Diccionario
Diccionario
  • Sábado

    vet, = «reposo», «cesación de actividad». Día de reposo instituido divinamente para todos los hombres. 

    (A) Origen. Según el relato de la creación, Dios reposó en el día séptimo de toda Su obra, y lo bendijo y santificó (Gn. 2:2-3). 

    Génesis 2:2-3

    2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.

    3 Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.

    El término «Sabattu» se halla en cuneiforme sobre las tabletas babilónicas; parece designar un día nefasto, y se aplica también a los días 14, 19, 21 y 28 del mes lunar, además de al séptimo. Durante estos días, el rey se debía abstener de ciertas actividades. Se puede ver cómo una tal concepción estaba bien alejada del sábado israelita, que no dependía en absoluto de las fases de la luna. 

    (B) Institución y objeto: La primera mención de la institución para Israel de un séptimo día de reposo, consagrado a Jehová, se halla en Éx. 16:23-30

    Éxodo 16:23-30

    23 Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo día de reposo, el reposo consagrado a Jehová; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana.

    24 Y ellos lo guardaron hasta la mañana, según lo que Moisés había mandado, y no se agusanó, ni hedió.

    25 Y dijo Moisés: Comedlo hoy, porque hoy es día de reposo para Jehová; hoy no hallaréis en el campo.

    26 Seis días lo recogeréis; mas el séptimo día es día de reposo; en él no se hallará.

    27 Y aconteció que algunos del pueblo salieron en el séptimo día a recoger, y no hallaron.

    28 Y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes?

    29 Mirad que Jehová os dió el día de reposo, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día.

    30 Así el pueblo reposó el séptimo día.

    Esta ordenanza fue después incluida en el cuarto mandamiento del Decálogo, estableciéndose allí de manera directa su relación con el cese de la actividad creadora en el séptimo día (Éx. 20:8-11, 31:13-17). 

    Éxodo 20:8-11

    8 Acuérdate del día de reposo para santificarlo.

    9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;

    10 mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.

    11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.

    Éxodo 31:13-17

    13 Tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico.

    14 Así que guardaréis el día de reposo, porque santo es a vosotros; el que lo profanare, de cierto morirá; porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella persona será cortada de en medio de su pueblo.

    15 Seis días se trabajará, mas el día séptimo es día de reposo consagrado a Jehová; cualquiera que trabaje en el día de reposo, ciertamente morirá.

    16 Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo.

    17 Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó.

    Dios cesó Su obra contemplándola y bendiciéndola; el hombre es llamado a participar de esta bendición, y a cesar también en sus obras, en este día santificado. El reposo del sábado queda así ligado al cumplimiento entero de la obra del hombre: «Seis días trabajarás, y harás toda tu obra.» Por otra parte, según Dt. 5:15, el sábado recuerda la liberación de la esclavitud de Egipto: el pueblo se puede gozar de la libertad que le ha otorgado la poderosa mano de Dios. 

    Deuteronomio 5:15

    15 Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo.

    Todos deben participar de este reposo: padres, hijos, siervos, extranjeros, e incluso las bestias de carga y tiro (Dt. 5:14). 

    Deuteronomio 5:14

    14 mas el séptimo día es reposo a Jehová tu Dios; ninguna obra harás tú,ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu siervo y tu sierva como tú.

    El sábado vino a ser un signo peculiar del pacto perpetuo celebrado por el Señor con Israel (Éx. 31:13, 16-17). 

    Éxodo 31:13, 16-17

    13 Tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico.

    16 Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo.

    17 Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó.

    (C) Observancia del sábado. 

    (I) El Decálogo prohibía de manera general llevar a cabo ninguna obra durante este día (Éx. 20:10). 

    Éxodo 20:10

    10 mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.

    La Ley especifica que no se debe encender fuego en las casas, porque las comidas deben ser preparadas el día anterior (Éx. 35:2-3). 

    Éxodo 35:2-3

    2 Seis días se trabajará, mas el día séptimo os será santo, día de reposo para Jehová; cualquiera que en él hiciere trabajo alguno, morirá.

    3 No encenderéis fuego en ninguna de vuestras moradas en el día de reposo.

    El hecho de recoger leña queda considerado como una violación del sábado, y los transgresores son castigados con la muerte (Nm. 15:32-36); de la misma manera, está prohibido llevar cargas (Jer. 17:21-22). 

    Números 15:32-36

    Lapidación de un violador del día de reposo

    32 Estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron a un hombre que recogía leña en día de reposo.

    33 Y los que le hallaron recogiendo leña, lo trajeron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación;

    34 y lo pusieron en la cárcel, porque no estaba declarado qué se le había de hacer.

    35 Y Jehová dijo a Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre; apedréelo toda la congregación fuera del campamento.

