hamea, y edificaron hasta la torre de Hananeel.

    Juan 5:2

    2 Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos.

    El estanque se hallaba sobre el lado septentrional de esta ramificación del valle del Cedrón que se interponía entre la colina del Templo y la meseta. 

    Así, la puerta de las Ovejas se hallaba en esta ramificación del valle o sobre la pendiente que conducía a la meseta, al norte o al noroeste. Cerca de la puerta de las Ovejas, se hallaban, al alejarse del Templo, las torres de Hamea y de Hananeel (Neh. 3:1; 12:39). 

    Nehemías 3:1 

    Reparto del trabajo de reedificación

    1 Entonces se levantó el sumo sacerdote Eliasib con sus hermanos los sacerdotes, y edificaron la puerta de las Ovejas. Ellos arreglaron y levantaron sus puertas hasta la torre de Hamea, y edificaron hasta la torre de Hananeel.

    Nehemías 12:39

    39 y desde la puerta de Efraín hasta la puerta Vieja y a la puerta del Pescado, y la torre de Hananeel, y la torre de Hamea, hasta la puerta de las Ovejas; y se detuvieron en la puerta de la Cárcel.

    Después había la puerta del Pescado, en el barrio nuevo (segundo) de la ciudad (Neh. 3:3; Sof. 1:10), y a continuación la puerta Vieja (Neh. 3:6; 12:39). 

    Nehemías 3:3 

    3 Los hijos de Senaa edificaron la puerta del Pescado; ellos la enmaderaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y sus cerrojos.

    Sofonías 1:10

    10 Y habrá en aquel día, dice Jehová, voz de clamor desde la puerta del Pescado, y aullido desde la segunda puerta, y gran quebrantamiento desde los collados.

    Nehemías 3:6 

    6 La puerta Vieja fue restaurada por Joiada hijo de Paseah y Mesulam hijo de Besodías; ellos la enmaderaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y cerrojos.

    Nehemías 12:39

    39 y desde la puerta de Efraín hasta la puerta Vieja y a la puerta del Pescado, y la torre de Hananeel, y la torre de Hamea, hasta la puerta de las Ovejas; y se detuvieron en la puerta de la Cárcel.

    A cierta distancia se levantaba el muro ancho (Neh. 3:8; 12:38) y, aún más lejos, la torre de los Hornos (Neh. 3:11; 12:38). 

    Nehemías 3:8 

    8 Junto a ellos restauró Uziel hijo de Harhaía, de los plateros; junto al cual restauró también Hananías, hijo de un perfumero. Así dejaron reparada a Jerusalén hasta el muro ancho.

    Nehemías 12:38

    38 El segundo coro iba del lado opuesto, y yo en pos de él, con la mitad del pueblo sobre el muro, desde la torre de los Hornos hasta el muro ancho;

    Nehemías 3:11 

    11 Malquías hijo de Harim y Hasub hijo de Pahat-moab restauraron otro tramo, y la torre de los Hornos.

    Nehemías 12:38

    38 El segundo coro iba del lado opuesto, y yo en pos de él, con la mitad del pueblo sobre el muro, desde la torre de los Hornos hasta el muro ancho;

    Seguía la puerta del Valle (técnicamente, este término designaba el valle al oeste de la ciudad (Neh. 3:13; cf. Neh. 2:13-15). 

    Nehemías 3:13 

    13 La puerta del Valle la restauró Hanún con los moradores de Zanoa; ellos la reedificaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y sus cerrojos, y mil codos del muro, hasta la puerta del Muladar.

    Nehemías 2:13-15

    13 Y salí de noche por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y a la puerta del Muladar; y observé los muros de Jerusalén que estaban derribados, y sus puertas que estaban consumidas por el fuego.

    14 Pasé luego a la puerta de la Fuente, y al estanque del Rey; pero no había lugar por donde pasase la cabalgadura en que iba.

    15 Y subí de noche por el torrente y observé el muro, y di la vuelta y entré por la puerta del Valle, y me volví.

    A continuación: la puerta del Muladar (Neh. 3:14); la puerta de la Fuente; el muro del estanque de Siloé, cerca del huerto del rey, en el ángulo suroriental de la ciudad; y las escalinatas que descendían de la ciudad de David (Neh. 2:15); al este de este lugar se hallaba la puerta de las Aguas (¿quizá de las aguas del Templo?), ante la cual se extendía una gran plaza pública (Neh. 8:1-3; 12:37). 

    Nehemías 3:14

    14 Reedificó la puerta del Muladar Malquías hijo de Recab, gobernador de la provincia de Bet-haquerem; él la reedificó, y levantó sus puertas, sus cerraduras y sus cerrojos.

    Nehemías 2:15

    15 Y subí de noche por el torrente y observé el muro, y di la vuelta y entré por la puerta del Valle, y me volví.

    Nehemías 8:1-3 

    Esdras lee la ley al pueblo

    1 Venido el mes séptimo, los hijos de Israel estaban en sus ciudades; y se juntó todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, y dijeron a Esdras el escriba que trajese el libro de la ley de Moisés, la cual Jehová había dado a Israel.

    2 Y el sacerdote Esdras trajo la ley delante de la congregación, así de hombres como de mujeres y de todos los que podían entender, el primer día del mes séptimo.

    3 Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el mediodía, en presencia de hombres y mujeres y de todos los que podían entender; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley.

    Nehemías 12:37

    37 Y a la puerta de la Fuente, en frente de ellos, subieron por las gradas de la ciudad de David, por la subida del muro, desde la casa de David hasta la puerta de las Aguas, al oriente.

    Después la fortificación pasaba delante de los sepulcros de David, del estanque artificial, de la casa de los héroes (Neh. 3:16); la subida de la armería, en una esquina (Neh. 3:19); la casa del sumo sacerdote Eliasib (Neh. 3:20); la fortificación pasaba después por diversos sectores, indicados por otras casas (Neh. 3:23, 24); la fortificación englobaba el ángulo de la casa real y la torre que dominaba sobre el muro; esta torre tocaba el patio de la cárcel (Neh. 3:25). 

    Nehemías 3:16

    16 Después de él restauró Nehemías hijo de Azbuc, gobernador de la mitad de la región de Bet-sur, hasta delante de los sepulcros de David, y hasta el estanque labrado, y hasta la casa de los Valientes.

    Nehemías 3:19

    19 Junto a él restauró Ezer hijo de Jesúa, gobernador de Mizpa, otro tramo frente a la subida de la armería de la esquina.

    Nehemías 3:20

    20 Después de él Baruc hijo de Zabai con todo fervor restauró otro tramo, desde la esquina hasta la puerta de la casa de Eliasib sumo sacerdote.

    Nehemías 3:23, 24

    23 Después de ellos restauraron Benjamín y Hasub, frente a su casa; y después de éstos restauró Azarías hijo de Maasías, hijo de Ananías, cerca de su casa.

    24 Después de él restauró Binúi hijo de Henadad otro tramo, desde la casa de Azarías hasta el ángulo entrante del muro, y hasta la esquina.

    Nehemías 3:25

    25 Palal hijo de Uzai, enfrente de la esquina y la torre alta que sale de la casa del rey, que está en el patio de la cárcel. Después de él, Pedaías hijo de Faros.

    Los siervos del templo moraban en la colina de Ofel; su sector se extendía desde la puerta de las Aguas, al este, hasta esta torre (Neh. 3:26; cf. 11:21). 

    Nehemías 3:26 

    26 Y los sirvientes del templo que habitaban en Ofel restauraron hasta enfrente de la puerta de las Aguas al oriente, y la torre que sobresalía.

    Nehemías 11:21

    21 Los sirvientes del templo habitaban en Ofel; y Ziha y Gispa tenían autoridad sobre los sirvientes del templo.

    La parte siguiente de la muralla iba de esta torre al muro de Ofel (Neh. 3:27); seguía la puerta de los Caballos, en la zona donde vivían los sacerdotes (Neh. 3:28). 

    Nehemías 3:27

    27 Después de ellos restauraron los tecoítas otro tramo, enfrente de la gran torre que sobresale, hasta el muro de Ofel.

    Nehemías 3:28

    28 Desde la puerta de los Caballos restauraron los sacerdotes, cada uno enfrente de su casa.

    Esta puerta de los Caballos, al este de la ciudad, dominaba el valle del Cedrón (Jer. 31:40), pero no era necesariamente una puerta exterior; podría haber servido de enlace entre el Ofel y la zona norte, donde se hallaban el Templo y el palacio. 

    Jeremías 31:40

    40 Y todo el valle de los cuerpos muertos y de la ceniza, y todas las llanuras hasta el arroyo de Cedrón, hasta la esquina de la puerta de los caballos al oriente, será santo a Jehová; no será arrancada ni destruida más para siempre.

    Una parte del muro llegaba frente a la casa de Sadoc; después había un sector que fue restaurado por el guarda de la puerta Oriental (probablemente al este del Templo) (Neh. 3:29); inmediatamente después, frente a la puerta del Juicio (probablemente una de las puertas interiores de la zona del Templo, donde se quemaban los sacrificios por el pecado, cf. Ez. 43:21), un sector de la fortaleza subía hasta la sala de la esquina (Neh. 3:32). 

    Nehemías 3:29

    29 Después de ellos restauró Sadoc hijo de Imer, enfrente de su casa; y después de él restauró Semaías hijo de Secanías, guarda de la puerta Oriental.

    Ezequiel 43:21

    21 Tomarás luego el becerro de la expiación, y lo quemarás conforme a la ley de la casa, fuera del santuario.

    Nehemías 3:32

    32 Y entre la sala de la esquina y la puerta de las Ovejas, restauraron los plateros y los comerciantes.

    Finalmente, la muralla volvía a la puerta de las Ovejas, el lugar donde se ha empezado la descripción (Neh. 3:1, 2). 

    Nehemías 3:1, 2

    Reparto del trabajo de reedificación

    1 Entonces se levantó el sumo sacerdote Eliasib con sus hermanos los sacerdotes, y edificaron la puerta de las Ovejas. Ellos arreglaron y levantaron sus puertas hasta la torre de Hamea, y edificaron hasta la torre de Hananeel.

    2 Junto a ella edificaron los varones de Jericó, y luego edificó Zacur hijo de Imri.

    Hay dos importantes puertas de la muralla descrita que no son mencionadas en Neh. 3 a pesar de que una de ellas, al menos, la puerta del Ángulo, existía en aquella época (2 R. 14:13; 2 Cr. 26:9; cf. Zac. 14:10); la otra era la puerta de Efraín (Neh. 8:16; 12:39). 

    Nehemías 3

    Reparto del trabajo de reedificación

    1 Entonces se levantó el sumo sacerdote Eliasib con sus hermanos los sacerdotes, y edificaron la puerta de las Ovejas. Ellos arreglaron y levantaron sus puertas hasta la torre de Hamea, y edificaron hasta la torre de Hananeel.

    2 Junto a ella edificaron los varones de Jericó, y luego edificó Zacur hijo de Imri.

    3 Los hijos de Senaa edificaron la puerta del Pescado; ellos la enmaderaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y sus cerrojos.

    4 Junto a ellos restauró Meremot hijo de Urías, hijo de Cos, y al lado de ellos restauró Mesulam hijo de Berequías, hijo de Mesezabeel. Junto a ellos restauró Sadoc hijo de Baana.

    5 E inmediato a ellos restauraron los tecoítas; pero sus grandes no se prestaron para ayudar a la obra de su Señor.

    6 La puerta Vieja fue restaurada por Joiada hijo de Paseah y Mesulam hijo de Besodías; ellos la enmaderaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y cerrojos.

    7 Junto a ellos restauró Melatías gabaonita y Jadón meronotita, varones de Gabaón y de Mizpa, que estaban bajo el dominio del gobernador del otro lado del río.

    8 Junto a ellos restauró Uziel hijo de Harhaía, de los plateros; junto al cual restauró también Hananías, hijo de un perfumero. Así dejaron reparada a Jerusalén hasta el muro ancho.

    9 Junto a ellos restauró también Refaías hijo de Hur, gobernador de la mitad de la región de Jerusalén.

    10 Asimismo restauró junto a ellos, y frente a su casa, Jedaías hijo de Harumaf; y junto a él restauró Hatús hijo de Hasabnías.

    11 Malquías hijo de Harim y Hasub hijo de Pahat-moab restauraron otro tramo, y la torre de los Hornos.

    12 Junto a ellos restauró Salum hijo de Halohes, gobernador de la mitad de la región de Jerusalén, él con sus hijas.

    13 La puerta del Valle la restauró Hanún con los moradores de Zanoa; ellos la reedificaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y sus cerrojos, y mil codos del muro, hasta la puerta del Muladar.

    14 Reedificó la puerta del Muladar Malquías hijo de Recab, gobernador de la provincia de Bet-haquerem; él la reedificó, y levantó sus puertas, sus cerraduras y sus cerrojos.

    15 Salum hijo de Colhoze, gobernador de la región de Mizpa, restauró la puerta de la Fuente; él la reedificó, la enmaderó y levantó sus puertas, sus cerraduras y sus cerrojos, y el muro del estanque de Siloé hacia el huerto del rey, y hasta las gradas que descienden de la ciudad de David.

    16 Después de él restauró Nehemías hijo de Azbuc, gobernador de la mitad de la región de Bet-sur, hasta delante de los sepulcros de David, y hasta el estanque labrado, y hasta la casa de los Valientes.

    17 Tras él restauraron los levitas; Rehum hijo de Bani, y junto a él restauró Hasabías, gobernador de la mitad de la región de Keila, por su región.

    18 Después de él restauraron sus hermanos, Bavai hijo de Henadad, gobernador de la mitad de la región de Keila.

    19 Junto a él restauró Ezer hijo de Jesúa, gobernador de Mizpa, otro tramo frente a la subida de la armería de la esquina.

    20 Después de él Baruc hijo de Zabai con todo fervor restauró otro tramo, desde la esquina hasta la puerta de la casa de Eliasib sumo sacerdote.

    21 Tras él restauró Meremot hijo de Urías hijo de Cos otro tramo, desde la entrada de la casa de Eliasib hasta el extremo de la casa de Eliasib.

    22 Después de él restauraron los sacerdotes, los varones de la llanura.

    23 Después de ellos restauraron Benjamín y Hasub, frente a su casa; y después de éstos restauró Azarías hijo de Maasías, hijo de Ananías, cerca de su casa.

    24 Después de él restauró Binúi hijo de Henadad otro tramo, desde la casa de Azarías hasta el ángulo entrante del muro, y hasta la esquina.

    25 Palal hijo de Uzai, enfrente de la esquina y la torre alta que sale de la casa del rey, que está en el patio de la cárcel. Después de él, Pedaías hijo de Faros.

    26 Y los sirvientes del templo que habitaban en Ofel restauraron hasta enfrente de la puerta de las Aguas al oriente, y la torre que sobresalía.

    27 Después de ellos restauraron los tecoítas otro tramo, enfrente de la gran torre que sobresale, hasta el muro de Ofel.

    28 Desde la puerta de los Caballos restauraron los sacerdotes, cada uno enfrente de su casa.

    29 Después de ellos restauró Sadoc hijo de Imer, enfrente de su casa; y después de él restauró Semaías hijo de Secanías, guarda de la puerta Oriental.

    30 Tras él, Hananías hijo de Selemías y Hanún hijo sexto de Salaf restauraron otro tramo. Después de ellos restauró Mesulam hijo de Berequías, enfrente de su cámara.

    31 Después de él restauró Malquías hijo del platero, hasta la casa de los sirvientes del templo y de los comerciantes, enfrente de la puerta del Juicio, y hasta la sala de la esquina.

    32 Y entre la sala de la esquina y la puerta de las Ovejas, restauraron los plateros y los comerciantes.

    2 Reyes 14:13 

    13 Además Joás rey de Israel tomó a Amasías rey de Judá, hijo de Joás hijo de Ocozías, en Bet-semes; y vino a Jerusalén, y rompió el muro de Jerusalén desde la puerta de Efraín hasta la puerta de la esquina, cuatrocientos codos.

    2 Crónicas 26:9

    9 Edificó también Uzías torres en Jerusalén , junto a la puerta del ángulo, y junto a la puerta del valle, y junto a las esquinas; y las fortificó.

    Zacarías 14:10

    10 Toda la tierra se volverá como llanura desde Geba hasta Rimón al sur de Jerusalén; y ésta será enaltecida, y habitada en su lugar desde la puerta de Benjamín hasta el lugar de la puerta primera, hasta la puerta del Angulo, y desde la torre de Hananeel hasta los lagares del rey.

    Nehemías 8:16 

    16 Salió, pues, el pueblo, y trajeron ramas e hicieron tabernáculos, cada uno sobre su terrado, en sus patios, en los patios de la casa de Dios, en la plaza de la puerta de las Aguas, y en la plaza de la puerta de Efraín.

    Nehemías 12:39

    39 y desde la puerta de Efraín hasta la puerta Vieja y a la puerta del Pescado, y la torre de Hananeel, y la torre de Hamea, hasta la puerta de las Ovejas; y se detuvieron en la puerta de la Cárcel.

    La puerta del Ángulo parece haber estado situada en el extremo nororiental de la ciudad (Jer. 31:38), a 400 codos de la puerta de Efraín (2 R. 14:13) que daba paso al camino que se dirigía a Efraín; así, se cree que esta puerta estaba al norte de la ciudad y al este de la puerta del Ángulo; en todo caso, se hallaba al oeste de la puerta Vieja (Neh. 12:39). 

    Jeremías 31:38

    38 He aquí que vienen días, dice Jehová, en que la ciudad será edificada a Jehová, desde la torre de Hananeel hasta la puerta del Angulo.

    2 Reyes 14:13

    13 Además Joás rey de Israel tomó a Amasías rey de Judá, hijo de Joás hijo de Ocozías, en Bet-semes; y vino a Jerusalén, y rompió el muro de Jerusalén desde la puerta de Efraín hasta la puerta de la esquina, cuatrocientos codos.

    Nehemías 12:39

    39 y desde la puerta de Efraín hasta la puerta Vieja y a la puerta del Pescado, y la torre de Hananeel, y la torre de Hamea, hasta la puerta de las Ovejas; y se detuvieron en la puerta de la Cárcel.

    Partiendo de la puerta de las Ovejas, y siguiendo, en dirección oeste, la muralla septentrional, la disposición de las puertas y de las torres era la siguiente: puerta de las Ovejas, torres de Hamea y de Hananeel, puerta de los Peces, puerta Vieja, puerta de Efraín y puerta del Ángulo. 

    Un problema difícil de resolver es si el «muro ancho» y la torre de los Hornos se hallaban más allá de la puerta del Ángulo. Se debe señalar que la puerta del Ángulo y la de Efraín se encontraban en el sector de la muralla mencionado en Neh. 3:8 como el lugar donde «dejaron reparada a Jerusalén hasta el muro ancho». 

    Nehemías 3:8

    8 Junto a ellos restauró Uziel hijo de Harhaía, de los plateros; junto al cual restauró también Hananías, hijo de un perfumero. Así dejaron reparada a Jerusalén hasta el muro ancho.

    Parece que la muralla no precisaba de reparación en este lugar. Esta frase de 3:8 se puede interpretar de diversas maneras. Había también una puerta de Benjamín que miraba del lado de esta tribu (Jer. 37:13; 38:7; Zac. 14:10). 

    Jeremías 37:13 

    13 Y cuando fue a la puerta de Benjamín, estaba allí un capitán que se llamaba Irías hijo de Selemías, hijo de Hananías, el cual apresó al profeta Jeremías, diciendo: Tú te pasas a los caldeos.

    Jeremías 38:7 

    7 Y oyendo Ebed-melec, hombre etíope, eunuco de la casa real, que habían puesto a Jeremías en la cisterna, y estando sentado el rey a la puerta de Benjamín,

    Zacarías 14:10

    10 Toda la tierra se volverá como llanura desde Geba hasta Rimón al sur de Jerusalén; y ésta será enaltecida, y habitada en su lugar desde la puerta de Benjamín hasta el lugar de la puerta primera, hasta la puerta del Angulo, y desde la torre de Hananeel hasta los lagares del rey.

    Es probable que se corresponda con la puerta de las Ovejas. Todavía en la actualidad se debate el problema referente a la situación de ciertas puertas. 

    Se podría identificar la puerta de Efraín con la puerta de en medio (Jer. 39:3); se ha intentado también asimilarla a la puerta de los Peces. 

    Jeremías 39:3

    3 Y entraron todos los príncipes del rey de Babilonia, y acamparon a la puerta de en medio: Nergal-sarezer, Samgar-nebo, Sarsequim el Rabsaris, Nergal-sarezer el Rabmag y todos los demás príncipes del rey de Babilonia.

    Ciertos comentaristas han pretendido que las expresiones puerta del Ángulo y puerta Vieja se refieren a una misma puerta. Desde la época de Nehemías a la de Cristo, las fortificaciones de Jerusalén sufrieron numerosas vicisitudes; unos 150 años después de Nehemías, Simón el Justo, sumo sacerdote, consideró necesario volver a fortificar el templo y la ciudad, en previsión de un sitio (Eclo. 50:1-4; cf. Ant. 12:1, 1). 

    En el año 168 a.C., Antíoco Epifanes hizo derribar las murallas de Jerusalén, y erigió una fortaleza con fuertes torres «en la ciudad de David», expresión con un sentido amplio, que quizá permita diferenciar la ciudad del Templo (1 Mac. 1:31, 33, 39; 2 Mac. 5:2-26). 

    Esta fortaleza, el Acra, se hizo célebre. Dominando el Templo (Ant. 13:67) fue, durante 25 años, una amenaza para los judíos. 

    Unos dos años después de la demolición de las murallas de la ciudad, Judas Macabeo las reparó parcialmente, y fortifico el muro exterior del Templo; pero su obra fue destruida (1 Mac. 4:60; 6:18-27, 62). 

    Jonatán, su hermano y sucesor, reanudó la obra, propuso la elevación de nuevas fortificaciones, y restauró las murallas, especialmente alrededor de la colina del Templo (1 Mac. 10:10; 12:36, 37; Ant. 13:5, 11). 

    Su hermano Simón acabó la empresa (1 Mac. 13:10; 14:37; Ant. 13:6, 4). 

    Este sumo sacerdote, que tenía la autoridad de un rey, no se conformó con construir las murallas de la ciudad, sino que, en el año 142 a.C., obligó a la guarnición extranjera a evacuar el Acra (1 Mac. 13:49-51). 

    Al cabo de un tiempo, hizo demoler la fortaleza y rebajar la colina sobre la que había estado elevada, para que fuera más baja que el nivel del Templo (1 Mac. 14:36; 15:28; Ant. 13:6, 7). 

    Aunque Acra significa ciudadela en gr., no debe confundirse este edificio con la Baris, llamada también torre Antonia, que se levantaba al norte del ángulo noroccidental de la zona del Templo. El Acra estaba al oeste del templo, y dio su nombre a la ciudad baja (Guerras 5:6, 1). 

    Pompeyo descubrió que Jerusalén era una fortaleza. Cuando al fin se apoderó de la ciudad, en el año 63 a.C., destruyó las fortificaciones (Tácito, Hist. 5:9 y ss). 

    César permitió su reconstrucción (Ant. 14:8, 5; Guerras 1:10, 3 y 4). 

    Al norte, estas fortificaciones, eran dos murallas que Herodes y los romanos, sus aliados, tomaron en el año 37 a.C. sin destruirlas (Ant. 14:6, 2 y 4; cf. 15:1, 2). 

    En la época de Cristo Jerusalén tenía, al norte, las dos murallas citadas; pronto adquirió una tercera. Josefo atribuye la primera (una muralla interior) a David, a Salomón y a los reyes que les sucedieron. 

    Basándose en los puntos de referencia que existían entonces, Josefo describe así el primer cinturón fortificado: partiendo de la torre de Hippicus (inmediatamente al sur de la moderna puerta de Jafa, en el ángulo noroccidental de la muralla de la ciudad vieja), se dirigía hacia el este, hacia el pórtico occidental del Templo. 

