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  • Roboam

    «el pueblo se ha engrandecido» o «el que ha hecho engrandecer al pueblo». 

    Hijo del rey Salomón y de Naama, mujer amonita, una de sus esposas (1 R. 14:31). 

    1 Reyes 14:31

    31 Y durmió Roboam con sus padres, y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David. El nombre de su madre fue Naama, amonita. Y reinó en su lugar Abiam su hijo.

    Roboam, hijo de un padre sabio, era poco sagaz. A la muerte de Salomón, en el año 931 a.C., los representantes de las doce tribus se reunieron en Siquem, en el centro del país, para proclamar rey a Roboam, el legítimo heredero del trono. 

    La rivalidad, debida a causas más o menos antiguas, tendía a alejar a Judá de las tribus del norte y del este. (Véanse HISTORIA BÍBLICA c, C y JOSUÉ.) 

    El pueblo, que sufría los excesivos impuestos exigidos por Salomón, solicitó un alivio con ocasión de la accesión del nuevo monarca. Jeroboam, el portavoz del pueblo, había tenido un importante cargo en el reinado anterior, y el profeta Ahías le había anunciado que él reinaría sobre diez tribus (1 R. 11:28-40). 

    1 Reyes 11:28-40

    28 Y este varón Jeroboam era valiente y esforzado; y viendo Salomón al joven que era hombre activo, le encomendó todo el cargo de la casa de José.

    29 Aconteció, pues, en aquel tiempo, que saliendo Jeroboam de Jerusalén, le encontró en el camino el profeta Ahías silonita, y éste estaba cubierto con una capa nueva; y estaban ellos dos solos en el campo.

    30 Y tomando Ahías la capa nueva que tenía sobre sí, la rompió en doce pedazos,

    31 y dijo a Jeroboam: Toma para ti los diez pedazos; porque así dijo Jehová Dios de Israel: He aquí que yo rompo el reino de la mano de Salomón, y a ti te daré diez tribus;

    32 y él tendrá una tribu por amor a David mi siervo, y por amor a Jerusalén, ciudad que yo he elegido de todas las tribus de Israel;

    33 por cuanto me han dejado, y han adorado a Astoret diosa de los sidonios, a Quemos dios de Moab, y a Moloc dios de los hijos de Amón; y no han andado en mis caminos para hacer lo recto delante de mis ojos, y mis estatutos y mis decretos, como hizo David su padre.

    34 Pero no quitaré nada del reino de sus manos, sino que lo retendré por rey todos los días de su vida, por amor a David mi siervo, al cual yo elegí, y quien guardó mis mandamientos y mis estatutos.

    35 Pero quitaré el reino de la mano de su hijo, y lo daré a ti, las diez tribus.

    36 Y a su hijo daré una tribu, para que mi siervo David tenga lámpara todos los días delante de mí en Jerusalén, ciudad que yo me elegí para poner en ella mi nombre.

    37 Yo, pues, te tomaré a ti, y tú reinarás en todas las cosas que deseare tu alma, y serás rey sobre Israel.

    38 Y si prestares oído a todas las cosas que te mandare, y anduvieres en mis caminos, e hicieres lo recto delante de mis ojos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como hizo David mi siervo, yo estaré contigo y te edificaré casa firme, como la edifiqué a David, y yo te entregaré a Israel.

    39 Y yo afligiré a la descendencia de David a causa de esto, mas no para siempre.

    40 Por esto Salomón procuró matar a Jeroboam, pero Jeroboam se levantó y huyó a Egipto, a Sisac rey de Egipto, y estuvo en Egipto hasta la muerte de Salomón.

    Roboam hizo que el pueblo esperara durante tres días para conocer su respuesta, y pidió consejo de los ancianos consejeros de Salomón. 

    Ellos le recomendaron que accediera a la demanda del pueblo, que no dejaría de mostrarle su gratitud. 

    Pero Roboam siguió los consejos de los de su propia generación, sus amigos de la infancia, y dio una dura respuesta al pueblo: «Mi padre agravó vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigará con escorpiones» (látigos armados con puntas metálicas). 

    Estas palabras revelan la presunción e insensatez de Roboam. Al separarse entonces del joven rey, diez de las doce tribus renunciaron desde aquel momento a sostener la casa de David. El pueblo lapidó a Adoram, que había sido encargado de recaudar los tributos. 

    Roboam, temiendo sufrir la misma suerte, se volvió apresuradamente a Jerusalén (1 R. 12:1-20; 2 Cr. 10:1-19). 

    1 Reyes 12:1-20 

    Rebelión de Israel

    1 Roboam fue a Siquem, porque todo Israel había venido a Siquem para hacerle rey.

    2 Y aconteció que cuando lo oyó Jeroboam hijo de Nabat, que aún estaba en Egipto, adonde había huido de delante del rey Salomón, y habitaba en Egipto,

    3 enviaron a llamarle. Vino, pues, Jeroboam, y toda la congregación de Israel, y hablaron a Roboam, diciendo:

    4 Tu padre agravó nuestro yugo, mas ahora disminuye tú algo de la dura servidumbre de tu padre, y del yugo pesado que puso sobre nosotros, y te serviremos.

    5 Y él les dijo: Idos, y de aquí a tres días volved a mí. Y el pueblo se fue.

    6 Entonces el rey Roboam pidió consejo de los ancianos que habían estado delante de Salomón su padre cuando vivía, y dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que responda a este pueblo?

    7 Y ellos le hablaron diciendo: Si tú fueres hoy siervo de este pueblo y lo sirvieres, y respondiéndoles buenas palabras les hablares, ellos te servirán para siempre.

