Dicotiledónea de la familia de las moráceas.
Árbol que da un delicioso fruto (véase HIGO; cfr. Jue. 9:10; Nm. 13:23).
Jueces 9:10
10 Y dijeron los árboles a la higuera: Anda tú, reina sobre nosotros.
Números 13:23
23 Porque contra Jacob no hay agüero, Ni adivinación contra Israel. Como ahora, será dicho de Jacob y de Israel: ¡Lo que ha hecho Dios!
En heb. se usa el mismo término para denotar el árbol y el fruto, t’ënãh, en tanto que en gr. el árbol se llama «syke» y el fruto es «sykon».
La higuera es originaria de Asia occidental. Cuando es joven, sólo lleva fruto si está en un suelo rico (Lc. 13:6-9).
Lucas 13:6-9
Parábola de la higuera estéril
6 Dijo también esta parábola: Tenía un hombre una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo halló.
7 Y dijo al viñador: He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala; ¿para qué inutiliza también la tierra?
8 El entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone.
9 Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después.
Al envejecer, la higuera degenera rápidamente; descuidada, no produce mucho (Pr. 27:18).
Proverbios 27:18
18 Quien cuida la higuera comerá su fruto, Y el que mira por los intereses de su señor, tendrá honra.
En primavera, la higuera da sus higos tempranos antes de cubrirse de hojas, sobre las ramas crecidas el año anterior, y reciben el nombre de «pag» (higos verdes, cfr. Cnt. 2:13).
Cantares 2:13
13 La higuera ha echado sus higos, Y las vides en cierne dieron olor; Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven.
Si el árbol no tiene higos verdes cuando aparece el follaje, no habrá higos. La higuera es un árbol muy apreciado; la Biblia lo menciona en muchas ocasiones junto a la vid (Dt. 8:8; Sal. 105:33; Jer. 5:17; Jl. 1:12).
Deuteronomio 8:8
8 tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de miel;
Salmos 105:33
33 Destrozó sus viñas y sus higueras, Y quebró los árboles de su territorio.
Jeremías 5:17
17 Y comerá tu mies y tu pan, comerá a tus hijos y a tus hijas; comerá tus ovejas y tus vacas, comerá tus viñas y tus higueras, y a espada convertirá en nada tus ciudades fortificadas en que confías.
Joel 1:12
12 La vid está seca, y pereció la higuera; el granado también, la palmera y el manzano; todos los árboles del campo se secaron, por lo cual se extinguió el gozo de los hijos de los hombres.
La expresión «debajo de su parra y debajo de su higuera» es sinónimo de prosperidad y seguridad (1 R. 4:25; Mi. 4:4; Zac. 3:10).
1 Reyes 4:25
25 Y Judá e Israel vivían seguros, cada uno debajo de su parra y debajo de su higuera, desde Dan hasta Beerseba, todos los días de Salomón.
Miqueas 4:4
4 Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente; porque la boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado.
Zacarías 3:10
10 En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, cada uno de vosotros convidará a su compañero, debajo de su vid y debajo de su higuera.
La altura de la higuera cultivada («Ficus carica») varía entre 6 y 9 m. Las hojas, que aparecen al final de la primavera y que caen al aproximarse el invierno, miden frecuentemente de 20 a 25 cm. de longitud.
La higuera es usada por el Señor como emblema de Israel, y la maldición de la higuera estéril (Mr. 11:12-17) constituye una parábola: el pueblo no había respondido al llamamiento del Señor, que por ello anuncia su juicio.
Marcos 11:12-17
Maldición de la higuera estéril
12 Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre.
13 Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos.
14 Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos.
Purificación del templo
15 Vinieron, pues, a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;
16 y no consentía que nadie atravesase el templo llevando utensilio alguno.
17 Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
Este árbol tenía las hojas que vienen con los primeros frutos; aunque, como señala Marcos, «no era tiempo de higos» (del verano, la verdadera cosecha), hubiera debido tener al menos los higos verdes de la primavera.
La presencia de las hojas sin el fruto es indicación de la profesión religiosa de Israel sin fruto, y constituye una solemne advertencia acerca del peligro del nominalismo religioso en general. Según la profecía, la higuera de Israel deberá reverdecer al final de los tiempos. Es en este sentido que muchos intérpretes entienden Mt. 24:32- 33.
Mateo 24:32-33
32 De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.
33 Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.
