Diccionario
Diccionario
  • Cantar de los cantares
    El último de los 5 libros poéticos del AT, según la clasificación de la LXX. 

    Figura entre Job y Rut, en los Escritos, la 3ª sección del canon judío. Este libro era uno de los 5 pequeños rollos (Megilloth) considerados como un todo, debido a que eran leídos durante las cinco grandes solemnidades conmemorativas. 

    El Cantar era leído el 8º día de la Pascua, siendo interpretado alegóricamente, con relación al tema histórico del Éxodo. 

    El título tiene un significado superlativo (cp. siervo de siervos, Señor de señores, cielo de los cielos, vanidad de vanidades), indicando que la obra tiene un carácter de lo más elevado. 

    La Vulgata traduce literalmente «Canticum Canticorum», que es la base del título castellano: Cantar de los Cantares. 

    (a) PERSONAJES. 

    (A) Problema del nombre de los personajes principales. Como las formas gramaticales del original hebreo indican el género y el número, los interlocutores se distinguen claramente. 

    Sin embargo, a pesar de que generalmente se ha sostenido la existencia de dos protagonistas, la Sulamita y el rey Salomón, está tomando cuerpo en la actualidad la teoría de que hay en este libro tres protagonistas, y que recibe el nombre de «teoría del pastor». 

    Según ella, los principales interlocutores son: una joven campesina, su prometido (un pastor), y Salomón. Durante un viaje al norte del país, Salomón y su séquito ven a la joven (Cnt. 6:10-13), se la llevan a Jerusalén, y la dejan entre las mujeres del palacio. 

    Cantares 6:10-13

    10 ¿Quién es ésta que se muestra como el alba, Hermosa como la luna, Esclarecida como el sol, Imponente como ejércitos en orden?

    11 Al huerto de los nogales descendí A ver los frutos del valle, Y para ver si brotaban las vides, Si florecían los granados.

    12 Antes que lo supiera, mi alma me puso Entre los carros de Aminadab.

    13 Vuélvete, vuélvete, oh sulamita; Vuélvete, vuélvete, y te miraremos. ¿Qué veréis en la sulamita? Algo como la reunión de dos campamentos.

    El rey trata de seducirla, pero sin conseguirlo. La Sulamita responde a sus adulaciones con alabanzas dirigidas a su prometido, el pastor. 

    Durante el día ella anhela verle, durante la noche se mantiene en vela. Se acuerda sin cesar de sus palabras y le permanece fiel. Finalmente, los desposados vuelven a reunirse (Cnt. 8:5-7). 

    Cantares 8:5-7

    El poder del amor

    5 ¿Quién es ésta que sube del desierto, Recostada sobre su amado? Debajo de un manzano te desperté; Allí tuvo tu madre dolores, Allí tuvo dolores la que te dio a luz.

    6 Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; Porque fuerte es como la muerte el amor; Duros como el Seol los celos; Sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama.

    7 Las muchas aguas no podrán apagar el amor, Ni lo ahogarán los ríos. Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor, De cierto lo menospreciarían.

    Los hermanos de la joven alaban su resistencia frente a la tentación. En todo el poema, Salomón, según esta teoría, jugaría un papel deslucido, esforzándose en llevar a la prometida a la infidelidad (Cnt. 7:1-9). 

    Cantares 7:1-9

    1 ¡Cuán hermosos son tus pies en las sandalias, Oh hija de príncipe! Los contornos de tus muslos son como joyas, Obra de mano de excelente maestro.

    2 Tu ombligo como una taza redonda Que no le falta bebida. Tu vientre como montón de trigo Cercado de lirios.

    3 Tus dos pechos, como gemelos de gacela.

    4 Tu cuello, como torre de marfil; Tus ojos, como los estanques de Hesbón junto a la puerta de Bat-rabim; Tu nariz, como la torre del Líbano, Que mira hacia Damasco.

    5 Tu cabeza encima de ti, como el Carmelo; Y el cabello de tu cabeza, como la púrpura del rey Suspendida en los corredores.

    6 ¡Qué hermosa eres, y cuán suave, Oh amor deleitoso!

    7 Tu estatura es semejante a la palmera, Y tus pechos a los racimos.

    8 Yo dije: Subiré a la palmera, Asiré sus ramas. Deja que tus pechos sean como racimos de vid, Y el olor de tu boca como de manzanas,

    9 Y tu paladar como el buen vino, Que se entra a mi amado suavemente, Y hace hablar los labios de los viejos.

    Según esta teoría de tres protagonistas, el poema canta un amor puro que resiste a las seducciones de la corte y del monarca. 

    La interpretación «del pastor» afirma que las exclamaciones apasionadas de la Sulamita se dirigen al prometido de quien está separada (Cnt. 1:4, 7; 2:16). 

    Cantares 1:4, 7 

    4 Atráeme; en pos de ti correremos. El rey me ha metido en sus cámaras; Nos gozaremos y alegraremos en ti; Nos acordaremos de tus amores más que del vino; Con razón te aman.

    7 Hazme saber, oh tú a quien ama mi alma, Dónde apacientas, dónde sesteas al mediodía; Pues ¿por qué había de estar yo como errante Junto a los rebaños de tus compañeros?

    Cantares 2:16

    16 Mi amado es mío, y yo suya; El apacienta entre lirios.

    Pero todos estos pasajes, y todo el conjunto del poema, son mucho más fáciles de comprender con solamente 2 protagonistas, y si las palabras de amor de la Sulamita se dirigen a Salomón. 

    La campesina piensa en el rey como pastor del pueblo (cp. Jer. 23:4). 

    Jeremías 23:4

    4 Y pondré sobre ellas pastores que las apacienten; y no temerán más, ni se amedrentarán, ni serán menoscabadas, dice Jehová.

    La imaginería de la joven campesina de Sunem está sacada de la vida rural. Un examen detenido del libro muestra que la teoría «del pastor» es tan artificial y forzada que puede ser desechada de entrada. 