    Al sur y al este de la torre de Hippicus, pasaba cerca del estanque de Siloé y, por el Ofel, llegaba al pórtico oriental del Templo (Guerras 5:4, 2); rodeaba las colinas del sudoeste y del este. La segunda muralla protegía el norte y el principal sector comercial de la ciudad (Guerras 5:4, 2; con respecto a los bazares de este sector, véase 8:1; 1:13, 2; Ant. 14:13, 3). 

    Esta segunda muralla comenzaba en la puerta Gennath, esto es, la puerta de los Huertos, que formaba parte del primer cinturón levantándose cerca de la torre de Hippicus al este (Guerras 5:4, 2; cf. 3:2 para los huertos); la fortificación se terminaba en la torre Antonia (llamada al principio Baris), al norte del Templo (Guerras 5:4, 2). 

    Herodes Agripa I, que reinó en Judea del año 41 al 44 d.C., emprendió la construcción de una tercera muralla, con el fin de incluir en los limites de la ciudad el suburbio no protegido de Bezetha. Sin embargo, el emperador Claudio ordenó a Herodes que cesara los trabajos. 

    Al final, los judíos mismos concluyeron las obras. Esta tercera muralla comenzaba en la torre de Hippicus, subía al norte, llegaba a la torre de Psephino, en el ángulo noroccidental de la ciudad (Guerras 5:3, 5; 4:3), se dirigía al este, cerca de la tumba de Elena reina de Adiabene (Guerras 5:4, 2; Ant. 20:4, 3). 

    El muro incluía el lugar en el que la tradición situaba el campamento asirio (Guerras 5:7, 3); rebasaba las grutas de los reyes; torcía hacia el sur en la torre del Ángulo, cerca del edificio del Foulón, y se unía con la antigua muralla en el valle del Cedrón (Guerras 5:4, 2). 

    El perímetro de las murallas era de 33 estadios, o alrededor de 6 Km. (Guerras 5:4, 3). 

    La torre Antonia estaba contigua al Templo, y el palacio de Herodes, con sus torres que dominaban la muralla al oeste, vino a unirse a las fortificaciones ya existentes. 

    Cuando Tito se apoderó de Jerusalén en el año 70 d.C., arrasó todas estas obras defensivas, preservando sólo tres torres: la de Hippicus, de Fasael y de Mariamne. De toda la muralla, este general sólo preservó la parte que rodeaba el Oeste de la ciudad, con el fin de proteger la guarnición romana. 

    En cuanto a las tres torres anteriores, Tito quería que ellas fueran testimonio a las futuras generaciones de la importancia que había tenido la ciudad conquistada por el arrojo romano (Guerras 7:1, 1). 

    d. Edificios célebres en la época de Cristo. 

    Además de las fortificaciones ya descritas, había numerosos edificios que suscitaban la emoción en los israelitas piadosos y patriotas. Ante todo, el Templo. La gran colina rocosa sobre la que se levantaba la torre Antonia limitaba parcialmente el lado septentrional de la zona del Templo. 

    Una guarnición romana guardaba la torre Antonia. Al oeste del Templo se levantaba la casa del Concilio; era probablemente donde se reunía el Consejo general de la nación, llamado Sanedrín. 

    Algo más al oeste, al otro extremo del puente que, enlazando con el pórtico occidental del Templo, salvaba el Tiropeón, se hallaba el gimnasio, llamado también «xystos». Este establecimiento, aborrecido por los judíos, propagaba el paganismo griego. 

    El palacio de los Hasmoneos, que evocaba el heroísmo de los macabeos, dominaba el gimnasio y, más allá del valle, miraba al santuario. Un poco más allá, al norte del Templo y al este de la torre Antonia, se hallaban las aguas curativas del estanque de Betesda. 

    Más al oeste, en el distrito situado frente al Templo, se levantaba el magnifico palacio de Herodes, con sus inexpugnables torres. Esta era la residencia de los procuradores cuando visitaban Jerusalén. 

    Al sureste de la ciudad se hallaban la piscina de Siloé y, en sus cercanías, los sepulcros de los reyes. El inmenso anfiteatro de Herodes el Grande debía hallarse por estos lugares (Ant. 15:8, 1). 

    Es posible que haya aquí una confusión con el hipódromo situado al sur del Templo (Guerras 2:3, 1), porque parece que se celebraban carreras de carros además de combates con leones y entre gladiadores (Ant. 15:8, 1). 

    El hipódromo sirvió ocasionalmente como cárcel (Ant. 17:9, 5; Guerras 1:33, 6). 

    Entre los otros edificios está la casa del sumo sacerdote (Mt. 26:3; Lc. 22:54; Guerras 2:17, 6); la casa de los registros, cerca del Templo (Guerras 2:17, 6; 6:6, 3); el palacio de la reina Elena de Adiabene, que había sido prosélita (cf. los mismos pasajes de Josefo). 

    Mateo 26:3

    3 Entonces los principales sacerdotes, los escribas, y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo sacerdote llamado Caifás,

    Lucas 22:54

    Pedro niega a Jesús

    54 Y prendiéndole, le llevaron, y le condujeron a casa del sumo sacerdote. Y Pedro le seguía de lejos.

    C. HISTORIA DE LA CIUDAD. 

    a. La ciudad cananea. Si la Salem de Melquisedec se corresponde con Jerusalén, según la opinión tradicional, esta ciudad es mencionada por primera vez en la época de Abraham (Gn. 14:18). 

    Génesis 14:18

    18 Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino;

    La mención de Jerusalén en las tabletas de Tell el-Amarna (véase AMARNA) se asigna generalmente al siglo XV a.C. En base a una investigación crítica, estas tabletas resultan corresponder, en realidad, al siglo IX a.C. 

    Cuando los israelitas penetraron en Canaán, el rey cananeo de Jerusalén fue derrotado, con sus aliados, por Josué en Gabaón y en la bajada de Bet-horón (Jos. 10:10). 

    Josué 10:10

    10 Y Jehová los llenó de consternación delante de Israel, y los hirió con gran mortandad en Gabaón; y los siguió por el camino que sube a Bet-horón, y los hirió hasta Azeca y Maceda.

    Sin embargo no se lanzaron contra Jerusalén; fue atribuida a la tribu de Benjamín. Estando en los confines de Judá, la ciudadela dominaba una parte del territorio de las dos tribus (Jos. 15:8; 18:28). 

    Josué 15:8 

    8 Y sube este límite por el valle del hijo de Hinom al lado sur del jebuseo, que es Jerusalén. Luego sube por la cumbre del monte que está enfrente del valle de Hinom hacia el occidente, el cual está al extremo del valle de Refaim, por el lado del norte.

    Josué 18:28

    28 Zela, Elef, Jebús (que es Jerusalén), Gabaa y Quiriat; catorce ciudades con sus aldeas. Esta es la heredad de los hijos de Benjamín conforme a sus familias.

    Después de la muerte de Josué, durante la guerra que las diversas tribus mantuvieron contra los cananeos que vivían dentro de sus fronteras, Judá atacó a Jerusalén, tomándola e incendiándola (Jue. 1:8), pero parece que no pudo apoderarse de la ciudadela; tampoco lo consiguió Benjamín (Jue. .1:21). 

    Jueces 1:8

    Judá conquista Jerusalén y Hebrón

    8 Y combatieron los hijos de Judá a Jerusalén y la tomaron, y pasaron a sus habitantes a filo de espada y pusieron fuego a la ciudad.

    Jueces 1:21

    21 Mas al jebuseo que habitaba en Jerusalén no lo arrojaron los hijos de Benjamín, y el jebuseo habitó con los hijos de Benjamín en Jerusalén hasta hoy.

    Ésta es la razón de que la ciudad reconstruida siguiera estando controlada por la fortaleza jebusea, y que sus moradores fueran también jebuseos. Los israelitas se sentían avergonzados de que hubiera, en el mismo centro de su país, una fortaleza extranjera (Jos. 15:63; Jue. 1:21; 19:11, 12). 

    Josué 15:63 

    63 Mas a los jebuseos que habitaban en Jerusalén, los hijos de Judá no pudieron arrojarlos; y ha quedado el jebuseo en Jerusalén con los hijos de Judá hasta hoy.

    Jueces 1:21 

    21 Mas al jebuseo que habitaba en Jerusalén no lo arrojaron los hijos de Benjamín, y el jebuseo habitó con los hijos de Benjamín en Jerusalén hasta hoy.

    Jueces 19:11, 12

    11 Y estando ya junto a Jebús, el día había declinado mucho; y dijo el criado a su señor: Ven ahora, y vámonos a esta ciudad de los jebuseos, para que pasemos en ella la noche.

    12 Y su señor le respondió: No iremos a ninguna ciudad de extranjeros, que no sea de los hijos de Israel, sino que pasaremos hasta Gabaa. Y dijo a su criado:

    Y así se mantuvo la situación al comenzar la carrera de David. Volviendo del campo de batalla, el vencedor de Goliat pasó por Jerusalén y dejó allí la cabeza del filisteo (1 S. 17:54). 

    1 Samuel 17:54

    54 Y David tomó la cabeza del filisteo y la trajo a Jerusalén, pero las armas de él las puso en su tienda.

    Al venir a ser rey de todo Israel, David pudo hacer uso de la unidad, entusiasmo y obediencia del pueblo, así como la resolución de la rivalidad existente entre Judá y Benjamín. Dirigió, acto seguido, a sus tropas contra la irreductible ciudad. 

    A pesar de las burlas de sus moradores, que consideraban que sus muros eran inexpugnables, se apoderó de ella (2 S. 5:6 ss.). 

    2 Samuel 5:6

    David toma la fortaleza de Sion

    6 Entonces marchó el rey con sus hombres a Jerusalén contra los jebuseos que moraban en aquella tierra; los cuales hablaron a David, diciendo: Tú no entrarás acá, pues aun los ciegos y los cojos te echarán (queriendo decir: David no puede entrar acá).

    b. La ciudad israelita. 

    David hizo de Jerusalén la capital del reino, y emprendió la tarea de hacer de ella el centro religioso de la nación. 

    El arca no tenía morada desde que el Señor había abandonado Silo, y el rey la llevó a Jerusalén, erigiéndole un tabernáculo decoroso y se dedicó a reunir los materiales para la construcción de un santuario (2 S. 6-7). 

    2 Samuel 6

    David intenta llevar el arca a Jerusalén

    1 David volvió a reunir a todos los escogidos de Israel, treinta mil.

    2 Y se levantó David y partió de Baala de Judá con todo el pueblo que tenía consigo, para hacer pasar de allí el arca de Dios, sobre la cual era invocado el nombre de Jehová de los ejércitos, que mora entre los querubines.

    3 Pusieron el arca de Dios sobre un carro nuevo, y la llevaron de la casa de Abinadab, que estaba en el collado; y Uza y Ahío, hijos de Abinadab, guiaban el carro nuevo.

    4 Y cuando lo llevaban de la casa de Abinadab, que estaba en el collado, con el arca de Dios, Ahío iba delante del arca.

    5 Y David y toda la casa de Israel danzaban delante de Jehová con toda clase de instrumentos de madera de haya; con arpas, salterios, panderos, flautas y címbalos.

    6 Cuando llegaron a la era de Nacón, Uza extendió su mano al arca de Dios, y la sostuvo; porque los bueyes tropezaban.

    7 Y el furor de Jehová se encendió contra Uza, y lo hirió allí Dios por aquella temeridad, y cayó allí muerto junto al arca de Dios.

    8 Y se entristeció David por haber herido Jehová a Uza, y fue llamado aquel lugar Pérez-uza, hasta hoy.

    9 Y temiendo David a Jehová aquel día, dijo: ¿Cómo ha de venir a mí el arca de Jehová?

    10 De modo que David no quiso traer para sí el arca de Jehová a la ciudad de David; y la hizo llevar David a casa de Obed-edom geteo.

    11 Y estuvo el arca de Jehová en casa de Obed-edom geteo tres meses; y bendijo Jehová a Obed-edom y a toda su casa.

    David trae el arca a Jerusalén

    12 Fue dado aviso al rey David, diciendo: Jehová ha bendecido la casa de Obed-edom y todo lo que tiene, a causa del arca de Dios. Entonces David fue, y llevó con alegría el arca de Dios de casa de Obed-edom a la ciudad de David.

    13 Y cuando los que llevaban el arca de Dios habían andado seis pasos, él sacrificó un buey y un carnero engordado.

    14 Y David danzaba con toda su fuerza delante de Jehová; y estaba David vestido con un efod de lino.

    15 Así David y toda la casa de Israel conducían el arca de Jehová con júbilo y sonido de trompeta.

    16 Cuando el arca de Jehová llegó a la ciudad de David, aconteció que Mical hija de Saúl miró desde una ventana, y vio al rey David que saltaba y danzaba delante de Jehová; y le menospreció en su corazón.

    17 Metieron, pues, el arca de Jehová, y la pusieron en su lugar en medio de una tienda que David le había levantado; y sacrificó David holocaustos y ofrendas de paz delante de Jehová.

    18 Y cuando David había acabado de ofrecer los holocaustos y ofrendas de paz, bendijo al pueblo en el nombre de Jehová de los ejércitos.

    19 Y repartió a todo el pueblo, y a toda la multitud de Israel, así a hombres como a mujeres, a cada uno un pan, y un pedazo de carne y una torta de pasas. Y se fue todo el pueblo, cada uno a su casa.

    20 Volvió luego David para bendecir su casa; y saliendo Mical a recibir a David, dijo: ¡Cuán honrado ha quedado hoy el rey de Israel, descubriéndose hoy delante de las criadas de sus siervos, como se descubre sin decoro un cualquiera!

    21 Entonces David respondió a Mical: Fue delante de Jehová, quien me eligió en preferencia a tu padre y a toda tu casa, para constituirme por príncipe sobre el pueblo de Jehová, sobre Israel. Por tanto, danzaré delante de Jehová.

    22 Y aun me haré más vil que esta vez, y seré bajo a tus ojos; pero seré honrado delante de las criadas de quienes has hablado.

    23 Y Mical hija de Saúl nunca tuvo hijos hasta el día de su muerte.

    2 Samuel 7

    Pacto de Dios con David

    1 Aconteció que cuando ya el rey habitaba en su casa, después que Jehová le había dado reposo de todos sus enemigos en derredor,

    2 dijo el rey al profeta Natán: Mira ahora, yo habito en casa de cedro, y el arca de Dios está entre cortinas.

    3 Y Natán dijo al rey: Anda, y haz todo lo que está en tu corazón, porque Jehová está contigo.

    4 Aconteció aquella noche, que vino palabra de Jehová a Natán, diciendo:

    5 Ve y di a mi siervo David: Así ha dicho Jehová: ¿Tú me has de edificar casa en que yo more?

    6 Ciertamente no he habitado en casas desde el día en que saqué a los hijos de Israel de Egipto hasta hoy, sino que he andado en tienda y en tabernáculo.

    7 Y en todo cuanto he andado con todos los hijos de Israel, ¿he hablado yo palabra a alguna de las tribus de Israel, a quien haya mandado apacentar a mi pueblo de Israel, diciendo: ¿Por qué no me habéis edificado casa de cedro?

    8 Ahora, pues, dirás así a mi siervo David: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo te tomé del redil, de detrás de las ovejas, para que fueses príncipe sobre mi pueblo, sobre Israel;

    9 y he estado contigo en todo cuanto has andado, y delante de ti he destruido a todos tus enemigos, y te he dado nombre grande, como el nombre de los grandes que hay en la tierra.

    10 Además, yo fijaré lugar a mi pueblo Israel y lo plantaré, para que habite en su lugar y nunca más sea removido, ni los inicuos le aflijan más, como al principio,

    11 desde el día en que puse jueces sobre mi pueblo Israel; y a ti te daré descanso de todos tus enemigos. Asimismo Jehová te hace saber que él te hará casa.

    12 Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino.

    13 El edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino.

    14 Yo le seré a él padre, y él me será a mí hijo. Y si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres;

    15 pero mi misericordia no se apartará de él como la aparté de Saúl, al cual quité de delante de ti.

    16 Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable eternamente.

    17 Conforme a todas estas palabras, y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David.

    18 Y entró el rey David y se puso delante de Jehová, y dijo: Señor Jehová, ¿quién soy yo, y qué es mi casa, para que tú me hayas traído hasta aquí?

    19 Y aun te ha parecido poco esto, Señor Jehová, pues también has hablado de la casa de tu siervo en lo por venir. ¿Es así como procede el hombre, Señor Jehová?

    20 ¿Y qué más puede añadir David hablando contigo? Pues tú conoces a tu siervo, Señor Jehová.

    21 Todas estas grandezas has hecho por tu palabra y conforme a tu corazón, haciéndolas saber a tu siervo.

    22 Por tanto, tú te has engrandecido, Jehová Dios; por cuanto no hay como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.

    23 ¿Y quién como tu pueblo, como Israel, nación singular en la tierra? Porque fue Dios para rescatarlo por pueblo suyo, y para ponerle nombre, y para hacer grandezas a su favor, y obras terribles a tu tierra, por amor de tu pueblo que rescataste para ti de Egipto, de las naciones y de sus dioses.

    24 Porque tú estableciste a tu pueblo Israel por pueblo tuyo para siempre; y tú, oh Jehová, fuiste a ellos por Dios.

    25 Ahora pues, Jehová Dios, confirma para siempre la palabra que has hablado sobre tu siervo y sobre su casa, y haz conforme a lo que has dicho.

    26 Que sea engrandecido tu nombre para siempre, y se diga: Jehová de los ejércitos es Dios sobre Israel; y que la casa de tu siervo David sea firme delante de ti.

    27 Porque tú, Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, revelaste al oído de tu siervo, diciendo: Yo te edificaré casa. Por esto tu siervo ha hallado en su corazón valor para hacer delante de ti esta súplica.

    28 Ahora pues, Jehová Dios, tú eres Dios, y tus palabras son verdad, y tú has prometido este bien a tu siervo.

    29 Ten ahora a bien bendecir la casa de tu siervo, para que permanezca perpetuamente delante de ti, porque tú, Jehová Dios, lo has dicho, y con tu bendición será bendita la casa de tu siervo para siempre.

    Su hijo Salomón erigió el espléndido Templo, rodeándolo de murallas, que le dieron el aspecto de una fortaleza, y se construyó además un palacio que igualaba al Templo en esplendor(1 R. 6-7). 

    1 Reyes 6

    Salomón edifica el templo

    1 En el año cuatrocientos ochenta después que los hijos de Israel salieron de Egipto, el cuarto año del principio del reino de Salomón sobre Israel, en el mes de Zif, que es el mes segundo, comenzó él a edificar la casa de Jehová.

    2 La casa que el rey Salomón edificó a Jehová tenía sesenta codos de largo y veinte de ancho, y treinta codos de alto.

    3 Y el pórtico delante del templo de la casa tenía veinte codos de largo a lo ancho de la casa, y el ancho delante de la casa era de diez codos.

    4 E hizo a la casa ventanas anchas por dentro y estrechas por fuera.

    5 Edificó también junto al muro de la casa aposentos alrededor, contra las paredes de la casa alrededor del templo y del lugar santísimo; e hizo cámaras laterales alrededor.

    6 El aposento de abajo era de cinco codos de ancho, el de en medio de seis codos de ancho, y el tercero de siete codos de ancho; porque por fuera había hecho disminuciones a la casa alrededor, para no empotrar las vigas en las paredes de la casa.

    7 Y cuando se edificó la casa, la fabricaron de piedras que traían ya acabadas, de tal manera que cuando la edificaban, ni martillos ni hachas se oyeron en la casa, ni ningún otro instrumento de hierro.

    8 La puerta del aposento de en medio estaba al lado derecho de la casa; y se subía por una escalera de caracol al de en medio, y del aposento de en medio al tercero.

    9 Labró, pues, la casa, y la terminó; y la cubrió con artesonados de cedro.

    10 Edificó asimismo el aposento alrededor de toda la casa, de altura de cinco codos, el cual se apoyaba en la casa con maderas de cedro.

    11 Y vino palabra de Jehová a Salomón, diciendo:

    12 Con relación a esta casa que tú edificas, si anduvieres en mis estatutos e hicieres mis decretos, y guardares todos mis mandamientos andando en ellos, yo cumpliré contigo mi palabra que hablé a David tu padre;

    13 y habitaré en ella en medio de los hijos de Israel, y no dejaré a mi pueblo Israel.

    14 Así, pues, Salomón labró la casa y la terminó.

    15 Y cubrió las paredes de la casa con tablas de cedro, revistiéndola de madera por dentro, desde el suelo de la casa hasta las vigas de la techumbre; cubrió también el pavimento con madera de ciprés.

    16 Asimismo hizo al final de la casa un edificio de veinte codos, de tablas de cedro desde el suelo hasta lo más alto; así hizo en la casa un aposento que es el lugar santísimo.

    17 La casa, esto es, el templo de adelante, tenía cuarenta codos.

    18 Y la casa estaba cubierta de cedro por dentro, y tenía entalladuras de calabazas silvestres y de botones de flores. Todo era cedro; ninguna piedra se veía.

    19 Y adornó el lugar santísimo por dentro en medio de la casa, para poner allí el arca del pacto de Jehová.

    20 El lugar santísimo estaba en la parte de adentro, el cual tenía veinte codos de largo, veinte de ancho, y veinte de altura; y lo cubrió de oro purísimo; asimismo cubrió de oro el altar de cedro.

    21 De manera que Salomón cubrió de oro puro la casa por dentro, y cerró la entrada del santuario con cadenas de oro, y lo cubrió de oro.

    22 Cubrió, pues, de oro toda la casa de arriba abajo, y asimismo cubrió de oro todo el altar que estaba frente al lugar santísimo.

    23 Hizo también en el lugar santísimo dos querubines de madera de olivo, cada uno de diez codos de altura.

    24 Una ala del querubín tenía cinco codos, y la otra ala del querubín otros cinco codos; así que había diez codos desde la punta de una ala hasta la punta de la otra.

    25 Asimismo el otro querubín tenía diez codos; porque ambos querubines eran de un mismo tamaño y de una misma hechura.

    26 La altura del uno era de diez codos, y asimismo la del otro.

    27 Puso estos querubines dentro de la casa en el lugar santísimo, los cuales extendían sus alas, de modo que el ala de uno tocaba una pared, y el ala del otro tocaba la otra pared, y las otras dos alas se tocaban la una a la otra en medio de la casa.

    28 Y cubrió de oro los querubines.

    29 Y esculpió todas las paredes de la casa alrededor de diversas figuras, de querubines, de palmeras y de botones de flores, por dentro y por fuera.

    30 Y cubrió de oro el piso de la casa, por dentro y por fuera.

    31 A la entrada del santuario hizo puertas de madera de olivo; y el umbral y los postes eran de cinco esquinas.

    32 Las dos puertas eran de madera de olivo; y talló en ellas figuras de querubines, de palmeras y de botones de flores, y las cubrió de oro; cubrió también de oro los querubines y las palmeras.

    33 Igualmente hizo a la puerta del templo postes cuadrados de madera de olivo.

    34 Pero las dos puertas eran de madera de ciprés; y las dos hojas de una puerta giraban, y las otras dos hojas de la otra puerta también giraban.

    35 Y talló en ellas querubines y palmeras y botones de flores, y las cubrió de oro ajustado a las talladuras.

    36 Y edificó el atrio interior de tres hileras de piedras labradas, y de una hilera de vigas de cedro.

    37 En el cuarto año, en el mes de Zif, se echaron los cimientos de la casa de Jehová.

    38 Y en el undécimo año, en el mes de Bul, que es el mes octavo, fue acabada la casa con todas sus dependencias, y con todo lo necesario. La edificó, pues, en siete años.

    1 Reyes 7

    Otros edificios de Salomón

    1 Después edificó Salomón su propia casa en trece años, y la terminó toda.

    2 Asimismo edificó la casa del bosque del Líbano, la cual tenía cien codos de longitud, cincuenta codos de anchura y treinta codos de altura, sobre cuatro hileras de columnas de cedro, con vigas de cedro sobre las columnas.

    3 Y estaba cubierta de tablas de cedro arriba sobre las vigas, que se apoyaban en cuarenta y cinco columnas; cada hilera tenía quince columnas.