    8 Pero él dejó el consejo que los ancianos le habían dado, y pidió consejo de los jóvenes que se habían criado con él, y estaban delante de él.

    9 Y les dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que respondamos a este pueblo, que me ha hablado diciendo: Disminuye algo del yugo que tu padre puso sobre nosotros?

    10 Entonces los jóvenes que se habían criado con él le respondieron diciendo: Así hablarás a este pueblo que te ha dicho estas palabras: Tu padre agravó nuestro yugo, mas tú disminúyenos algo; así les hablarás: El menor dedo de los míos es más grueso que los lomos de mi padre.

    11 Ahora, pues, mi padre os cargó de pesado yugo, mas yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones.

    12 Al tercer día vino Jeroboam con todo el pueblo a Roboam, según el rey lo había mandado, diciendo: Volved a mí al tercer día.

    13 Y el rey respondió al pueblo duramente, dejando el consejo que los ancianos le habían dado;

    14 y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre agravó vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones.

    15 Y no oyó el rey al pueblo; porque era designio de Jehová para confirmar la palabra que Jehová había hablado por medio de Ahías silonita a Jeroboam hijo de Nabat.

    16 Cuando todo el pueblo vio que el rey no les había oído, le respondió estas palabras, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos heredad en el hijo de Isaí. ¡Israel, a tus tiendas! ¡Provee ahora en tu casa, David! Entonces Israel se fue a sus tiendas.

    17 Pero reinó Roboam sobre los hijos de Israel que moraban en las ciudades de Judá.

    18 Y el rey Roboam envió a Adoram, que estaba sobre los tributos; pero lo apedreó todo Israel, y murió. Entonces el rey Roboam se apresuró a subirse en un carro y huir a Jerusalén.

    19 Así se apartó Israel de la casa de David hasta hoy.

    20 Y aconteció que oyendo todo Israel que Jeroboam había vuelto, enviaron a llamarle a la congregación, y le hicieron rey sobre todo Israel, sin quedar tribu alguna que siguiese la casa de David, sino sólo la tribu de Judá.

    2 Crónicas 10:1-19

    Rebelión de Israel

    1 Roboam fue a Siquem, porque en Siquem se había reunido todo Israel para hacerlo rey.

    2 Y cuando lo oyó Jeroboam hijo de Nabat, el cual estaba en Egipto, adonde había huído a causa del rey Salomón, volvió de Egipto.

    3 Y enviaron y le llamaron. Vino, pues, Jeroboam, y todo Israel, y hablaron a Roboam, diciendo:

    4 Tu padre agravó nuestro yugo; ahora alivia algo de la dura servidumbre, y del pesado yugo con que tu padre nos apremió, y te serviremos.

    5 Y él les dijo: Volved a mí de aquí a tres días. Y el pueblo se fue.

    6 Entonces el rey Roboam tomó consejo con los ancianos, que habían estado delante de Salomón su padre cuando vivía, y les dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que responda a este pueblo?

    7 Y ellos le contestaron, diciendo: Si te condujeres humanamente con este pueblo, y les agradares, y les hablares buenas palabras, ellos te servirán siempre.

    8 Mas él, dejando el consejo que le dieron los ancianos, tomó consejo con los jóvenes que se habían criado con él, y que estaban a su servicio;

    9 Y les dijo: ¿Qué aconsejáis vosotros que respondamos a este pueblo, que me ha hablado, diciendo: Alivia algo del yugo que tu padre puso sobre nosotros?

    10 Entonces los jóvenes que se habían criado con él, le contestaron: Así dirás al pueblo que te ha hablado diciendo, Tu padre agravó nuestro yugo, mas tú disminuye nuestra carga: Así les dirás: Mi dedo más pequeño es más grueso que los lomos de mi padre.

    11 Así que, si mi padre os cargó de grave yugo, yo añadiré a vuestro yugo: mi padre os castigó con azotes, y yo con escorpiones.

    12 Vino pues Jeroboam con todo el pueblo a Roboam al tercer día, según el rey les había mandado deciendo: Volved a mí de aquí a tres días.

    13 Y les respondió el rey ásperamente; pues dejó el rey Roboam el consejo de los ancianos,

    14 Y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre hizo pesado vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo: mi padre os castigó con azotes, mas yo con escorpiones.

    15 Y no escuchó el rey al pueblo; porque la causa era de Dios, para que Jehová cumpliera la palabra que había hablado por Ahías silonita, a Jeroboam hijo de Nabat.

    16 Y viendo todo Israel que el rey no les había oído, respondió el pueblo al rey, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No herencia en el hijo de Isaí. ¡Israel, cada uno a sus tiendas! ¡David, mira ahora por tu casa! Así se fue todo Israel a sus tiendas.

    17 Mas reinó Roboam sobre los hijos de Israel que habitaban en las ciudades de Judá.

    18 Envió luego el rey Roboam a Adoram, que tenía cargo de los tributos; pero le apedrearon los hijos de Israel, y murió. Entonces se apresuró el rey Roboam, y subiendo en su carro huyó a Jerusalén.

    19 Así se apartó Israel de la casa de David hasta hoy.

    Judá, una gran parte de Benjamín, y los de Simeón, permanecieron fieles al soberano. Reunió entonces Roboam a sus tropas escogidas para combatir contra las tribus rebeldes, pero el profeta Semaías consiguió disuadirlo de ello (1 R. 12:21-24; 2 Cr. 11:1-4). 

    1 Reyes 12:21-24 

    21 Y cuando Roboam vino a Jerusalén, reunió a toda la casa de Judá y a la tribu de Benjamín, ciento ochenta mil hombres, guerreros escogidos, con el fin de hacer guerra a la casa de Israel, y hacer volver el reino a Roboam hijo de Salomón.