    (B) En lugar de tomar a la Sulamita por una campesina, algunos exegetas han visto en ella la hija de Faraón, la esposa de Salomón: extranjera de tez morena e hija de príncipe (Cnt. 1:5; 7:1). 

    Cantares 1:5 

    5 Morena soy, oh hijas de Jerusalén, pero codiciable Como las tiendas de Cedar, Como las cortinas de Salomón.

    Cantares 7:1

    1 ¡Cuán hermosos son tus pies en las sandalias, Oh hija de príncipe! Los contornos de tus muslos son como joyas, Obra de mano de excelente maestro.

    Objeción: su tez morena se debía al sol (Cnt. 1:6), y el título «hija de príncipe» es probable que no indique su nacimiento, indudablemente oscuro (Cnt. 1:6; 2:9) sino el rango al que había sido elevada (cp. Cnt. 6:12; 1 S. 2:8). 

    Cantares 1:6

    6 No reparéis en que soy morena, Porque el sol me miró. Los hijos de mi madre se airaron contra mí; Me pusieron a guardar las viñas; Y mi viña, que era mía, no guardé.

    Cantares 2:9

    9 Mi amado es semejante al corzo, O al cervatillo. Helo aquí, está tras nuestra pared, Mirando por las ventanas, Atisbando por las celosías.

    Cantares 6:12 

    12 Antes que lo supiera, mi alma me puso Entre los carros de Aminadab.

    1 Samuel 2:8

    8 El levanta del polvo al pobre, Y del muladar exalta al menesteroso, Para hacerle sentarse con príncipes y heredar un sitio de honor. Porque de Jehová son las columnas de la tierra, Y él afirmó sobre ellas el mundo.

    (b) FORMA. 

    La forma del poema ha sido variamente apreciada; esta apreciación tiene importancia, puesto que de ella depende en parte la interpretación de la obra. 

    (A) Se cree habitualmente, y creemos que con razón, que se trata de un poema lírico con una forma dramatizada y dialogada. 

    (B) Otros asimilan el cántico a un verdadero drama (Orígenes, Ewald, Delitzsch, Godet). Estos autores dividen el Cantar en una cantidad variable de actos y de escenas (descubriendo 4, 5, o incluso 7 actos, variando entre 2 hasta 13 escenas). 

    La objeción principal a esta opinión es la ausencia de acción y de desarrollo dramático. El poema no presenta argumento. Los comentaristas han impuesto transiciones para religar divisiones artificiales relativas a episodios bien distintos. 

    Citemos así un argumento en favor del drama: La mente occidental busca en vano el desarrollo lógico que espera hallar en un drama, en tanto que el oriental no se llama a engaño. La estructura del poema está en línea con los métodos de redacción de los orientales. 

    (c) INTERPRETACIÓN. 

    Hay 3 principales métodos de interpretación: La alegórica, la literal y la simbólica. Los judíos siempre han considerado el Cantar de los Cantares como una alegoría espiritual destinada únicamente a mostrar el amor de Dios hacia Israel, su pueblo. 

    El esposo representa a Jehová. La amada es Israel. La interpretación alegórica fue introducida en la iglesia cristiana por Orígenes, cuyo comentario sobre el Cantar es un clásico: Cristo viene a ser el esposo; la iglesia o el alma individual es la amada. 

    La interpretación literal ve en este poema un relato histórico que describe el amor de Salomón por una Sulamita. La interpretación simbólica armoniza los dos métodos anteriores. El amor recíproco de un gran rey y de una joven representa el afecto que une al Señor con Su pueblo. 

    Así como la institución del matrimonio es expresión de la verdad relativa a la relación de Cristo con la Iglesia (Ef. 5:31-32), este cántico literalmente referido al amor conyugal creado y querido por Dios pasa a ser también la expresión tipológica de la relación del Señor con los suyos. 

    Efesios 5:31-32

    31 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.

    32 Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.

    Este principio de interpretación es también evidente en los salmos mesiánicos que, a partir de las experiencias de David y Salomón, exponen las verdades relativas al Rey de reyes. P. ej., el Sal. 45 nos presenta al Rey, el más hermoso de los hijos de los hombres y que entra resplandeciente a su palacio (Sal. 45:1-3, 10-16). 

    Salmos 45

    Cántico de las bodas del rey

    1 Rebosa mi corazón palabra buena; Dirijo al rey mi canto; Mi lengua es pluma de escribiente muy ligero.

    2 Eres el más hermoso de los hijos de los hombres; La gracia se derramó en tus labios; Por tanto, Dios te ha bendecido para siempre.

    3 Ciñe tu espada sobre el muslo, oh valiente, Con tu gloria y con tu majestad.

    4 En tu gloria sé prosperado; Cabalga sobre palabra de verdad, de humildad y de justicia, Y tu diestra te enseñará cosas terribles.

    5 Tus saetas agudas, Con que caerán pueblos debajo de ti, Penetrarán en el corazón de los enemigos del rey.

    6 Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; Cetro de justicia es el cetro de tu reino.

    7 Has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.

    8 Mirra, áloe y casia exhalan todos tus vestidos; Desde palacios de marfil te recrean.

    9 Hijas de reyes están entre tus ilustres; Está la reina a tu diestra con oro de Ofir.

    10 Oye, hija, y mira, e inclina tu oído; Olvida tu pueblo, y la casa de tu padre;

    11 Y deseará el rey tu hermosura; E inclínate a él, porque él es tu señor.

    12 Y las hijas de Tiro vendrán con presentes; Implorarán tu favor los ricos del pueblo.

    13 Toda gloriosa es la hija del rey en su morada; De brocado de oro es su vestido.

    14 Con vestidos bordados será llevada al rey; Vírgenes irán en pos de ella, Compañeras suyas serán traídas a ti.

    15 Serán traídas con alegría y gozo; Entrarán en el palacio del rey.

    16 En lugar de tus padres serán tus hijos, A quienes harás príncipes en toda la tierra.

    17 Haré perpetua la memoria de tu nombre en todas las generaciones, Por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre.

