Diccionario
Diccionario
  • Judaizantes
    Eran aquellos que querían imponer la observancia de la ley de Moisés a los cristianos convertidos de entre los gentiles, con el argumento de que era necesaria para la salvación. 

    Este sustantivo no aparece, sin embargo, en las Escrituras, donde lo que sí aparece es el verbo «judaizar» (Gá. 2:14). 

    Gálatas 2:14

    14 Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?

    Ésta fue una fuerte tendencia en el seno de la iglesia apostólica, y que tuvo que ser examinada a fondo y combatida. 

    El concilio de Jerusalén había ya dado una declaración terminante respecto a la libertad cristiana (Hch. 15, cfr. CONCILIO DE JERUSALÉN), y Pablo da, en su Epístola a los Gálatas, una poderosa refutación de la línea judaizante, que quería esclavizar a los cristianos bajo el yugo de la ley de Moisés, de la que habían quedado libertados, al estar bajo la gracia por la obra redentora de Cristo. 

    Hechos 15

    El concilio en Jerusalén

    1 Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos.

    2 Como Pablo y Bernabé tuviesen una discusión y contienda no pequeña con ellos, se dispuso que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros de ellos, a los apóstoles y a los ancianos, para tratar esta cuestión.

    3 Ellos, pues, habiendo sido encaminados por la iglesia, pasaron por Fenicia y Samaria, contando la conversión de los gentiles; y causaban gran gozo a todos los hermanos.

    4 Y llegados a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y los apóstoles y los ancianos, y refirieron todas las cosas que Dios había hecho con ellos.

    5 Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés.

    6 Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto.

    7 Y después de mucha discusión, Pedro se levantó y les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen.

    8 Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros;

    9 y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones.

    10 Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?

    11 Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos.

    12 Entonces toda la multitud calló, y oyeron a Bernabé y a Pablo, que contaban cuán grandes señales y maravillas había hecho Dios por medio de ellos entre los gentiles.

    13 Y cuando ellos callaron, Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos, oídme.

    14 Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre.

    15 Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito:

    16 Después de esto volveré Y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; Y repararé sus ruinas, Y lo volveré a levantar,

    17 Para que el resto de los hombres busque al Señor, Y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre,

    18 Dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos.

    19 Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios,

    20 sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre.

    21 Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo.

    22 Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, elegir de entre ellos varones y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé: a Judas que tenía por sobrenombre Barsabás, y a Silas, varones principales entre los hermanos;

    23 y escribir por conducto de ellos: Los apóstoles y los ancianos y los hermanos, a los hermanos de entre los gentiles que están en Antioquía, en Siria y en Cilicia, salud.

    24 Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, a los cuales no dimos orden, os han inquietado con palabras, perturbando vuestras almas, mandando circuncidaros y guardar la ley,

    25 nos ha parecido bien, habiendo llegado a un acuerdo, elegir varones y enviarlos a vosotros con nuestros amados Bernabé y Pablo,

    26 hombres que han expuesto su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

    27 Así que enviamos a Judas y a Silas, los cuales también de palabra os harán saber lo mismo.

    28 Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias:

    29 que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien.

    30 Así, pues, los que fueron enviados descendieron a Antioquía, y reuniendo a la congregación, entregaron la carta;

    31 habiendo leído la cual, se regocijaron por la consolación.

    32 Y Judas y Silas, como ellos también eran profetas, consolaron y confirmaron a los hermanos con abundancia de palabras.

    33 Y pasando algún tiempo allí, fueron despedidos en paz por los hermanos, para volver a aquellos que los habían enviado.

    34 Mas a Silas le pareció bien el quedarse allí.

    35 Y Pablo y Bernabé continuaron en Antioquía, enseñando la palabra del Señor y anunciando el evangelio con otros muchos.

    Pablo se separa de Bernabé, y comienza su segundo viaje misionero

    36 Después de algunos días, Pablo dijo a Bernabé: Volvamos a visitar a los hermanos en todas las ciudades en que hemos anunciado la palabra del Señor, para ver cómo están.

    37 Y Bernabé quería que llevasen consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos;

    38 pero a Pablo no le parecía bien llevar consigo al que se había apartado de ellos desde Panfilia, y no había ido con ellos a la obra.

    39 Y hubo tal desacuerdo entre ellos, que se separaron el uno del otro; Bernabé, tomando a Marcos, navegó a Chipre,

    40 y Pablo, escogiendo a Silas, salió encomendado por los hermanos a la gracia del Señor,

    41 y pasó por Siria y Cilicia, confirmando a las iglesias.

    Entre los grupos que surgieron de los tempranos judaizantes se puede mencionar la secta de los ebionitas, que cayeron en profundos errores con respecto a la persona de Cristo, habiendo surgido de un rechazo de la eficacia y carácter de su obra. Ireneo (Contra Herejías, I, 26:2) refiere que rechazaban la divinidad de Cristo. 

    Usaban el llamado Evangelio según los Hebreos, conocido sólo a través de citas fragmentarias (véase APÓCRIFOS). 

    Rechazaban a Pablo como renegado. Había ebionitas de corriente gnóstica. (Véase GNOSTICISMO. cfr. ISBE, «Ebionism».)