    4 Y había tres hileras de ventanas, una ventana contra la otra en tres hileras.

    5 Todas las puertas y los postes eran cuadrados; y unas ventanas estaban frente a las otras en tres hileras.

    6 También hizo un pórtico de columnas, que tenía cincuenta codos de largo y treinta codos de ancho; y este pórtico estaba delante de las primeras, con sus columnas y maderos correspondientes.

    7 Hizo asimismo el pórtico del trono en que había de juzgar, el pórtico del juicio, y lo cubrió de cedro del suelo al techo.

    8 Y la casa en que él moraba, en otro atrio dentro del pórtico, era de obra semejante a ésta. Edificó también Salomón para la hija de Faraón, que había tomado por mujer, una casa de hechura semejante a la del pórtico.

    9 Todas aquellas obras fueron de piedras costosas, cortadas y ajustadas con sierras según las medidas, así por dentro como por fuera, desde el cimiento hasta los remates, y asimismo por fuera hasta el gran atrio.

    10 El cimiento era de piedras costosas, piedras grandes, piedras de diez codos y piedras de ocho codos.

    11 De allí hacia arriba eran también piedras costosas, labradas conforme a sus medidas, y madera de cedro.

    12 Y en el gran atrio alrededor había tres hileras de piedras labradas, y una hilera de vigas de cedro; y así también el atrio interior de la casa de Jehová, y el atrio de la casa.

    Salomón emplea a Hiram, de Tiro

    13 Y envió el rey Salomón, e hizo venir de Tiro a Hiram,

    14 hijo de una viuda de la tribu de Neftalí. Su padre, que trabajaba en bronce, era de Tiro; e Hiram era lleno de sabiduría, inteligencia y ciencia en toda obra de bronce. Este, pues, vino al rey Salomón, e hizo toda su obra.

    15 Y vació dos columnas de bronce; la altura de cada una era de dieciocho codos, y rodeaba a una y otra un hilo de doce codos.

    16 Hizo también dos capiteles de fundición de bronce, para que fuesen puestos sobre las cabezas de las columnas; la altura de un capitel era de cinco codos, y la del otro capitel también de cinco codos.

    17 Había trenzas a manera de red, y unos cordones a manera de cadenas, para los capiteles que se habían de poner sobre las cabezas de las columnas; siete para cada capitel.

    18 Hizo también dos hileras de granadas alrededor de la red, para cubrir los capiteles que estaban en las cabezas de las columnas con las granadas; y de la misma forma hizo en el otro capitel.

    19 Los capiteles que estaban sobre las columnas en el pórtico, tenían forma de lirios, y eran de cuatro codos.

    20 Tenían también los capiteles de las dos columnas, doscientas granadas en dos hileras alrededor en cada capitel, encima de su globo, el cual estaba rodeado por la red.

    21 Estas columnas erigió en el pórtico del templo; y cuando hubo alzado la columna del lado derecho, le puso por nombre Jaquín, y alzando la columna del lado izquierdo, llamó su nombre Boaz.

    22 Y puso en las cabezas de las columnas tallado en forma de lirios, y así se acabó la obra de las columnas.

    Mobiliario del templo

    23 Hizo fundir asimismo un mar de diez codos de un lado al otro, perfectamente redondo; su altura era de cinco codos, y lo ceñía alrededor un cordón de treinta codos.

    24 Y rodeaban aquel mar por debajo de su borde alrededor unas bolas como calabazas, diez en cada codo, que ceñían el mar alrededor en dos filas, las cuales habían sido fundidas cuando el mar fue fundido.

    25 Y descansaba sobre doce bueyes; tres miraban al norte, tres miraban al occidente, tres miraban al sur, y tres miraban al oriente; sobre estos se apoyaba el mar, y las ancas de ellos estaban hacia la parte de adentro.

    26 El grueso del mar era de un palmo menor, y el borde era labrado como el borde de un cáliz o de flor de lis; y cabían en él dos mil batos.

    27 Hizo también diez basas de bronce, siendo la longitud de cada basa de cuatro codos, y la anchura de cuatro codos, y de tres codos la altura.

    28 La obra de las basas era esta: tenían unos tableros, los cuales estaban entre molduras;

    29 y sobre aquellos tableros que estaban entre las molduras, había figuras de leones, de bueyes y de querubines; y sobre las molduras de la basa, así encima como debajo de los leones y de los bueyes, había unas añadiduras de bajo relieve.

    30 Cada basa tenía cuatro ruedas de bronce, con ejes de bronce, y en sus cuatro esquinas había repisas de fundición que sobresalían de los festones, para venir a quedar debajo de la fuente.

    31 Y la boca de la fuente entraba un codo en el remate que salía para arriba de la basa; y la boca era redonda, de la misma hechura del remate, y éste de codo y medio. Había también sobre la boca entalladuras con sus tableros, los cuales eran cuadrados, no redondos.

    32 Las cuatro ruedas estaban debajo de los tableros, y los ejes de las ruedas nacían en la misma basa. La altura de cada rueda era de un codo y medio.

    33 Y la forma de las ruedas era como la de las ruedas de un carro; sus ejes, sus rayos, sus cubos y sus cinchos, todo era de fundición.

    34 Asimismo las cuatro repisas de las cuatro esquinas de cada basa; y las repisas eran parte de la misma basa.

    35 Y en lo alto de la basa había una pieza redonda de medio codo de altura, y encima de la basa sus molduras y tableros, los cuales salían de ella misma.

    36 E hizo en las tablas de las molduras, y en los tableros, entalladuras de querubines, de leones y de palmeras, con proporción en el espacio de cada una, y alrededor otros adornos.

    37 De esta forma hizo diez basas, fundidas de una misma manera, de una misma medida y de una misma entalladura.

    38 Hizo también diez fuentes de bronce; cada fuente contenía cuarenta batos, y cada una era de cuatro codos; y colocó una fuente sobre cada una de las diez basas.

    39 Y puso cinco basas a la mano derecha de la casa, y las otras cinco a la mano izquierda; y colocó el mar al lado derecho de la casa, al oriente, hacia el sur.

    40 Asimismo hizo Hiram fuentes, y tenazas, y cuencos. Así terminó toda la obra que hizo a Salomón para la casa de Jehová:

    41 dos columnas, y los capiteles redondos que estaban en lo alto de las dos columnas; y dos redes que cubrían los dos capiteles redondos que estaban sobre la cabeza de las columnas;

    42 cuatrocientas granadas para las dos redes, dos hileras de granadas en cada red, para cubrir los dos capiteles redondos que estaban sobre las cabezas de las columnas;

    43 las diez basas, y las diez fuentes sobre las basas;

    44 un mar, con doce bueyes debajo del mar;

    45 y calderos, paletas, cuencos, y todos los utensilios que Hiram hizo al rey Salomón, para la casa de Jehová, de bronce bruñido.

    46 Todo lo hizo fundir el rey en la llanura del Jordán, en tierra arcillosa, entre Sucot y Saretán.

    47 Y no inquirió Salomón el peso del bronce de todos los utensilios, por la gran cantidad de ellos.

    48 Entonces hizo Salomón todos los enseres que pertenecían a la casa de Jehová: un altar de oro, y una mesa también de oro, sobre la cual estaban los panes de la proposición;

    49 cinco candeleros de oro purísimo a la mano derecha, y otros cinco a la izquierda, frente al lugar santísimo; con las flores, las lámparas y tenazas de oro.

    50 Asimismo los cántaros, despabiladeras, tazas, cucharillas e incensarios, de oro purísimo; también de oro los quiciales de las puertas de la casa de adentro, del lugar santísimo, y los de las puertas del templo.

    51 Así se terminó toda la obra que dispuso hacer el rey Salomón para la casa de Jehová. Y metió Salomón lo que David su padre había dedicado, plata, oro y utensilios; y depositó todo en las tesorerías de la casa de Jehová.

    Pero, bajo el reinado siguiente, Sisac, rey de Egipto (identificado por Velikovsky y Courville como Tutmose III, en la cronología revisada de Egipto) penetró en Jerusalén, llevándose los tesoros del Templo y del palacio real (1 R. 14:25-27); después de algo más de 80 años, hordas árabes y filisteas tomaron por poco tiempo la ciudad y la saquearon (2 Cr. 21:17). 

    1 Reyes 14:25-27

    25 Al quinto año del rey Roboam subió Sisac rey de Egipto contra Jerusalén,

    26 y tomó los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa real, y lo saqueó todo; también se llevó todos los escudos de oro que Salomón había hecho.

    27 Y en lugar de ellos hizo el rey Roboam escudos de bronce, y los dio a los capitanes de los de la guardia, quienes custodiaban la puerta de la casa real.

    2 Crónicas 21:17

    17 Y subieron contra Judá, e invadieron la tierra, y tomaron todos los bienes que hallaron en la casa del rey, y a sus hijos y a sus mujeres; y no le quedó más hijo, sino solamente Joacaz el menor de sus hijos.

    A pesar de estas vicisitudes, la población fue en aumento; se empezó a diferenciar entre los diversos distritos de Jerusalén (2 R. 20:4; 22:14). 

    2 Reyes 20:4 

    4 Y antes que Isaías saliese hasta la mitad del patio, vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo:

    2 Reyes 22:14

    14 Entonces fueron el sacerdote Hilcías, y Ahicam, Acbor, Safán y Asaías, a la profetisa Hulda, mujer de Salum hijo de Ticva, hijo de Harhas, guarda de las vestiduras, la cual moraba en Jerusalén en la segunda parte de la ciudad, y hablaron con ella.

    Antes del inicio del siglo VIII a.C., una prolongación de la muralla englobaba un suburbio de la colina del noroeste. Se trataba del distrito comercial, que siguió siéndolo aún después del exilio y hasta la destrucción de Jerusalén por Tito (Guerras 5:8, 1). 

    La puerta de las Ovejas y la del Pescado se hallaban en este sector, que estaba situado a lo largo del valle llamado Tiropeón (de los comerciantes del queso). 

    Bajo el reinado de Amasías, rey de Judá, los israelitas del reino del norte destruyeron una parte de las fortificaciones al norte de la ciudad, y se apoderaron de los tesoros del Templo y del palacio (2 R. 14:13, 14). 

    2 Reyes 14:13, 14

    13 Además Joás rey de Israel tomó a Amasías rey de Judá, hijo de Joás hijo de Ocozías, en Bet-semes; y vino a Jerusalén, y rompió el muro de Jerusalén desde la puerta de Efraín hasta la puerta de la esquina, cuatrocientos codos.

    14 Y tomó todo el oro, y la plata, y todos los utensilios que fueron hallados en la casa de Jehová, y en los tesoros de la casa del rey, y a los hijos tomó en rehenes, y volvió a Samaria.

    Uzías y Jotam, reyes de Judá, repararon las destrucciones y aumentaron las defensas, erigiendo nuevos torreones (2 Cr. 26:9; 27:3). 

    2 Crónicas 26:9 

    9 Edificó también Uzías torres en Jerusalén , junto a la puerta del ángulo, y junto a la puerta del valle, y junto a las esquinas; y las fortificó.

    2 Crónicas 27:3

    3 Edificó él la puerta mayor de la casa de Jehová, y sobre el muro de la fortaleza edificó mucho.

    Es posible que tuvieran que reparar muchos otros desastres además de los causados por la guerra, porque bajo Uzías Jerusalén sufrió los efectos de una fuerte convulsión tectónica (Am. 11; Zac. 14:5; Ant. 9:10, 4). 

    Zacarías 14:5

    5 Y huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Uzías rey de Judá; y vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos.

    Los israelitas del reino del norte aliados con los sirios asediaron la ciudad durante el reinado de Acaz, pero en vano (2 R. 16:5). 

    2 Reyes 16:5

    5 Entonces Rezín rey de Siria y Peka hijo de Remalías, rey de Israel, subieron a Jerusalén para hacer guerra y sitiar a Acaz; mas no pudieron tomarla.

    Este rey de Judá entregado a la idolatría hizo, poco después del asedio, extinguir las lámparas del santuario y detener los holocaustos, ordenando el cierre del Templo (2 R. 16:14 ss.; 2 Cr. 28:24; 29:7). 

    2 Reyes 16:14 

    14 E hizo acercar el altar de bronce que estaba delante de Jehová, en la parte delantera de la casa, entre el altar y el templo de Jehová, y lo puso al lado del altar hacia el norte.

    2 Crónicas 28:24 

    24 Además de eso recogió Acaz los utensilios de la casa de Dios, y los quebró, y cerró las puertas de la casa de Jehová, y se hizo altares en Jerusalén en todos los rincones.

    2 Crónicas 29:7

    7 Y aun cerraron las puertas del pórtico, y apagaron las lámparas; no quemaron incienso, ni sacrificaron holocausto en el santuario al Dios de Israel.

    Ezequías volvió a abrir el Templo, restableciendo el culto; sin embargo, para detener el ataque de los asirios, les tuvo que entregar el tesoro real, el del santuario, y las planchas de oro de que estaban revestidas las puertas del Templo. Pero esto sólo fue un alivio pasajero, porque al final los ejércitos de Asiria pusieron sitio a Jerusalén (2 Cr. 29:3; 2 R. 18:15, 16

    2 Crónicas 29:3 

    Ezequías restablece el culto del templo

    3 En el primer año de su reinado, en el mes primero, abrió las puertas de la casa de Jehová, y las reparó.

    2 Reyes 18:15, 16

    15 Dio, por tanto, Ezequías toda la plata que fue hallada en la casa de Jehová, y en los tesoros de la casa real.

    16 Entonces Ezequías quitó el oro de las puertas del templo de Jehová y de los quiciales que el mismo rey Ezequías había cubierto de oro, y lo dio al rey de Asiria.

    Sin embargo el ángel del Señor azotó al ejército enemigo librando a Jerusalén de una manera prodigiosa (2 R. 19:35). 

    2 Reyes 19:35

    35 Y aconteció que aquella misma noche salió el ángel de Jehová, y mató en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil; y cuando se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpos de muertos.

    Cuando Manasés volvió de su breve cautiverio en Babilonia construyó murallas y mejoró las fortificaciones (2 Cr. 33:14

    2 Crónicas 33:14

    14 Después de esto edificó el muro exterior de la ciudad de David, al occidente de Gihón, en el valle, a la entrada de la puerta del Pescado, y amuralló Ofel, y elevó el muro muy alto; y puso capitanes de ejército en todas las ciudades fortificadas de Judá.

    Durante los reinados del hijo y nieto de Josías varios reveses abrumaron la ciudad. Bajo Joacim, Nabucodonosor asedió Jerusalén y entró en ella, encadenó al rey, y terminó liberándolo, pero se llevó consigo a una buena cantidad de jóvenes príncipes y de objetos de gran precio del Templo (2 R. 24:1; 2 Cr. 36:6; Dn. 1:1). 

    2 Reyes 24:1 

    1 En su tiempo subió en campaña Nabucodonosor rey de Babilonia. Joacim vino a ser su siervo por tres años, pero luego volvió y se rebeló contra él.

    2 Crónicas 36:6 

    6 Y subió contra él Nabucodonosor rey de Babilonia, y lo llevó a Babilonia atado con cadenas.

    Daniel 1:1

    Daniel y sus compañeros en Babilonia

    1 En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusalén, y la sitió.

    Después Nabucodonosor volvió, vació el tesoro real y el del Templo, se apoderó del resto de los utensilios de oro y de plata del santuario, llevó cautivo al rey Joaquín a Babilonia, deportando asimismo a los más útiles de los moradores de Jerusalén, soldados, artesanos, herreros, etc. (2 R. 24:10-16). 

    2 Reyes 24:10-16

    10 En aquel tiempo subieron contra Jerusalén los siervos de Nabucodonosor rey de Babilonia, y la ciudad fue sitiada.

    11 Vino también Nabucodonosor rey de Babilonia contra la ciudad, cuando sus siervos la tenían sitiada.

    12 Entonces salió Joaquín rey de Judá al rey de Babilonia, él y su madre, sus siervos, sus príncipes y sus oficiales; y lo prendió el rey de Babilonia en el octavo año de su reinado.

    13 Y sacó de allí todos los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa real, y rompió en pedazos todos los utensilios de oro que había hecho Salomón rey de Israel en la casa de Jehová, como Jehová había dicho.

    14 Y llevó en cautiverio a toda Jerusalén, a todos los príncipes, y a todos los hombres valientes, hasta diez mil cautivos, y a todos los artesanos y herreros; no quedó nadie, excepto los pobres del pueblo de la tierra.

    15 Asimismo llevó cautivos a Babilonia a Joaquín, a la madre del rey, a las mujeres del rey, a sus oficiales y a los poderosos de la tierra; cautivos los llevó de Jerusalén a Babilonia.

    16 A todos los hombres de guerra, que fueron siete mil, y a los artesanos y herreros, que fueron mil, y a todos los valientes para hacer la guerra, llevó cautivos el rey de Babilonia.

    Nueve años más tarde, bajo Sedecías, Nabucodonosor atacó Jerusalén por tercera vez; la asedió durante dos años, provocando una terrible hambre. 

    Finalmente, los atacantes consiguieron abrir una brecha en las murallas; incendió el Templo, los palacios, demolió las murallas, y deportó al resto de los habitantes, excepto a los indigentes (2 R. 25). 

    2 Reyes 25

    Caída de Jerusalén

    1 Aconteció a los nueve años de su reinado, en el mes décimo, a los diez días del mes, que Nabucodonosor rey de Babilonia vino con todo su ejército contra Jerusalén, y la sitió, y levantó torres contra ella alrededor.

    2 Y estuvo la ciudad sitiada hasta el año undécimo del rey Sedequías.

    3 A los nueve días del cuarto mes prevaleció el hambre en la ciudad, hasta que no hubo pan para el pueblo de la tierra.

    4 Abierta ya una brecha en el muro de la ciudad, huyeron de noche todos los hombres de guerra por el camino de la puerta que estaba entre los dos muros, junto a los huertos del rey, estando los caldeos alrededor de la ciudad; y el rey se fue por el camino del Arabá.

    5 Y el ejército de los caldeos siguió al rey, y lo apresó en las llanuras de Jericó, habiendo sido dispersado todo su ejército.

    6 Preso, pues, el rey, le trajeron al rey de Babilonia en Ribla, y pronunciaron contra él sentencia.

    7 Degollaron a los hijos de Sedequías en presencia suya, y a Sedequías le sacaron los ojos, y atado con cadenas lo llevaron a Babilonia.

    Cautividad de Judá

    8 En el mes quinto, a los siete días del mes, siendo el año diecinueve de Nabucodonosor rey de Babilonia, vino a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia, siervo del rey de Babilonia.

    9 Y quemó la casa de Jehová, y la casa del rey, y todas las casas de Jerusalén; y todas las casas de los príncipes quemó a fuego.

    10 Y todo el ejército de los caldeos que estaba con el capitán de la guardia, derribó los muros alrededor de Jerusalén.

    11 Y a los del pueblo que habían quedado en la ciudad, a los que se habían pasado al rey de Babilonia, y a los que habían quedado de la gente común, los llevó cautivos Nabuzaradán, capitán de la guardia.

    12 Mas de los pobres de la tierra dejó Nabuzaradán, capitán de la guardia, para que labrasen las viñas y la tierra.

    13 Y quebraron los caldeos las columnas de bronce que estaban en la casa de Jehová, y las basas, y el mar de bronce que estaba en la casa de Jehová, y llevaron el bronce a Babilonia.

    14 Llevaron también los calderos, las paletas, las despabiladeras, los cucharones, y todos los utensilios de bronce con que ministraban;

    15 incensarios, cuencos, los que de oro, en oro, y los que de plata, en plata; todo lo llevó el capitán de la guardia.

    16 Las dos columnas, un mar, y las basas que Salomón había hecho para la casa de Jehová; no fue posible pesar todo esto.

    17 La altura de una columna era de dieciocho codos, y tenía encima un capitel de bronce; la altura del capitel era de tres codos, y sobre el capitel había una red y granadas alrededor, todo de bronce; e igual labor había en la otra columna con su red.

    18 Tomó entonces el capitán de la guardia al primer sacerdote Seraías, al segundo sacerdote Sofonías, y tres guardas de la vajilla;

    19 y de la ciudad tomó un oficial que tenía a su cargo los hombres de guerra, y cinco varones de los consejeros del rey, que estaban en la ciudad, el principal escriba del ejército, que llevaba el registro de la gente del país, y sesenta varones del pueblo de la tierra, que estaban en la ciudad.

    20 Estos tomó Nabuzaradán, capitán de la guardia, y los llevó a Ribla al rey de Babilonia.

    21 Y el rey de Babilonia los hirió y mató en Ribla, en tierra de Hamat. Así fue llevado cautivo Judá de sobre su tierra.

    El remanente huye a Egipto

    22 Y al pueblo que Nabucodonosor rey de Babilonia dejó en tierra de Judá, puso por gobernador a Gedalías hijo de Ahicam, hijo de Safán.

    23 Y oyendo todos los príncipes del ejército, ellos y su gente, que el rey de Babilonia había puesto por gobernador a Gedalías, vinieron a él en Mizpa; Ismael hijo de Netanías, Johanán hijo de Carea, Seraías hijo de Tanhumet netofatita, y Jaazanías hijo de un maacateo, ellos con los suyos.

    24 Entonces Gedalías les hizo juramento a ellos y a los suyos, y les dijo: No temáis de ser siervos de los caldeos; habitad en la tierra, y servid al rey de Babilonia, y os irá bien.

    25 Mas en el mes séptimo vino Ismael hijo de Netanías, hijo de Elisama, de la estirpe real, y con él diez varones, e hirieron a Gedalías, y murió; y también a los de Judá y a los caldeos que estaban con él en Mizpa.

    26 Y levantándose todo el pueblo, desde el menor hasta el mayor, con los capitanes del ejército, se fueron a Egipto, por temor de los caldeos.

    Joaquín es libertado y recibe honores en Babilonia

    27 Aconteció a los treinta y siete años del cautiverio de Joaquín rey de Judá, en el mes duodécimo, a los veintisiete días del mes, que Evil-merodac rey de Babilonia, en el primer año de su reinado, libertó a Joaquín rey de Judá, sacándolo de la cárcel;

    28 y le habló con benevolencia, y puso su trono más alto que los tronos de los reyes que estaban con él en Babilonia.

    29 Y le cambió los vestidos de prisionero, y comió siempre delante de él todos los días de su vida.

    30 Y diariamente le fue dada su comida de parte del rey, de continuo, todos los días de su vida.

    Jerusalén estuvo en ruinas durante cincuenta años. Zorobabel, acompañado de 50.000 israelitas, volvió en el año 538 a.C. Al inicio del año siguiente, echó los cimientos del Templo (Esd. 2:64, 65; 3:8). 

    Esdras 2:64, 65 

    64 Toda la congregación, unida como un solo hombre, era de cuarenta y dos mil trescientos sesenta,

    65 sin contar sus siervos y siervas, los cuales eran siete mil trescientos treinta y siete; y tenían doscientos cantores y cantoras.

    Esdras 3:8

    Colocación de los cimientos del templo

    8 En el año segundo de su venida a la casa de Dios en Jerusalén, en el mes segundo, comenzaron Zorobabel hijo de Salatiel, Jesúa hijo de Josadac y los otros sus hermanos, los sacerdotes y los levitas, y todos los que habían venido de la cautividad a Jerusalén; y pusieron a los levitas de veinte años arriba para que activasen la obra de la casa de Jehová.

    Hacia el año 444 a.C., Nehemías reconstruyó la muralla. Los persas tenían entonces el dominio, que recayó a continuación en los macedonios, bajo Alejandro Magno. 

    En el año 203 a.C., Antíoco Epifanes se apoderó de Jerusalén, que cayó en manos de Egipto en el año 199 a.C. En el año 198 a.C., la ciudad abrió sus puertas a Antíoco, que se presentaba como amigo. En el año 170 a.C., 

    Antíoco se hizo el dueño de Jerusalén, profanando el Templo acto seguido; los macabeos se alzaron en armas en el año 165 a.C. Judas volvió a tomar la ciudad y purificó el Templo. Los reyes de la dinastía hasmonea erigieron cerca del Templo una ciudadela que recibió el nombre de Baris, es decir, «la Torre» (véase ANTONIA). 