    36 Entonces lo sacó la congregación fuera del campamento, y lo apedrearon, y murió, como Jehová mandó a Moisés.

    Jeremías 17:21-22

    21 Así ha dicho Jehová: Guardaos por vuestra vida de llevar carga en el día de reposo, y de meterla por las puertas de Jerusalén.

    22 Ni saquéis carga de vuestras casas en el día de reposo, ni hagáis trabajo alguno, sino santificad el día de reposo, como mandé a vuestros padres.

    Se consideró que viajar durante el sábado era contrario a Éx. 16:29, y que tampoco estaba permitido comerciar (Neh. 10:10-31; 13:15-21; Am. 8:5). 

    Éxodo 16:29

    29 Mirad que Jehová os dió el día de reposo, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día.

    Nehemías 10:10-31 

    10 y sus hermanos Sebanías, Hodías, Kelita, Pelaías, Hanán,

    11 Micaía, Rehob, Hasabías,

    12 Zacur, Serebías, Sebanías,

    13 Hodías, Bani y Beninu.

    14 Los cabezas del pueblo: Paros, Pahat-moab, Elam, Zatu, Bani,

    15 Buni, Azgad, Bebai,

    16 Adonías, Bigvai, Adín,

    17 Ater, Ezequías, Azur,

    18 Hodías, Hasum, Bezai,

    19 Harif, Anatot, Nebai,

    20 Magpías, Mesulam, Hezir,

    21 Mesezabeel, Sadoc, Jadúa,

    22 Pelatías, Hanán, Anaías,

    23 Oseas, Hananías, Hasub,

    24 Halohes, Pilha, Sobec,

    25 Rehum, Hasabna, Maasías,

    26 Ahías, Hanán, Anán,

    27 Maluc, Harim y Baana.

    28 Y el resto del pueblo, los sacerdotes, levitas, porteros y cantores, los sirvientes del templo, y todos los que se habían apartado de los pueblos de las tierras a la ley de Dios, con sus mujeres, sus hijos e hijas, todo el que tenía comprensión y discernimiento,

    29 se reunieron con sus hermanos y sus principales, para protestar y jurar que andarían en la ley de Dios, que fue dada por Moisés siervo de Dios, y que guardarían y cumplirían todos los mandamientos, decretos y estatutos de Jehová nuestro Señor.

    30 Y que no daríamos nuestras hijas a los pueblos de la tierra, ni tomaríamos sus hijas para nuestros hijos.

    31 Asimismo, que si los pueblos de la tierra trajesen a vender mercaderías y comestibles en día de reposo, nada tomaríamos de ellos en ese día ni en otro día santificado; y que el año séptimo dejaríamos descansar la tierra, y remitiríamos toda deuda.

    Nehemías 13:15-21 

    15 En aquellos días vi en Judá a algunos que pisaban en lagares en el día de reposo, y que acarreaban haces, y cargaban asnos con vino, y también de uvas, de higos y toda suerte de carga, y que traían a Jerusalén en día de reposo; y los amonesté acerca del día en que vendían las provisiones.

    16 También había en la ciudad tirios que traían pescado y toda mercadería, y vendían en día de reposo a los hijos de Judá en Jerusalén.

    17 Y reprendí a los señores de Judá y les dije: ¿Qué mala cosa es esta que vosotros hacéis, profanando así el día de reposo?

    18 ¿No hicieron así vuestros padres, y trajo nuestro Dios todo este mal sobre nosotros y sobre esta ciudad? ¿Y vosotros añadís ira sobre Israel profanando el día de reposo?

    19 Sucedió, pues, que cuando iba oscureciendo a las puertas de Jerusalén antes del día de reposo, dije que se cerrasen las puertas, y ordené que no las abriesen hasta después del día de reposo; y puse a las puertas algunos de mis criados, para que en día de reposo no introdujeran carga.

    20 Y se quedaron fuera de Jerusalén una y dos veces los negociantes y los que vendían toda especie de mercancía.

    21 Y les amonesté y les dije: ¿Por qué os quedáis vosotros delante del muro? Si lo hacéis otra vez, os echaré mano. Desde entonces no vinieron en día de reposo.

    Amós 8:5

    5 diciendo: ¿Cuándo pasará el mes, y venderemos el trigo; y la semana, y abriremos los graneros del pan, y achicaremos la medida, y subiremos el precio, y falsearemos con engaño la balanza,

    (II) El sábado era el día consagrado al Señor (Éx. 16:23; 35:2). 

    Éxodo 16:23 

    23 Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo día de reposo, el reposo consagrado a Jehová; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana.