    ¡Cómo no discernir en estos dos pasajes a Cristo (siendo que en He. 1:8-9 se le aplica a Él el pasaje de Sal. 45:6-7) y a su Esposa! Cp también Ap. 19:7-9; 21:9 etc. 

    Hebreos 1:8-9

    8 Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; Cetro de equidad es el cetro de tu reino.

    9 Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.

    Salmos 45:6-7

    6 Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; Cetro de justicia es el cetro de tu reino.

    7 Has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.

    Apocalipsis 19:7-9 

    7 Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.

    8 Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.

    La cena de las bodas del Cordero

    9 Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.

    Apocalipsis 21:9

    La nueva Jerusalén

    9 Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero.

    (d) FECHA Y AUTOR. 

    Fecha de redacción y autor. Ni la misma interpretación «del pastor» (tres personajes) impide atribuir el poema a Salomón. 

    El título afirma: «Cantar de los cantares el cual es de Salomón» (Cnt. 1:1). 

    Cantares 1:1

    La esposa y las hijas de Jerusalén

    1 Cantar de los cantares, el cual es de Salomón.

    Esta afirmación se puede entender en hebreo de dos maneras: 

    (A) Salomón es el autor del Cantar (cp. He. 3:1). 

    Hebreos 3:1

    Jesús es superior a Moisés

    1 Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús;

    (B) Salomón es el tema del poema (cp. Is. 5:1, heb.). 

    Isaías 5:1

    Parábola de la viña

    1 Ahora cantaré por mi amado el cantar de mi amado a su viña. Tenía mi amado una viña en una ladera fértil.

    A pesar de la ambigüedad del título, queda totalmente justificada su atribución a Salomón. 

    El ánimo expresado por el autor del poema se corresponde con lo que conocemos de este monarca. Las imágenes que emplea el rey le son inspiradas por las plantas exóticas de sus jardines. Se transparenta su gusto por la botánica y por la zoología. 

    El poema presenta en miniatura una descripción exacta de la época de Salomón. Los partidarios de una fecha tardía de redacción posterior a Salomón alegan el empleo de términos arameos. 

    Pero el Cantar no contiene más que tres arameismos, y las particularidades de la sintaxis se limitan al empleo de un pronombre relativo, que figura también en otros escritos, p. ej., en el cántico de Débora y en la historia de Eliseo. 

    Y desde luego no hay duda que el cántico de Débora es una obra redactada muchos siglos antes de Salomón, y el relato de Eliseo es una obra hebrea antigua, preexílica. Ewald y Hitzig han situado el Cantar en la época de oro de la literatura hebrea, en una era de una gran prosperidad nacional, atribuyéndolo a un poeta de la generación siguiente a la de Salomón. 

    Estos exegetas consideran que las tres formas arameas «n’tar», guardar (Cnt. 1:6; 8:11, 12), «b’roth», ciprés (Cnt. 1:17), «s’thav», invierno (Cnt. 2:11) son características del dialecto de la Palestina septentrional. 

    Cantares 1:6 

    6 No reparéis en que soy morena, Porque el sol me miró. Los hijos de mi madre se airaron contra mí; Me pusieron a guardar las viñas; Y mi viña, que era mía, no guardé.

    Cantares 8:11, 12

    11 Salomón tuvo una viña en Baal-hamón, La cual entregó a guardas, Cada uno de los cuales debía traer mil monedas de plata por su fruto.

    12 Mi viña, que es mía, está delante de mí; Las mil serán tuyas, oh Salomón, Y doscientas para los que guardan su fruto.

    Cantares 1:17

    17 Las vigas de nuestra casa son de cedro, Y de ciprés los artesonados.

    Cantares 2:11

    11 Porque he aquí ha pasado el invierno, Se ha mudado, la lluvia se fue;

    Esta es la razón de que atribuyan la obra a un poeta del reino del norte. Pero, admitiendo que sean términos norteños, no hay razón por la que Salomón no los hubiera podido emplear en la parte de la Sulamita, probablemente originaria de Sunem, de la zona norte de Israel, para dar al poema el giro de la región septentrional. 

    Otras dos palabras han incitado a otros exegetas a situar la obra en una fecha posterior al exilio: «pardes», jardín. parque(Cnt. 4:13), y «’appiryon», litera (Cnt. 3:9); «pardes» es de origen persa: «’appiryon» sugiere el término griego «phoreion», palanquín. 

    Cantares 4:13

    13 Tus renuevos son paraíso de granados, con frutos suaves, De flores de alheña y nardos;

    Cantares 3:9

    9 El rey Salomón se hizo una carroza De madera del Líbano.

    Este argumento carece totalmente de valor, por cuanto Salomón enviaba su flota a Ofir, y comerciaba con la India. 

    Sus mercaderes traían a Palestina todo tipo de objetos y animales con nombres extranjeros. No es en absoluto extraño que el soberano diera un nombre ario a unos jardines que él mismo había ornamentado con plantas exóticas. 

    El Cantar de los Cantares es una obra maestra donde el vocabulario y el sentido místico vinieron bien pronto a ser autoridad. La aplicación alegórica y mística de este poema, que tiene correspondencia con la imagen que dan los profetas de la alianza entre Jehová e Israel como un matrimonio (Os. 1-3; Ez. 16:8; Is. 50:1; 54:5; 62:4; Jer. 31:22), justifica plenamente su presencia en el canon. 

    Oseas 1 

    La esposa infiel de Oseas, y sus hijos

    1 Palabra de Jehová que vino a Oseas hijo de Beeri, en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá, y en días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel.

    2 El principio de la palabra de Jehová por medio de Oseas. Dijo Jehová a Oseas: Ve, tómate una mujer fornicaria, e hijos de fornicación; porque la tierra fornica apartándose de Jehová.