    22 Pero vino palabra de Jehová a Semaías varón de Dios, diciendo:

    23 Habla a Roboam hijo de Salomón, rey de Judá, y a toda la casa de Judá y de Benjamín, y a los demás del pueblo, diciendo:

    24 Así ha dicho Jehová: No vayáis, ni peleéis contra vuestros hermanos los hijos de Israel; volveos cada uno a su casa, porque esto lo he hecho yo. Y ellos oyeron la palabra de Dios, y volvieron y se fueron, conforme a la palabra de Jehová.

    2 Crónicas 11:1-4

    1 Cuando vino Roboam a Jerusalén , reunió de la casa de Judá y de Benjamín a ciento ochenta mil hombres escogidos de guerra, para pelear contra Israel y hacer volver el reino a Roboam.

    2 Mas vino palabra de Jehová a Semaías varón de Dios, diciendo:

    3 Habla a Roboam hijo de Salomón, rey de Judá, y a todos los israelitas en Judá y Benjamín, diciéndoles:

    4 Así ha dicho Jehová: No subáis ni peleéis contra vuestros hermanos; vuélvase cada uno a su casa, porque yo he hecho esto. Y ellos oyeron la palabra de Jehová, y se volvieron, y no fueron contra Jeroboam.

    Roboam se dedicó entonces a fortificar las ciudades de Judá y de Benjamín, y a proveerlas de víveres (2 Cr. 11:5-12). 

    2 Crónicas 11:5-12

    Prosperidad de Roboam

    5 Y habitó Roboam en Jerusalén , y edificó ciudades para fortificar a Judá.

    6 Edificó a Belén, Etam, Tecoa,

    7 Bet-sur, Soco, Adulam,

    8 Gat, Maresa, Zif,

    9 Adoraim, Laquis, Azeca,

    10 Sora, Ajalón, y Hebrón, que eran ciudades fortificadas de Judá y Benjamín.

    11 Reforzó también las fortalezas, y puso en ellas capitanes, y provisiones, y vino, y aceite;

    12 Y en todas las ciudades puso escudos y lanzas. Las Fortificó, pues, en gran manera; y Judá y Benjamín le estaban sujetos.

    Al erigir su rival becerros de oro en Bet-el y en Dan, los sacerdotes y levitas se refugiaron, casi en su totalidad, en Judá, y contribuyeron a afirmar el trono de Roboam; sin embargo, tres años después el mismo Roboam se entregó a la idolatría (1 R. 14:21-24; 2 Cr. 11:13-17; 12:1). 

    1 Reyes 14:21-24 

    Reinado de Roboam

    21 Roboam hijo de Salomón reinó en Judá. De cuarenta y un años era Roboam cuando comenzó a reinar, y diecisiete años reinó en Jerusalén, ciudad que Jehová eligió de todas las tribus de Israel, para poner allí su nombre. El nombre de su madre fue Naama, amonita.

    22 Y Judá hizo lo malo ante los ojos de Jehová, y le enojaron más que todo lo que sus padres habían hecho en sus pecados que cometieron.

    23 Porque ellos también se edificaron lugares altos, estatuas, e imágenes de Asera, en todo collado alto y debajo de todo árbol frondoso.

    24 Hubo también sodomitas en la tierra, e hicieron conforme a todas las abominaciones de las naciones que Jehová había echado delante de los hijos de Israel.

    2 Crónicas 11:13-17 

    13 Y los sacerdotes y levitas que estaban en todo Israel, se juntaron a él desde todos los lugares donde vivían.

    14 Porque los levitas dejaban sus ejidos y sus posesiones, y venían a Judá y a Jerusalén : pues Jeroboam y sus hijos los excluyeron del ministerio de Jehová.

    15 Y él designó sus propios sacerdotes para los lugares altos, y para los demonios, y para los becerros que él había hecho.

    16 Tras aquellos acudieron también de todas las tribus de Israel los que habían puesto su corazón en buscar a Jehová Dios de Israel; y vinieron a Jerusalén para ofrecer sacrificios a Jehová, el Dios de sus padres.

    17 Así fortalecieron el reino de Judá, y confirmaron a Roboam hijo de Salomón, por tres años; porque tres años anduvieron en el camino de David y de Salomón.

    2 Crónicas 12:1

    Sisac invade Judá

    1 Cuando Roboam había consolidado el reino, dejó la ley de Jehová, y todo Israel con él.

    En el quinto año del reinado de Roboam, Sisac (véase FARAÓN, c) invadió Judá, tomó ciudades fortificadas, se apoderó de Jerusalén y saqueó el Templo y el palacio real (1 R. 14:25-28; 2 Cr. 12:2-12). 

    1 Reyes 14:25-28 

    25 Al quinto año del rey Roboam subió Sisac rey de Egipto contra Jerusalén,

    26 y tomó los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa real, y lo saqueó todo; también se llevó todos los escudos de oro que Salomón había hecho.

    27 Y en lugar de ellos hizo el rey Roboam escudos de bronce, y los dio a los capitanes de los de la guardia, quienes custodiaban la puerta de la casa real.

    28 Cuando el rey entraba en la casa de Jehová, los de la guardia los llevaban; y los ponían en la cámara de los de la guardia.

    2 Crónicas 12:2-12

    2 Y por cuanto se habían rebelado contra Jehová, en el quinto año del rey Roboam subió Sisac rey de Egipto contra Jerusalén,

    3 Con mil doscientos carros, y con sesenta mil hombres de a caballo: mas el pueblo que venía con él de Egipto, esto es, de libios, suquienos, y etíopes, no tenía número.