    Éxodo 35:2

    2 Seis días se trabajará, mas el día séptimo os será santo, día de reposo para Jehová; cualquiera que en él hiciere trabajo alguno, morirá.

    Se debían inmolar, en el santuario, dos corderos, además del holocausto perpetuo de los días ordinarios (Nm. 28:9-10, 13). 

    Números 28:9-10, 13

    Ofrendas mensuales y del día de reposo

    9 Mas el día de reposo, dos corderos de un año sin defecto, y dos décimas de flor de harina amasada con aceite, como ofrenda, con su libación.

    10 Es el holocausto de cada día de reposo, además del holocausto continuo y su libación.

    13 y una décima de flor de harina amasada con aceite, en ofrenda que se ofrecerá con cada cordero; holocausto de olor grato, ofrenda encendida a Jehová.

    Los dos panes de la proposición eran renovados cada sábado (Lv. 24:5-8; 1 Cr. 9:32). 

    Levítico 24:5-8 

    El pan de la proposición

    5 Y tomarás flor de harina, y cocerás de ella doce tortas; cada torta será de dos décimas de efa.

    6 Y las pondrás en dos hileras, seis en cada hilera, sobre la mesa limpia delante de Jehová.

    7 Pondrás también sobre cada hilera incienso puro, y será para el pan como perfume, ofrenda encendida a Jehová.

    8 Cada día de reposo lo pondrá continuamente en orden delante de Jehová, en nombre de los hijos de Israel, como pacto perpetuo.

    1 Crónicas 9:32

    32 Y algunos de los hijos de Coat, y de sus hermanos, tenían a su cargo los panes de la proposición, los cuales ponían por orden cada día de reposo.

    El sábado era asimismo contado entre los días de gozo de Israel (Nm. 10:10; cfr. Os. 2:13). 

    Números 10:10 

    10 Y en el día de vuestra alegría, y en vuestras solemnidades, y en los principios de vuestros meses, tocaréis las trompetas sobre vuestros holocaustos, y sobre los sacrificios de paz, y os serán por memoria delante de vuestro Dios. Yo Jehová vuestro Dios.

    Oseas 2:13

    13 Y la castigaré por los días en que incensaba a los baales, y se adornaba de sus zarcillos y de sus joyeles, y se iba tras sus amantes y se olvidaba de mí, dice Jehová.

    El pueblo tenía que hacer de él su delicia, para tratar de manera particular en este día hacer la voluntad del Señor, santificándolo y honrándolo; el hombre piadoso se cuidaba en aquel día de no hacer su propia voluntad ni decir lo que le salía de sí (Is. 58:13). 

    Isaías 58:13

    13 Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras,

    Era bendecido, santificado por su búsqueda de Dios, y proclamado feliz (Is. 56:2, 4-6; Ez. 20:12, 21). 

    Isaías 56:2, 4-6 

    2 Bienaventurado el hombre que hace esto, y el hijo de hombre que lo abraza; que guarda el día de reposo para no profanarlo, y que guarda su mano de hacer todo mal.

    4 Porque así dijo Jehová: A los eunucos que guarden mis días de reposo, y escojan lo que yo quiero, y abracen mi pacto,

    5 yo les daré lugar en mi casa y dentro de mis muros, y nombre mejor que el de hijos e hijas; nombre perpetuo les daré, que nunca perecerá.

    6 Y a los hijos de los extranjeros que sigan a Jehová para servirle, y que amen el nombre de Jehová para ser sus siervos; a todos los que guarden el día de reposo para no profanarlo, y abracen mi pacto,

    Ezequiel 20:12, 21

    12 Y les di también mis días de reposo, para que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico.

    21 Mas los hijos se rebelaron contra mí; no anduvieron en mis estatutos, ni guardaron mis decretos para ponerlos por obra, por los cuales el hombre que los cumpliere vivirá; profanaron mis días de reposo. Dije entonces que derramaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en el desierto.

    Es especialmente después del cautiverio que la observancia del sábado cayó en un legalismo extremado. Antíoco Epifanes, el rey perseguidor de Siria, intentó prohibir su celebración (1 Mac. 1:45, 52; 2 Mac. 6:6), pero los israelitas que permanecieron fieles se rebelaron bajo el caudillaje de los Macabeos, manteniéndose estrictos observantes de esta ordenanza. 

    Al principio de la guerra, los judíos creían que no tenían derecho a defenderse durante el sábado. Las hostilidades comenzaron con la matanza de 1.000 patriotas judíos y de sus familias. Los supervivientes, resolvieron defenderse si el enemigo los atacaba en día de sábado, pero no pasar a la ofensiva en este día (1 Mac. 2:31-41), incluso si tal actitud favorecía el avance de los paganos. 