    3 Fue, pues, y tomó a Gomer hija de Diblaim, la cual concibió y le dio a luz un hijo.

    4 Y le dijo Jehová: Ponle por nombre Jezreel; porque de aquí a poco yo castigaré a la casa de Jehú por causa de la sangre de Jezreel, y haré cesar el reino de la casa de Israel.

    5 Y en aquel día quebraré yo el arco de Israel en el valle de Jezreel.

    6 Concibió ella otra vez, y dio a luz una hija. Y le dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ruhama, porque no me compadeceré más de la casa de Israel, sino que los quitaré del todo.

    7 Mas de la casa de Judá tendré misericordia, y los salvaré por Jehová su Dios; y no los salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni jinetes.

    8 Después de haber destetado a Lo-ruhama, concibió y dio a luz un hijo.

    9 Y dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ammi, porque vosotros no sois mi pueblo, ni yo seré vuestro Dios.

    10 Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el lugar en donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será dicho: Sois hijos del Dios viviente.

    11 Y se congregarán los hijos de Judá y de Israel, y nombrarán un solo jefe, y subirán de la tierra; porque el día de Jezreel será grande.

    Oseas 2 

    El amor de Jehová hacia su pueblo infiel

    1 Decid a vuestros hermanos: Ammi; y a vuestras hermanas: Ruhama.

    2 Contended con vuestra madre, contended; porque ella no es mi mujer, ni yo su marido; aparte, pues, sus fornicaciones de su rostro, y sus adulterios de entre sus pechos;

    3 no sea que yo la despoje y desnude, la ponga como el día en que nació, la haga como un desierto, la deje como tierra seca, y la mate de sed.

    4 Ni tendré misericordia de sus hijos, porque son hijos de prostitución.

    5 Porque su madre se prostituyó; la que los dio a luz se deshonró, porque dijo: Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida.

    6 Por tanto, he aquí yo rodearé de espinos su camino, y la cercaré con seto, y no hallará sus caminos.

    7 Seguirá a sus amantes, y no los alcanzará; los buscará, y no los hallará. Entonces dirá: Iré y me volveré a mi primer marido; porque mejor me iba entonces que ahora.

    8 Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino y el aceite, y que le multipliqué la plata y el oro que ofrecían a Baal.

    9 Por tanto, yo volveré y tomaré mi trigo a su tiempo, y mi vino a su sazón, y quitaré mi lana y mi lino que había dado para cubrir su desnudez.

    10 Y ahora descubriré yo su locura delante de los ojos de sus amantes, y nadie la librará de mi mano.

    11 Haré cesar todo su gozo, sus fiestas, sus nuevas lunas y sus días de reposo, y todas sus festividades.

    12 Y haré talar sus vides y sus higueras, de las cuales dijo: Mi salario son, salario que me han dado mis amantes. Y las reduciré a un matorral, y las comerán las bestias del campo.

    13 Y la castigaré por los días en que incensaba a los baales, y se adornaba de sus zarcillos y de sus joyeles, y se iba tras sus amantes y se olvidaba de mí, dice Jehová.

    14 Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón.

    15 Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto.

    16 En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali.

    17 Porque quitaré de su boca los nombres de los baales, y nunca más se mencionarán sus nombres.

    18 En aquel tiempo haré para ti pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra; y quitaré de la tierra arco y espada y guerra, y te haré dormir segura.

    19 Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia.

    20 Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová.

    21 En aquel tiempo responderé, dice Jehová, yo responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra.

    22 Y la tierra responderá al trigo, al vino y al aceite, y ellos responderán a Jezreel.

    23 Y la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi: Tú eres pueblo mío, y él dirá: Dios mío.

    Oseas 3 

    Oseas y la adúltera

    1 Me dijo otra vez Jehová: Ve, ama a una mujer amada de su compañero, aunque adúltera, como el amor de Jehová para con los hijos de Israel, los cuales miran a dioses ajenos, y aman tortas de pasas.

    2 La compré entonces para mí por quince siclos de plata y un homer y medio de cebada.

    3 Y le dije: Tú serás mía durante muchos días; no fornicarás, ni tomarás otro varón; lo mismo haré yo contigo.

    4 Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, sin príncipe, sin sacrificio, sin estatua, sin efod y sin terafines.

    5 Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey; y temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días.

    Ezequiel 16:8 

    8 Y pasé yo otra vez junto a ti, y te miré, y he aquí que tu tiempo era tiempo de amores; y extendí mi manto sobre ti, y cubrí tu desnudez; y te di juramento y entré en pacto contigo, dice Jehová el Señor, y fuiste mía.

    Isaías 50:1 

    Jehová ayuda a quienes confían en él

    1 Así dijo Jehová: ¿Qué es de la carta de repudio de vuestra madre, con la cual yo la repudié? ¿O quiénes son mis acreedores, a quienes yo os he vendido? He aquí que por vuestras maldades sois vendidos, y por vuestras rebeliones fue repudiada vuestra madre.

    Isaías 54:5 

    5 Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado.

    Isaías 62:4 

    4 Nunca más te llamarán Desamparada, ni tu tierra se dirá más Desolada; sino que serás llamada Hefzi-bá, y tu tierra, Beula; porque el amor de Jehová estará en ti, y tu tierra será desposada.

    Jeremías 31:22

    22 ¿Hasta cuándo andarás errante, oh hija contumaz? Porque Jehová creará una cosa nueva sobre la tierra: la mujer rodeará al varón.

    Bibliografía: 

    Kelly, W.: «Lectures on the Song of Solomon», The Bible Treasury, mayo-dic. 1914; 

    Kelly, W.: «Inspiration of the Scripture» (Hammond, Londres 1066); 

    Nee, W.: «El Cantar de los Cantares» (CLC, Madrid 1974); 

    Vila, S.: «Comentario simbólico-expositivo al Cantar de los Cantares» (Clíe, Terrassa, 1982).