    4 Y tomó las ciudades fortificadas de Judá, y llegó hasta Jerusalén.

    5 Entonces vino el profeta Semaías a Roboam y a los príncipes de Judá, que estaban reunidos en Jerusalén por causa de Sisac, y les dijo: Así ha dicho Jehová: Vosotros me habéis dejado, y yo también os he dejado en manos de Sisac.

    6 Y los príncipes de Israel y el rey se humillaron, y dijeron: Justo es Jehová.

    7 Y cuando Jehová vió que se habían humillado, fue palabra de Jehová a Semaías, diciendo: Se han humillado; no los destruiré; antes los salvaré en breve, y no se derramará mi ira contra Jerusalén por mano de Sisac.

    8 Pero serán sus siervos; para que sepan lo que es servirme a mí, y que es servir a los reinos de las naciones.

    9 Subió pues Sisac rey de Egipto a Jerusalén , y tomó los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa del rey; todo lo llevó: y tomó los escudos de oro que Salomón había hecho.

    10 Y en lugar de ellos hizo el rey Roboam escudos de bronce, y los entregó a los jefes de la guardia, los cuales custodiaban la entrada de la casa del rey.

    11 Cuando el rey iba a la casa de Jehová, venían los de la guardia, y los llevaban, y después los volvían a la cámara de la guardia.

    12 Y cuando él se humilló, la ira de Jehová se apartó de él, para no destruirlo del todo: y también en Judá las cosas fueron bien.

    Roboam tuvo dieciocho esposas, sesenta concubinas, veintiocho hijos y sesenta hijas (2 Cr. 11:21). 

    2 Crónicas 11:21

    21 Pero Roboam amó a Maaca hija de Absalón sobre todas sus mujeres y concubinas; porque tomó dieciocho mujeres y sesenta concubinas, y engendró veintiocho hijos y sesenta hijas.

    Abías, su hijo, pretendía que el fallo inicial de Roboam había residido en su juventud y falta de experiencia (2 Cr. 13:1-12). 

    2 Crónicas 13:1-12

    Reinado de Abías

    1 A los dieciocho años del rey Jeroboam, reinó Abías sobre Judá.

    2 Y reinó tres años en Jerusalén . El nombre de su madre fue Micaías hija de Uriel de Gabaa. Y hubo guerra entre Abías y Jeroboam.

    3 Entonces Abías ordenó batalla con un ejército de cuatrocientos mil hombres de guerra valerosos y escogidos: y Jeroboam ordenó batalla contra él con ochocientos mil hombres escogidos, fuertes y valerosos.

    4 Y se levantó Abías sobre el monte de Zemaraim, que es en los montes de Efraín, y dijo: Oidme, Jeroboam y todo Israel.

    5 ¿No sabéis vosotros, que Jehová Dios de Israel dio el reino a David sobre Israel para siempre, a él y a sus hijos bajo pacto de sal?

    6 Pero Jeroboam hijo de Nabat, siervo de Salomón hijo de David, se levantó y rebeló contra su señor.

    7 Y se juntaron con él hombres vanos y perversos, y pudieron más que Roboam hijo de Salomón, porque Roboam era joven y pusilánime, y no se defendió de ellos.

    8 Y ahora vosotros tratáis de resistir al reino de Jehová en mano de los hijos de David, porque sois muchos, y tenéis con vosotros los becerros de oro que Jeroboam os hizo por dioses.

    9 ¿No habéis arrojado vosotros a los sacerdotes de Jehová, a los hijos de Aarón, y a los levitas, y os habéis designado sacerdotes a la manera de los pueblos de otras tierras, para que cualquiera venga a consagrarse con un becerro y siete carneros, y así sea sacerdote de los que no son dioses?

    10 Mas en cuanto a nosotros, Jehová es nuestro Dios, y no le hemos dejado: y los sacerdotes que ministran delante de Jehová son los hijos de Aarón, y los que están en la obra son los levitas,

    11 Los cuales queman para Jehová los holocaustos cada mañana y cada tarde, y el incienso aromático; y ponen los panes sobre la mesa limpia, y el candelero de oro con sus lámparas para que ardan cada tarde: porque nosotros guardamos la ordenanza de Jehová nuestro Dios; mas vosotros le habéis dejado.

    12 Y he aquí Dios está con nosotros por jefe, y sus sacerdotes con las trompetas del júbilo para que suenen contra vosotros. Oh hijos de Israel, no peleéis contra Jehová el Dios de vuestros padres, porque no prosperaréis.

    Sin embargo, Roboam tenía 41 años cuando empezó a reinar. Ocupó el trono durante 17 años, y murió alrededor del año 915 a.C., sucediéndole su hijo Abiam o Abías (1 R. 14:21, 31; 2 Cr. 12:13, 16).

    1 Reyes 14:21, 31 

    Reinado de Roboam

    21 Roboam hijo de Salomón reinó en Judá. De cuarenta y un años era Roboam cuando comenzó a reinar, y diecisiete años reinó en Jerusalén, ciudad que Jehová eligió de todas las tribus de Israel, para poner allí su nombre. El nombre de su madre fue Naama, amonita.

    31 Y durmió Roboam con sus padres, y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David. El nombre de su madre fue Naama, amonita. Y reinó en su lugar Abiam su hijo.

    2 Crónicas 12:13, 16

    13 Fortalecido, pues, Roboam, reinó en Jerusalén : y era Roboam de cuarenta y un años cuando comenzó a reinar, y diecisiete años reinó en Jerusalén , ciudad que escogió Jehová de todas las tribus de Israel, para poner en ella su nombre. Y el nombre de la madre de Roboam fue Naama amonita.

    16 Y durmió Roboam con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de David: y reinó en su lugar Abías su hijo.

    VÉASE: Historia Bíblica , Josué , Faraón
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  • Roboam

    «el pueblo se ha engrandecido» o «el que ha hecho engrandecer al pueblo». 