    Más tarde, durante el asedio de Jerusalén, Pompeyo erigió, durante un sábado, arietes y torres. Los judíos no respondieron a la amenaza. Apenas si el sábado había ya acabado, los romanos abrieron una brecha en las murallas (Ant. 14:4, 2 y 3). 

    En la época de Cristo, los fariseos habían dispuesto normas ridículas acerca del sábado, prohibiendo incluso los gestos de misericordia, y combatían a Jesús porque efectuaba curaciones en sábado. Sin embargo, los fariseos no consideraban contra la Ley salvar un buey, un asno o una oveja en día de sábado, ni se privaban de abrevar a sus animales (Mt. 12:9-13; Lc. 13:10-17). 

    Mateo 12:9-13 

    El hombre de la mano seca

    9 Pasando de allí, vino a la sinagoga de ellos.

    10 Y he aquí había allí uno que tenía seca una mano; y preguntaron a Jesús, para poder acusarle: ¿Es lícito sanar en el día de reposo?

    11 El les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si ésta cayere en un hoyo en día de reposo, no le eche mano, y la levante?

    12 Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Por consiguiente, es lícito hacer el bien en los días de reposo.

    13 Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada sana como la otra.

    Lucas 13:10-17

    Jesús sana a una mujer en el día de reposo

    10 Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo;

    11 y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar.

    12 Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad.

    13 Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios.

    14 Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo, dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo.

    15 Entonces el Señor le respondió y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en el día de reposo su buey o su asno del pesebre y lo lleva a beber?

    16 Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo?

    17 Al decir él estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios; pero todo el pueblo se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por él.

    Los fariseos no se opusieron sólo a las curaciones, sino también a la recogida fortuita de algunas espigas por parte de los discípulos de Jesús en sábado. El Señor declaró entonces: «El día de reposo fue hecho a causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo» (Mr. 2:23-28). 

    Marcos 2:23-28

    Los discípulos recogen espigas en el día de reposo

    23 Aconteció que al pasar él por los sembrados un día de reposo, sus discípulos, andando, comenzaron a arrancar espigas.

    24 Entonces los fariseos le dijeron: Mira, ¿por qué hacen en el día de reposo lo que no es lícito?

    25 Pero él les dijo: ¿Nunca leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y sintió hambre, él y los que con él estaban;

    26 cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con él estaban?

    27 También les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo.

    28 Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.

    Por lo que respecta a los esenios, su postura era exacerbada. No podían socorrer a un animal que cayera en un hoyo; ni siquiera podían aliviar las necesidades fisiológicas, por cuanto sus normas les prohibían hacerlo en Jerusalén, y la distancia a que tenían que ir fuera de la ciudad era superior a la de un día de sábado (véase QUMRÁN [ROLLOS DE], 

    VI, Qumrán y los esenios). 

    (D) Ciclos sabáticos. Además del séptimo día, había períodos regulares consagrados al reposo, a la adoración de Jehová, a la proclamación de la libertad. Había: el primer día del mes séptimo (Lv. 23:24-25); en este mismo mes, el día décimo (Lv. 23:27, 32), y a partir del día 15, se pasaba una semana bajo los tabernáculos (Lv. 23:39-41); cada siete años se celebraba un año sabático (Éx. 23:10-11; Lv. 25:2-7, 20-22; Dt. 15:1-4; 31:10), durante el cual la tierra misma debía reposar, y los acreedores liberar a sus deudores de sus deudas; todo israelita reducido a la condición de esclavo recuperaba su libertad. 

    Levítico 23:24-25

    24 Habla a los hijos de Israel y diles: En el mes séptimo, al primero del mes tendréis día de reposo, una conmemoración al son de trompetas, y una santa convocación.

    25 Ningún trabajo de siervos haréis; y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová.

    Levítico 23:27, 32

    27 A los diez días de este mes séptimo será el día de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová.

    32 Día de reposo será a vosotros, y afligiréis vuestras almas, comenzando a los nueve días del mes en la tarde; de tarde a tarde guardaréis vuestro reposo.

    Levítico 23:39-41

    39 Pero a los quince días del mes séptimo, cuando hayáis recogido el fruto de la tierra, haréis fiesta a Jehová por siete días; el primer día será de reposo, y el octavo día será también día de reposo.

    40 Y tomaréis el primer día ramas con fruto de árbol hermoso, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos, y os regocijaréis delante de Jehová vuestro Dios por siete días.

    41 Y le haréis fiesta a Jehová por siete días cada año; será estatuto perpetuo por vuestras generaciones; en el mes séptimo la haréis.

    Éxodo 23:10-11 

    10 Seis años sembrarás tu tierra, y recogerás su cosecha;

    11 mas el séptimo año la dejarás libre, para que coman los pobres de tu pueblo; y de lo que quedare comerán las bestias del campo; así harás con tu viña y con tu olivar.