  • DICCIONARIO
Comparte este sitio
  • Cantar de los cantares
    El último de los 5 libros poéticos del AT, según la clasificación de la LXX. 

    Figura entre Job y Rut, en los Escritos, la 3ª sección del canon judío. Este libro era uno de los 5 pequeños rollos (Megilloth) considerados como un todo, debido a que eran leídos durante las cinco grandes solemnidades conmemorativas. 

    El Cantar era leído el 8º día de la Pascua, siendo interpretado alegóricamente, con relación al tema histórico del Éxodo. 

    El título tiene un significado superlativo (cp. siervo de siervos, Señor de señores, cielo de los cielos, vanidad de vanidades), indicando que la obra tiene un carácter de lo más elevado. 

    La Vulgata traduce literalmente «Canticum Canticorum», que es la base del título castellano: Cantar de los Cantares. 

    (a) PERSONAJES. 

    (A) Problema del nombre de los personajes principales. Como las formas gramaticales del original hebreo indican el género y el número, los interlocutores se distinguen claramente. 

    Sin embargo, a pesar de que generalmente se ha sostenido la existencia de dos protagonistas, la Sulamita y el rey Salomón, está tomando cuerpo en la actualidad la teoría de que hay en este libro tres protagonistas, y que recibe el nombre de «teoría del pastor». 

    Según ella, los principales interlocutores son: una joven campesina, su prometido (un pastor), y Salomón. Durante un viaje al norte del país, Salomón y su séquito ven a la joven (Cnt. 6:10-13), se la llevan a Jerusalén, y la dejan entre las mujeres del palacio. 

    Cantares 6:10-13

    10 ¿Quién es ésta que se muestra como el alba, Hermosa como la luna, Esclarecida como el sol, Imponente como ejércitos en orden?

    11 Al huerto de los nogales descendí A ver los frutos del valle, Y para ver si brotaban las vides, Si florecían los granados.

    12 Antes que lo supiera, mi alma me puso Entre los carros de Aminadab.

    13 Vuélvete, vuélvete, oh sulamita; Vuélvete, vuélvete, y te miraremos. ¿Qué veréis en la sulamita? Algo como la reunión de dos campamentos.

    El rey trata de seducirla, pero sin conseguirlo. La Sulamita responde a sus adulaciones con alabanzas dirigidas a su prometido, el pastor. 

    Durante el día ella anhela verle, durante la noche se mantiene en vela. Se acuerda sin cesar de sus palabras y le permanece fiel. Finalmente, los desposados vuelven a reunirse (Cnt. 8:5-7). 

    Cantares 8:5-7

    El poder del amor

    5 ¿Quién es ésta que sube del desierto, Recostada sobre su amado? Debajo de un manzano te desperté; Allí tuvo tu madre dolores, Allí tuvo dolores la que te dio a luz.

    6 Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; Porque fuerte es como la muerte el amor; Duros como el Seol los celos; Sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama.

    7 Las muchas aguas no podrán apagar el amor, Ni lo ahogarán los ríos. Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor, De cierto lo menospreciarían.

    Los hermanos de la joven alaban su resistencia frente a la tentación. En todo el poema, Salomón, según esta teoría, jugaría un papel deslucido, esforzándose en llevar a la prometida a la infidelidad (Cnt. 7:1-9). 

    Cantares 7:1-9

    1 ¡Cuán hermosos son tus pies en las sandalias, Oh hija de príncipe! Los contornos de tus muslos son como joyas, Obra de mano de excelente maestro.

    2 Tu ombligo como una taza redonda Que no le falta bebida. Tu vientre como montón de trigo Cercado de lirios.

    3 Tus dos pechos, como gemelos de gacela.

    4 Tu cuello, como torre de marfil; Tus ojos, como los estanques de Hesbón junto a la puerta de Bat-rabim; Tu nariz, como la torre del Líbano, Que mira hacia Damasco.

    5 Tu cabeza encima de ti, como el Carmelo; Y el cabello de tu cabeza, como la púrpura del rey Suspendida en los corredores.

    6 ¡Qué hermosa eres, y cuán suave, Oh amor deleitoso!

    7 Tu estatura es semejante a la palmera, Y tus pechos a los racimos.

    8 Yo dije: Subiré a la palmera, Asiré sus ramas. Deja que tus pechos sean como racimos de vid, Y el olor de tu boca como de manzanas,

    9 Y tu paladar como el buen vino, Que se entra a mi amado suavemente, Y hace hablar los labios de los viejos.

    Según esta teoría de tres protagonistas, el poema canta un amor puro que resiste a las seducciones de la corte y del monarca. 

    La interpretación «del pastor» afirma que las exclamaciones apasionadas de la Sulamita se dirigen al prometido de quien está separada (Cnt. 1:4, 7; 2:16). 

    Cantares 1:4, 7 

    4 Atráeme; en pos de ti correremos. El rey me ha metido en sus cámaras; Nos gozaremos y alegraremos en ti; Nos acordaremos de tus amores más que del vino; Con razón te aman.

    7 Hazme saber, oh tú a quien ama mi alma, Dónde apacientas, dónde sesteas al mediodía; Pues ¿por qué había de estar yo como errante Junto a los rebaños de tus compañeros?

    Cantares 2:16

    16 Mi amado es mío, y yo suya; El apacienta entre lirios.

    Pero todos estos pasajes, y todo el conjunto del poema, son mucho más fáciles de comprender con solamente 2 protagonistas, y si las palabras de amor de la Sulamita se dirigen a Salomón. 

    La campesina piensa en el rey como pastor del pueblo (cp. Jer. 23:4). 

    Jeremías 23:4

    4 Y pondré sobre ellas pastores que las apacienten; y no temerán más, ni se amedrentarán, ni serán menoscabadas, dice Jehová.

    La imaginería de la joven campesina de Sunem está sacada de la vida rural. Un examen detenido del libro muestra que la teoría «del pastor» es tan artificial y forzada que puede ser desechada de entrada. 