    Pompeyo se apoderó de Jerusalén en el año 63 a.C., demoliendo una parte de las murallas. Craso saqueó el Templo en el año 54 y los partos entraron a saco en la ciudad el año 40. Herodes el Grande se apoderó de Jerusalén en el año 37 a.C., reparó las murallas, construyó diversos edificios para embellecer la ciudad, reconstruyó el Templo, y le dio un esplendor que contrastaba con el carácter relativamente humilde del Templo de Zorobabel. 

    Comenzado entre el año 20 y 19 a.C., el Templo no quedó totalmente acabado durante la vida terrenal de nuestro Señor. Herodes fortificó la ciudadela, llamándola Antonia. Al morir, Jerusalén tenía dos murallas que la rodeaban, totalmente o en parte, en tanto que en la época de Salomón sólo habla tenido una. 

    Herodes Agripa comenzó una tercera línea de murallas, hacia el año 42 o 43 d.C., unos doce años después de la crucifixión. En el año 70 d.C., los romanos, conducidos por Tito, ocuparon Jerusalén, después de haber destruido o incendiado, durante el asedio, el Templo y casi toda la ciudad. 

    El general romano demolió las murallas, excepto una parte de la línea occidental, y las tres torres de Hippicus, Fasael y Mariamne (Guerras 7:1, 1). c. Jerusalén después de Tito. Bajo el emperador Adriano, los romanos emprendieron la reconstrucción de Jerusalén como ciudad pagana, que mantenían frente y contra los judíos; ésta parece haber sido la causa principal de la revuelta judía dirigida por Bar-Kokeba, entre los años 132-135 d.C. El alzamiento fue aplastado, y se reemprendió y finalizó la construcción de la ciudad. 

    El nombre de Jerusalén fue reemplazado por el de Colonia Aelia Capitolina: Colonia, porque se trataba de una colonia romana; Aelia, en honor de Adriano, cuyo nombre propio era Aelio; Capitolina, porque la ciudad fue dedicada a Júpiter Capitolino. Se erigió un templo a esta divinidad pagana, sobre el emplazamiento de los antiguos templos de Salomón, Zorobabel y Herodes. Les quedó prohibido a los judíos, bajo pena de muerte, que entraran en la ciudad. 

    Esta prohibición no afectaba a los cristianos que, sin duda alguna, ya se distinguían netamente de los judíos por aquel entonces. El nombre de Aelia persistió durante muchos siglos. El emperador Constantino levantó, al principio de una manera parcial, y después total, la prohibición que excluía a los judíos de la ciudad santa. En el año 326 Elena, la madre del emperador, erigió un santuario sobre el monte de los Olivos. 

    En el año 333 se comenzó, por orden de Constantino, la construcción de la iglesia de la Anástasis, señalando el supuesto emplazamiento del Santo Sepulcro (véase CALVARIO). En el año 614, conducidos por su rey Cosroés II, los persas asaltaron Jerusalén. Dieron muerte a gran número de sus moradores, y deportaron a Persia a los supervivientes, e incendiaron la iglesia del Santo Sepulcro. A la muerte de Cosroés, en el año 628, el emperador romano Heraclio recuperó Jerusalén. 

    En el año 638, la ciudad se rindió a los árabes, liderados por Omar (’Umar). ’Abd-al-Malik erigió, en el año 691, la magnífica Cúpula de la Roca (que los europeos llaman, erróneamente, la «mezquita de Omar»). Este edificio se halla sobre el emplazamiento del Templo, encima de las rocas de Moria, el posible emplazamiento del sacrificio no consumado de Isaac (Gn. 22:2; 2 Cr. 3:1). 

    Génesis 22:2 

    2 Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.

    2 Crónicas 3:1

    Salomón edifica el templo

    1 Comenzó Salomón a edificar la casa de Jehová en Jerusalén, en le monte Moriah, que había sido mostrado a David su padre, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán jebuseo.

    Cerca de la cúpula, en el sector meridional de la zona sagrada, ’Abd-al-Malik construyó otra mezquita, quizá sobre el lugar de una iglesia anterior. 

    Esta mezquita se llama al-Masjid al-Aksa (la mezquita más alejada), pero esta expresión designa también el conjunto de edificios sagrados de esta zona. Al-Haram al-Sharîf (el noble santuario) es otro nombre aplicado a este grupo de construcciones. 

    Durante la época en que los musulmanes de raza árabe reinaron sobre Jerusalén, los peregrinos cristianos que iban a visitar los lugares santos fueron tratados de diversas maneras. En una ocasión, un soberano fatimita incendió la iglesia del Santo Sepulcro; pero, por lo general, los árabes se mostraron tolerantes. 

    Cuando, en el año 1077 d.C., los turcos (seldyúcidas) remplazaron a los árabes, la situación cambió. Los ultrajes y la opresión de estos últimos provocaron la reacción de los reinos de la Europa occidental y central, lo que provocó las Cruzadas. 

    El 15 de julio de 1099, durante la primera de estas expediciones político-religiosas, Jerusalén fue tomada por asalto; se fundó entonces un reino cristiano que duró 88 años. Durante la ocupación cristiana, los edificios adyacentes al Santo Sepulcro fueron agrandados y hermoseados, en tanto que iban surgiendo nuevos edificios por la ciudad. 

    En el año 1187, el reino de Jerusalén cayó en manos de Saladino, sultán de Egipto y de Siria; en 1192, este último reparó las murallas, pero el sultán de Damasco las hizo desmantelar en 1219. Federico II, emperador de Alemania, obtuvo la posesión de la ciudad santa, en 1229, por un tratado que estipulaba que las murallas no serían restauradas. Diez años más tarde, sus moradores infringieron esta condición. 

    En 1443, la ciudad se rindió incondicionalmente a los cristianos. Al año siguiente, los turcos (Khwãrizim) se apoderaron de Jerusalén y restablecieron el Islam. Al cabo de unos tres años, los egipcios echaron a los invasores de Palestina y se hicieron con Jerusalén hasta 1517, año en el que Jerusalén cayó en manos de los turcos otomanos. El más grande de sus sultanes, Solimán el Magnífico, construyó en 1542 la línea de murallas que sigue todavía en pie. 

    Durante la Primera Guerra Mundial, los ingleses y la Legión Judía, encuadrada en el ejército inglés bajo las órdenes del general Allenby, conquistaron Palestina. Jerusalén se rindió el 9 de diciembre de 1917. Después de la primera guerra judeo-árabe (1947-48) y del renacimiento del Estado de Israel, Jerusalén quedó dividida entre los judíos y los árabes. 

    El Reino de Transjordania consiguió conservar la Ciudad Vieja incluida dentro de las murallas, gracias a la acción de la Legión Árabe, dirigida por oficiales británicos y encabezada por el asimismo británico Sir John Bagot Glubb («Glubb Pachá»), mientras que los judíos conservaban los suburbios nuevos fuera del recinto amurallado, en una lucha tenaz. 

    Así quedó la situación hasta el 7 de junio de 1967, durante la Guerra de los Seis Días, en que el ejército israelita, venciendo la encarnizada resistencia jordana, logró conquistar el sector oriental de Jerusalén y reunificar la ciudad, capital del actual Estado de Israel.

    VÉASE: Mardikh , Tell , Amarna (Tell El-Amarna) , Gihón , Antonia
  • DICCIONARIO
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  • Jerusalén

    (para los hebreos, este nombre significa «fundamento de la paz; posesión de la paz»; su etimología es incierta). 

    Ciudad santa; capital de la monarquía unida bajo David y Salomón, del reino de Judá, de Judea, y modernamente declarada por el Knesset (Parlamento del Estado de Israel) la «capital eterna de Israel». Plan de este artículo: 

    A. Nombre. 

    B. La ciudad. 

    a. Situación. 

    b. Suministros de agua. 

    c. Estructuras defensivas. 

    d. Edificios célebres en la época de Cristo. 

    C. Historia de la ciudad. 

    a. La ciudad cananea. 

    b. La ciudad israelita. 

    c. Jerusalén a partir de Tito. 

    A. NOMBRE. 

    Muchos han sostenido que la mención más antigua de Jerusalén que se tiene en la Biblia es la mención de Salem en Gn. 14:18, en relación con el encuentro de Abraham con Melquisedec, «rey de Salem». 

    Génesis 14:18

    18 Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino;

    En las tabletas cuneiformes de los restos de Ebla (véase MARDIKH [TELL]) aparecen por separado los nombres de Salim y de Urusalima, entre otras ciudades como Hazor, Laquis, Meguido, Gaza, Dor, Sinaí, Jope, Sodoma y las otras ciudades de la llanura. 

    Estas ciudades estaban en relación comercial con Ebla, y estos registros, anteriores a la catástrofe que destruyó Sodoma y las otras ciudades comarcanas, parecen indicar que Salim o Salem era una ciudad distinta de Jerusalén (Urusalima). Estas tabletas están fechadas alrededor del año 2300 a.C. 

    En el relato de la conquista de Canaán figura bajo el nombre de Jebús y de Jerusalén. Después de ello se encuentra frecuentemente el nombre de Jebús mientras los jebuseos poseyeron la ciudad. Al apoderarse David de ella, el antiguo nombre vino a ser su única designación (aunque también se usó su abreviación Salem, cf. Sal. 76:2). 

    Salmos 76:2

    2 En Salem está su tabernáculo, Y su habitación en Sion.

    La pronunciación Y’rû, shãlêm se modificó posteriormente a fin de darle una forma dual, Y’rûshãla’(y) im. 

    Esta es la interpretación de ciertos gramáticos. La forma Urusalim se encuentra en las cartas de Tell el-Amarna (véase AMARNA), en las cartas dirigidas a Amenofis IV (o Amenhotep IV), rey de Egipto. Velikovsky y Courville documentan que la asignación de este rey y de las cartas al siglo XV a.C. no es sostenible, y que se refiere a la época de Acab y Josafat, durante un período entre 870 y 840 a.C., aproximadamente (cf. Courville y Velikovsky, véase Bibliografía bajo articulo AMARNA). 

    Así, se debe reconocer la gran antigüedad de las menciones de Urusalima en las tabletas de Ebla, en tanto que Tell el-Amarna nos da unos documentos relativamente mucho más recientes, del siglo IX a.C. en la cronología revisada, frente a la asignación al siglo XV a.C. en la cronología comúnmente divulgada. 

    B. LA CIUDAD. 

    a. Situación. 

    Jerusalén se halla en una meseta sobre la cordillera central que constituye el eje dorsal de Palestina, en uno de sus puntos más elevados (800 m. sobre el nivel del Mediterráneo). 

    Se halla a la misma latitud que la extremidad septentrional del mar Muerto. 

    Excepto en su parte norte, la ciudad está separada del resto de la meseta por profundos barrancos o torrenteras. Este promontorio está cortado a su vez por una depresión llamada Tiropeón; esta depresión desemboca en el ángulo sureste del promontorio, en la unión de los barrancos meridional y oriental (Hinom y Cedrón, respectivamente). 

    Subiendo desde allí, el Tiropeón se extiende hacia el norte en un arco, a lo largo de más de 1,5 Km.; a la mitad, desde la zona cóncava, proyecta una ramificación que se dirige directamente hacia el oeste. Ésta era la configuración original de la localidad; pero, con el curso de los siglos, los trabajos urbanos y las devastaciones de las guerras rebajaron las alturas y terraplenaron las depresiones. 

    Las ramificaciones de estos valles rodean tres colinas principales: una al este, otra al sudeste, y otra al noroeste: 

    (1) La colina oriental es un monte que se extiende de norte a sur a lo largo de casi 1 Km.; dominando desde una altura entre 60 y 90 m. los valles que la rodean, se aplana en su parte meridional. Al norte, una ramificación del barranco oriental casi aislaba esta colina, en la antigua topografía, de la meseta de la que forma parte. 

    Su cumbre tiene una altura media superior a los 731 m. Al sur, una ligera depresión de unos 30 m. de longitud y de una profundidad de 12 m. en algunos lugares, salía de la llamada «fuente de la Virgen», y se dirigía al noroeste, en dirección al valle del Tiropeón. 

    (2) La colina oblonga del suroeste, la más grande de las tres, tiene un contrafuerte que se proyecta hacia el noreste. Esta colina se levanta formando un pico sobre los valles circundantes. Su gran cumbre se detiene al principio a una altura de 731 m. y después sube hacia el oeste hasta 775 m. 

    (3) La tercera colina es una proyección de la meseta, más que un cerro aislado. Se halla al norte de la colina anteriormente descrita, a unos 746 m.; se hallaba incluida dentro de la ciudad antes de la era cristiana. Estas tres colinas y sus barrancos protectores hacían de Jerusalén una ciudad inexpugnable (2 S. 5:6), rodeada y dominada además por otras alturas (Sal. 125:2). 

    2 Samuel 5:6

    David toma la fortaleza de Sion

    6 Entonces marchó el rey con sus hombres a Jerusalén contra los jebuseos que moraban en aquella tierra; los cuales hablaron a David, diciendo: Tú no entrarás acá, pues aun los ciegos y los cojos te echarán (queriendo decir: David no puede entrar acá).

    Salmos 125:2

    2 Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella, Así Jehová está alrededor de su pueblo Desde ahora y para siempre.

    El barranco oriental es el valle del Cedrón. Hacia el este, a partir del valle del Cedrón se halla el monte de los Olivos, frente a las colinas de la ciudad. El monte orientado en dirección norte-sur es la colina del Templo, llamada, al menos en la zona donde estaba el santuario, monte de Moria. Su extremidad meridional, más baja, llevaba el nombre de Ofel. 

    El valle situado al Oeste de esta colina es el Tiropeón, en el que está situado, en el extremo meridional de la colina, el estanque de Siloé. El valle de Hinom (de donde viene el nombre Gehena) va desde el extremo noroeste de la ciudad hasta el suroeste; de allí, gira hacia el este, y se une con el valle del Cedrón. 

    Al norte del Templo se halla el estanque de Betesda. Situación de la altura llamada «Monte Sion». Este problema ha recibido tres soluciones principales: 

    (1) El monte Sion sería la colina del suroeste. Esta opinión ha prevalecido desde el siglo IV: (a) Sion era la ciudad de David (2 S. 5:7-9). 

    2 Samuel 5:7-9

    7 Pero David tomó la fortaleza de Sion, la cual es la ciudad de David.

    8 Y dijo David aquel día: Todo el que hiera a los jebuseos, suba por el canal y hiera a los cojos y ciegos aborrecidos del alma de David. Por esto se dijo: Ciego ni cojo no entrará en la casa.

    9 Y David moró en la fortaleza, y le puso por nombre la Ciudad de David; y edificó alrededor desde Milo hacia adentro.

    Josefo dice que David dio a la ciudad alta el nombre de ciudadela y era indudablemente la colina del suroeste (Guerras 5:4, 1

    Por ello es singular que Josefo no le dé explícitamente el nombre de Sion. 

    (b) En Neh. 3, donde tiene tanta importancia la reconstrucción de las murallas, permite ver que Sion no formaba parte de la colina del Templo. 

    Nehemías 3

    Reparto del trabajo de reedificación

    1 Entonces se levantó el sumo sacerdote Eliasib con sus hermanos los sacerdotes, y edificaron la puerta de las Ovejas. Ellos arreglaron y levantaron sus puertas hasta la torre de Hamea, y edificaron hasta la torre de Hananeel.

    2 Junto a ella edificaron los varones de Jericó, y luego edificó Zacur hijo de Imri.

    3 Los hijos de Senaa edificaron la puerta del Pescado; ellos la enmaderaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y sus cerrojos.

    4 Junto a ellos restauró Meremot hijo de Urías, hijo de Cos, y al lado de ellos restauró Mesulam hijo de Berequías, hijo de Mesezabeel. Junto a ellos restauró Sadoc hijo de Baana.

    5 E inmediato a ellos restauraron los tecoítas; pero sus grandes no se prestaron para ayudar a la obra de su Señor.

    6 La puerta Vieja fue restaurada por Joiada hijo de Paseah y Mesulam hijo de Besodías; ellos la enmaderaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y cerrojos.

    7 Junto a ellos restauró Melatías gabaonita y Jadón meronotita, varones de Gabaón y de Mizpa, que estaban bajo el dominio del gobernador del otro lado del río.

    8 Junto a ellos restauró Uziel hijo de Harhaía, de los plateros; junto al cual restauró también Hananías, hijo de un perfumero. Así dejaron reparada a Jerusalén hasta el muro ancho.

    9 Junto a ellos restauró también Refaías hijo de Hur, gobernador de la mitad de la región de Jerusalén.

    10 Asimismo restauró junto a ellos, y frente a su casa, Jedaías hijo de Harumaf; y junto a él restauró Hatús hijo de Hasabnías.

    11 Malquías hijo de Harim y Hasub hijo de Pahat-moab restauraron otro tramo, y la torre de los Hornos.

    12 Junto a ellos restauró Salum hijo de Halohes, gobernador de la mitad de la región de Jerusalén, él con sus hijas.

    13 La puerta del Valle la restauró Hanún con los moradores de Zanoa; ellos la reedificaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y sus cerrojos, y mil codos del muro, hasta la puerta del Muladar.

    14 Reedificó la puerta del Muladar Malquías hijo de Recab, gobernador de la provincia de Bet-haquerem; él la reedificó, y levantó sus puertas, sus cerraduras y sus cerrojos.

    15 Salum hijo de Colhoze, gobernador de la región de Mizpa, restauró la puerta de la Fuente; él la reedificó, la enmaderó y levantó sus puertas, sus cerraduras y sus cerrojos, y el muro del estanque de Siloé hacia el huerto del rey, y hasta las gradas que descienden de la ciudad de David.

    16 Después de él restauró Nehemías hijo de Azbuc, gobernador de la mitad de la región de Bet-sur, hasta delante de los sepulcros de David, y hasta el estanque labrado, y hasta la casa de los Valientes.

    17 Tras él restauraron los levitas; Rehum hijo de Bani, y junto a él restauró Hasabías, gobernador de la mitad de la región de Keila, por su región.

    18 Después de él restauraron sus hermanos, Bavai hijo de Henadad, gobernador de la mitad de la región de Keila.

    19 Junto a él restauró Ezer hijo de Jesúa, gobernador de Mizpa, otro tramo frente a la subida de la armería de la esquina.

    20 Después de él Baruc hijo de Zabai con todo fervor restauró otro tramo, desde la esquina hasta la puerta de la casa de Eliasib sumo sacerdote.

    21 Tras él restauró Meremot hijo de Urías hijo de Cos otro tramo, desde la entrada de la casa de Eliasib hasta el extremo de la casa de Eliasib.

    22 Después de él restauraron los sacerdotes, los varones de la llanura.

    23 Después de ellos restauraron Benjamín y Hasub, frente a su casa; y después de éstos restauró Azarías hijo de Maasías, hijo de Ananías, cerca de su casa.

    24 Después de él restauró Binúi hijo de Henadad otro tramo, desde la casa de Azarías hasta el ángulo entrante del muro, y hasta la esquina.

    25 Palal hijo de Uzai, enfrente de la esquina y la torre alta que sale de la casa del rey, que está en el patio de la cárcel. Después de él, Pedaías hijo de Faros.

    26 Y los sirvientes del templo que habitaban en Ofel restauraron hasta enfrente de la puerta de las Aguas al oriente, y la torre que sobresalía.

    27 Después de ellos restauraron los tecoítas otro tramo, enfrente de la gran torre que sobresale, hasta el muro de Ofel.

    28 Desde la puerta de los Caballos restauraron los sacerdotes, cada uno enfrente de su casa.

    29 Después de ellos restauró Sadoc hijo de Imer, enfrente de su casa; y después de él restauró Semaías hijo de Secanías, guarda de la puerta Oriental.

    30 Tras él, Hananías hijo de Selemías y Hanún hijo sexto de Salaf restauraron otro tramo. Después de ellos restauró Mesulam hijo de Berequías, enfrente de su cámara.

    31 Después de él restauró Malquías hijo del platero, hasta la casa de los sirvientes del templo y de los comerciantes, enfrente de la puerta del Juicio, y hasta la sala de la esquina.

    32 Y entre la sala de la esquina y la puerta de las Ovejas, restauraron los plateros y los comerciantes.

    (c) El carácter sagrado de Sion se explica porque el arca reposó muchos años en este lugar del que David cantó la santidad (2 S. 6:12-18; 1 R. 8:1-4; Sal. 26). 

    2 Samuel 6:12-18 

    David trae el arca a Jerusalén

    12 Fue dado aviso al rey David, diciendo: Jehová ha bendecido la casa de Obed-edom y todo lo que tiene, a causa del arca de Dios. Entonces David fue, y llevó con alegría el arca de Dios de casa de Obed-edom a la ciudad de David.

    13 Y cuando los que llevaban el arca de Dios habían andado seis pasos, él sacrificó un buey y un carnero engordado.

    14 Y David danzaba con toda su fuerza delante de Jehová; y estaba David vestido con un efod de lino.

    15 Así David y toda la casa de Israel conducían el arca de Jehová con júbilo y sonido de trompeta.

    16 Cuando el arca de Jehová llegó a la ciudad de David, aconteció que Mical hija de Saúl miró desde una ventana, y vio al rey David que saltaba y danzaba delante de Jehová; y le menospreció en su corazón.

    17 Metieron, pues, el arca de Jehová, y la pusieron en su lugar en medio de una tienda que David le había levantado; y sacrificó David holocaustos y ofrendas de paz delante de Jehová.

    18 Y cuando David había acabado de ofrecer los holocaustos y ofrendas de paz, bendijo al pueblo en el nombre de Jehová de los ejércitos.

    1 Reyes 8:1-4 

    Salomón traslada el arca al templo

    1 Entonces Salomón reunió ante sí en Jerusalén a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus, y a los principales de las familias de los hijos de Israel, para traer el arca del pacto de Jehová de la ciudad de David, la cual es Sion.

    2 Y se reunieron con el rey Salomón todos los varones de Israel en el mes de Etanim, que es el mes séptimo, en el día de la fiesta solemne.

    3 Y vinieron todos los ancianos de Israel, y los sacerdotes tomaron el arca.

    4 Y llevaron el arca de Jehová, y el tabernáculo de reunión, y todos los utensilios sagrados que estaban en el tabernáculo, los cuales llevaban los sacerdotes y levitas.

    Salmos 26

    Declaración de integridad

    1 Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado; He confiado asimismo en Jehová sin titubear.

    2 Escudríñame, oh Jehová, y pruébame; Examina mis íntimos pensamientos y mi corazón.

    3 Porque tu misericordia está delante de mis ojos, Y ando en tu verdad.

    4 No me he sentado con hombres hipócritas, Ni entré con los que andan simuladamente.

    5 Aborrecí la reunión de los malignos, Y con los impíos nunca me senté.

    6 Lavaré en inocencia mis manos, Y así andaré alrededor de tu altar, oh Jehová,

    7 Para exclamar con voz de acción de gracias, Y para contar todas tus maravillas.

    8 Jehová, la habitación de tu casa he amado, Y el lugar de la morada de tu gloria.

    9 No arrebates con los pecadores mi alma, Ni mi vida con hombres sanguinarios,

    10 En cuyas manos está el mal, Y su diestra está llena de sobornos.

    11 Mas yo andaré en mi integridad; Redímeme, y ten misericordia de mí.

    12 Mi pie ha estado en rectitud; En las congregaciones bendeciré a Jehová.

    El nombre de Sion vino a ser así el título de nobleza de Jerusalén y servía para designarla en su conjunto, como ciudad santa (Sal. 48; 87; 133:3); 

    Salmos 48

    Hermosura y gloria de Sion

    1 Grande es Jehová, y digno de ser en gran manera alabado En la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo.

    2 Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra, Es el monte de Sion, a los lados del norte, La ciudad del gran Rey.