    Hijo del rey Salomón y de Naama, mujer amonita, una de sus esposas (1 R. 14:31). 

    1 Reyes 14:31

    31 Y durmió Roboam con sus padres, y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David. El nombre de su madre fue Naama, amonita. Y reinó en su lugar Abiam su hijo.

    Roboam, hijo de un padre sabio, era poco sagaz. A la muerte de Salomón, en el año 931 a.C., los representantes de las doce tribus se reunieron en Siquem, en el centro del país, para proclamar rey a Roboam, el legítimo heredero del trono. 

    La rivalidad, debida a causas más o menos antiguas, tendía a alejar a Judá de las tribus del norte y del este. (Véanse HISTORIA BÍBLICA c, C y JOSUÉ.) 

    El pueblo, que sufría los excesivos impuestos exigidos por Salomón, solicitó un alivio con ocasión de la accesión del nuevo monarca. Jeroboam, el portavoz del pueblo, había tenido un importante cargo en el reinado anterior, y el profeta Ahías le había anunciado que él reinaría sobre diez tribus (1 R. 11:28-40). 

    1 Reyes 11:28-40

    28 Y este varón Jeroboam era valiente y esforzado; y viendo Salomón al joven que era hombre activo, le encomendó todo el cargo de la casa de José.

    29 Aconteció, pues, en aquel tiempo, que saliendo Jeroboam de Jerusalén, le encontró en el camino el profeta Ahías silonita, y éste estaba cubierto con una capa nueva; y estaban ellos dos solos en el campo.

    30 Y tomando Ahías la capa nueva que tenía sobre sí, la rompió en doce pedazos,

    31 y dijo a Jeroboam: Toma para ti los diez pedazos; porque así dijo Jehová Dios de Israel: He aquí que yo rompo el reino de la mano de Salomón, y a ti te daré diez tribus;

    32 y él tendrá una tribu por amor a David mi siervo, y por amor a Jerusalén, ciudad que yo he elegido de todas las tribus de Israel;

    33 por cuanto me han dejado, y han adorado a Astoret diosa de los sidonios, a Quemos dios de Moab, y a Moloc dios de los hijos de Amón; y no han andado en mis caminos para hacer lo recto delante de mis ojos, y mis estatutos y mis decretos, como hizo David su padre.

    34 Pero no quitaré nada del reino de sus manos, sino que lo retendré por rey todos los días de su vida, por amor a David mi siervo, al cual yo elegí, y quien guardó mis mandamientos y mis estatutos.

    35 Pero quitaré el reino de la mano de su hijo, y lo daré a ti, las diez tribus.

    36 Y a su hijo daré una tribu, para que mi siervo David tenga lámpara todos los días delante de mí en Jerusalén, ciudad que yo me elegí para poner en ella mi nombre.

    37 Yo, pues, te tomaré a ti, y tú reinarás en todas las cosas que deseare tu alma, y serás rey sobre Israel.

    38 Y si prestares oído a todas las cosas que te mandare, y anduvieres en mis caminos, e hicieres lo recto delante de mis ojos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como hizo David mi siervo, yo estaré contigo y te edificaré casa firme, como la edifiqué a David, y yo te entregaré a Israel.

    39 Y yo afligiré a la descendencia de David a causa de esto, mas no para siempre.

    40 Por esto Salomón procuró matar a Jeroboam, pero Jeroboam se levantó y huyó a Egipto, a Sisac rey de Egipto, y estuvo en Egipto hasta la muerte de Salomón.

    Roboam hizo que el pueblo esperara durante tres días para conocer su respuesta, y pidió consejo de los ancianos consejeros de Salomón. 

    Ellos le recomendaron que accediera a la demanda del pueblo, que no dejaría de mostrarle su gratitud. 

    Pero Roboam siguió los consejos de los de su propia generación, sus amigos de la infancia, y dio una dura respuesta al pueblo: «Mi padre agravó vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigará con escorpiones» (látigos armados con puntas metálicas). 

    Estas palabras revelan la presunción e insensatez de Roboam. Al separarse entonces del joven rey, diez de las doce tribus renunciaron desde aquel momento a sostener la casa de David. El pueblo lapidó a Adoram, que había sido encargado de recaudar los tributos. 

    Roboam, temiendo sufrir la misma suerte, se volvió apresuradamente a Jerusalén (1 R. 12:1-20; 2 Cr. 10:1-19). 

    1 Reyes 12:1-20 

    Rebelión de Israel

    1 Roboam fue a Siquem, porque todo Israel había venido a Siquem para hacerle rey.

    2 Y aconteció que cuando lo oyó Jeroboam hijo de Nabat, que aún estaba en Egipto, adonde había huido de delante del rey Salomón, y habitaba en Egipto,

    3 enviaron a llamarle. Vino, pues, Jeroboam, y toda la congregación de Israel, y hablaron a Roboam, diciendo:

    4 Tu padre agravó nuestro yugo, mas ahora disminuye tú algo de la dura servidumbre de tu padre, y del yugo pesado que puso sobre nosotros, y te serviremos.

    5 Y él les dijo: Idos, y de aquí a tres días volved a mí. Y el pueblo se fue.

    6 Entonces el rey Roboam pidió consejo de los ancianos que habían estado delante de Salomón su padre cuando vivía, y dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que responda a este pueblo?

    7 Y ellos le hablaron diciendo: Si tú fueres hoy siervo de este pueblo y lo sirvieres, y respondiéndoles buenas palabras les hablares, ellos te servirán para siempre.

    8 Pero él dejó el consejo que los ancianos le habían dado, y pidió consejo de los jóvenes que se habían criado con él, y estaban delante de él.