    Levítico 25:2-7, 20-22 

    2 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, la tierra guardará reposo para Jehová.

    3 Seis años sembrarás tu tierra, y seis años podarás tu viña y recogerás sus frutos.

    4 Pero el séptimo año la tierra tendrá descanso, reposo para Jehová; no sembrarás tu tierra, ni podarás tu viña.

    5 Lo que de suyo naciere en tu tierra segada, no lo segarás, y las uvas de tu viñedo no vendimiarás; año de reposo será para la tierra.

    6 Mas el descanso de la tierra te dará para comer a ti, a tu siervo, a tu sierva, a tu criado, y a tu extranjero que morare contigo;

    7 y a tu animal, y a la bestia que hubiere en tu tierra, será todo el fruto de ella para comer.

    20 Y si dijereis: ¿Qué comeremos el séptimo año? He aquí no hemos de sembrar, ni hemos de recoger nuestros frutos;

    21 entonces yo os enviaré mi bendición el sexto año, y ella hará que haya fruto por tres años.

    22 Y sembraréis el año octavo, y comeréis del fruto añejo; hasta el año noveno, hasta que venga su fruto, comeréis del añejo.

    Deuteronomio 15:1-4 

    El año de remisión

    1 Cada siete años harás remisión.

    2 Y esta es la manera de la remisión: perdonará a su deudor todo aquel que hizo empréstito de su mano, con el cual obligó a su prójimo; no lo demandará más a su prójimo, o a su hermano, porque es pregonada la remisión de Jehová.

    3 Del extranjero demandarás el reintegro; pero lo que tu hermano tuviere tuyo, lo perdonará tu mano,

    4 para que así no haya en medio de ti mendigo; porque Jehová te bendecirá con abundancia en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la tomes en posesión,

    Deuteronomio 31:10

    10 Y les mandó Moisés, diciendo: Al fin de cada siete años, en el año de la remisión, en la fiesta de los tabernáculos,

    Finalmente, el jubileo tenía lugar en el año cincuenta, después de siete ciclos de años sabáticos. Al final del año sabático se tocaba la trompeta para proclamar el año de gracia (Lv. 25:8-16). (Véase JUBILEO.) 

    Levítico 25:8-16

    8 Y contarás siete semanas de años, siete veces siete años, de modo que los días de las siete semanas de años vendrán a serte cuarenta y nueve años.

    9 Entonces harás tocar fuertemente la trompeta en el mes séptimo a los diez días del mes; el día de la expiación haréis tocar la trompeta por toda vuestra tierra.

    10 Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores; ese año os será de jubileo, y volveréis cada uno a vuestra posesión, y cada cual volverá a su familia.

    11 El año cincuenta os será jubileo; no sembraréis, ni segaréis lo que naciere de suyo en la tierra, ni vendimiaréis sus viñedos,

    12 porque es jubileo; santo será a vosotros; el producto de la tierra comeréis.

    13 En este año de jubileo volveréis cada uno a vuestra posesión.

    14 Y cuando vendiereis algo a vuestro prójimo, o comprareis de mano de vuestro prójimo, no engañe ninguno a su hermano.

    15 Conforme al número de los años después del jubileo comprarás de tu prójimo; conforme al número de los años de los frutos te venderá él a ti.

    16 Cuanto mayor fuere el número de los años, aumentarás el precio, y cuanto menor fuere el número, disminuirás el precio; porque según el número de las cosechas te venderá él.

    Hay algunos testimonios históricos acerca de la observancia del año sabático: el pacto concertado en la época de Nehemías (Neh. 10:31); 

    Nehemías 10:31

    31 Asimismo, que si los pueblos de la tierra trajesen a vender mercaderías y comestibles en día de reposo, nada tomaríamos de ellos en ese día ni en otro día santificado; y que el año séptimo dejaríamos descansar la tierra, y remitiríamos toda deuda.

    el año 150 de la era de los Seléucidas, esto es, el año 164-163 a.C. (1 Mac. 6:49, 53; cfr. Ant. 12:9, 5); el año 178 de los Seléucidas, el año 136-135 a.C. (Ant. 13:8, 1; Guerras 1:2, 4); el decreto de César librando a los judíos de pagar el tributo durante el año sabático (Ant. 14:10, 6; cfr. Tácito, Historias 5:4); el año 38-37 a.C. (Ant. 14:16, 2; 15:1, 2); y el año anterior a la caída de Jerusalén, 68-69 d.C. (Talmud). Cfr. asimismo Ant. 11:8, 5 para la época de Alejandro Magno. 