    (B) En lugar de tomar a la Sulamita por una campesina, algunos exegetas han visto en ella la hija de Faraón, la esposa de Salomón: extranjera de tez morena e hija de príncipe (Cnt. 1:5; 7:1). 

    Cantares 1:5 

    5 Morena soy, oh hijas de Jerusalén, pero codiciable Como las tiendas de Cedar, Como las cortinas de Salomón.

    Cantares 7:1

    1 ¡Cuán hermosos son tus pies en las sandalias, Oh hija de príncipe! Los contornos de tus muslos son como joyas, Obra de mano de excelente maestro.

    Objeción: su tez morena se debía al sol (Cnt. 1:6), y el título «hija de príncipe» es probable que no indique su nacimiento, indudablemente oscuro (Cnt. 1:6; 2:9) sino el rango al que había sido elevada (cp. Cnt. 6:12; 1 S. 2:8). 

    Cantares 1:6

    6 No reparéis en que soy morena, Porque el sol me miró. Los hijos de mi madre se airaron contra mí; Me pusieron a guardar las viñas; Y mi viña, que era mía, no guardé.

    Cantares 2:9

    9 Mi amado es semejante al corzo, O al cervatillo. Helo aquí, está tras nuestra pared, Mirando por las ventanas, Atisbando por las celosías.

    Cantares 6:12 

    12 Antes que lo supiera, mi alma me puso Entre los carros de Aminadab.

    1 Samuel 2:8

    8 El levanta del polvo al pobre, Y del muladar exalta al menesteroso, Para hacerle sentarse con príncipes y heredar un sitio de honor. Porque de Jehová son las columnas de la tierra, Y él afirmó sobre ellas el mundo.

    (b) FORMA. 

    La forma del poema ha sido variamente apreciada; esta apreciación tiene importancia, puesto que de ella depende en parte la interpretación de la obra. 

    (A) Se cree habitualmente, y creemos que con razón, que se trata de un poema lírico con una forma dramatizada y dialogada. 

    (B) Otros asimilan el cántico a un verdadero drama (Orígenes, Ewald, Delitzsch, Godet). Estos autores dividen el Cantar en una cantidad variable de actos y de escenas (descubriendo 4, 5, o incluso 7 actos, variando entre 2 hasta 13 escenas). 

    La objeción principal a esta opinión es la ausencia de acción y de desarrollo dramático. El poema no presenta argumento. Los comentaristas han impuesto transiciones para religar divisiones artificiales relativas a episodios bien distintos. 

    Citemos así un argumento en favor del drama: La mente occidental busca en vano el desarrollo lógico que espera hallar en un drama, en tanto que el oriental no se llama a engaño. La estructura del poema está en línea con los métodos de redacción de los orientales. 

    (c) INTERPRETACIÓN. 

    Hay 3 principales métodos de interpretación: La alegórica, la literal y la simbólica. Los judíos siempre han considerado el Cantar de los Cantares como una alegoría espiritual destinada únicamente a mostrar el amor de Dios hacia Israel, su pueblo. 

    El esposo representa a Jehová. La amada es Israel. La interpretación alegórica fue introducida en la iglesia cristiana por Orígenes, cuyo comentario sobre el Cantar es un clásico: Cristo viene a ser el esposo; la iglesia o el alma individual es la amada. 

    La interpretación literal ve en este poema un relato histórico que describe el amor de Salomón por una Sulamita. La interpretación simbólica armoniza los dos métodos anteriores. El amor recíproco de un gran rey y de una joven representa el afecto que une al Señor con Su pueblo. 

    Así como la institución del matrimonio es expresión de la verdad relativa a la relación de Cristo con la Iglesia (Ef. 5:31-32), este cántico literalmente referido al amor conyugal creado y querido por Dios pasa a ser también la expresión tipológica de la relación del Señor con los suyos. 

    Efesios 5:31-32

    31 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.

    32 Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.

    Este principio de interpretación es también evidente en los salmos mesiánicos que, a partir de las experiencias de David y Salomón, exponen las verdades relativas al Rey de reyes. P. ej., el Sal. 45 nos presenta al Rey, el más hermoso de los hijos de los hombres y que entra resplandeciente a su palacio (Sal. 45:1-3, 10-16). 

    Salmos 45

    Cántico de las bodas del rey

    1 Rebosa mi corazón palabra buena; Dirijo al rey mi canto; Mi lengua es pluma de escribiente muy ligero.

    2 Eres el más hermoso de los hijos de los hombres; La gracia se derramó en tus labios; Por tanto, Dios te ha bendecido para siempre.

    3 Ciñe tu espada sobre el muslo, oh valiente, Con tu gloria y con tu majestad.

    4 En tu gloria sé prosperado; Cabalga sobre palabra de verdad, de humildad y de justicia, Y tu diestra te enseñará cosas terribles.

    5 Tus saetas agudas, Con que caerán pueblos debajo de ti, Penetrarán en el corazón de los enemigos del rey.

    6 Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; Cetro de justicia es el cetro de tu reino.

    7 Has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.

    8 Mirra, áloe y casia exhalan todos tus vestidos; Desde palacios de marfil te recrean.

    9 Hijas de reyes están entre tus ilustres; Está la reina a tu diestra con oro de Ofir.

    10 Oye, hija, y mira, e inclina tu oído; Olvida tu pueblo, y la casa de tu padre;

    11 Y deseará el rey tu hermosura; E inclínate a él, porque él es tu señor.

    12 Y las hijas de Tiro vendrán con presentes; Implorarán tu favor los ricos del pueblo.

    13 Toda gloriosa es la hija del rey en su morada; De brocado de oro es su vestido.

    14 Con vestidos bordados será llevada al rey; Vírgenes irán en pos de ella, Compañeras suyas serán traídas a ti.

    15 Serán traídas con alegría y gozo; Entrarán en el palacio del rey.

    16 En lugar de tus padres serán tus hijos, A quienes harás príncipes en toda la tierra.

    17 Haré perpetua la memoria de tu nombre en todas las generaciones, Por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre.