    3 En sus palacios Dios es conocido por refugio.

    4 Porque he aquí los reyes de la tierra se reunieron; Pasaron todos.

    5 Y viéndola ellos así, se maravillaron, Se turbaron, se apresuraron a huir.

    6 Les tomó allí temblor; Dolor como de mujer que da a luz.

    7 Con viento solano Quiebras tú las naves de Tarsis.

    8 Como lo oímos, así lo hemos visto En la ciudad de Jehová de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios; La afirmará Dios para siempre. Selah

    9 Nos acordamos de tu misericordia, oh Dios, En medio de tu templo.

    10 Conforme a tu nombre, oh Dios, Así es tu loor hasta los fines de la tierra; De justicia está llena tu diestra.

    11 Se alegrará el monte de Sion; Se gozarán las hijas de Judá Por tus juicios.

    12 Andad alrededor de Sion, y rodeadla; Contad sus torres.

    13 Considerad atentamente su antemuro, Mirad sus palacios; Para que lo contéis a la generación venidera.

    14 Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; El nos guiará aun más allá de la muerte.

    Salmos 87 

    El privilegio de morar en Sion

    1 Su cimiento está en el monte santo.

    2 Ama Jehová las puertas de Sion Más que todas las moradas de Jacob.

    3 Cosas gloriosas se han dicho de ti, Ciudad de Dios. Selah

    4 Yo me acordaré de Rahab y de Babilonia entre los que me conocen; He aquí Filistea y Tiro, con Etiopía; Este nació allá.

    5 Y de Sion se dirá: Este y aquél han nacido en ella, Y el Altísimo mismo la establecerá.

    6 Jehová contará al inscribir a los pueblos: Este nació allí. Selah

    7 Y cantores y tañedores en ella dirán: Todas mis fuentes están en ti.

    Salmos 133:3

    3 Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sion; Porque allí envía Jehová bendición, Y vida eterna.

    (2) El monte Sion era la colina del noroeste (Warren). 

    Esta eminencia ha sido identificada con el sector de la ciudad que Josefo denomina Acra y que, en griego, significa ciudadela. Si este historiador la denomina ciudad baja es porque había venido a serlo en su época; originalmente, la ciudadela se alzaba más elevada. Simón Macabeo la abatió porque dominaba el Templo (Ant. 13:6, 7). 

    Primitivamente, esta colina del noroeste había sido un lugar adecuado para una fortaleza jebusea. 

    (3) El monte Sion era una parte de la colina del Templo. Los principales argumentos en favor de esta opinión: 

    (a) La colina del Templo sigue siendo la más adecuada para una fortaleza. 

    (b) De la Puerta de la Fuente se subía al Templo en una ascensión gradual desde la ciudad de David, más allá de la Puerta de las Aguas (Neh. 12:37). 

    Nehemías 12:37

    37 Y a la puerta de la Fuente, en frente de ellos, subieron por las gradas de la ciudad de David, por la subida del muro, desde la casa de David hasta la puerta de las Aguas, al oriente.

    Estas escaleras pueden ser las que se han descubierto que ascienden por la colina a partir del estanque en el extremo meridional. 

    (c) Los términos que hablan de Sion como lugar santo no son aplicables a toda la ciudad, pero tienen su explicación si el Templo se levantaba sobre el monte Sion. 

    Éste, efectivamente, recibe el nombre de santo monte, morada del Señor, monte de Jehová (Sal. 2:6; 9:11; 24:3; 132:13). 

    Salmos 2:6 

    6 Pero yo he puesto mi rey Sobre Sion, mi santo monte.

    Salmos 9:11 

    11 Cantad a Jehová, que habita en Sion; Publicad entre los pueblos sus obras.

    Salmos 24:3 

    3 ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo?

    Salmos 132:13

    13 Porque Jehová ha elegido a Sion; La quiso por habitación para sí.

    (d) En 1 Mac. 1:33-38, Sion es el monte del Templo. La distinción constante que se hace entre la ciudad de David y el monte Sion, lugar del santuario, demuestra que el sentido de estas expresiones había cambiado desde la época en que eran sinónimas (2 S. 5:7). 

    2 Samuel 5:7

    7 Pero David tomó la fortaleza de Sion, la cual es la ciudad de David.

    La explicación más sencilla es que el monte Sion formaba parte de la colina del Templo. Por extensión, se daba frecuentemente el nombre de Sion a toda la colina del Templo, en tanto que la expresión «ciudad de David» había tomado también un sentido más amplio, designando toda la ciudad de Jerusalén (2 S. 5:7; Ant. 7:3, 2), comprendiéndose en esta designación los nuevos suburbios de las colinas vecinas, rodeados de fortificaciones. 

    2 Samuel 5:7

    7 Pero David tomó la fortaleza de Sion, la cual es la ciudad de David.

    El término «ciudad de David» podía incluir o excluir el santuario, según la oportunidad. Los sirios construyeron una fortaleza en la ciudad de David, pero Judas Macabeo entró, y se apoderó del Templo en el monte Sion (1 Mac. 1:33 ss.; 4:36 ss.). 

    Esta tercera solución tiene todos los visos de verosimilitud. Sion, la ciudadela de los jebuseos, con cuatro puertas, ocupaba la extremidad meridional de la colina oriental al sur del Templo, al sur también de la depresión transversal. Ciertas secciones de antiguas murallas han sido exploradas, y se les asignan fechas del tercer milenio a.C. 

    b. Suministros de agua. 

    En el transcurso de asedios largos y terribles, los moradores de Jerusalén padecieron hambres atroces, pero no parece que carecieran nunca de agua. 

    Eran más los asediadores que los asediados los que se arriesgaban a carecer de ella. No hay ninguna fuente al norte de la ciudad, y las que se conocen, al este, oeste y sur, se hallaban dentro de las murallas, a excepción de la de En Rogel. 

    Esta última se halla al sur, por debajo de la unión de los valles de Hinom y del Cedrón, sobre el wadi en-Nar; recibe también el nombre de pozo de Job («’Ain’ Ayyûb»); es indudable que debe ser identificada con la fuente del Dragón o del Chacal (Neh. 2:13). 

    Nehemías 2:13

    13 Y salí de noche por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y a la puerta del Muladar; y observé los muros de Jerusalén que estaban derribados, y sus puertas que estaban consumidas por el fuego.

    No se han descubierto fuentes que alimenten el estanque de Mamillã ni el del Sultán al oeste. La colina del suroeste no tiene fuentes, que se sepa. 

    En cambio, el monte del Templo está bien provisto de agua (Tácito, Hist. 5:21). 

    Al este de la ciudad antigua, en el valle del Cedrón, hay una fuente de aguas vivas bien conocida: la fuente de la Virgen (el pozo de Santa María, también conocido como Gihón [véase GIHÓN]). 

    Sus abundantes aguas llegaban al estanque de Siloé, situado en el extremo sur de la colina. Antiguamente, las aguas de la fuente de Gihón llegaban a la superficie por el antiguo canal, yendo a parar al estanque Viejo (llamado también estanque Inferior). 

    Es identificado con el moderno Birket el-Hamra, por debajo de Ain Silwãn (Siloé). Previendo el ataque de Senaquerib, Ezequías cubrió el canal que había a cielo abierto, desvió del estanque Viejo (Inferior), las aguas de Gihón, y las dirigió subterráneamente al estanque Nuevo (Superior). (2 R. 18:17; 20:20; 2 Cr. 32:4, 30; Is. 7:3; 8:6; 22:9, 11; 36:2). 

    2 Reyes 18:17 

    17 Después el rey de Asiria envió contra el rey Ezequías al Tartán, al Rabsaris y al Rabsaces, con un gran ejército, desde Laquis contra Jerusalén, y subieron y vinieron a Jerusalén. Y habiendo subido, vinieron y acamparon junto al acueducto del estanque de arriba, en el camino de la heredad del Lavador.

    2 Reyes 20:20 

    Muerte de Ezequías

    20 Los demás hechos de Ezequías, y todo su poderío, y cómo hizo el estanque y el conducto, y metió las aguas en la ciudad, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá?

    2 Crónicas 32:4, 30 

    4 Entonces se reunió mucho pueblo, y cegaron todas las fuentes, y el arroyo que corría por a traves del territorio, diciendo: ¿Por qué han de hallar los reyes de Asiria muchas aguas cuando vengan?

    30 Este Ezequías cubrió los manantiales de Gihón la de arriba, y condujo el agua hacia el occidente de la ciudad de David. Y fue prosperado Ezequías en todo lo que hizo.

    Isaías 7:3 

    3 Entonces dijo Jehová a Isaías: Sal ahora al encuentro de Acaz, tú, y Sear-jasub tu hijo, al extremo del acueducto del estanque de arriba, en el camino de la heredad del Lavador,

    Isaías 8:6 

    6 Por cuanto desechó este pueblo las aguas de Siloé, que corren mansamente, y se regocijó con Rezín y con el hijo de Remalías;

    Isaías 22:9, 11 

    9 Visteis las brechas de la ciudad de David, que se multiplicaron; y recogisteis las aguas del estanque de abajo.

    11 Hicisteis foso entre los dos muros para las aguas del estanque viejo; y no tuvisteis respeto al que lo hizo, ni mirasteis de lejos al que lo labró.

    Isaías 36:2

    2 Y el rey de Asiria envió al Rabsaces con un gran ejército desde Laquis a Jerusalén contra el rey Ezequías; y acampó junto al acueducto del estanque de arriba, en el camino de la heredad del Lavador.

    El estanque del Rey se puede identificar con Siloé (Neh. 2:14). 

    Nehemías 2:14

    14 Pasé luego a la puerta de la Fuente, y al estanque del Rey; pero no había lugar por donde pasase la cabalgadura en que iba.

    El estanque de Salomón se hallaba, según parece, al este de Siloé (Guerras 5:4, 2). 

    Al lado occidental de la colina, al oeste del Templo, hay las pretendidas aguas curativas de Hammãn eshshifã, y, al lado norte de la colina, se halla Betesda. A las fuentes acompañaban las cisternas. Las torres que dominaban las murallas tenían grandes depósitos de agua de lluvia (Guerras 5:4, 3) numerosas cisternas de las que todavía existen en gran cantidad estaban diseminadas por la ciudad (Tácito, Hist. 5:12). 

    Además del aporte de las fuentes y de las cisternas de la ciudad había también el suministro de agua traída de lejos. El estanque de Mamillã tallado en la roca se halla al principio del wadi er-Rabãbi, al oeste de la ciudad. Más abajo del Hi frente al ángulo suroccidental de las murallas actuales, se halla Birket es-Sultãn (el estanque del Sultán), construido en el siglo XII d.C. 

    Algunos arqueólogos identifican el estanque de Mamillã con el de la Serpiente, mencionado por Josefo (Guerras 5:3, 2). 

    Un acueducto llevaba el agua de Mamillã hasta el estanque del patriarca, al este de la puerta de Jafa. La tradición lo identifica con el estanque de Ezequías; es probable que se trate del estanque de Amigdalón, es decir, del almendro (o de la torre), mencionado por Josefo (Guerras 5:11, 4). 

    En un período posterior, se construyó un depósito al norte de la zona del templo, en un terreno donde un pequeño valle se ramifica del Cedrón hacia el oeste. Sus aguas venían del oeste. Este depósito se llama «estanque de Israel» (Birket’ Isrã’în). 

    Más hacia el oeste se hallan los estanques gemelos, que Clermont- Ganneau identifica con el estanque Strouthios (del gorrión). Este estanque existía durante el asedio de Tito; se hallaba frente a la torre Antonia (Guerras 5:11, 4). 

    El mayor acueducto era el que, desde más allá de Belén, llevaba agua hasta Jerusalén. Según el Talmud, salía un conducto de agua de la fuente de Etam para dar el suministro al templo de Jerusalén. Etam se halla en Khirbet el Khoh, cerca de ’Am ’Atán, en los parajes del pueblo de Urtãs, a unos 3 Km. al suroeste de Belén. 

    El acueducto es muy antiguo, anterior a la época romana. c. Estructuras defensivas. Inmediatamente después de haberse apoderado de Jerusalén, David hizo construir una muralla alrededor de la ciudad. La antigua ciudadela de los jebuseos, llamada desde entonces «ciudad de David», ya existía. 

    David fortificó también los alrededores de la ciudad, «a partir del Milo» (2 S. 5:9; 1 Cr. 11:8). 

    2 Samuel 5:9 

    9 Y David moró en la fortaleza, y le puso por nombre la Ciudad de David; y edificó alrededor desde Milo hacia adentro.

    1 Crónicas 11:8

    8 Y edificó la ciudad alrededor, desde Milo hasta el muro; y Joab reparó el resto de la ciudad.

    El Milo de David era una fortificación (quizá de tierra) que defendía la antigua ciudad jebusea, al noroeste. Salomón «construyó» Milo y el muro de Jerusalén, para cerrar la brecha de la ciudad de David (1 R. 9:15, 24). 

    1 Reyes 9:15, 24

    15 Esta es la razón de la leva que el rey Salomón impuso para edificar la casa de Jehová, y su propia casa, y Milo, y el muro de Jerusalén, y Hazor, Meguido y Gezer:

    24 Y subió la hija de Faraón de la ciudad de David a su casa que Salomón le había edificado; entonces edificó él a Milo.

    Los siguientes reyes restauraron y agrandaron Milo, hasta que al final su muralla llegaba a la actual puerta de Jafa al oeste (2 Cr. 26:9), tocaba el valle de Hinom al sur (Jer. 19:2), el estanque de Siloé (cf. 2 R. 25:4), englobaba Ofel (2 Cr. 27:3; 33:14) y rodeaba al norte el suburbio que creció sobre la colina del noroeste (2 R. 14:13; 2 Cr. 33:14; Jer. 31:38). 

    2 Crónicas 26:9

    9 Edificó también Uzías torres en Jerusalén , junto a la puerta del ángulo, y junto a la puerta del valle, y junto a las esquinas; y las fortificó.

    Jeremías 19:2

    2 y saldrás al valle del hijo de Hinom, que está a la entrada de la puerta oriental, y proclamarás allí las palabras que yo te hablaré.

    2 Reyes 25:4

    4 Abierta ya una brecha en el muro de la ciudad, huyeron de noche todos los hombres de guerra por el camino de la puerta que estaba entre los dos muros, junto a los huertos del rey, estando los caldeos alrededor de la ciudad; y el rey se fue por el camino del Arabá.

    2 Crónicas 27:3 

    3 Edificó él la puerta mayor de la casa de Jehová, y sobre el muro de la fortaleza edificó mucho.

    2 Crónicas 33:14

    14 Después de esto edificó el muro exterior de la ciudad de David, al occidente de Gihón, en el valle, a la entrada de la puerta del Pescado, y amuralló Ofel, y elevó el muro muy alto; y puso capitanes de ejército en todas las ciudades fortificadas de Judá.

    2 Reyes 14:13 

    13 Además Joás rey de Israel tomó a Amasías rey de Judá, hijo de Joás hijo de Ocozías, en Bet-semes; y vino a Jerusalén, y rompió el muro de Jerusalén desde la puerta de Efraín hasta la puerta de la esquina, cuatrocientos codos.

    2 Crónicas 33:14 

    14 Después de esto edificó el muro exterior de la ciudad de David, al occidente de Gihón, en el valle, a la entrada de la puerta del Pescado, y amuralló Ofel, y elevó el muro muy alto; y puso capitanes de ejército en todas las ciudades fortificadas de Judá.

    Jeremías 31:38

    38 He aquí que vienen días, dice Jehová, en que la ciudad será edificada a Jehová, desde la torre de Hananeel hasta la puerta del Angulo.

    Nabucodonosor arrasó esta muralla (2 R. 25:10). 

    2 Reyes 25:10

    10 Y todo el ejército de los caldeos que estaba con el capitán de la guardia, derribó los muros alrededor de Jerusalén.

    Nehemías reconstruyó este antiguo muro, sirviéndose de materiales de la antigua fortificación (Neh. 2:13-15; 4:2, 7; 6:15). 

    Nehemías 2:13-15 

    13 Y salí de noche por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y a la puerta del Muladar; y observé los muros de Jerusalén que estaban derribados, y sus puertas que estaban consumidas por el fuego.

    14 Pasé luego a la puerta de la Fuente, y al estanque del Rey; pero no había lugar por donde pasase la cabalgadura en que iba.

    15 Y subí de noche por el torrente y observé el muro, y di la vuelta y entré por la puerta del Valle, y me volví.

    Nehemías 4:2, 7 

    2 Y habló delante de sus hermanos y del ejército de Samaria, y dijo: ¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿Se les permitirá volver a ofrecer sus sacrificios? ¿Acabarán en un día? ¿Resucitarán de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas?

    7 Pero aconteció que oyendo Sanbalat y Tobías, y los árabes, los amonitas y los de Asdod, que los muros de Jerusalén eran reparados, porque ya los portillos comenzaban a ser cerrados, se encolerizaron mucho;

    Nehemías 6:15

    15 Fue terminado, pues, el muro, el veinticinco del mes de Elul, en cincuenta y dos días.

    La muralla de Nehemías comenzaba en la puerta de las Ovejas (Neh. 3:1), próxima al estanque de Betesda (Jn. 5:2), que fue descubierta cerca de la iglesia de Santa Ana, a unos 90 m. de la actual puerta de San Esteban. 

    Nehemías 3:1

    Reparto del trabajo de reedificación

    1 Entonces se levantó el sumo sacerdote Eliasib con sus hermanos los sacerdotes, y edificaron la puerta de las Ovejas. Ellos arreglaron y levantaron sus puertas hasta la torre de Hamea, y edificaron hasta la torre de Hananeel.

    Juan 5:2

    2 Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos.

    El estanque se hallaba sobre el lado septentrional de esta ramificación del valle del Cedrón que se interponía entre la colina del Templo y la meseta. 

    Así, la puerta de las Ovejas se hallaba en esta ramificación del valle o sobre la pendiente que conducía a la meseta, al norte o al noroeste. Cerca de la puerta de las Ovejas, se hallaban, al alejarse del Templo, las torres de Hamea y de Hananeel (Neh. 3:1; 12:39). 

    Nehemías 3:1 

    Reparto del trabajo de reedificación

    1 Entonces se levantó el sumo sacerdote Eliasib con sus hermanos los sacerdotes, y edificaron la puerta de las Ovejas. Ellos arreglaron y levantaron sus puertas hasta la torre de Hamea, y edificaron hasta la torre de Hananeel.

    Nehemías 12:39

    39 y desde la puerta de Efraín hasta la puerta Vieja y a la puerta del Pescado, y la torre de Hananeel, y la torre de Hamea, hasta la puerta de las Ovejas; y se detuvieron en la puerta de la Cárcel.

    Después había la puerta del Pescado, en el barrio nuevo (segundo) de la ciudad (Neh. 3:3; Sof. 1:10), y a continuación la puerta Vieja (Neh. 3:6; 12:39). 

    Nehemías 3:3 

    3 Los hijos de Senaa edificaron la puerta del Pescado; ellos la enmaderaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y sus cerrojos.

    Sofonías 1:10

    10 Y habrá en aquel día, dice Jehová, voz de clamor desde la puerta del Pescado, y aullido desde la segunda puerta, y gran quebrantamiento desde los collados.

    Nehemías 3:6 

    6 La puerta Vieja fue restaurada por Joiada hijo de Paseah y Mesulam hijo de Besodías; ellos la enmaderaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y cerrojos.

    Nehemías 12:39

    39 y desde la puerta de Efraín hasta la puerta Vieja y a la puerta del Pescado, y la torre de Hananeel, y la torre de Hamea, hasta la puerta de las Ovejas; y se detuvieron en la puerta de la Cárcel.

    A cierta distancia se levantaba el muro ancho (Neh. 3:8; 12:38) y, aún más lejos, la torre de los Hornos (Neh. 3:11; 12:38). 

    Nehemías 3:8 

    8 Junto a ellos restauró Uziel hijo de Harhaía, de los plateros; junto al cual restauró también Hananías, hijo de un perfumero. Así dejaron reparada a Jerusalén hasta el muro ancho.

    Nehemías 12:38

    38 El segundo coro iba del lado opuesto, y yo en pos de él, con la mitad del pueblo sobre el muro, desde la torre de los Hornos hasta el muro ancho;

    Nehemías 3:11 

    11 Malquías hijo de Harim y Hasub hijo de Pahat-moab restauraron otro tramo, y la torre de los Hornos.

    Nehemías 12:38

    38 El segundo coro iba del lado opuesto, y yo en pos de él, con la mitad del pueblo sobre el muro, desde la torre de los Hornos hasta el muro ancho;

    Seguía la puerta del Valle (técnicamente, este término designaba el valle al oeste de la ciudad (Neh. 3:13; cf. Neh. 2:13-15). 

    Nehemías 3:13 

    13 La puerta del Valle la restauró Hanún con los moradores de Zanoa; ellos la reedificaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y sus cerrojos, y mil codos del muro, hasta la puerta del Muladar.

    Nehemías 2:13-15

    13 Y salí de noche por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y a la puerta del Muladar; y observé los muros de Jerusalén que estaban derribados, y sus puertas que estaban consumidas por el fuego.

    14 Pasé luego a la puerta de la Fuente, y al estanque del Rey; pero no había lugar por donde pasase la cabalgadura en que iba.

    15 Y subí de noche por el torrente y observé el muro, y di la vuelta y entré por la puerta del Valle, y me volví.

    A continuación: la puerta del Muladar (Neh. 3:14); la puerta de la Fuente; el muro del estanque de Siloé, cerca del huerto del rey, en el ángulo suroriental de la ciudad; y las escalinatas que descendían de la ciudad de David (Neh. 2:15); al este de este lugar se hallaba la puerta de las Aguas (¿quizá de las aguas del Templo?), ante la cual se extendía una gran plaza pública (Neh. 8:1-3; 12:37). 

    Nehemías 3:14

    14 Reedificó la puerta del Muladar Malquías hijo de Recab, gobernador de la provincia de Bet-haquerem; él la reedificó, y levantó sus puertas, sus cerraduras y sus cerrojos.

    Nehemías 2:15

    15 Y subí de noche por el torrente y observé el muro, y di la vuelta y entré por la puerta del Valle, y me volví.

    Nehemías 8:1-3 

    Esdras lee la ley al pueblo

    1 Venido el mes séptimo, los hijos de Israel estaban en sus ciudades; y se juntó todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, y dijeron a Esdras el escriba que trajese el libro de la ley de Moisés, la cual Jehová había dado a Israel.

    2 Y el sacerdote Esdras trajo la ley delante de la congregación, así de hombres como de mujeres y de todos los que podían entender, el primer día del mes séptimo.

    3 Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el mediodía, en presencia de hombres y mujeres y de todos los que podían entender; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley.

    Nehemías 12:37

    37 Y a la puerta de la Fuente, en frente de ellos, subieron por las gradas de la ciudad de David, por la subida del muro, desde la casa de David hasta la puerta de las Aguas, al oriente.

    Después la fortificación pasaba delante de los sepulcros de David, del estanque artificial, de la casa de los héroes (Neh. 3:16); la subida de la armería, en una esquina (Neh. 3:19); la casa del sumo sacerdote Eliasib (Neh. 3:20); la fortificación pasaba después por diversos sectores, indicados por otras casas (Neh. 3:23, 24); la fortificación englobaba el ángulo de la casa real y la torre que dominaba sobre el muro; esta torre tocaba el patio de la cárcel (Neh. 3:25). 

    Nehemías 3:16

    16 Después de él restauró Nehemías hijo de Azbuc, gobernador de la mitad de la región de Bet-sur, hasta delante de los sepulcros de David, y hasta el estanque labrado, y hasta la casa de los Valientes.

    Nehemías 3:19

    19 Junto a él restauró Ezer hijo de Jesúa, gobernador de Mizpa, otro tramo frente a la subida de la armería de la esquina.

    Nehemías 3:20

    20 Después de él Baruc hijo de Zabai con todo fervor restauró otro tramo, desde la esquina hasta la puerta de la casa de Eliasib sumo sacerdote.

    Nehemías 3:23, 24

    23 Después de ellos restauraron Benjamín y Hasub, frente a su casa; y después de éstos restauró Azarías hijo de Maasías, hijo de Ananías, cerca de su casa.

    24 Después de él restauró Binúi hijo de Henadad otro tramo, desde la casa de Azarías hasta el ángulo entrante del muro, y hasta la esquina.

    Nehemías 3:25

    25 Palal hijo de Uzai, enfrente de la esquina y la torre alta que sale de la casa del rey, que está en el patio de la cárcel. Después de él, Pedaías hijo de Faros.