    El cautiverio había sido predicho entre las maldiciones; durante este tiempo la tierra de Israel disfrutaría de los sábados que no habían sido cumplidos (Lv. 26:34-43). 

    Levítico 26:34-43

    34 Entonces la tierra gozará sus días de reposo, todos los días que esté asolada, mientras vosotros estéis en la tierra de vuestros enemigos; la tierra descansará entonces y gozará sus días de reposo.

    35 Todo el tiempo que esté asolada, descansará por lo que no reposó en los días de reposo cuando habitabais en ella.

    36 Y a los que queden de vosotros infundiré en sus corazones tal cobardía, en la tierra de sus enemigos, que el sonido de una hoja que se mueva los perseguirá, y huirán como ante la espada, y caerán sin que nadie los persiga.

    37 Tropezarán los unos con los otros como si huyeran ante la espada, aunque nadie los persiga; y no podréis resistir delante de vuestros enemigos.

    38 Y pereceréis entre las naciones, y la tierra de vuestros enemigos os consumirá.

    39 Y los que queden de vosotros decaerán en las tierras de vuestros enemigos por su iniquidad; y por la iniquidad de sus padres decaerán con ellos.

    40 Y confesarán su iniquidad, y la iniquidad de sus padres, por su prevaricación con que prevaricaron contra mí; y también porque anduvieron conmigo en oposición,

    41 yo también habré andado en contra de ellos, y los habré hecho entrar en la tierra de sus enemigos; y entonces se humillará su corazón incircunciso, y reconocerán su pecado.

    42 Entonces yo me acordaré de mi pacto con Jacob, y asimismo de mi pacto con Isaac, y también de mi pacto con Abraham me acordaré, y haré memoria de la tierra.

    43 Pero la tierra será abandonada por ellos, y gozará sus días de reposo, estando desierta a causa de ellos; y entonces se someterán al castigo de sus iniquidades; por cuanto menospreciaron mis ordenanzas, y su alma tuvo fastidio de mis estatutos.

    Jeremías profetizó que Dios castigaría la idolatría del pueblo mediante la devastación del país y la servidumbre de Israel en Babilonia durante 70 años (Jer. 25:7-11). 

    Jeremías 25:7-11

    7 Pero no me habéis oído, dice Jehová, para provocarme a ira con la obra de vuestras manos para mal vuestro.

    8 Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos: Por cuanto no habéis oído mis palabras,

    9 he aquí enviaré y tomaré a todas las tribus del norte, dice Jehová, y a Nabucodonosor rey de Babilonia, mi siervo, y los traeré contra esta tierra y contra sus moradores, y contra todas estas naciones en derredor; y los destruiré, y los pondré por escarnio y por burla y en desolación perpetua.

    10 Y haré que desaparezca de entre ellos la voz de gozo y la voz de alegría, la voz de desposado y la voz de desposada, ruido de molino y luz de lámpara.

    11 Toda esta tierra será puesta en ruinas y en espanto; y servirán estas naciones al rey de Babilonia setenta años.

    El autor de Crónicas confirma que la violación de la Ley y la profanación del Templo hicieron sobrevenir sobre los judíos, como Jeremías lo había predicho, el exilio de 70 años, y que durante este período la tierra de Israel disfrutó de sus sábados y reposó (2 Cr. 36:14, 16, 20, 21). 

    2 Crónicas 36:14, 16, 20, 21

    14 También todos los principales sacerdotes, y el pueblo, aumentaron la iniquidad, siguiendo todas las abominaciones de las naciones, y contaminando la casa de Jehová, la cual él había santificado en Jerusalén.

    16 Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio.

    20 Los que escaparon de la espada fueron llevados cautivos a Babilonia; y fueron siervos de él y de sus hijos, hasta que vino el reino de los Persas;

    21 Para que se cumpliese la palabra de Jehová por la boca de Jeremías, hasta que la tierra hubo gozado de reposo; porque todo el tiempo de su asolamiento reposó, hasta que los setenta años fueron cumplidos.

    (E) El sábado y el cristianismo. En los Evangelios y Hechos, el sábado es frecuentemente mencionado en relación con los judíos. En el resto del NT es citado sólo en dos ocasiones (Col. 2:16; He. 4:4) para indicar su significado espiritual y tipológico. 

    Colosenses 2:16 

    16 Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo,

    Hebreos 4:4

    4 Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día.

    En estos dos pasajes no se afirma en absoluto que debamos observarlo, sino que en la institución sabática del AT podemos ver una imagen del reposo que espera al pueblo de Dios. Al haber sido comprados con la sangre preciosa de Cristo, todo nuestro tiempo y ser pertenece a Dios. 

    Nadie debe ser juzgado por la observancia de una fiesta, de una luna nueva ni de sábados (Col. 2:16). 