    ¡Cómo no discernir en estos dos pasajes a Cristo (siendo que en He. 1:8-9 se le aplica a Él el pasaje de Sal. 45:6-7) y a su Esposa! Cp también Ap. 19:7-9; 21:9 etc. 

    Hebreos 1:8-9

    8 Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; Cetro de equidad es el cetro de tu reino.

    9 Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.

    Salmos 45:6-7

    6 Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; Cetro de justicia es el cetro de tu reino.

    7 Has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.

    Apocalipsis 19:7-9 

    7 Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.

    8 Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.

    La cena de las bodas del Cordero

    9 Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.

    Apocalipsis 21:9

    La nueva Jerusalén

    9 Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero.

    (d) FECHA Y AUTOR. 

    Fecha de redacción y autor. Ni la misma interpretación «del pastor» (tres personajes) impide atribuir el poema a Salomón. 

    El título afirma: «Cantar de los cantares el cual es de Salomón» (Cnt. 1:1). 

    Cantares 1:1

    La esposa y las hijas de Jerusalén

    1 Cantar de los cantares, el cual es de Salomón.

    Esta afirmación se puede entender en hebreo de dos maneras: 

    (A) Salomón es el autor del Cantar (cp. He. 3:1). 

    Hebreos 3:1

    Jesús es superior a Moisés

    1 Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús;

    (B) Salomón es el tema del poema (cp. Is. 5:1, heb.). 

    Isaías 5:1

    Parábola de la viña

    1 Ahora cantaré por mi amado el cantar de mi amado a su viña. Tenía mi amado una viña en una ladera fértil.

    A pesar de la ambigüedad del título, queda totalmente justificada su atribución a Salomón. 

    El ánimo expresado por el autor del poema se corresponde con lo que conocemos de este monarca. Las imágenes que emplea el rey le son inspiradas por las plantas exóticas de sus jardines. Se transparenta su gusto por la botánica y por la zoología. 

    El poema presenta en miniatura una descripción exacta de la época de Salomón. Los partidarios de una fecha tardía de redacción posterior a Salomón alegan el empleo de términos arameos. 

    Pero el Cantar no contiene más que tres arameismos, y las particularidades de la sintaxis se limitan al empleo de un pronombre relativo, que figura también en otros escritos, p. ej., en el cántico de Débora y en la historia de Eliseo. 

    Y desde luego no hay duda que el cántico de Débora es una obra redactada muchos siglos antes de Salomón, y el relato de Eliseo es una obra hebrea antigua, preexílica. Ewald y Hitzig han situado el Cantar en la época de oro de la literatura hebrea, en una era de una gran prosperidad nacional, atribuyéndolo a un poeta de la generación siguiente a la de Salomón. 

    Estos exegetas consideran que las tres formas arameas «n’tar», guardar (Cnt. 1:6; 8:11, 12), «b’roth», ciprés (Cnt. 1:17), «s’thav», invierno (Cnt. 2:11) son características del dialecto de la Palestina septentrional. 

    Cantares 1:6 

    6 No reparéis en que soy morena, Porque el sol me miró. Los hijos de mi madre se airaron contra mí; Me pusieron a guardar las viñas; Y mi viña, que era mía, no guardé.

    Cantares 8:11, 12

    11 Salomón tuvo una viña en Baal-hamón, La cual entregó a guardas, Cada uno de los cuales debía traer mil monedas de plata por su fruto.

    12 Mi viña, que es mía, está delante de mí; Las mil serán tuyas, oh Salomón, Y doscientas para los que guardan su fruto.

    Cantares 1:17

    17 Las vigas de nuestra casa son de cedro, Y de ciprés los artesonados.

    Cantares 2:11

    11 Porque he aquí ha pasado el invierno, Se ha mudado, la lluvia se fue;

    Esta es la razón de que atribuyan la obra a un poeta del reino del norte. Pero, admitiendo que sean términos norteños, no hay razón por la que Salomón no los hubiera podido emplear en la parte de la Sulamita, probablemente originaria de Sunem, de la zona norte de Israel, para dar al poema el giro de la región septentrional. 

    Otras dos palabras han incitado a otros exegetas a situar la obra en una fecha posterior al exilio: «pardes», jardín. parque(Cnt. 4:13), y «’appiryon», litera (Cnt. 3:9); «pardes» es de origen persa: «’appiryon» sugiere el término griego «phoreion», palanquín. 

    Cantares 4:13

    13 Tus renuevos son paraíso de granados, con frutos suaves, De flores de alheña y nardos;

    Cantares 3:9

    9 El rey Salomón se hizo una carroza De madera del Líbano.

    Este argumento carece totalmente de valor, por cuanto Salomón enviaba su flota a Ofir, y comerciaba con la India. 

    Sus mercaderes traían a Palestina todo tipo de objetos y animales con nombres extranjeros. No es en absoluto extraño que el soberano diera un nombre ario a unos jardines que él mismo había ornamentado con plantas exóticas. 

    El Cantar de los Cantares es una obra maestra donde el vocabulario y el sentido místico vinieron bien pronto a ser autoridad. La aplicación alegórica y mística de este poema, que tiene correspondencia con la imagen que dan los profetas de la alianza entre Jehová e Israel como un matrimonio (Os. 1-3; Ez. 16:8; Is. 50:1; 54:5; 62:4; Jer. 31:22), justifica plenamente su presencia en el canon. 

    Oseas 1 

    La esposa infiel de Oseas, y sus hijos

    1 Palabra de Jehová que vino a Oseas hijo de Beeri, en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá, y en días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel.

    2 El principio de la palabra de Jehová por medio de Oseas. Dijo Jehová a Oseas: Ve, tómate una mujer fornicaria, e hijos de fornicación; porque la tierra fornica apartándose de Jehová.

