Diccionario
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  • Familia
    Era la sociedad más pequeña en el culto, derecho y economía. Los hijos varones casados y su prole pertenecían también a la familia en tanto vivía el padre de familia. 

    El cabeza de familia (el padre, por lo general) era el responsable único del culto religioso (Jue. 17:5), tenía poder judicial (Gn. 42:37) y debía asegurar el porvenir de la familia, a la cual pertenecían también los esclavos y los bienes familiares (cfr. Éx. 20:7). 

    Jueces 17:5

    5 Y este hombre Micaía tuvo casa de dioses, e hizo efod y terafines, y consagró a uno de sus hijos para que fuera su sacerdote.

    Génesis 42:37

    37 Y Rubén habló a su padre, diciendo: Harás morir a mis dos hijos, si no te lo devuelvo; entrégalo en mi mano, que yo lo devolveré a ti.

    Éxodo 20:7

    7 No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.

    Esta «fuerte» posición de la familia correspondía a los usos de un tiempo en el que una autoridad superior apenas podía ser eficaz. Llevados al temor de que cualquier desajuste de la solidaridad familiar provocara el hundimiento de las mismas bases en las que descansaba la sociedad judía, se intimaba de manera convincente la obediencia a los padres (cfr. Éx. 20:12; 21:15; Dt. 5:16; Lv. 19:3). 

    Éxodo 20:12 

    12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.

    Éxodo 21:15 

    15 El que hiriere a su padre o a su madre, morirá.

    Dt. 5:16 

    16 Honra a tu padre y a tu madre,como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.

    Levítico 19:3

    3 Cada uno temerá a su madre y a su padre, y mis días de reposo guardaréis. Yo Jehová vuestro Dios.

    Y ciertas leyes que hoy nos parecen bárbaras, como las del levirato, no tenían otro fin que defender la familia. Después de la conquista de Canaán la familia fue perdiendo poco a poco la mayor parte de sus derechos, es decir, le fueron arrebatados por el poder central. En la familia se educaba a los hijos y se les introducía en el culto y en el trabajo profesional (Dt. 6:20 s.; Si. 7:23 ss.; 30:1-30). La familia debía cuidar de sus miembros ancianos y enfermos. 

    Deuteronomio 6:20

    20 Mañana cuando te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué significan los testimonios y estatutos y decretos que Jehová nuestro Dios os mandó?

    El prestigio de una madre de familia crecía con el número de sus hijos. Los libros sapienciales tienen consejos muy atinados y pertinentes en cuanto a las obligaciones de los hijos para con los padres (Pr. 17:1; 19:26; 20:20; 28:24; 31:10-31). 

    Proverbios 17:1 

    1 Mejor es un bocado seco, y en paz, Que casa de contiendas llena de provisiones.

    Proverbios 19:26 

    26 El que roba a su padre y ahuyenta a su madre, Es hijo que causa vergüenza y acarrea oprobio.

    Proverbios 20:20 

    20 Al que maldice a su padre o a su madre, Se le apagará su lámpara en oscuridad tenebrosa.

    Proverbios 28:24 

    24 El que roba a su padre o a su madre, y dice que no es maldad, Compañero es del hombre destruidor.

    Proverbios 31:10-31

    10 Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.

    11 El corazón de su marido está en ella confiado, Y no carecerá de ganancias.

    12 Le da ella bien y no mal Todos los días de su vida.

    13 Busca lana y lino, Y con voluntad trabaja con sus manos.

    14 Es como nave de mercader; Trae su pan de lejos.

    15 Se levanta aun de noche Y da comida a su familia Y ración a sus criadas.

    16 Considera la heredad, y la compra, Y planta viña del fruto de sus manos.

    17 Ciñe de fuerza sus lomos, Y esfuerza sus brazos.

    18 Ve que van bien sus negocios; Su lámpara no se apaga de noche.

    19 Aplica su mano al huso, Y sus manos a la rueca.

    20 Alarga su mano al pobre, Y extiende sus manos al menesteroso.

    21 No tiene temor de la nieve por su familia, Porque toda su familia está vestida de ropas dobles.

    22 Ella se hace tapices; De lino fino y púrpura es su vestido.

    23 Su marido es conocido en las puertas, Cuando se sienta con los ancianos de la tierra.

    24 Hace telas, y vende, Y da cintas al mercader.

    25 Fuerza y honor son su vestidura; Y se ríe de lo por venir.

    26 Abre su boca con sabiduría, Y la ley de clemencia está en su lengua.

    27 Considera los caminos de su casa, Y no come el pan de balde.

    28 Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; Y su marido también la alaba:

    29 Muchas mujeres hicieron el bien; Mas tú sobrepasas a todas.

    30 Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.

    31 Dadle del fruto de sus manos, Y alábenla en las puertas sus hechos.

    Los principales centros de la vida comunitaria de las primeras iglesias cristianas fueron «casas», cuyos responsables se habían convertido al cristianismo (Hch. 11:24; 16:15, 31-34; Flm. 2). 

    Hechos 11:24 

    24 Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor.

    Hechos 16:15, 31-34 

    15 Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.

    31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.

    32 Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa.

    33 Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos.

    34 Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios.

    Filemón 1:2

    2 y a la amada hermana Apia, y a Arquipo nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está en tu casa:

    A los cristianos les es licito llamarse familiares de Dios, pues pertenecen a su familia (Ef. 2:19). 

    Efesios 2:19

    19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,

    El Reino de Dios tiene preferencia sobre la familia (Mr. 6:4; 10:29; Mt. 10:37; Lc. 14:26).

    Marcos 6:4 

    4 Mas Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa.

    Marcos 10:29 

    29 Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio,

    Mateo 10:37 

    37 El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí;

    Lucas 14:26

    26 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.