    Colosenses 2:16

    16 Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo,

    En los primeros años de la Iglesia cristiana, había creyentes que seguían haciendo distinción entre días, en tanto que otros los estimaban todos iguales (Ro. 14:5); 

    Romanos 14:5

    5 Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente.

    Pablo no desea que estas divergencias provoquen un quebrantamiento en el espíritu fraternal. Pero era también normal que la observancia legal del día séptimo dejara paso al reposo constante en Cristo, del que el reposo hebdomadario era sólo una sombra (Col. 2:17). 

    Colosenses 2:17

    17 todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.

    Los que creen, entrarán en este reposo, en el que en principio ya están por la fe (cfr. He. 4:3), pero cuyo cumplimiento definitivo está aún en el futuro (cfr. He. 4:9). 

    Hebreos 4:3

    3 Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo: Por tanto, juré en mi ira, No entrarán en mi reposo; aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo.

    Hebreos 4:9

    9 Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios.

    Es deseable que, a fin de tener el tiempo libre deseado para poder frecuentar el culto (He. 10:25) y en vista de un buen equilibrio físico, los cristianos tomen el domingo como festivo, el día del Señor. 

    Hebreos 10:25

    25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

    Sin embargo, no se trata de un cumplimiento legal del cuarto mandamiento, que es de carácter ceremonial y no correspondiente a la dispensación de la gracia. La verdadera obediencia a Dios por parte del cristiano consiste en vivir todos los días en el reposo espiritual descrito en Hebreos caps. 3 y 4, permitiendo que el Señor sea quien obre en ellos y por medio de ellos. (Véase DOMINGO.) 

    Hebreos 3

    Jesús es superior a Moisés

    1 Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús;

    2 el cual es fiel al que le constituyó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios.

    3 Porque de tanto mayor gloria que Moisés es estimado digno éste, cuanto tiene mayor honra que la casa el que la hizo.

    4 Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios.

    5 Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir;

    6 pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.

    El reposo del pueblo de Dios

    7 Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz,

    8 No endurezcáis vuestros corazones, Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto,

    9 Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, Y vieron mis obras cuarenta años.

    10 A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, Y dije: Siempre andan vagando en su corazón, Y no han conocido mis caminos.

    11 Por tanto, juré en mi ira: No entrarán en mi reposo.

    12 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;

    13 antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.

    14 Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio,

    15 entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación.

    16 ¿Quiénes fueron los que, habiendo oído, le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de Moisés?

    17 ¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto?

    18 ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron?

    19 Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad.

    Hebreos 4

    1 Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado.

    2 Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.

    3 Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo: Por tanto, juré en mi ira, No entrarán en mi reposo; aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo.

    4 Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día.

    5 Y otra vez aquí: No entrarán en mi reposo.

    6 Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia,

    7 otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones.

    8 Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día.

    9 Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios.

    10 Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas.

    11 Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia.

    12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

    13 Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.

    Jesús el gran sumo sacerdote

    14 Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.

    15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

    16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

    Bibliografía: 

    Chafer, L. S.: «Teología Sistemática» (Publicaciones Españolas, Dalton, Ga., 1974, esp. tomo II, PP. 104-126 y 710-718); Darby, J. N.: «The Sabbath», en The Collected Writings of J. N. Darby, vol, 10, PP. 270-303 (Stow Hill Bible and Tract Depot, Kingston-on-Thames, reimpr. 1964); cfr. también op. cit., vol. 14, PP. 349-357; 

    Pressensé, E. de: «Histoire des trois premiers siècles de l’Église chrétienne »(Ch. Meyrueis, París, 1870, vol. II, esp. PP. 362 ss.).

    VÉASE: Qumrán , Jubileo , Domingo
  • DICCIONARIO
Comparte este sitio
  • Sábado

    vet, = «reposo», «cesación de actividad». Día de reposo instituido divinamente para todos los hombres. 

    (A) Origen. Según el relato de la creación, Dios reposó en el día séptimo de toda Su obra, y lo bendijo y santificó (Gn. 2:2-3). 

    Génesis 2:2-3

    2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.

    3 Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.

    El término «Sabattu» se halla en cuneiforme sobre las tabletas babilónicas; parece designar un día nefasto, y se aplica también a los días 14, 19, 21 y 28 del mes lunar, además de al séptimo. Durante estos días, el rey se debía abstener de ciertas actividades. Se puede ver cómo una tal concepción estaba bien alejada del sábado israelita, que no dependía en absoluto de las fases de la luna. 

    (B) Institución y objeto: La primera mención de la institución para Israel de un séptimo día de reposo, consagrado a Jehová, se halla en Éx. 16:23-30

    Éxodo 16:23-30

    23 Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo día de reposo, el reposo consagrado a Jehová; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana.