    Los siervos del templo moraban en la colina de Ofel; su sector se extendía desde la puerta de las Aguas, al este, hasta esta torre (Neh. 3:26; cf. 11:21). 

    Nehemías 3:26 

    26 Y los sirvientes del templo que habitaban en Ofel restauraron hasta enfrente de la puerta de las Aguas al oriente, y la torre que sobresalía.

    Nehemías 11:21

    21 Los sirvientes del templo habitaban en Ofel; y Ziha y Gispa tenían autoridad sobre los sirvientes del templo.

    La parte siguiente de la muralla iba de esta torre al muro de Ofel (Neh. 3:27); seguía la puerta de los Caballos, en la zona donde vivían los sacerdotes (Neh. 3:28). 

    Nehemías 3:27

    27 Después de ellos restauraron los tecoítas otro tramo, enfrente de la gran torre que sobresale, hasta el muro de Ofel.

    Nehemías 3:28

    28 Desde la puerta de los Caballos restauraron los sacerdotes, cada uno enfrente de su casa.

    Esta puerta de los Caballos, al este de la ciudad, dominaba el valle del Cedrón (Jer. 31:40), pero no era necesariamente una puerta exterior; podría haber servido de enlace entre el Ofel y la zona norte, donde se hallaban el Templo y el palacio. 

    Jeremías 31:40

    40 Y todo el valle de los cuerpos muertos y de la ceniza, y todas las llanuras hasta el arroyo de Cedrón, hasta la esquina de la puerta de los caballos al oriente, será santo a Jehová; no será arrancada ni destruida más para siempre.

    Una parte del muro llegaba frente a la casa de Sadoc; después había un sector que fue restaurado por el guarda de la puerta Oriental (probablemente al este del Templo) (Neh. 3:29); inmediatamente después, frente a la puerta del Juicio (probablemente una de las puertas interiores de la zona del Templo, donde se quemaban los sacrificios por el pecado, cf. Ez. 43:21), un sector de la fortaleza subía hasta la sala de la esquina (Neh. 3:32). 

    Nehemías 3:29

    29 Después de ellos restauró Sadoc hijo de Imer, enfrente de su casa; y después de él restauró Semaías hijo de Secanías, guarda de la puerta Oriental.

    Ezequiel 43:21

    21 Tomarás luego el becerro de la expiación, y lo quemarás conforme a la ley de la casa, fuera del santuario.

    Nehemías 3:32

    32 Y entre la sala de la esquina y la puerta de las Ovejas, restauraron los plateros y los comerciantes.

    Finalmente, la muralla volvía a la puerta de las Ovejas, el lugar donde se ha empezado la descripción (Neh. 3:1, 2). 

    Nehemías 3:1, 2

    Reparto del trabajo de reedificación

    1 Entonces se levantó el sumo sacerdote Eliasib con sus hermanos los sacerdotes, y edificaron la puerta de las Ovejas. Ellos arreglaron y levantaron sus puertas hasta la torre de Hamea, y edificaron hasta la torre de Hananeel.

    2 Junto a ella edificaron los varones de Jericó, y luego edificó Zacur hijo de Imri.

    Hay dos importantes puertas de la muralla descrita que no son mencionadas en Neh. 3 a pesar de que una de ellas, al menos, la puerta del Ángulo, existía en aquella época (2 R. 14:13; 2 Cr. 26:9; cf. Zac. 14:10); la otra era la puerta de Efraín (Neh. 8:16; 12:39). 

    Nehemías 3

    Reparto del trabajo de reedificación

    1 Entonces se levantó el sumo sacerdote Eliasib con sus hermanos los sacerdotes, y edificaron la puerta de las Ovejas. Ellos arreglaron y levantaron sus puertas hasta la torre de Hamea, y edificaron hasta la torre de Hananeel.

    2 Junto a ella edificaron los varones de Jericó, y luego edificó Zacur hijo de Imri.

    3 Los hijos de Senaa edificaron la puerta del Pescado; ellos la enmaderaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y sus cerrojos.

    4 Junto a ellos restauró Meremot hijo de Urías, hijo de Cos, y al lado de ellos restauró Mesulam hijo de Berequías, hijo de Mesezabeel. Junto a ellos restauró Sadoc hijo de Baana.

    5 E inmediato a ellos restauraron los tecoítas; pero sus grandes no se prestaron para ayudar a la obra de su Señor.

    6 La puerta Vieja fue restaurada por Joiada hijo de Paseah y Mesulam hijo de Besodías; ellos la enmaderaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y cerrojos.

    7 Junto a ellos restauró Melatías gabaonita y Jadón meronotita, varones de Gabaón y de Mizpa, que estaban bajo el dominio del gobernador del otro lado del río.

    8 Junto a ellos restauró Uziel hijo de Harhaía, de los plateros; junto al cual restauró también Hananías, hijo de un perfumero. Así dejaron reparada a Jerusalén hasta el muro ancho.

    9 Junto a ellos restauró también Refaías hijo de Hur, gobernador de la mitad de la región de Jerusalén.

    10 Asimismo restauró junto a ellos, y frente a su casa, Jedaías hijo de Harumaf; y junto a él restauró Hatús hijo de Hasabnías.

    11 Malquías hijo de Harim y Hasub hijo de Pahat-moab restauraron otro tramo, y la torre de los Hornos.

    12 Junto a ellos restauró Salum hijo de Halohes, gobernador de la mitad de la región de Jerusalén, él con sus hijas.

    13 La puerta del Valle la restauró Hanún con los moradores de Zanoa; ellos la reedificaron, y levantaron sus puertas, con sus cerraduras y sus cerrojos, y mil codos del muro, hasta la puerta del Muladar.

    14 Reedificó la puerta del Muladar Malquías hijo de Recab, gobernador de la provincia de Bet-haquerem; él la reedificó, y levantó sus puertas, sus cerraduras y sus cerrojos.

    15 Salum hijo de Colhoze, gobernador de la región de Mizpa, restauró la puerta de la Fuente; él la reedificó, la enmaderó y levantó sus puertas, sus cerraduras y sus cerrojos, y el muro del estanque de Siloé hacia el huerto del rey, y hasta las gradas que descienden de la ciudad de David.

    16 Después de él restauró Nehemías hijo de Azbuc, gobernador de la mitad de la región de Bet-sur, hasta delante de los sepulcros de David, y hasta el estanque labrado, y hasta la casa de los Valientes.

    17 Tras él restauraron los levitas; Rehum hijo de Bani, y junto a él restauró Hasabías, gobernador de la mitad de la región de Keila, por su región.

    18 Después de él restauraron sus hermanos, Bavai hijo de Henadad, gobernador de la mitad de la región de Keila.

    19 Junto a él restauró Ezer hijo de Jesúa, gobernador de Mizpa, otro tramo frente a la subida de la armería de la esquina.

    20 Después de él Baruc hijo de Zabai con todo fervor restauró otro tramo, desde la esquina hasta la puerta de la casa de Eliasib sumo sacerdote.

    21 Tras él restauró Meremot hijo de Urías hijo de Cos otro tramo, desde la entrada de la casa de Eliasib hasta el extremo de la casa de Eliasib.

    22 Después de él restauraron los sacerdotes, los varones de la llanura.

    23 Después de ellos restauraron Benjamín y Hasub, frente a su casa; y después de éstos restauró Azarías hijo de Maasías, hijo de Ananías, cerca de su casa.

    24 Después de él restauró Binúi hijo de Henadad otro tramo, desde la casa de Azarías hasta el ángulo entrante del muro, y hasta la esquina.

    25 Palal hijo de Uzai, enfrente de la esquina y la torre alta que sale de la casa del rey, que está en el patio de la cárcel. Después de él, Pedaías hijo de Faros.

    26 Y los sirvientes del templo que habitaban en Ofel restauraron hasta enfrente de la puerta de las Aguas al oriente, y la torre que sobresalía.

    27 Después de ellos restauraron los tecoítas otro tramo, enfrente de la gran torre que sobresale, hasta el muro de Ofel.

    28 Desde la puerta de los Caballos restauraron los sacerdotes, cada uno enfrente de su casa.

    29 Después de ellos restauró Sadoc hijo de Imer, enfrente de su casa; y después de él restauró Semaías hijo de Secanías, guarda de la puerta Oriental.

    30 Tras él, Hananías hijo de Selemías y Hanún hijo sexto de Salaf restauraron otro tramo. Después de ellos restauró Mesulam hijo de Berequías, enfrente de su cámara.

    31 Después de él restauró Malquías hijo del platero, hasta la casa de los sirvientes del templo y de los comerciantes, enfrente de la puerta del Juicio, y hasta la sala de la esquina.

    32 Y entre la sala de la esquina y la puerta de las Ovejas, restauraron los plateros y los comerciantes.

    2 Reyes 14:13 

    13 Además Joás rey de Israel tomó a Amasías rey de Judá, hijo de Joás hijo de Ocozías, en Bet-semes; y vino a Jerusalén, y rompió el muro de Jerusalén desde la puerta de Efraín hasta la puerta de la esquina, cuatrocientos codos.

    2 Crónicas 26:9

    9 Edificó también Uzías torres en Jerusalén , junto a la puerta del ángulo, y junto a la puerta del valle, y junto a las esquinas; y las fortificó.

    Zacarías 14:10

    10 Toda la tierra se volverá como llanura desde Geba hasta Rimón al sur de Jerusalén; y ésta será enaltecida, y habitada en su lugar desde la puerta de Benjamín hasta el lugar de la puerta primera, hasta la puerta del Angulo, y desde la torre de Hananeel hasta los lagares del rey.

    Nehemías 8:16 

    16 Salió, pues, el pueblo, y trajeron ramas e hicieron tabernáculos, cada uno sobre su terrado, en sus patios, en los patios de la casa de Dios, en la plaza de la puerta de las Aguas, y en la plaza de la puerta de Efraín.

    Nehemías 12:39

    39 y desde la puerta de Efraín hasta la puerta Vieja y a la puerta del Pescado, y la torre de Hananeel, y la torre de Hamea, hasta la puerta de las Ovejas; y se detuvieron en la puerta de la Cárcel.

    La puerta del Ángulo parece haber estado situada en el extremo nororiental de la ciudad (Jer. 31:38), a 400 codos de la puerta de Efraín (2 R. 14:13) que daba paso al camino que se dirigía a Efraín; así, se cree que esta puerta estaba al norte de la ciudad y al este de la puerta del Ángulo; en todo caso, se hallaba al oeste de la puerta Vieja (Neh. 12:39). 

    Jeremías 31:38

    38 He aquí que vienen días, dice Jehová, en que la ciudad será edificada a Jehová, desde la torre de Hananeel hasta la puerta del Angulo.

    2 Reyes 14:13

    13 Además Joás rey de Israel tomó a Amasías rey de Judá, hijo de Joás hijo de Ocozías, en Bet-semes; y vino a Jerusalén, y rompió el muro de Jerusalén desde la puerta de Efraín hasta la puerta de la esquina, cuatrocientos codos.

    Nehemías 12:39

    39 y desde la puerta de Efraín hasta la puerta Vieja y a la puerta del Pescado, y la torre de Hananeel, y la torre de Hamea, hasta la puerta de las Ovejas; y se detuvieron en la puerta de la Cárcel.

    Partiendo de la puerta de las Ovejas, y siguiendo, en dirección oeste, la muralla septentrional, la disposición de las puertas y de las torres era la siguiente: puerta de las Ovejas, torres de Hamea y de Hananeel, puerta de los Peces, puerta Vieja, puerta de Efraín y puerta del Ángulo. 

    Un problema difícil de resolver es si el «muro ancho» y la torre de los Hornos se hallaban más allá de la puerta del Ángulo. Se debe señalar que la puerta del Ángulo y la de Efraín se encontraban en el sector de la muralla mencionado en Neh. 3:8 como el lugar donde «dejaron reparada a Jerusalén hasta el muro ancho». 

    Nehemías 3:8

    8 Junto a ellos restauró Uziel hijo de Harhaía, de los plateros; junto al cual restauró también Hananías, hijo de un perfumero. Así dejaron reparada a Jerusalén hasta el muro ancho.

    Parece que la muralla no precisaba de reparación en este lugar. Esta frase de 3:8 se puede interpretar de diversas maneras. Había también una puerta de Benjamín que miraba del lado de esta tribu (Jer. 37:13; 38:7; Zac. 14:10). 

    Jeremías 37:13 

    13 Y cuando fue a la puerta de Benjamín, estaba allí un capitán que se llamaba Irías hijo de Selemías, hijo de Hananías, el cual apresó al profeta Jeremías, diciendo: Tú te pasas a los caldeos.

    Jeremías 38:7 

    7 Y oyendo Ebed-melec, hombre etíope, eunuco de la casa real, que habían puesto a Jeremías en la cisterna, y estando sentado el rey a la puerta de Benjamín,

    Zacarías 14:10

    10 Toda la tierra se volverá como llanura desde Geba hasta Rimón al sur de Jerusalén; y ésta será enaltecida, y habitada en su lugar desde la puerta de Benjamín hasta el lugar de la puerta primera, hasta la puerta del Angulo, y desde la torre de Hananeel hasta los lagares del rey.

    Es probable que se corresponda con la puerta de las Ovejas. Todavía en la actualidad se debate el problema referente a la situación de ciertas puertas. 

    Se podría identificar la puerta de Efraín con la puerta de en medio (Jer. 39:3); se ha intentado también asimilarla a la puerta de los Peces. 

    Jeremías 39:3

    3 Y entraron todos los príncipes del rey de Babilonia, y acamparon a la puerta de en medio: Nergal-sarezer, Samgar-nebo, Sarsequim el Rabsaris, Nergal-sarezer el Rabmag y todos los demás príncipes del rey de Babilonia.

    Ciertos comentaristas han pretendido que las expresiones puerta del Ángulo y puerta Vieja se refieren a una misma puerta. Desde la época de Nehemías a la de Cristo, las fortificaciones de Jerusalén sufrieron numerosas vicisitudes; unos 150 años después de Nehemías, Simón el Justo, sumo sacerdote, consideró necesario volver a fortificar el templo y la ciudad, en previsión de un sitio (Eclo. 50:1-4; cf. Ant. 12:1, 1). 

    En el año 168 a.C., Antíoco Epifanes hizo derribar las murallas de Jerusalén, y erigió una fortaleza con fuertes torres «en la ciudad de David», expresión con un sentido amplio, que quizá permita diferenciar la ciudad del Templo (1 Mac. 1:31, 33, 39; 2 Mac. 5:2-26). 

    Esta fortaleza, el Acra, se hizo célebre. Dominando el Templo (Ant. 13:67) fue, durante 25 años, una amenaza para los judíos. 

    Unos dos años después de la demolición de las murallas de la ciudad, Judas Macabeo las reparó parcialmente, y fortifico el muro exterior del Templo; pero su obra fue destruida (1 Mac. 4:60; 6:18-27, 62). 

    Jonatán, su hermano y sucesor, reanudó la obra, propuso la elevación de nuevas fortificaciones, y restauró las murallas, especialmente alrededor de la colina del Templo (1 Mac. 10:10; 12:36, 37; Ant. 13:5, 11). 

    Su hermano Simón acabó la empresa (1 Mac. 13:10; 14:37; Ant. 13:6, 4). 

    Este sumo sacerdote, que tenía la autoridad de un rey, no se conformó con construir las murallas de la ciudad, sino que, en el año 142 a.C., obligó a la guarnición extranjera a evacuar el Acra (1 Mac. 13:49-51). 

    Al cabo de un tiempo, hizo demoler la fortaleza y rebajar la colina sobre la que había estado elevada, para que fuera más baja que el nivel del Templo (1 Mac. 14:36; 15:28; Ant. 13:6, 7). 

    Aunque Acra significa ciudadela en gr., no debe confundirse este edificio con la Baris, llamada también torre Antonia, que se levantaba al norte del ángulo noroccidental de la zona del Templo. El Acra estaba al oeste del templo, y dio su nombre a la ciudad baja (Guerras 5:6, 1). 

    Pompeyo descubrió que Jerusalén era una fortaleza. Cuando al fin se apoderó de la ciudad, en el año 63 a.C., destruyó las fortificaciones (Tácito, Hist. 5:9 y ss). 

    César permitió su reconstrucción (Ant. 14:8, 5; Guerras 1:10, 3 y 4). 

    Al norte, estas fortificaciones, eran dos murallas que Herodes y los romanos, sus aliados, tomaron en el año 37 a.C. sin destruirlas (Ant. 14:6, 2 y 4; cf. 15:1, 2). 

    En la época de Cristo Jerusalén tenía, al norte, las dos murallas citadas; pronto adquirió una tercera. Josefo atribuye la primera (una muralla interior) a David, a Salomón y a los reyes que les sucedieron. 

    Basándose en los puntos de referencia que existían entonces, Josefo describe así el primer cinturón fortificado: partiendo de la torre de Hippicus (inmediatamente al sur de la moderna puerta de Jafa, en el ángulo noroccidental de la muralla de la ciudad vieja), se dirigía hacia el este, hacia el pórtico occidental del Templo. 

    Al sur y al este de la torre de Hippicus, pasaba cerca del estanque de Siloé y, por el Ofel, llegaba al pórtico oriental del Templo (Guerras 5:4, 2); rodeaba las colinas del sudoeste y del este. La segunda muralla protegía el norte y el principal sector comercial de la ciudad (Guerras 5:4, 2; con respecto a los bazares de este sector, véase 8:1; 1:13, 2; Ant. 14:13, 3). 

    Esta segunda muralla comenzaba en la puerta Gennath, esto es, la puerta de los Huertos, que formaba parte del primer cinturón levantándose cerca de la torre de Hippicus al este (Guerras 5:4, 2; cf. 3:2 para los huertos); la fortificación se terminaba en la torre Antonia (llamada al principio Baris), al norte del Templo (Guerras 5:4, 2). 

    Herodes Agripa I, que reinó en Judea del año 41 al 44 d.C., emprendió la construcción de una tercera muralla, con el fin de incluir en los limites de la ciudad el suburbio no protegido de Bezetha. Sin embargo, el emperador Claudio ordenó a Herodes que cesara los trabajos. 

    Al final, los judíos mismos concluyeron las obras. Esta tercera muralla comenzaba en la torre de Hippicus, subía al norte, llegaba a la torre de Psephino, en el ángulo noroccidental de la ciudad (Guerras 5:3, 5; 4:3), se dirigía al este, cerca de la tumba de Elena reina de Adiabene (Guerras 5:4, 2; Ant. 20:4, 3). 

    El muro incluía el lugar en el que la tradición situaba el campamento asirio (Guerras 5:7, 3); rebasaba las grutas de los reyes; torcía hacia el sur en la torre del Ángulo, cerca del edificio del Foulón, y se unía con la antigua muralla en el valle del Cedrón (Guerras 5:4, 2). 

    El perímetro de las murallas era de 33 estadios, o alrededor de 6 Km. (Guerras 5:4, 3). 

    La torre Antonia estaba contigua al Templo, y el palacio de Herodes, con sus torres que dominaban la muralla al oeste, vino a unirse a las fortificaciones ya existentes. 

    Cuando Tito se apoderó de Jerusalén en el año 70 d.C., arrasó todas estas obras defensivas, preservando sólo tres torres: la de Hippicus, de Fasael y de Mariamne. De toda la muralla, este general sólo preservó la parte que rodeaba el Oeste de la ciudad, con el fin de proteger la guarnición romana. 

    En cuanto a las tres torres anteriores, Tito quería que ellas fueran testimonio a las futuras generaciones de la importancia que había tenido la ciudad conquistada por el arrojo romano (Guerras 7:1, 1). 

    d. Edificios célebres en la época de Cristo. 

    Además de las fortificaciones ya descritas, había numerosos edificios que suscitaban la emoción en los israelitas piadosos y patriotas. Ante todo, el Templo. La gran colina rocosa sobre la que se levantaba la torre Antonia limitaba parcialmente el lado septentrional de la zona del Templo. 

    Una guarnición romana guardaba la torre Antonia. Al oeste del Templo se levantaba la casa del Concilio; era probablemente donde se reunía el Consejo general de la nación, llamado Sanedrín. 

    Algo más al oeste, al otro extremo del puente que, enlazando con el pórtico occidental del Templo, salvaba el Tiropeón, se hallaba el gimnasio, llamado también «xystos». Este establecimiento, aborrecido por los judíos, propagaba el paganismo griego. 

    El palacio de los Hasmoneos, que evocaba el heroísmo de los macabeos, dominaba el gimnasio y, más allá del valle, miraba al santuario. Un poco más allá, al norte del Templo y al este de la torre Antonia, se hallaban las aguas curativas del estanque de Betesda. 

    Más al oeste, en el distrito situado frente al Templo, se levantaba el magnifico palacio de Herodes, con sus inexpugnables torres. Esta era la residencia de los procuradores cuando visitaban Jerusalén. 

    Al sureste de la ciudad se hallaban la piscina de Siloé y, en sus cercanías, los sepulcros de los reyes. El inmenso anfiteatro de Herodes el Grande debía hallarse por estos lugares (Ant. 15:8, 1). 

    Es posible que haya aquí una confusión con el hipódromo situado al sur del Templo (Guerras 2:3, 1), porque parece que se celebraban carreras de carros además de combates con leones y entre gladiadores (Ant. 15:8, 1). 

    El hipódromo sirvió ocasionalmente como cárcel (Ant. 17:9, 5; Guerras 1:33, 6). 

    Entre los otros edificios está la casa del sumo sacerdote (Mt. 26:3; Lc. 22:54; Guerras 2:17, 6); la casa de los registros, cerca del Templo (Guerras 2:17, 6; 6:6, 3); el palacio de la reina Elena de Adiabene, que había sido prosélita (cf. los mismos pasajes de Josefo). 

    Mateo 26:3

    3 Entonces los principales sacerdotes, los escribas, y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo sacerdote llamado Caifás,

    Lucas 22:54

    Pedro niega a Jesús

    54 Y prendiéndole, le llevaron, y le condujeron a casa del sumo sacerdote. Y Pedro le seguía de lejos.

    C. HISTORIA DE LA CIUDAD. 

    a. La ciudad cananea. Si la Salem de Melquisedec se corresponde con Jerusalén, según la opinión tradicional, esta ciudad es mencionada por primera vez en la época de Abraham (Gn. 14:18). 

    Génesis 14:18

    18 Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino;

    La mención de Jerusalén en las tabletas de Tell el-Amarna (véase AMARNA) se asigna generalmente al siglo XV a.C. En base a una investigación crítica, estas tabletas resultan corresponder, en realidad, al siglo IX a.C. 

    Cuando los israelitas penetraron en Canaán, el rey cananeo de Jerusalén fue derrotado, con sus aliados, por Josué en Gabaón y en la bajada de Bet-horón (Jos. 10:10). 

    Josué 10:10

    10 Y Jehová los llenó de consternación delante de Israel, y los hirió con gran mortandad en Gabaón; y los siguió por el camino que sube a Bet-horón, y los hirió hasta Azeca y Maceda.

    Sin embargo no se lanzaron contra Jerusalén; fue atribuida a la tribu de Benjamín. Estando en los confines de Judá, la ciudadela dominaba una parte del territorio de las dos tribus (Jos. 15:8; 18:28). 

    Josué 15:8 

    8 Y sube este límite por el valle del hijo de Hinom al lado sur del jebuseo, que es Jerusalén. Luego sube por la cumbre del monte que está enfrente del valle de Hinom hacia el occidente, el cual está al extremo del valle de Refaim, por el lado del norte.

    Josué 18:28

    28 Zela, Elef, Jebús (que es Jerusalén), Gabaa y Quiriat; catorce ciudades con sus aldeas. Esta es la heredad de los hijos de Benjamín conforme a sus familias.

    Después de la muerte de Josué, durante la guerra que las diversas tribus mantuvieron contra los cananeos que vivían dentro de sus fronteras, Judá atacó a Jerusalén, tomándola e incendiándola (Jue. 1:8), pero parece que no pudo apoderarse de la ciudadela; tampoco lo consiguió Benjamín (Jue. .1:21). 

    Jueces 1:8

    Judá conquista Jerusalén y Hebrón

    8 Y combatieron los hijos de Judá a Jerusalén y la tomaron, y pasaron a sus habitantes a filo de espada y pusieron fuego a la ciudad.

