(a) Descendiente de Aarón. Su familia vino a formar la clase vigésima de sacerdotes (1 Cr. 24:16).
1 Crónicas 24:16
16 la decimanovena a Petaías, la vigésima a Hezequiel,
(b) Hijo de Buzi; sacerdote y uno de los cuatro grandes profetas.
Fue llevado al exilio con el rey Joaquín el año 597 a.C., once años antes de la destrucción de Jerusalén, y se dedicó a la labor entre los cautivos durante veintidós años.
Cumplió fielmente sus deberes, pronunciando en ocasiones duras reprensiones, pero dando aliento con palabras llenas de gracia.
Su profecía está llena de simbolismos y de imaginería.
A la muerte de su mujer, le fue prohibido, como señal profética, que expresara ningún dolor ni que llevara duelo (Ez. 24:15-18).
Ezequiel 24:15-18
Muerte de la esposa de Ezequiel
15 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
16 Hijo de hombre, he aquí que yo te quito de golpe el deleite de tus ojos; no endeches, ni llores, ni corran tus lágrimas.
17 Reprime el suspirar, no hagas luto de mortuorios; ata tu turbante sobre ti, y pon tus zapatos en tus pies, y no te cubras con rebozo, ni comas pan de enlutados.
18 Hablé al pueblo por la mañana, y a la tarde murió mi mujer; y a la mañana hice como me fue mandado.
No solamente proclamó sus profecías, sino que se le ordenó que representara alguna de ellas, a fin de que fueran vistas, además de oídas.
Su estilo es vigoroso y rápido. Para más detalles cronológicos de su ministerio, ver el artículo acerca de su libro.
(a) Descendiente de Aarón. Su familia vino a formar la clase vigésima de sacerdotes (1 Cr. 24:16).
1 Crónicas 24:16
16 la decimanovena a Petaías, la vigésima a Hezequiel,
(b) Hijo de Buzi; sacerdote y uno de los cuatro grandes profetas.
Fue llevado al exilio con el rey Joaquín el año 597 a.C., once años antes de la destrucción de Jerusalén, y se dedicó a la labor entre los cautivos durante veintidós años.
Cumplió fielmente sus deberes, pronunciando en ocasiones duras reprensiones, pero dando aliento con palabras llenas de gracia.
Su profecía está llena de simbolismos y de imaginería.
A la muerte de su mujer, le fue prohibido, como señal profética, que expresara ningún dolor ni que llevara duelo (Ez. 24:15-18).
Ezequiel 24:15-18
Muerte de la esposa de Ezequiel
15 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
16 Hijo de hombre, he aquí que yo te quito de golpe el deleite de tus ojos; no endeches, ni llores, ni corran tus lágrimas.
17 Reprime el suspirar, no hagas luto de mortuorios; ata tu turbante sobre ti, y pon tus zapatos en tus pies, y no te cubras con rebozo, ni comas pan de enlutados.
18 Hablé al pueblo por la mañana, y a la tarde murió mi mujer; y a la mañana hice como me fue mandado.
No solamente proclamó sus profecías, sino que se le ordenó que representara alguna de ellas, a fin de que fueran vistas, además de oídas.
Su estilo es vigoroso y rápido. Para más detalles cronológicos de su ministerio, ver el artículo acerca de su libro.