    9 Y les dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que respondamos a este pueblo, que me ha hablado diciendo: Disminuye algo del yugo que tu padre puso sobre nosotros?

    10 Entonces los jóvenes que se habían criado con él le respondieron diciendo: Así hablarás a este pueblo que te ha dicho estas palabras: Tu padre agravó nuestro yugo, mas tú disminúyenos algo; así les hablarás: El menor dedo de los míos es más grueso que los lomos de mi padre.

    11 Ahora, pues, mi padre os cargó de pesado yugo, mas yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones.

    12 Al tercer día vino Jeroboam con todo el pueblo a Roboam, según el rey lo había mandado, diciendo: Volved a mí al tercer día.

    13 Y el rey respondió al pueblo duramente, dejando el consejo que los ancianos le habían dado;

    14 y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre agravó vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones.

    15 Y no oyó el rey al pueblo; porque era designio de Jehová para confirmar la palabra que Jehová había hablado por medio de Ahías silonita a Jeroboam hijo de Nabat.

    16 Cuando todo el pueblo vio que el rey no les había oído, le respondió estas palabras, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos heredad en el hijo de Isaí. ¡Israel, a tus tiendas! ¡Provee ahora en tu casa, David! Entonces Israel se fue a sus tiendas.

    17 Pero reinó Roboam sobre los hijos de Israel que moraban en las ciudades de Judá.

    18 Y el rey Roboam envió a Adoram, que estaba sobre los tributos; pero lo apedreó todo Israel, y murió. Entonces el rey Roboam se apresuró a subirse en un carro y huir a Jerusalén.

    19 Así se apartó Israel de la casa de David hasta hoy.

    20 Y aconteció que oyendo todo Israel que Jeroboam había vuelto, enviaron a llamarle a la congregación, y le hicieron rey sobre todo Israel, sin quedar tribu alguna que siguiese la casa de David, sino sólo la tribu de Judá.

    2 Crónicas 10:1-19

    Rebelión de Israel

    1 Roboam fue a Siquem, porque en Siquem se había reunido todo Israel para hacerlo rey.

    2 Y cuando lo oyó Jeroboam hijo de Nabat, el cual estaba en Egipto, adonde había huído a causa del rey Salomón, volvió de Egipto.

    3 Y enviaron y le llamaron. Vino, pues, Jeroboam, y todo Israel, y hablaron a Roboam, diciendo:

    4 Tu padre agravó nuestro yugo; ahora alivia algo de la dura servidumbre, y del pesado yugo con que tu padre nos apremió, y te serviremos.

    5 Y él les dijo: Volved a mí de aquí a tres días. Y el pueblo se fue.

    6 Entonces el rey Roboam tomó consejo con los ancianos, que habían estado delante de Salomón su padre cuando vivía, y les dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que responda a este pueblo?

    7 Y ellos le contestaron, diciendo: Si te condujeres humanamente con este pueblo, y les agradares, y les hablares buenas palabras, ellos te servirán siempre.

    8 Mas él, dejando el consejo que le dieron los ancianos, tomó consejo con los jóvenes que se habían criado con él, y que estaban a su servicio;

    9 Y les dijo: ¿Qué aconsejáis vosotros que respondamos a este pueblo, que me ha hablado, diciendo: Alivia algo del yugo que tu padre puso sobre nosotros?

    10 Entonces los jóvenes que se habían criado con él, le contestaron: Así dirás al pueblo que te ha hablado diciendo, Tu padre agravó nuestro yugo, mas tú disminuye nuestra carga: Así les dirás: Mi dedo más pequeño es más grueso que los lomos de mi padre.

    11 Así que, si mi padre os cargó de grave yugo, yo añadiré a vuestro yugo: mi padre os castigó con azotes, y yo con escorpiones.

    12 Vino pues Jeroboam con todo el pueblo a Roboam al tercer día, según el rey les había mandado deciendo: Volved a mí de aquí a tres días.

    13 Y les respondió el rey ásperamente; pues dejó el rey Roboam el consejo de los ancianos,

    14 Y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre hizo pesado vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo: mi padre os castigó con azotes, mas yo con escorpiones.

    15 Y no escuchó el rey al pueblo; porque la causa era de Dios, para que Jehová cumpliera la palabra que había hablado por Ahías silonita, a Jeroboam hijo de Nabat.

    16 Y viendo todo Israel que el rey no les había oído, respondió el pueblo al rey, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No herencia en el hijo de Isaí. ¡Israel, cada uno a sus tiendas! ¡David, mira ahora por tu casa! Así se fue todo Israel a sus tiendas.

    17 Mas reinó Roboam sobre los hijos de Israel que habitaban en las ciudades de Judá.

    18 Envió luego el rey Roboam a Adoram, que tenía cargo de los tributos; pero le apedrearon los hijos de Israel, y murió. Entonces se apresuró el rey Roboam, y subiendo en su carro huyó a Jerusalén.

    19 Así se apartó Israel de la casa de David hasta hoy.

    Judá, una gran parte de Benjamín, y los de Simeón, permanecieron fieles al soberano. Reunió entonces Roboam a sus tropas escogidas para combatir contra las tribus rebeldes, pero el profeta Semaías consiguió disuadirlo de ello (1 R. 12:21-24; 2 Cr. 11:1-4). 

    1 Reyes 12:21-24 

    21 Y cuando Roboam vino a Jerusalén, reunió a toda la casa de Judá y a la tribu de Benjamín, ciento ochenta mil hombres, guerreros escogidos, con el fin de hacer guerra a la casa de Israel, y hacer volver el reino a Roboam hijo de Salomón.