    Jueces 1:21

    21 Mas al jebuseo que habitaba en Jerusalén no lo arrojaron los hijos de Benjamín, y el jebuseo habitó con los hijos de Benjamín en Jerusalén hasta hoy.

    Ésta es la razón de que la ciudad reconstruida siguiera estando controlada por la fortaleza jebusea, y que sus moradores fueran también jebuseos. Los israelitas se sentían avergonzados de que hubiera, en el mismo centro de su país, una fortaleza extranjera (Jos. 15:63; Jue. 1:21; 19:11, 12). 

    Josué 15:63 

    63 Mas a los jebuseos que habitaban en Jerusalén, los hijos de Judá no pudieron arrojarlos; y ha quedado el jebuseo en Jerusalén con los hijos de Judá hasta hoy.

    Jueces 1:21 

    21 Mas al jebuseo que habitaba en Jerusalén no lo arrojaron los hijos de Benjamín, y el jebuseo habitó con los hijos de Benjamín en Jerusalén hasta hoy.

    Jueces 19:11, 12

    11 Y estando ya junto a Jebús, el día había declinado mucho; y dijo el criado a su señor: Ven ahora, y vámonos a esta ciudad de los jebuseos, para que pasemos en ella la noche.

    12 Y su señor le respondió: No iremos a ninguna ciudad de extranjeros, que no sea de los hijos de Israel, sino que pasaremos hasta Gabaa. Y dijo a su criado:

    Y así se mantuvo la situación al comenzar la carrera de David. Volviendo del campo de batalla, el vencedor de Goliat pasó por Jerusalén y dejó allí la cabeza del filisteo (1 S. 17:54). 

    1 Samuel 17:54

    54 Y David tomó la cabeza del filisteo y la trajo a Jerusalén, pero las armas de él las puso en su tienda.

    Al venir a ser rey de todo Israel, David pudo hacer uso de la unidad, entusiasmo y obediencia del pueblo, así como la resolución de la rivalidad existente entre Judá y Benjamín. Dirigió, acto seguido, a sus tropas contra la irreductible ciudad. 

    A pesar de las burlas de sus moradores, que consideraban que sus muros eran inexpugnables, se apoderó de ella (2 S. 5:6 ss.). 

    2 Samuel 5:6

    David toma la fortaleza de Sion

    6 Entonces marchó el rey con sus hombres a Jerusalén contra los jebuseos que moraban en aquella tierra; los cuales hablaron a David, diciendo: Tú no entrarás acá, pues aun los ciegos y los cojos te echarán (queriendo decir: David no puede entrar acá).

    b. La ciudad israelita. 

    David hizo de Jerusalén la capital del reino, y emprendió la tarea de hacer de ella el centro religioso de la nación. 

    El arca no tenía morada desde que el Señor había abandonado Silo, y el rey la llevó a Jerusalén, erigiéndole un tabernáculo decoroso y se dedicó a reunir los materiales para la construcción de un santuario (2 S. 6-7). 

    2 Samuel 6

    David intenta llevar el arca a Jerusalén

    1 David volvió a reunir a todos los escogidos de Israel, treinta mil.

    2 Y se levantó David y partió de Baala de Judá con todo el pueblo que tenía consigo, para hacer pasar de allí el arca de Dios, sobre la cual era invocado el nombre de Jehová de los ejércitos, que mora entre los querubines.

    3 Pusieron el arca de Dios sobre un carro nuevo, y la llevaron de la casa de Abinadab, que estaba en el collado; y Uza y Ahío, hijos de Abinadab, guiaban el carro nuevo.

    4 Y cuando lo llevaban de la casa de Abinadab, que estaba en el collado, con el arca de Dios, Ahío iba delante del arca.

    5 Y David y toda la casa de Israel danzaban delante de Jehová con toda clase de instrumentos de madera de haya; con arpas, salterios, panderos, flautas y címbalos.

    6 Cuando llegaron a la era de Nacón, Uza extendió su mano al arca de Dios, y la sostuvo; porque los bueyes tropezaban.

    7 Y el furor de Jehová se encendió contra Uza, y lo hirió allí Dios por aquella temeridad, y cayó allí muerto junto al arca de Dios.

    8 Y se entristeció David por haber herido Jehová a Uza, y fue llamado aquel lugar Pérez-uza, hasta hoy.

    9 Y temiendo David a Jehová aquel día, dijo: ¿Cómo ha de venir a mí el arca de Jehová?

    10 De modo que David no quiso traer para sí el arca de Jehová a la ciudad de David; y la hizo llevar David a casa de Obed-edom geteo.

    11 Y estuvo el arca de Jehová en casa de Obed-edom geteo tres meses; y bendijo Jehová a Obed-edom y a toda su casa.

    David trae el arca a Jerusalén

    12 Fue dado aviso al rey David, diciendo: Jehová ha bendecido la casa de Obed-edom y todo lo que tiene, a causa del arca de Dios. Entonces David fue, y llevó con alegría el arca de Dios de casa de Obed-edom a la ciudad de David.

    13 Y cuando los que llevaban el arca de Dios habían andado seis pasos, él sacrificó un buey y un carnero engordado.

    14 Y David danzaba con toda su fuerza delante de Jehová; y estaba David vestido con un efod de lino.

    15 Así David y toda la casa de Israel conducían el arca de Jehová con júbilo y sonido de trompeta.

    16 Cuando el arca de Jehová llegó a la ciudad de David, aconteció que Mical hija de Saúl miró desde una ventana, y vio al rey David que saltaba y danzaba delante de Jehová; y le menospreció en su corazón.

    17 Metieron, pues, el arca de Jehová, y la pusieron en su lugar en medio de una tienda que David le había levantado; y sacrificó David holocaustos y ofrendas de paz delante de Jehová.

    18 Y cuando David había acabado de ofrecer los holocaustos y ofrendas de paz, bendijo al pueblo en el nombre de Jehová de los ejércitos.

    19 Y repartió a todo el pueblo, y a toda la multitud de Israel, así a hombres como a mujeres, a cada uno un pan, y un pedazo de carne y una torta de pasas. Y se fue todo el pueblo, cada uno a su casa.

    20 Volvió luego David para bendecir su casa; y saliendo Mical a recibir a David, dijo: ¡Cuán honrado ha quedado hoy el rey de Israel, descubriéndose hoy delante de las criadas de sus siervos, como se descubre sin decoro un cualquiera!

    21 Entonces David respondió a Mical: Fue delante de Jehová, quien me eligió en preferencia a tu padre y a toda tu casa, para constituirme por príncipe sobre el pueblo de Jehová, sobre Israel. Por tanto, danzaré delante de Jehová.

    22 Y aun me haré más vil que esta vez, y seré bajo a tus ojos; pero seré honrado delante de las criadas de quienes has hablado.

    23 Y Mical hija de Saúl nunca tuvo hijos hasta el día de su muerte.

    2 Samuel 7

    Pacto de Dios con David

    1 Aconteció que cuando ya el rey habitaba en su casa, después que Jehová le había dado reposo de todos sus enemigos en derredor,

    2 dijo el rey al profeta Natán: Mira ahora, yo habito en casa de cedro, y el arca de Dios está entre cortinas.

    3 Y Natán dijo al rey: Anda, y haz todo lo que está en tu corazón, porque Jehová está contigo.

    4 Aconteció aquella noche, que vino palabra de Jehová a Natán, diciendo:

    5 Ve y di a mi siervo David: Así ha dicho Jehová: ¿Tú me has de edificar casa en que yo more?

    6 Ciertamente no he habitado en casas desde el día en que saqué a los hijos de Israel de Egipto hasta hoy, sino que he andado en tienda y en tabernáculo.

    7 Y en todo cuanto he andado con todos los hijos de Israel, ¿he hablado yo palabra a alguna de las tribus de Israel, a quien haya mandado apacentar a mi pueblo de Israel, diciendo: ¿Por qué no me habéis edificado casa de cedro?

    8 Ahora, pues, dirás así a mi siervo David: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo te tomé del redil, de detrás de las ovejas, para que fueses príncipe sobre mi pueblo, sobre Israel;

    9 y he estado contigo en todo cuanto has andado, y delante de ti he destruido a todos tus enemigos, y te he dado nombre grande, como el nombre de los grandes que hay en la tierra.

    10 Además, yo fijaré lugar a mi pueblo Israel y lo plantaré, para que habite en su lugar y nunca más sea removido, ni los inicuos le aflijan más, como al principio,

    11 desde el día en que puse jueces sobre mi pueblo Israel; y a ti te daré descanso de todos tus enemigos. Asimismo Jehová te hace saber que él te hará casa.

    12 Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino.

    13 El edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino.

    14 Yo le seré a él padre, y él me será a mí hijo. Y si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres;

    15 pero mi misericordia no se apartará de él como la aparté de Saúl, al cual quité de delante de ti.

    16 Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable eternamente.

    17 Conforme a todas estas palabras, y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David.

    18 Y entró el rey David y se puso delante de Jehová, y dijo: Señor Jehová, ¿quién soy yo, y qué es mi casa, para que tú me hayas traído hasta aquí?

    19 Y aun te ha parecido poco esto, Señor Jehová, pues también has hablado de la casa de tu siervo en lo por venir. ¿Es así como procede el hombre, Señor Jehová?

    20 ¿Y qué más puede añadir David hablando contigo? Pues tú conoces a tu siervo, Señor Jehová.

    21 Todas estas grandezas has hecho por tu palabra y conforme a tu corazón, haciéndolas saber a tu siervo.

    22 Por tanto, tú te has engrandecido, Jehová Dios; por cuanto no hay como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.

    23 ¿Y quién como tu pueblo, como Israel, nación singular en la tierra? Porque fue Dios para rescatarlo por pueblo suyo, y para ponerle nombre, y para hacer grandezas a su favor, y obras terribles a tu tierra, por amor de tu pueblo que rescataste para ti de Egipto, de las naciones y de sus dioses.

    24 Porque tú estableciste a tu pueblo Israel por pueblo tuyo para siempre; y tú, oh Jehová, fuiste a ellos por Dios.

    25 Ahora pues, Jehová Dios, confirma para siempre la palabra que has hablado sobre tu siervo y sobre su casa, y haz conforme a lo que has dicho.

    26 Que sea engrandecido tu nombre para siempre, y se diga: Jehová de los ejércitos es Dios sobre Israel; y que la casa de tu siervo David sea firme delante de ti.

    27 Porque tú, Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, revelaste al oído de tu siervo, diciendo: Yo te edificaré casa. Por esto tu siervo ha hallado en su corazón valor para hacer delante de ti esta súplica.

    28 Ahora pues, Jehová Dios, tú eres Dios, y tus palabras son verdad, y tú has prometido este bien a tu siervo.

    29 Ten ahora a bien bendecir la casa de tu siervo, para que permanezca perpetuamente delante de ti, porque tú, Jehová Dios, lo has dicho, y con tu bendición será bendita la casa de tu siervo para siempre.

    Su hijo Salomón erigió el espléndido Templo, rodeándolo de murallas, que le dieron el aspecto de una fortaleza, y se construyó además un palacio que igualaba al Templo en esplendor(1 R. 6-7). 

    1 Reyes 6

    Salomón edifica el templo

    1 En el año cuatrocientos ochenta después que los hijos de Israel salieron de Egipto, el cuarto año del principio del reino de Salomón sobre Israel, en el mes de Zif, que es el mes segundo, comenzó él a edificar la casa de Jehová.

    2 La casa que el rey Salomón edificó a Jehová tenía sesenta codos de largo y veinte de ancho, y treinta codos de alto.

    3 Y el pórtico delante del templo de la casa tenía veinte codos de largo a lo ancho de la casa, y el ancho delante de la casa era de diez codos.

    4 E hizo a la casa ventanas anchas por dentro y estrechas por fuera.

    5 Edificó también junto al muro de la casa aposentos alrededor, contra las paredes de la casa alrededor del templo y del lugar santísimo; e hizo cámaras laterales alrededor.

    6 El aposento de abajo era de cinco codos de ancho, el de en medio de seis codos de ancho, y el tercero de siete codos de ancho; porque por fuera había hecho disminuciones a la casa alrededor, para no empotrar las vigas en las paredes de la casa.

    7 Y cuando se edificó la casa, la fabricaron de piedras que traían ya acabadas, de tal manera que cuando la edificaban, ni martillos ni hachas se oyeron en la casa, ni ningún otro instrumento de hierro.

    8 La puerta del aposento de en medio estaba al lado derecho de la casa; y se subía por una escalera de caracol al de en medio, y del aposento de en medio al tercero.

    9 Labró, pues, la casa, y la terminó; y la cubrió con artesonados de cedro.

    10 Edificó asimismo el aposento alrededor de toda la casa, de altura de cinco codos, el cual se apoyaba en la casa con maderas de cedro.

    11 Y vino palabra de Jehová a Salomón, diciendo:

    12 Con relación a esta casa que tú edificas, si anduvieres en mis estatutos e hicieres mis decretos, y guardares todos mis mandamientos andando en ellos, yo cumpliré contigo mi palabra que hablé a David tu padre;

    13 y habitaré en ella en medio de los hijos de Israel, y no dejaré a mi pueblo Israel.

    14 Así, pues, Salomón labró la casa y la terminó.

    15 Y cubrió las paredes de la casa con tablas de cedro, revistiéndola de madera por dentro, desde el suelo de la casa hasta las vigas de la techumbre; cubrió también el pavimento con madera de ciprés.

    16 Asimismo hizo al final de la casa un edificio de veinte codos, de tablas de cedro desde el suelo hasta lo más alto; así hizo en la casa un aposento que es el lugar santísimo.

    17 La casa, esto es, el templo de adelante, tenía cuarenta codos.

    18 Y la casa estaba cubierta de cedro por dentro, y tenía entalladuras de calabazas silvestres y de botones de flores. Todo era cedro; ninguna piedra se veía.

    19 Y adornó el lugar santísimo por dentro en medio de la casa, para poner allí el arca del pacto de Jehová.

    20 El lugar santísimo estaba en la parte de adentro, el cual tenía veinte codos de largo, veinte de ancho, y veinte de altura; y lo cubrió de oro purísimo; asimismo cubrió de oro el altar de cedro.

    21 De manera que Salomón cubrió de oro puro la casa por dentro, y cerró la entrada del santuario con cadenas de oro, y lo cubrió de oro.

    22 Cubrió, pues, de oro toda la casa de arriba abajo, y asimismo cubrió de oro todo el altar que estaba frente al lugar santísimo.

    23 Hizo también en el lugar santísimo dos querubines de madera de olivo, cada uno de diez codos de altura.

    24 Una ala del querubín tenía cinco codos, y la otra ala del querubín otros cinco codos; así que había diez codos desde la punta de una ala hasta la punta de la otra.

    25 Asimismo el otro querubín tenía diez codos; porque ambos querubines eran de un mismo tamaño y de una misma hechura.

    26 La altura del uno era de diez codos, y asimismo la del otro.

    27 Puso estos querubines dentro de la casa en el lugar santísimo, los cuales extendían sus alas, de modo que el ala de uno tocaba una pared, y el ala del otro tocaba la otra pared, y las otras dos alas se tocaban la una a la otra en medio de la casa.

    28 Y cubrió de oro los querubines.

    29 Y esculpió todas las paredes de la casa alrededor de diversas figuras, de querubines, de palmeras y de botones de flores, por dentro y por fuera.

    30 Y cubrió de oro el piso de la casa, por dentro y por fuera.

    31 A la entrada del santuario hizo puertas de madera de olivo; y el umbral y los postes eran de cinco esquinas.

    32 Las dos puertas eran de madera de olivo; y talló en ellas figuras de querubines, de palmeras y de botones de flores, y las cubrió de oro; cubrió también de oro los querubines y las palmeras.

    33 Igualmente hizo a la puerta del templo postes cuadrados de madera de olivo.

    34 Pero las dos puertas eran de madera de ciprés; y las dos hojas de una puerta giraban, y las otras dos hojas de la otra puerta también giraban.

    35 Y talló en ellas querubines y palmeras y botones de flores, y las cubrió de oro ajustado a las talladuras.

    36 Y edificó el atrio interior de tres hileras de piedras labradas, y de una hilera de vigas de cedro.

    37 En el cuarto año, en el mes de Zif, se echaron los cimientos de la casa de Jehová.

    38 Y en el undécimo año, en el mes de Bul, que es el mes octavo, fue acabada la casa con todas sus dependencias, y con todo lo necesario. La edificó, pues, en siete años.

    1 Reyes 7

    Otros edificios de Salomón

    1 Después edificó Salomón su propia casa en trece años, y la terminó toda.

    2 Asimismo edificó la casa del bosque del Líbano, la cual tenía cien codos de longitud, cincuenta codos de anchura y treinta codos de altura, sobre cuatro hileras de columnas de cedro, con vigas de cedro sobre las columnas.

    3 Y estaba cubierta de tablas de cedro arriba sobre las vigas, que se apoyaban en cuarenta y cinco columnas; cada hilera tenía quince columnas.

    4 Y había tres hileras de ventanas, una ventana contra la otra en tres hileras.

    5 Todas las puertas y los postes eran cuadrados; y unas ventanas estaban frente a las otras en tres hileras.

    6 También hizo un pórtico de columnas, que tenía cincuenta codos de largo y treinta codos de ancho; y este pórtico estaba delante de las primeras, con sus columnas y maderos correspondientes.

    7 Hizo asimismo el pórtico del trono en que había de juzgar, el pórtico del juicio, y lo cubrió de cedro del suelo al techo.

    8 Y la casa en que él moraba, en otro atrio dentro del pórtico, era de obra semejante a ésta. Edificó también Salomón para la hija de Faraón, que había tomado por mujer, una casa de hechura semejante a la del pórtico.

    9 Todas aquellas obras fueron de piedras costosas, cortadas y ajustadas con sierras según las medidas, así por dentro como por fuera, desde el cimiento hasta los remates, y asimismo por fuera hasta el gran atrio.

    10 El cimiento era de piedras costosas, piedras grandes, piedras de diez codos y piedras de ocho codos.

    11 De allí hacia arriba eran también piedras costosas, labradas conforme a sus medidas, y madera de cedro.

    12 Y en el gran atrio alrededor había tres hileras de piedras labradas, y una hilera de vigas de cedro; y así también el atrio interior de la casa de Jehová, y el atrio de la casa.

    Salomón emplea a Hiram, de Tiro

    13 Y envió el rey Salomón, e hizo venir de Tiro a Hiram,

    14 hijo de una viuda de la tribu de Neftalí. Su padre, que trabajaba en bronce, era de Tiro; e Hiram era lleno de sabiduría, inteligencia y ciencia en toda obra de bronce. Este, pues, vino al rey Salomón, e hizo toda su obra.

    15 Y vació dos columnas de bronce; la altura de cada una era de dieciocho codos, y rodeaba a una y otra un hilo de doce codos.

    16 Hizo también dos capiteles de fundición de bronce, para que fuesen puestos sobre las cabezas de las columnas; la altura de un capitel era de cinco codos, y la del otro capitel también de cinco codos.

    17 Había trenzas a manera de red, y unos cordones a manera de cadenas, para los capiteles que se habían de poner sobre las cabezas de las columnas; siete para cada capitel.

    18 Hizo también dos hileras de granadas alrededor de la red, para cubrir los capiteles que estaban en las cabezas de las columnas con las granadas; y de la misma forma hizo en el otro capitel.

    19 Los capiteles que estaban sobre las columnas en el pórtico, tenían forma de lirios, y eran de cuatro codos.

    20 Tenían también los capiteles de las dos columnas, doscientas granadas en dos hileras alrededor en cada capitel, encima de su globo, el cual estaba rodeado por la red.

    21 Estas columnas erigió en el pórtico del templo; y cuando hubo alzado la columna del lado derecho, le puso por nombre Jaquín, y alzando la columna del lado izquierdo, llamó su nombre Boaz.

    22 Y puso en las cabezas de las columnas tallado en forma de lirios, y así se acabó la obra de las columnas.

    Mobiliario del templo

    23 Hizo fundir asimismo un mar de diez codos de un lado al otro, perfectamente redondo; su altura era de cinco codos, y lo ceñía alrededor un cordón de treinta codos.

    24 Y rodeaban aquel mar por debajo de su borde alrededor unas bolas como calabazas, diez en cada codo, que ceñían el mar alrededor en dos filas, las cuales habían sido fundidas cuando el mar fue fundido.

    25 Y descansaba sobre doce bueyes; tres miraban al norte, tres miraban al occidente, tres miraban al sur, y tres miraban al oriente; sobre estos se apoyaba el mar, y las ancas de ellos estaban hacia la parte de adentro.

    26 El grueso del mar era de un palmo menor, y el borde era labrado como el borde de un cáliz o de flor de lis; y cabían en él dos mil batos.

    27 Hizo también diez basas de bronce, siendo la longitud de cada basa de cuatro codos, y la anchura de cuatro codos, y de tres codos la altura.

    28 La obra de las basas era esta: tenían unos tableros, los cuales estaban entre molduras;

    29 y sobre aquellos tableros que estaban entre las molduras, había figuras de leones, de bueyes y de querubines; y sobre las molduras de la basa, así encima como debajo de los leones y de los bueyes, había unas añadiduras de bajo relieve.

    30 Cada basa tenía cuatro ruedas de bronce, con ejes de bronce, y en sus cuatro esquinas había repisas de fundición que sobresalían de los festones, para venir a quedar debajo de la fuente.

    31 Y la boca de la fuente entraba un codo en el remate que salía para arriba de la basa; y la boca era redonda, de la misma hechura del remate, y éste de codo y medio. Había también sobre la boca entalladuras con sus tableros, los cuales eran cuadrados, no redondos.

    32 Las cuatro ruedas estaban debajo de los tableros, y los ejes de las ruedas nacían en la misma basa. La altura de cada rueda era de un codo y medio.

    33 Y la forma de las ruedas era como la de las ruedas de un carro; sus ejes, sus rayos, sus cubos y sus cinchos, todo era de fundición.

    34 Asimismo las cuatro repisas de las cuatro esquinas de cada basa; y las repisas eran parte de la misma basa.

    35 Y en lo alto de la basa había una pieza redonda de medio codo de altura, y encima de la basa sus molduras y tableros, los cuales salían de ella misma.

    36 E hizo en las tablas de las molduras, y en los tableros, entalladuras de querubines, de leones y de palmeras, con proporción en el espacio de cada una, y alrededor otros adornos.

    37 De esta forma hizo diez basas, fundidas de una misma manera, de una misma medida y de una misma entalladura.

    38 Hizo también diez fuentes de bronce; cada fuente contenía cuarenta batos, y cada una era de cuatro codos; y colocó una fuente sobre cada una de las diez basas.

    39 Y puso cinco basas a la mano derecha de la casa, y las otras cinco a la mano izquierda; y colocó el mar al lado derecho de la casa, al oriente, hacia el sur.

    40 Asimismo hizo Hiram fuentes, y tenazas, y cuencos. Así terminó toda la obra que hizo a Salomón para la casa de Jehová:

    41 dos columnas, y los capiteles redondos que estaban en lo alto de las dos columnas; y dos redes que cubrían los dos capiteles redondos que estaban sobre la cabeza de las columnas;

    42 cuatrocientas granadas para las dos redes, dos hileras de granadas en cada red, para cubrir los dos capiteles redondos que estaban sobre las cabezas de las columnas;

    43 las diez basas, y las diez fuentes sobre las basas;

    44 un mar, con doce bueyes debajo del mar;

    45 y calderos, paletas, cuencos, y todos los utensilios que Hiram hizo al rey Salomón, para la casa de Jehová, de bronce bruñido.

    46 Todo lo hizo fundir el rey en la llanura del Jordán, en tierra arcillosa, entre Sucot y Saretán.

    47 Y no inquirió Salomón el peso del bronce de todos los utensilios, por la gran cantidad de ellos.

    48 Entonces hizo Salomón todos los enseres que pertenecían a la casa de Jehová: un altar de oro, y una mesa también de oro, sobre la cual estaban los panes de la proposición;

    49 cinco candeleros de oro purísimo a la mano derecha, y otros cinco a la izquierda, frente al lugar santísimo; con las flores, las lámparas y tenazas de oro.