    VÉASE: Concilio , Apócrifos (Nuevo Testamento) , Gnostecismo , Ebionismo
  • DICCIONARIO
Comparte este sitio
  • Judaizantes
    Eran aquellos que querían imponer la observancia de la ley de Moisés a los cristianos convertidos de entre los gentiles, con el argumento de que era necesaria para la salvación. 

    Este sustantivo no aparece, sin embargo, en las Escrituras, donde lo que sí aparece es el verbo «judaizar» (Gá. 2:14). 

    Gálatas 2:14

    14 Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?

    Ésta fue una fuerte tendencia en el seno de la iglesia apostólica, y que tuvo que ser examinada a fondo y combatida. 

    El concilio de Jerusalén había ya dado una declaración terminante respecto a la libertad cristiana (Hch. 15, cfr. CONCILIO DE JERUSALÉN), y Pablo da, en su Epístola a los Gálatas, una poderosa refutación de la línea judaizante, que quería esclavizar a los cristianos bajo el yugo de la ley de Moisés, de la que habían quedado libertados, al estar bajo la gracia por la obra redentora de Cristo. 

    Hechos 15

    El concilio en Jerusalén

    1 Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos.

    2 Como Pablo y Bernabé tuviesen una discusión y contienda no pequeña con ellos, se dispuso que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros de ellos, a los apóstoles y a los ancianos, para tratar esta cuestión.

    3 Ellos, pues, habiendo sido encaminados por la iglesia, pasaron por Fenicia y Samaria, contando la conversión de los gentiles; y causaban gran gozo a todos los hermanos.

    4 Y llegados a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y los apóstoles y los ancianos, y refirieron todas las cosas que Dios había hecho con ellos.

    5 Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés.

    6 Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto.

    7 Y después de mucha discusión, Pedro se levantó y les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen.

    8 Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros;

    9 y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones.

    10 Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?

    11 Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos.

    12 Entonces toda la multitud calló, y oyeron a Bernabé y a Pablo, que contaban cuán grandes señales y maravillas había hecho Dios por medio de ellos entre los gentiles.

    13 Y cuando ellos callaron, Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos, oídme.

    14 Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre.

    15 Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito:

    16 Después de esto volveré Y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; Y repararé sus ruinas, Y lo volveré a levantar,

    17 Para que el resto de los hombres busque al Señor, Y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre,

    18 Dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos.

    19 Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios,

    20 sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre.

    21 Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo.

    22 Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, elegir de entre ellos varones y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé: a Judas que tenía por sobrenombre Barsabás, y a Silas, varones principales entre los hermanos;

    23 y escribir por conducto de ellos: Los apóstoles y los ancianos y los hermanos, a los hermanos de entre los gentiles que están en Antioquía, en Siria y en Cilicia, salud.

    24 Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, a los cuales no dimos orden, os han inquietado con palabras, perturbando vuestras almas, mandando circuncidaros y guardar la ley,

    25 nos ha parecido bien, habiendo llegado a un acuerdo, elegir varones y enviarlos a vosotros con nuestros amados Bernabé y Pablo,

    26 hombres que han expuesto su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

    27 Así que enviamos a Judas y a Silas, los cuales también de palabra os harán saber lo mismo.

    28 Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias:

    29 que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien.

    30 Así, pues, los que fueron enviados descendieron a Antioquía, y reuniendo a la congregación, entregaron la carta;

    31 habiendo leído la cual, se regocijaron por la consolación.

    32 Y Judas y Silas, como ellos también eran profetas, consolaron y confirmaron a los hermanos con abundancia de palabras.

    33 Y pasando algún tiempo allí, fueron despedidos en paz por los hermanos, para volver a aquellos que los habían enviado.

    34 Mas a Silas le pareció bien el quedarse allí.

    35 Y Pablo y Bernabé continuaron en Antioquía, enseñando la palabra del Señor y anunciando el evangelio con otros muchos.

    Pablo se separa de Bernabé, y comienza su segundo viaje misionero

    36 Después de algunos días, Pablo dijo a Bernabé: Volvamos a visitar a los hermanos en todas las ciudades en que hemos anunciado la palabra del Señor, para ver cómo están.

    37 Y Bernabé quería que llevasen consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos;

    38 pero a Pablo no le parecía bien llevar consigo al que se había apartado de ellos desde Panfilia, y no había ido con ellos a la obra.

    39 Y hubo tal desacuerdo entre ellos, que se separaron el uno del otro; Bernabé, tomando a Marcos, navegó a Chipre,

    40 y Pablo, escogiendo a Silas, salió encomendado por los hermanos a la gracia del Señor,

    41 y pasó por Siria y Cilicia, confirmando a las iglesias.

    Entre los grupos que surgieron de los tempranos judaizantes se puede mencionar la secta de los ebionitas, que cayeron en profundos errores con respecto a la persona de Cristo, habiendo surgido de un rechazo de la eficacia y carácter de su obra. Ireneo (Contra Herejías, I, 26:2) refiere que rechazaban la divinidad de Cristo. 

    Usaban el llamado Evangelio según los Hebreos, conocido sólo a través de citas fragmentarias (véase APÓCRIFOS). 

    Rechazaban a Pablo como renegado. Había ebionitas de corriente gnóstica. (Véase GNOSTICISMO. cfr. ISBE, «Ebionism».)

    VÉASE:
    Concilio , Apócrifos (Nuevo Testamento) , Gnostecismo , Ebionismo
Comparte este sitio
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información y limitar el uso de cookies en nuestra política de cookies.