    3 Fue, pues, y tomó a Gomer hija de Diblaim, la cual concibió y le dio a luz un hijo.

    4 Y le dijo Jehová: Ponle por nombre Jezreel; porque de aquí a poco yo castigaré a la casa de Jehú por causa de la sangre de Jezreel, y haré cesar el reino de la casa de Israel.

    5 Y en aquel día quebraré yo el arco de Israel en el valle de Jezreel.

    6 Concibió ella otra vez, y dio a luz una hija. Y le dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ruhama, porque no me compadeceré más de la casa de Israel, sino que los quitaré del todo.

    7 Mas de la casa de Judá tendré misericordia, y los salvaré por Jehová su Dios; y no los salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni jinetes.

    8 Después de haber destetado a Lo-ruhama, concibió y dio a luz un hijo.

    9 Y dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ammi, porque vosotros no sois mi pueblo, ni yo seré vuestro Dios.

    10 Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el lugar en donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será dicho: Sois hijos del Dios viviente.

    11 Y se congregarán los hijos de Judá y de Israel, y nombrarán un solo jefe, y subirán de la tierra; porque el día de Jezreel será grande.

    Oseas 2 

    El amor de Jehová hacia su pueblo infiel

    1 Decid a vuestros hermanos: Ammi; y a vuestras hermanas: Ruhama.

    2 Contended con vuestra madre, contended; porque ella no es mi mujer, ni yo su marido; aparte, pues, sus fornicaciones de su rostro, y sus adulterios de entre sus pechos;

    3 no sea que yo la despoje y desnude, la ponga como el día en que nació, la haga como un desierto, la deje como tierra seca, y la mate de sed.

    4 Ni tendré misericordia de sus hijos, porque son hijos de prostitución.

    5 Porque su madre se prostituyó; la que los dio a luz se deshonró, porque dijo: Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida.

    6 Por tanto, he aquí yo rodearé de espinos su camino, y la cercaré con seto, y no hallará sus caminos.

    7 Seguirá a sus amantes, y no los alcanzará; los buscará, y no los hallará. Entonces dirá: Iré y me volveré a mi primer marido; porque mejor me iba entonces que ahora.

    8 Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino y el aceite, y que le multipliqué la plata y el oro que ofrecían a Baal.

    9 Por tanto, yo volveré y tomaré mi trigo a su tiempo, y mi vino a su sazón, y quitaré mi lana y mi lino que había dado para cubrir su desnudez.

    10 Y ahora descubriré yo su locura delante de los ojos de sus amantes, y nadie la librará de mi mano.

    11 Haré cesar todo su gozo, sus fiestas, sus nuevas lunas y sus días de reposo, y todas sus festividades.

    12 Y haré talar sus vides y sus higueras, de las cuales dijo: Mi salario son, salario que me han dado mis amantes. Y las reduciré a un matorral, y las comerán las bestias del campo.

    13 Y la castigaré por los días en que incensaba a los baales, y se adornaba de sus zarcillos y de sus joyeles, y se iba tras sus amantes y se olvidaba de mí, dice Jehová.

    14 Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón.

    15 Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto.

    16 En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali.

    17 Porque quitaré de su boca los nombres de los baales, y nunca más se mencionarán sus nombres.

    18 En aquel tiempo haré para ti pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra; y quitaré de la tierra arco y espada y guerra, y te haré dormir segura.

    19 Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia.

    20 Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová.

    21 En aquel tiempo responderé, dice Jehová, yo responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra.

    22 Y la tierra responderá al trigo, al vino y al aceite, y ellos responderán a Jezreel.

    23 Y la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi: Tú eres pueblo mío, y él dirá: Dios mío.

    Oseas 3 

    Oseas y la adúltera

    1 Me dijo otra vez Jehová: Ve, ama a una mujer amada de su compañero, aunque adúltera, como el amor de Jehová para con los hijos de Israel, los cuales miran a dioses ajenos, y aman tortas de pasas.

    2 La compré entonces para mí por quince siclos de plata y un homer y medio de cebada.

    3 Y le dije: Tú serás mía durante muchos días; no fornicarás, ni tomarás otro varón; lo mismo haré yo contigo.

    4 Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, sin príncipe, sin sacrificio, sin estatua, sin efod y sin terafines.

    5 Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey; y temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días.

    Ezequiel 16:8 

    8 Y pasé yo otra vez junto a ti, y te miré, y he aquí que tu tiempo era tiempo de amores; y extendí mi manto sobre ti, y cubrí tu desnudez; y te di juramento y entré en pacto contigo, dice Jehová el Señor, y fuiste mía.

    Isaías 50:1 

    Jehová ayuda a quienes confían en él

    1 Así dijo Jehová: ¿Qué es de la carta de repudio de vuestra madre, con la cual yo la repudié? ¿O quiénes son mis acreedores, a quienes yo os he vendido? He aquí que por vuestras maldades sois vendidos, y por vuestras rebeliones fue repudiada vuestra madre.

    Isaías 54:5 

    5 Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado.

    Isaías 62:4 

    4 Nunca más te llamarán Desamparada, ni tu tierra se dirá más Desolada; sino que serás llamada Hefzi-bá, y tu tierra, Beula; porque el amor de Jehová estará en ti, y tu tierra será desposada.

    Jeremías 31:22

    22 ¿Hasta cuándo andarás errante, oh hija contumaz? Porque Jehová creará una cosa nueva sobre la tierra: la mujer rodeará al varón.

    Bibliografía: 

    Kelly, W.: «Lectures on the Song of Solomon», The Bible Treasury, mayo-dic. 1914; 

    Kelly, W.: «Inspiration of the Scripture» (Hammond, Londres 1066); 

    Nee, W.: «El Cantar de los Cantares» (CLC, Madrid 1974); 

    Vila, S.: «Comentario simbólico-expositivo al Cantar de los Cantares» (Clíe, Terrassa, 1982).

Comparte este sitio
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información y limitar el uso de cookies en nuestra política de cookies.