Dicotiledónea de la familia de las moráceas.
Árbol que da un delicioso fruto (véase HIGO; cfr. Jue. 9:10; Nm. 13:23).
Jueces 9:10
10 Y dijeron los árboles a la higuera: Anda tú, reina sobre nosotros.
Números 13:23
23 Porque contra Jacob no hay agüero, Ni adivinación contra Israel. Como ahora, será dicho de Jacob y de Israel: ¡Lo que ha hecho Dios!
En heb. se usa el mismo término para denotar el árbol y el fruto, t’ënãh, en tanto que en gr. el árbol se llama «syke» y el fruto es «sykon».
La higuera es originaria de Asia occidental. Cuando es joven, sólo lleva fruto si está en un suelo rico (Lc. 13:6-9).
Lucas 13:6-9
Parábola de la higuera estéril
6 Dijo también esta parábola: Tenía un hombre una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo halló.
7 Y dijo al viñador: He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala; ¿para qué inutiliza también la tierra?
8 El entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone.
9 Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después.
Al envejecer, la higuera degenera rápidamente; descuidada, no produce mucho (Pr. 27:18).
Proverbios 27:18
18 Quien cuida la higuera comerá su fruto, Y el que mira por los intereses de su señor, tendrá honra.
En primavera, la higuera da sus higos tempranos antes de cubrirse de hojas, sobre las ramas crecidas el año anterior, y reciben el nombre de «pag» (higos verdes, cfr. Cnt. 2:13).
Cantares 2:13
13 La higuera ha echado sus higos, Y las vides en cierne dieron olor; Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven.
Si el árbol no tiene higos verdes cuando aparece el follaje, no habrá higos. La higuera es un árbol muy apreciado; la Biblia lo menciona en muchas ocasiones junto a la vid (Dt. 8:8; Sal. 105:33; Jer. 5:17; Jl. 1:12).
Deuteronomio 8:8
8 tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de miel;
Salmos 105:33
33 Destrozó sus viñas y sus higueras, Y quebró los árboles de su territorio.
Jeremías 5:17
17 Y comerá tu mies y tu pan, comerá a tus hijos y a tus hijas; comerá tus ovejas y tus vacas, comerá tus viñas y tus higueras, y a espada convertirá en nada tus ciudades fortificadas en que confías.
Joel 1:12
12 La vid está seca, y pereció la higuera; el granado también, la palmera y el manzano; todos los árboles del campo se secaron, por lo cual se extinguió el gozo de los hijos de los hombres.
La expresión «debajo de su parra y debajo de su higuera» es sinónimo de prosperidad y seguridad (1 R. 4:25; Mi. 4:4; Zac. 3:10).
1 Reyes 4:25
25 Y Judá e Israel vivían seguros, cada uno debajo de su parra y debajo de su higuera, desde Dan hasta Beerseba, todos los días de Salomón.
Miqueas 4:4
4 Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente; porque la boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado.
Zacarías 3:10
10 En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, cada uno de vosotros convidará a su compañero, debajo de su vid y debajo de su higuera.
La altura de la higuera cultivada («Ficus carica») varía entre 6 y 9 m. Las hojas, que aparecen al final de la primavera y que caen al aproximarse el invierno, miden frecuentemente de 20 a 25 cm. de longitud.
La higuera es usada por el Señor como emblema de Israel, y la maldición de la higuera estéril (Mr. 11:12-17) constituye una parábola: el pueblo no había respondido al llamamiento del Señor, que por ello anuncia su juicio.
Marcos 11:12-17
Maldición de la higuera estéril
12 Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre.
13 Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos.
14 Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos.
Purificación del templo
15 Vinieron, pues, a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;
16 y no consentía que nadie atravesase el templo llevando utensilio alguno.
17 Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
Este árbol tenía las hojas que vienen con los primeros frutos; aunque, como señala Marcos, «no era tiempo de higos» (del verano, la verdadera cosecha), hubiera debido tener al menos los higos verdes de la primavera.
La presencia de las hojas sin el fruto es indicación de la profesión religiosa de Israel sin fruto, y constituye una solemne advertencia acerca del peligro del nominalismo religioso en general. Según la profecía, la higuera de Israel deberá reverdecer al final de los tiempos. Es en este sentido que muchos intérpretes entienden Mt. 24:32- 33.
Mateo 24:32-33
32 De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.
33 Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.