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  • Familia
    Era la sociedad más pequeña en el culto, derecho y economía. Los hijos varones casados y su prole pertenecían también a la familia en tanto vivía el padre de familia. 

    El cabeza de familia (el padre, por lo general) era el responsable único del culto religioso (Jue. 17:5), tenía poder judicial (Gn. 42:37) y debía asegurar el porvenir de la familia, a la cual pertenecían también los esclavos y los bienes familiares (cfr. Éx. 20:7). 

    Jueces 17:5

    5 Y este hombre Micaía tuvo casa de dioses, e hizo efod y terafines, y consagró a uno de sus hijos para que fuera su sacerdote.

    Génesis 42:37

    37 Y Rubén habló a su padre, diciendo: Harás morir a mis dos hijos, si no te lo devuelvo; entrégalo en mi mano, que yo lo devolveré a ti.

    Éxodo 20:7

    7 No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.

    Esta «fuerte» posición de la familia correspondía a los usos de un tiempo en el que una autoridad superior apenas podía ser eficaz. Llevados al temor de que cualquier desajuste de la solidaridad familiar provocara el hundimiento de las mismas bases en las que descansaba la sociedad judía, se intimaba de manera convincente la obediencia a los padres (cfr. Éx. 20:12; 21:15; Dt. 5:16; Lv. 19:3). 

    Éxodo 20:12 

    12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.

    Éxodo 21:15 

    15 El que hiriere a su padre o a su madre, morirá.

    Dt. 5:16 

    16 Honra a tu padre y a tu madre,como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.

    Levítico 19:3

    3 Cada uno temerá a su madre y a su padre, y mis días de reposo guardaréis. Yo Jehová vuestro Dios.

    Y ciertas leyes que hoy nos parecen bárbaras, como las del levirato, no tenían otro fin que defender la familia. Después de la conquista de Canaán la familia fue perdiendo poco a poco la mayor parte de sus derechos, es decir, le fueron arrebatados por el poder central. En la familia se educaba a los hijos y se les introducía en el culto y en el trabajo profesional (Dt. 6:20 s.; Si. 7:23 ss.; 30:1-30). La familia debía cuidar de sus miembros ancianos y enfermos. 

    Deuteronomio 6:20

    20 Mañana cuando te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué significan los testimonios y estatutos y decretos que Jehová nuestro Dios os mandó?

    El prestigio de una madre de familia crecía con el número de sus hijos. Los libros sapienciales tienen consejos muy atinados y pertinentes en cuanto a las obligaciones de los hijos para con los padres (Pr. 17:1; 19:26; 20:20; 28:24; 31:10-31). 

    Proverbios 17:1 

    1 Mejor es un bocado seco, y en paz, Que casa de contiendas llena de provisiones.

    Proverbios 19:26 

    26 El que roba a su padre y ahuyenta a su madre, Es hijo que causa vergüenza y acarrea oprobio.

    Proverbios 20:20 

    20 Al que maldice a su padre o a su madre, Se le apagará su lámpara en oscuridad tenebrosa.

    Proverbios 28:24 

    24 El que roba a su padre o a su madre, y dice que no es maldad, Compañero es del hombre destruidor.

    Proverbios 31:10-31

    10 Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.

    11 El corazón de su marido está en ella confiado, Y no carecerá de ganancias.

    12 Le da ella bien y no mal Todos los días de su vida.

    13 Busca lana y lino, Y con voluntad trabaja con sus manos.

    14 Es como nave de mercader; Trae su pan de lejos.

    15 Se levanta aun de noche Y da comida a su familia Y ración a sus criadas.

    16 Considera la heredad, y la compra, Y planta viña del fruto de sus manos.

    17 Ciñe de fuerza sus lomos, Y esfuerza sus brazos.

    18 Ve que van bien sus negocios; Su lámpara no se apaga de noche.

    19 Aplica su mano al huso, Y sus manos a la rueca.

    20 Alarga su mano al pobre, Y extiende sus manos al menesteroso.

    21 No tiene temor de la nieve por su familia, Porque toda su familia está vestida de ropas dobles.

    22 Ella se hace tapices; De lino fino y púrpura es su vestido.

    23 Su marido es conocido en las puertas, Cuando se sienta con los ancianos de la tierra.

    24 Hace telas, y vende, Y da cintas al mercader.

    25 Fuerza y honor son su vestidura; Y se ríe de lo por venir.

    26 Abre su boca con sabiduría, Y la ley de clemencia está en su lengua.

    27 Considera los caminos de su casa, Y no come el pan de balde.

    28 Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; Y su marido también la alaba:

    29 Muchas mujeres hicieron el bien; Mas tú sobrepasas a todas.

    30 Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.

    31 Dadle del fruto de sus manos, Y alábenla en las puertas sus hechos.

    Los principales centros de la vida comunitaria de las primeras iglesias cristianas fueron «casas», cuyos responsables se habían convertido al cristianismo (Hch. 11:24; 16:15, 31-34; Flm. 2). 

    Hechos 11:24 

    24 Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor.

    Hechos 16:15, 31-34 

    15 Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.

    31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.

    32 Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa.

    33 Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos.

    34 Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios.

    Filemón 1:2

    2 y a la amada hermana Apia, y a Arquipo nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está en tu casa:

    A los cristianos les es licito llamarse familiares de Dios, pues pertenecen a su familia (Ef. 2:19). 

    Efesios 2:19

    19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,

    El Reino de Dios tiene preferencia sobre la familia (Mr. 6:4; 10:29; Mt. 10:37; Lc. 14:26).

    Marcos 6:4 

    4 Mas Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa.

    Marcos 10:29 

    29 Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio,

    Mateo 10:37 

    37 El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí;

    Lucas 14:26

    26 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.

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