    22 Pero vino palabra de Jehová a Semaías varón de Dios, diciendo:

    23 Habla a Roboam hijo de Salomón, rey de Judá, y a toda la casa de Judá y de Benjamín, y a los demás del pueblo, diciendo:

    24 Así ha dicho Jehová: No vayáis, ni peleéis contra vuestros hermanos los hijos de Israel; volveos cada uno a su casa, porque esto lo he hecho yo. Y ellos oyeron la palabra de Dios, y volvieron y se fueron, conforme a la palabra de Jehová.

    2 Crónicas 11:1-4

    1 Cuando vino Roboam a Jerusalén , reunió de la casa de Judá y de Benjamín a ciento ochenta mil hombres escogidos de guerra, para pelear contra Israel y hacer volver el reino a Roboam.

    2 Mas vino palabra de Jehová a Semaías varón de Dios, diciendo:

    3 Habla a Roboam hijo de Salomón, rey de Judá, y a todos los israelitas en Judá y Benjamín, diciéndoles:

    4 Así ha dicho Jehová: No subáis ni peleéis contra vuestros hermanos; vuélvase cada uno a su casa, porque yo he hecho esto. Y ellos oyeron la palabra de Jehová, y se volvieron, y no fueron contra Jeroboam.

    Roboam se dedicó entonces a fortificar las ciudades de Judá y de Benjamín, y a proveerlas de víveres (2 Cr. 11:5-12). 

    2 Crónicas 11:5-12

    Prosperidad de Roboam

    5 Y habitó Roboam en Jerusalén , y edificó ciudades para fortificar a Judá.

    6 Edificó a Belén, Etam, Tecoa,

    7 Bet-sur, Soco, Adulam,

    8 Gat, Maresa, Zif,

    9 Adoraim, Laquis, Azeca,

    10 Sora, Ajalón, y Hebrón, que eran ciudades fortificadas de Judá y Benjamín.

    11 Reforzó también las fortalezas, y puso en ellas capitanes, y provisiones, y vino, y aceite;

    12 Y en todas las ciudades puso escudos y lanzas. Las Fortificó, pues, en gran manera; y Judá y Benjamín le estaban sujetos.

    Al erigir su rival becerros de oro en Bet-el y en Dan, los sacerdotes y levitas se refugiaron, casi en su totalidad, en Judá, y contribuyeron a afirmar el trono de Roboam; sin embargo, tres años después el mismo Roboam se entregó a la idolatría (1 R. 14:21-24; 2 Cr. 11:13-17; 12:1). 

    1 Reyes 14:21-24 

    Reinado de Roboam

    21 Roboam hijo de Salomón reinó en Judá. De cuarenta y un años era Roboam cuando comenzó a reinar, y diecisiete años reinó en Jerusalén, ciudad que Jehová eligió de todas las tribus de Israel, para poner allí su nombre. El nombre de su madre fue Naama, amonita.

    22 Y Judá hizo lo malo ante los ojos de Jehová, y le enojaron más que todo lo que sus padres habían hecho en sus pecados que cometieron.

    23 Porque ellos también se edificaron lugares altos, estatuas, e imágenes de Asera, en todo collado alto y debajo de todo árbol frondoso.

    24 Hubo también sodomitas en la tierra, e hicieron conforme a todas las abominaciones de las naciones que Jehová había echado delante de los hijos de Israel.

    2 Crónicas 11:13-17 

    13 Y los sacerdotes y levitas que estaban en todo Israel, se juntaron a él desde todos los lugares donde vivían.

    14 Porque los levitas dejaban sus ejidos y sus posesiones, y venían a Judá y a Jerusalén : pues Jeroboam y sus hijos los excluyeron del ministerio de Jehová.

    15 Y él designó sus propios sacerdotes para los lugares altos, y para los demonios, y para los becerros que él había hecho.

    16 Tras aquellos acudieron también de todas las tribus de Israel los que habían puesto su corazón en buscar a Jehová Dios de Israel; y vinieron a Jerusalén para ofrecer sacrificios a Jehová, el Dios de sus padres.

    17 Así fortalecieron el reino de Judá, y confirmaron a Roboam hijo de Salomón, por tres años; porque tres años anduvieron en el camino de David y de Salomón.

    2 Crónicas 12:1

    Sisac invade Judá

    1 Cuando Roboam había consolidado el reino, dejó la ley de Jehová, y todo Israel con él.

    En el quinto año del reinado de Roboam, Sisac (véase FARAÓN, c) invadió Judá, tomó ciudades fortificadas, se apoderó de Jerusalén y saqueó el Templo y el palacio real (1 R. 14:25-28; 2 Cr. 12:2-12). 

    1 Reyes 14:25-28 

    25 Al quinto año del rey Roboam subió Sisac rey de Egipto contra Jerusalén,

    26 y tomó los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa real, y lo saqueó todo; también se llevó todos los escudos de oro que Salomón había hecho.

    27 Y en lugar de ellos hizo el rey Roboam escudos de bronce, y los dio a los capitanes de los de la guardia, quienes custodiaban la puerta de la casa real.

    28 Cuando el rey entraba en la casa de Jehová, los de la guardia los llevaban; y los ponían en la cámara de los de la guardia.

    2 Crónicas 12:2-12

    2 Y por cuanto se habían rebelado contra Jehová, en el quinto año del rey Roboam subió Sisac rey de Egipto contra Jerusalén,

    3 Con mil doscientos carros, y con sesenta mil hombres de a caballo: mas el pueblo que venía con él de Egipto, esto es, de libios, suquienos, y etíopes, no tenía número.