    50 Asimismo los cántaros, despabiladeras, tazas, cucharillas e incensarios, de oro purísimo; también de oro los quiciales de las puertas de la casa de adentro, del lugar santísimo, y los de las puertas del templo.

    51 Así se terminó toda la obra que dispuso hacer el rey Salomón para la casa de Jehová. Y metió Salomón lo que David su padre había dedicado, plata, oro y utensilios; y depositó todo en las tesorerías de la casa de Jehová.

    Pero, bajo el reinado siguiente, Sisac, rey de Egipto (identificado por Velikovsky y Courville como Tutmose III, en la cronología revisada de Egipto) penetró en Jerusalén, llevándose los tesoros del Templo y del palacio real (1 R. 14:25-27); después de algo más de 80 años, hordas árabes y filisteas tomaron por poco tiempo la ciudad y la saquearon (2 Cr. 21:17). 

    1 Reyes 14:25-27

    25 Al quinto año del rey Roboam subió Sisac rey de Egipto contra Jerusalén,

    26 y tomó los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa real, y lo saqueó todo; también se llevó todos los escudos de oro que Salomón había hecho.

    27 Y en lugar de ellos hizo el rey Roboam escudos de bronce, y los dio a los capitanes de los de la guardia, quienes custodiaban la puerta de la casa real.

    2 Crónicas 21:17

    17 Y subieron contra Judá, e invadieron la tierra, y tomaron todos los bienes que hallaron en la casa del rey, y a sus hijos y a sus mujeres; y no le quedó más hijo, sino solamente Joacaz el menor de sus hijos.

    A pesar de estas vicisitudes, la población fue en aumento; se empezó a diferenciar entre los diversos distritos de Jerusalén (2 R. 20:4; 22:14). 

    2 Reyes 20:4 

    4 Y antes que Isaías saliese hasta la mitad del patio, vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo:

    2 Reyes 22:14

    14 Entonces fueron el sacerdote Hilcías, y Ahicam, Acbor, Safán y Asaías, a la profetisa Hulda, mujer de Salum hijo de Ticva, hijo de Harhas, guarda de las vestiduras, la cual moraba en Jerusalén en la segunda parte de la ciudad, y hablaron con ella.

    Antes del inicio del siglo VIII a.C., una prolongación de la muralla englobaba un suburbio de la colina del noroeste. Se trataba del distrito comercial, que siguió siéndolo aún después del exilio y hasta la destrucción de Jerusalén por Tito (Guerras 5:8, 1). 

    La puerta de las Ovejas y la del Pescado se hallaban en este sector, que estaba situado a lo largo del valle llamado Tiropeón (de los comerciantes del queso). 

    Bajo el reinado de Amasías, rey de Judá, los israelitas del reino del norte destruyeron una parte de las fortificaciones al norte de la ciudad, y se apoderaron de los tesoros del Templo y del palacio (2 R. 14:13, 14). 

    2 Reyes 14:13, 14

    13 Además Joás rey de Israel tomó a Amasías rey de Judá, hijo de Joás hijo de Ocozías, en Bet-semes; y vino a Jerusalén, y rompió el muro de Jerusalén desde la puerta de Efraín hasta la puerta de la esquina, cuatrocientos codos.

    14 Y tomó todo el oro, y la plata, y todos los utensilios que fueron hallados en la casa de Jehová, y en los tesoros de la casa del rey, y a los hijos tomó en rehenes, y volvió a Samaria.

    Uzías y Jotam, reyes de Judá, repararon las destrucciones y aumentaron las defensas, erigiendo nuevos torreones (2 Cr. 26:9; 27:3). 

    2 Crónicas 26:9 

    9 Edificó también Uzías torres en Jerusalén , junto a la puerta del ángulo, y junto a la puerta del valle, y junto a las esquinas; y las fortificó.

    2 Crónicas 27:3

    3 Edificó él la puerta mayor de la casa de Jehová, y sobre el muro de la fortaleza edificó mucho.

    Es posible que tuvieran que reparar muchos otros desastres además de los causados por la guerra, porque bajo Uzías Jerusalén sufrió los efectos de una fuerte convulsión tectónica (Am. 11; Zac. 14:5; Ant. 9:10, 4). 

    Zacarías 14:5

    5 Y huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Uzías rey de Judá; y vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos.

    Los israelitas del reino del norte aliados con los sirios asediaron la ciudad durante el reinado de Acaz, pero en vano (2 R. 16:5). 

    2 Reyes 16:5

    5 Entonces Rezín rey de Siria y Peka hijo de Remalías, rey de Israel, subieron a Jerusalén para hacer guerra y sitiar a Acaz; mas no pudieron tomarla.

    Este rey de Judá entregado a la idolatría hizo, poco después del asedio, extinguir las lámparas del santuario y detener los holocaustos, ordenando el cierre del Templo (2 R. 16:14 ss.; 2 Cr. 28:24; 29:7). 

    2 Reyes 16:14 

    14 E hizo acercar el altar de bronce que estaba delante de Jehová, en la parte delantera de la casa, entre el altar y el templo de Jehová, y lo puso al lado del altar hacia el norte.

    2 Crónicas 28:24 

    24 Además de eso recogió Acaz los utensilios de la casa de Dios, y los quebró, y cerró las puertas de la casa de Jehová, y se hizo altares en Jerusalén en todos los rincones.

    2 Crónicas 29:7

    7 Y aun cerraron las puertas del pórtico, y apagaron las lámparas; no quemaron incienso, ni sacrificaron holocausto en el santuario al Dios de Israel.

    Ezequías volvió a abrir el Templo, restableciendo el culto; sin embargo, para detener el ataque de los asirios, les tuvo que entregar el tesoro real, el del santuario, y las planchas de oro de que estaban revestidas las puertas del Templo. Pero esto sólo fue un alivio pasajero, porque al final los ejércitos de Asiria pusieron sitio a Jerusalén (2 Cr. 29:3; 2 R. 18:15, 16

    2 Crónicas 29:3 

    Ezequías restablece el culto del templo

    3 En el primer año de su reinado, en el mes primero, abrió las puertas de la casa de Jehová, y las reparó.

    2 Reyes 18:15, 16

    15 Dio, por tanto, Ezequías toda la plata que fue hallada en la casa de Jehová, y en los tesoros de la casa real.

    16 Entonces Ezequías quitó el oro de las puertas del templo de Jehová y de los quiciales que el mismo rey Ezequías había cubierto de oro, y lo dio al rey de Asiria.

    Sin embargo el ángel del Señor azotó al ejército enemigo librando a Jerusalén de una manera prodigiosa (2 R. 19:35). 

    2 Reyes 19:35

    35 Y aconteció que aquella misma noche salió el ángel de Jehová, y mató en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil; y cuando se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpos de muertos.

    Cuando Manasés volvió de su breve cautiverio en Babilonia construyó murallas y mejoró las fortificaciones (2 Cr. 33:14

    2 Crónicas 33:14

    14 Después de esto edificó el muro exterior de la ciudad de David, al occidente de Gihón, en el valle, a la entrada de la puerta del Pescado, y amuralló Ofel, y elevó el muro muy alto; y puso capitanes de ejército en todas las ciudades fortificadas de Judá.

    Durante los reinados del hijo y nieto de Josías varios reveses abrumaron la ciudad. Bajo Joacim, Nabucodonosor asedió Jerusalén y entró en ella, encadenó al rey, y terminó liberándolo, pero se llevó consigo a una buena cantidad de jóvenes príncipes y de objetos de gran precio del Templo (2 R. 24:1; 2 Cr. 36:6; Dn. 1:1). 

    2 Reyes 24:1 

    1 En su tiempo subió en campaña Nabucodonosor rey de Babilonia. Joacim vino a ser su siervo por tres años, pero luego volvió y se rebeló contra él.

    2 Crónicas 36:6 

    6 Y subió contra él Nabucodonosor rey de Babilonia, y lo llevó a Babilonia atado con cadenas.

    Daniel 1:1

    Daniel y sus compañeros en Babilonia

    1 En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusalén, y la sitió.

    Después Nabucodonosor volvió, vació el tesoro real y el del Templo, se apoderó del resto de los utensilios de oro y de plata del santuario, llevó cautivo al rey Joaquín a Babilonia, deportando asimismo a los más útiles de los moradores de Jerusalén, soldados, artesanos, herreros, etc. (2 R. 24:10-16). 

    2 Reyes 24:10-16

    10 En aquel tiempo subieron contra Jerusalén los siervos de Nabucodonosor rey de Babilonia, y la ciudad fue sitiada.

    11 Vino también Nabucodonosor rey de Babilonia contra la ciudad, cuando sus siervos la tenían sitiada.

    12 Entonces salió Joaquín rey de Judá al rey de Babilonia, él y su madre, sus siervos, sus príncipes y sus oficiales; y lo prendió el rey de Babilonia en el octavo año de su reinado.

    13 Y sacó de allí todos los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa real, y rompió en pedazos todos los utensilios de oro que había hecho Salomón rey de Israel en la casa de Jehová, como Jehová había dicho.

    14 Y llevó en cautiverio a toda Jerusalén, a todos los príncipes, y a todos los hombres valientes, hasta diez mil cautivos, y a todos los artesanos y herreros; no quedó nadie, excepto los pobres del pueblo de la tierra.

    15 Asimismo llevó cautivos a Babilonia a Joaquín, a la madre del rey, a las mujeres del rey, a sus oficiales y a los poderosos de la tierra; cautivos los llevó de Jerusalén a Babilonia.

    16 A todos los hombres de guerra, que fueron siete mil, y a los artesanos y herreros, que fueron mil, y a todos los valientes para hacer la guerra, llevó cautivos el rey de Babilonia.

    Nueve años más tarde, bajo Sedecías, Nabucodonosor atacó Jerusalén por tercera vez; la asedió durante dos años, provocando una terrible hambre. 

    Finalmente, los atacantes consiguieron abrir una brecha en las murallas; incendió el Templo, los palacios, demolió las murallas, y deportó al resto de los habitantes, excepto a los indigentes (2 R. 25). 

    2 Reyes 25

    Caída de Jerusalén

    1 Aconteció a los nueve años de su reinado, en el mes décimo, a los diez días del mes, que Nabucodonosor rey de Babilonia vino con todo su ejército contra Jerusalén, y la sitió, y levantó torres contra ella alrededor.

    2 Y estuvo la ciudad sitiada hasta el año undécimo del rey Sedequías.

    3 A los nueve días del cuarto mes prevaleció el hambre en la ciudad, hasta que no hubo pan para el pueblo de la tierra.

    4 Abierta ya una brecha en el muro de la ciudad, huyeron de noche todos los hombres de guerra por el camino de la puerta que estaba entre los dos muros, junto a los huertos del rey, estando los caldeos alrededor de la ciudad; y el rey se fue por el camino del Arabá.

    5 Y el ejército de los caldeos siguió al rey, y lo apresó en las llanuras de Jericó, habiendo sido dispersado todo su ejército.

    6 Preso, pues, el rey, le trajeron al rey de Babilonia en Ribla, y pronunciaron contra él sentencia.

    7 Degollaron a los hijos de Sedequías en presencia suya, y a Sedequías le sacaron los ojos, y atado con cadenas lo llevaron a Babilonia.

    Cautividad de Judá

    8 En el mes quinto, a los siete días del mes, siendo el año diecinueve de Nabucodonosor rey de Babilonia, vino a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia, siervo del rey de Babilonia.

    9 Y quemó la casa de Jehová, y la casa del rey, y todas las casas de Jerusalén; y todas las casas de los príncipes quemó a fuego.

    10 Y todo el ejército de los caldeos que estaba con el capitán de la guardia, derribó los muros alrededor de Jerusalén.

    11 Y a los del pueblo que habían quedado en la ciudad, a los que se habían pasado al rey de Babilonia, y a los que habían quedado de la gente común, los llevó cautivos Nabuzaradán, capitán de la guardia.

    12 Mas de los pobres de la tierra dejó Nabuzaradán, capitán de la guardia, para que labrasen las viñas y la tierra.

    13 Y quebraron los caldeos las columnas de bronce que estaban en la casa de Jehová, y las basas, y el mar de bronce que estaba en la casa de Jehová, y llevaron el bronce a Babilonia.

    14 Llevaron también los calderos, las paletas, las despabiladeras, los cucharones, y todos los utensilios de bronce con que ministraban;

    15 incensarios, cuencos, los que de oro, en oro, y los que de plata, en plata; todo lo llevó el capitán de la guardia.

    16 Las dos columnas, un mar, y las basas que Salomón había hecho para la casa de Jehová; no fue posible pesar todo esto.

    17 La altura de una columna era de dieciocho codos, y tenía encima un capitel de bronce; la altura del capitel era de tres codos, y sobre el capitel había una red y granadas alrededor, todo de bronce; e igual labor había en la otra columna con su red.

    18 Tomó entonces el capitán de la guardia al primer sacerdote Seraías, al segundo sacerdote Sofonías, y tres guardas de la vajilla;

    19 y de la ciudad tomó un oficial que tenía a su cargo los hombres de guerra, y cinco varones de los consejeros del rey, que estaban en la ciudad, el principal escriba del ejército, que llevaba el registro de la gente del país, y sesenta varones del pueblo de la tierra, que estaban en la ciudad.

    20 Estos tomó Nabuzaradán, capitán de la guardia, y los llevó a Ribla al rey de Babilonia.

    21 Y el rey de Babilonia los hirió y mató en Ribla, en tierra de Hamat. Así fue llevado cautivo Judá de sobre su tierra.

    El remanente huye a Egipto

    22 Y al pueblo que Nabucodonosor rey de Babilonia dejó en tierra de Judá, puso por gobernador a Gedalías hijo de Ahicam, hijo de Safán.

    23 Y oyendo todos los príncipes del ejército, ellos y su gente, que el rey de Babilonia había puesto por gobernador a Gedalías, vinieron a él en Mizpa; Ismael hijo de Netanías, Johanán hijo de Carea, Seraías hijo de Tanhumet netofatita, y Jaazanías hijo de un maacateo, ellos con los suyos.

    24 Entonces Gedalías les hizo juramento a ellos y a los suyos, y les dijo: No temáis de ser siervos de los caldeos; habitad en la tierra, y servid al rey de Babilonia, y os irá bien.

    25 Mas en el mes séptimo vino Ismael hijo de Netanías, hijo de Elisama, de la estirpe real, y con él diez varones, e hirieron a Gedalías, y murió; y también a los de Judá y a los caldeos que estaban con él en Mizpa.

    26 Y levantándose todo el pueblo, desde el menor hasta el mayor, con los capitanes del ejército, se fueron a Egipto, por temor de los caldeos.

    Joaquín es libertado y recibe honores en Babilonia

    27 Aconteció a los treinta y siete años del cautiverio de Joaquín rey de Judá, en el mes duodécimo, a los veintisiete días del mes, que Evil-merodac rey de Babilonia, en el primer año de su reinado, libertó a Joaquín rey de Judá, sacándolo de la cárcel;

    28 y le habló con benevolencia, y puso su trono más alto que los tronos de los reyes que estaban con él en Babilonia.

    29 Y le cambió los vestidos de prisionero, y comió siempre delante de él todos los días de su vida.

    30 Y diariamente le fue dada su comida de parte del rey, de continuo, todos los días de su vida.

    Jerusalén estuvo en ruinas durante cincuenta años. Zorobabel, acompañado de 50.000 israelitas, volvió en el año 538 a.C. Al inicio del año siguiente, echó los cimientos del Templo (Esd. 2:64, 65; 3:8). 

    Esdras 2:64, 65 

    64 Toda la congregación, unida como un solo hombre, era de cuarenta y dos mil trescientos sesenta,

    65 sin contar sus siervos y siervas, los cuales eran siete mil trescientos treinta y siete; y tenían doscientos cantores y cantoras.

    Esdras 3:8

    Colocación de los cimientos del templo

    8 En el año segundo de su venida a la casa de Dios en Jerusalén, en el mes segundo, comenzaron Zorobabel hijo de Salatiel, Jesúa hijo de Josadac y los otros sus hermanos, los sacerdotes y los levitas, y todos los que habían venido de la cautividad a Jerusalén; y pusieron a los levitas de veinte años arriba para que activasen la obra de la casa de Jehová.

    Hacia el año 444 a.C., Nehemías reconstruyó la muralla. Los persas tenían entonces el dominio, que recayó a continuación en los macedonios, bajo Alejandro Magno. 

    En el año 203 a.C., Antíoco Epifanes se apoderó de Jerusalén, que cayó en manos de Egipto en el año 199 a.C. En el año 198 a.C., la ciudad abrió sus puertas a Antíoco, que se presentaba como amigo. En el año 170 a.C., 

    Antíoco se hizo el dueño de Jerusalén, profanando el Templo acto seguido; los macabeos se alzaron en armas en el año 165 a.C. Judas volvió a tomar la ciudad y purificó el Templo. Los reyes de la dinastía hasmonea erigieron cerca del Templo una ciudadela que recibió el nombre de Baris, es decir, «la Torre» (véase ANTONIA). 

    Pompeyo se apoderó de Jerusalén en el año 63 a.C., demoliendo una parte de las murallas. Craso saqueó el Templo en el año 54 y los partos entraron a saco en la ciudad el año 40. Herodes el Grande se apoderó de Jerusalén en el año 37 a.C., reparó las murallas, construyó diversos edificios para embellecer la ciudad, reconstruyó el Templo, y le dio un esplendor que contrastaba con el carácter relativamente humilde del Templo de Zorobabel. 

    Comenzado entre el año 20 y 19 a.C., el Templo no quedó totalmente acabado durante la vida terrenal de nuestro Señor. Herodes fortificó la ciudadela, llamándola Antonia. Al morir, Jerusalén tenía dos murallas que la rodeaban, totalmente o en parte, en tanto que en la época de Salomón sólo habla tenido una. 

    Herodes Agripa comenzó una tercera línea de murallas, hacia el año 42 o 43 d.C., unos doce años después de la crucifixión. En el año 70 d.C., los romanos, conducidos por Tito, ocuparon Jerusalén, después de haber destruido o incendiado, durante el asedio, el Templo y casi toda la ciudad. 

    El general romano demolió las murallas, excepto una parte de la línea occidental, y las tres torres de Hippicus, Fasael y Mariamne (Guerras 7:1, 1). c. Jerusalén después de Tito. Bajo el emperador Adriano, los romanos emprendieron la reconstrucción de Jerusalén como ciudad pagana, que mantenían frente y contra los judíos; ésta parece haber sido la causa principal de la revuelta judía dirigida por Bar-Kokeba, entre los años 132-135 d.C. El alzamiento fue aplastado, y se reemprendió y finalizó la construcción de la ciudad. 

    El nombre de Jerusalén fue reemplazado por el de Colonia Aelia Capitolina: Colonia, porque se trataba de una colonia romana; Aelia, en honor de Adriano, cuyo nombre propio era Aelio; Capitolina, porque la ciudad fue dedicada a Júpiter Capitolino. Se erigió un templo a esta divinidad pagana, sobre el emplazamiento de los antiguos templos de Salomón, Zorobabel y Herodes. Les quedó prohibido a los judíos, bajo pena de muerte, que entraran en la ciudad. 

    Esta prohibición no afectaba a los cristianos que, sin duda alguna, ya se distinguían netamente de los judíos por aquel entonces. El nombre de Aelia persistió durante muchos siglos. El emperador Constantino levantó, al principio de una manera parcial, y después total, la prohibición que excluía a los judíos de la ciudad santa. En el año 326 Elena, la madre del emperador, erigió un santuario sobre el monte de los Olivos. 

    En el año 333 se comenzó, por orden de Constantino, la construcción de la iglesia de la Anástasis, señalando el supuesto emplazamiento del Santo Sepulcro (véase CALVARIO). En el año 614, conducidos por su rey Cosroés II, los persas asaltaron Jerusalén. Dieron muerte a gran número de sus moradores, y deportaron a Persia a los supervivientes, e incendiaron la iglesia del Santo Sepulcro. A la muerte de Cosroés, en el año 628, el emperador romano Heraclio recuperó Jerusalén. 

    En el año 638, la ciudad se rindió a los árabes, liderados por Omar (’Umar). ’Abd-al-Malik erigió, en el año 691, la magnífica Cúpula de la Roca (que los europeos llaman, erróneamente, la «mezquita de Omar»). Este edificio se halla sobre el emplazamiento del Templo, encima de las rocas de Moria, el posible emplazamiento del sacrificio no consumado de Isaac (Gn. 22:2; 2 Cr. 3:1). 

    Génesis 22:2 

    2 Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.

    2 Crónicas 3:1

    Salomón edifica el templo

    1 Comenzó Salomón a edificar la casa de Jehová en Jerusalén, en le monte Moriah, que había sido mostrado a David su padre, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán jebuseo.

    Cerca de la cúpula, en el sector meridional de la zona sagrada, ’Abd-al-Malik construyó otra mezquita, quizá sobre el lugar de una iglesia anterior. 

    Esta mezquita se llama al-Masjid al-Aksa (la mezquita más alejada), pero esta expresión designa también el conjunto de edificios sagrados de esta zona. Al-Haram al-Sharîf (el noble santuario) es otro nombre aplicado a este grupo de construcciones. 

    Durante la época en que los musulmanes de raza árabe reinaron sobre Jerusalén, los peregrinos cristianos que iban a visitar los lugares santos fueron tratados de diversas maneras. En una ocasión, un soberano fatimita incendió la iglesia del Santo Sepulcro; pero, por lo general, los árabes se mostraron tolerantes. 

    Cuando, en el año 1077 d.C., los turcos (seldyúcidas) remplazaron a los árabes, la situación cambió. Los ultrajes y la opresión de estos últimos provocaron la reacción de los reinos de la Europa occidental y central, lo que provocó las Cruzadas. 

    El 15 de julio de 1099, durante la primera de estas expediciones político-religiosas, Jerusalén fue tomada por asalto; se fundó entonces un reino cristiano que duró 88 años. Durante la ocupación cristiana, los edificios adyacentes al Santo Sepulcro fueron agrandados y hermoseados, en tanto que iban surgiendo nuevos edificios por la ciudad. 

    En el año 1187, el reino de Jerusalén cayó en manos de Saladino, sultán de Egipto y de Siria; en 1192, este último reparó las murallas, pero el sultán de Damasco las hizo desmantelar en 1219. Federico II, emperador de Alemania, obtuvo la posesión de la ciudad santa, en 1229, por un tratado que estipulaba que las murallas no serían restauradas. Diez años más tarde, sus moradores infringieron esta condición. 

    En 1443, la ciudad se rindió incondicionalmente a los cristianos. Al año siguiente, los turcos (Khwãrizim) se apoderaron de Jerusalén y restablecieron el Islam. Al cabo de unos tres años, los egipcios echaron a los invasores de Palestina y se hicieron con Jerusalén hasta 1517, año en el que Jerusalén cayó en manos de los turcos otomanos. El más grande de sus sultanes, Solimán el Magnífico, construyó en 1542 la línea de murallas que sigue todavía en pie. 

    Durante la Primera Guerra Mundial, los ingleses y la Legión Judía, encuadrada en el ejército inglés bajo las órdenes del general Allenby, conquistaron Palestina. Jerusalén se rindió el 9 de diciembre de 1917. Después de la primera guerra judeo-árabe (1947-48) y del renacimiento del Estado de Israel, Jerusalén quedó dividida entre los judíos y los árabes. 

    El Reino de Transjordania consiguió conservar la Ciudad Vieja incluida dentro de las murallas, gracias a la acción de la Legión Árabe, dirigida por oficiales británicos y encabezada por el asimismo británico Sir John Bagot Glubb («Glubb Pachá»), mientras que los judíos conservaban los suburbios nuevos fuera del recinto amurallado, en una lucha tenaz. 

    Así quedó la situación hasta el 7 de junio de 1967, durante la Guerra de los Seis Días, en que el ejército israelita, venciendo la encarnizada resistencia jordana, logró conquistar el sector oriental de Jerusalén y reunificar la ciudad, capital del actual Estado de Israel.

    VÉASE:
    Mardikh , Tell , Amarna (Tell El-Amarna) , Gihón , Antonia
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