    4 Y tomó las ciudades fortificadas de Judá, y llegó hasta Jerusalén.

    5 Entonces vino el profeta Semaías a Roboam y a los príncipes de Judá, que estaban reunidos en Jerusalén por causa de Sisac, y les dijo: Así ha dicho Jehová: Vosotros me habéis dejado, y yo también os he dejado en manos de Sisac.

    6 Y los príncipes de Israel y el rey se humillaron, y dijeron: Justo es Jehová.

    7 Y cuando Jehová vió que se habían humillado, fue palabra de Jehová a Semaías, diciendo: Se han humillado; no los destruiré; antes los salvaré en breve, y no se derramará mi ira contra Jerusalén por mano de Sisac.

    8 Pero serán sus siervos; para que sepan lo que es servirme a mí, y que es servir a los reinos de las naciones.

    9 Subió pues Sisac rey de Egipto a Jerusalén , y tomó los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa del rey; todo lo llevó: y tomó los escudos de oro que Salomón había hecho.

    10 Y en lugar de ellos hizo el rey Roboam escudos de bronce, y los entregó a los jefes de la guardia, los cuales custodiaban la entrada de la casa del rey.

    11 Cuando el rey iba a la casa de Jehová, venían los de la guardia, y los llevaban, y después los volvían a la cámara de la guardia.

    12 Y cuando él se humilló, la ira de Jehová se apartó de él, para no destruirlo del todo: y también en Judá las cosas fueron bien.

    Roboam tuvo dieciocho esposas, sesenta concubinas, veintiocho hijos y sesenta hijas (2 Cr. 11:21). 

    2 Crónicas 11:21

    21 Pero Roboam amó a Maaca hija de Absalón sobre todas sus mujeres y concubinas; porque tomó dieciocho mujeres y sesenta concubinas, y engendró veintiocho hijos y sesenta hijas.

    Abías, su hijo, pretendía que el fallo inicial de Roboam había residido en su juventud y falta de experiencia (2 Cr. 13:1-12). 

    2 Crónicas 13:1-12

    Reinado de Abías

    1 A los dieciocho años del rey Jeroboam, reinó Abías sobre Judá.

    2 Y reinó tres años en Jerusalén . El nombre de su madre fue Micaías hija de Uriel de Gabaa. Y hubo guerra entre Abías y Jeroboam.

    3 Entonces Abías ordenó batalla con un ejército de cuatrocientos mil hombres de guerra valerosos y escogidos: y Jeroboam ordenó batalla contra él con ochocientos mil hombres escogidos, fuertes y valerosos.

    4 Y se levantó Abías sobre el monte de Zemaraim, que es en los montes de Efraín, y dijo: Oidme, Jeroboam y todo Israel.

    5 ¿No sabéis vosotros, que Jehová Dios de Israel dio el reino a David sobre Israel para siempre, a él y a sus hijos bajo pacto de sal?

    6 Pero Jeroboam hijo de Nabat, siervo de Salomón hijo de David, se levantó y rebeló contra su señor.

    7 Y se juntaron con él hombres vanos y perversos, y pudieron más que Roboam hijo de Salomón, porque Roboam era joven y pusilánime, y no se defendió de ellos.

    8 Y ahora vosotros tratáis de resistir al reino de Jehová en mano de los hijos de David, porque sois muchos, y tenéis con vosotros los becerros de oro que Jeroboam os hizo por dioses.

    9 ¿No habéis arrojado vosotros a los sacerdotes de Jehová, a los hijos de Aarón, y a los levitas, y os habéis designado sacerdotes a la manera de los pueblos de otras tierras, para que cualquiera venga a consagrarse con un becerro y siete carneros, y así sea sacerdote de los que no son dioses?

    10 Mas en cuanto a nosotros, Jehová es nuestro Dios, y no le hemos dejado: y los sacerdotes que ministran delante de Jehová son los hijos de Aarón, y los que están en la obra son los levitas,

    11 Los cuales queman para Jehová los holocaustos cada mañana y cada tarde, y el incienso aromático; y ponen los panes sobre la mesa limpia, y el candelero de oro con sus lámparas para que ardan cada tarde: porque nosotros guardamos la ordenanza de Jehová nuestro Dios; mas vosotros le habéis dejado.

    12 Y he aquí Dios está con nosotros por jefe, y sus sacerdotes con las trompetas del júbilo para que suenen contra vosotros. Oh hijos de Israel, no peleéis contra Jehová el Dios de vuestros padres, porque no prosperaréis.

    Sin embargo, Roboam tenía 41 años cuando empezó a reinar. Ocupó el trono durante 17 años, y murió alrededor del año 915 a.C., sucediéndole su hijo Abiam o Abías (1 R. 14:21, 31; 2 Cr. 12:13, 16).

    1 Reyes 14:21, 31 

    Reinado de Roboam

    21 Roboam hijo de Salomón reinó en Judá. De cuarenta y un años era Roboam cuando comenzó a reinar, y diecisiete años reinó en Jerusalén, ciudad que Jehová eligió de todas las tribus de Israel, para poner allí su nombre. El nombre de su madre fue Naama, amonita.

    31 Y durmió Roboam con sus padres, y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David. El nombre de su madre fue Naama, amonita. Y reinó en su lugar Abiam su hijo.

    2 Crónicas 12:13, 16

    13 Fortalecido, pues, Roboam, reinó en Jerusalén : y era Roboam de cuarenta y un años cuando comenzó a reinar, y diecisiete años reinó en Jerusalén , ciudad que escogió Jehová de todas las tribus de Israel, para poner en ella su nombre. Y el nombre de la madre de Roboam fue Naama amonita.

    16 Y durmió Roboam con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de David: y reinó en su lugar Abías su hijo.

    VÉASE:
    Historia Bíblica , Josué , Faraón
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