    24 Y ellos lo guardaron hasta la mañana, según lo que Moisés había mandado, y no se agusanó, ni hedió.

    25 Y dijo Moisés: Comedlo hoy, porque hoy es día de reposo para Jehová; hoy no hallaréis en el campo.

    26 Seis días lo recogeréis; mas el séptimo día es día de reposo; en él no se hallará.

    27 Y aconteció que algunos del pueblo salieron en el séptimo día a recoger, y no hallaron.

    28 Y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes?

    29 Mirad que Jehová os dió el día de reposo, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día.

    30 Así el pueblo reposó el séptimo día.

    Esta ordenanza fue después incluida en el cuarto mandamiento del Decálogo, estableciéndose allí de manera directa su relación con el cese de la actividad creadora en el séptimo día (Éx. 20:8-11, 31:13-17). 

    Éxodo 20:8-11

    8 Acuérdate del día de reposo para santificarlo.

    9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;

    10 mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.

    11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.

    Éxodo 31:13-17

    13 Tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico.

    14 Así que guardaréis el día de reposo, porque santo es a vosotros; el que lo profanare, de cierto morirá; porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella persona será cortada de en medio de su pueblo.

    15 Seis días se trabajará, mas el día séptimo es día de reposo consagrado a Jehová; cualquiera que trabaje en el día de reposo, ciertamente morirá.

    16 Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo.

    17 Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó.

    Dios cesó Su obra contemplándola y bendiciéndola; el hombre es llamado a participar de esta bendición, y a cesar también en sus obras, en este día santificado. El reposo del sábado queda así ligado al cumplimiento entero de la obra del hombre: «Seis días trabajarás, y harás toda tu obra.» Por otra parte, según Dt. 5:15, el sábado recuerda la liberación de la esclavitud de Egipto: el pueblo se puede gozar de la libertad que le ha otorgado la poderosa mano de Dios. 

    Deuteronomio 5:15

    15 Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo.

    Todos deben participar de este reposo: padres, hijos, siervos, extranjeros, e incluso las bestias de carga y tiro (Dt. 5:14). 

    Deuteronomio 5:14

    14 mas el séptimo día es reposo a Jehová tu Dios; ninguna obra harás tú,ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu siervo y tu sierva como tú.

    El sábado vino a ser un signo peculiar del pacto perpetuo celebrado por el Señor con Israel (Éx. 31:13, 16-17). 

    Éxodo 31:13, 16-17

    13 Tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico.

    16 Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo.

    17 Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó.

    (C) Observancia del sábado. 

    (I) El Decálogo prohibía de manera general llevar a cabo ninguna obra durante este día (Éx. 20:10). 

    Éxodo 20:10

    10 mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.

    La Ley especifica que no se debe encender fuego en las casas, porque las comidas deben ser preparadas el día anterior (Éx. 35:2-3). 

    Éxodo 35:2-3

    2 Seis días se trabajará, mas el día séptimo os será santo, día de reposo para Jehová; cualquiera que en él hiciere trabajo alguno, morirá.

    3 No encenderéis fuego en ninguna de vuestras moradas en el día de reposo.

    El hecho de recoger leña queda considerado como una violación del sábado, y los transgresores son castigados con la muerte (Nm. 15:32-36); de la misma manera, está prohibido llevar cargas (Jer. 17:21-22). 

    Números 15:32-36

    Lapidación de un violador del día de reposo

    32 Estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron a un hombre que recogía leña en día de reposo.

    33 Y los que le hallaron recogiendo leña, lo trajeron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación;

    34 y lo pusieron en la cárcel, porque no estaba declarado qué se le había de hacer.

    35 Y Jehová dijo a Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre; apedréelo toda la congregación fuera del campamento.

    36 Entonces lo sacó la congregación fuera del campamento, y lo apedrearon, y murió, como Jehová mandó a Moisés.

    Jeremías 17:21-22

    21 Así ha dicho Jehová: Guardaos por vuestra vida de llevar carga en el día de reposo, y de meterla por las puertas de Jerusalén.

    22 Ni saquéis carga de vuestras casas en el día de reposo, ni hagáis trabajo alguno, sino santificad el día de reposo, como mandé a vuestros padres.

    Se consideró que viajar durante el sábado era contrario a Éx. 16:29, y que tampoco estaba permitido comerciar (Neh. 10:10-31; 13:15-21; Am. 8:5). 

    Éxodo 16:29

    29 Mirad que Jehová os dió el día de reposo, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día.

    Nehemías 10:10-31 

    10 y sus hermanos Sebanías, Hodías, Kelita, Pelaías, Hanán,

    11 Micaía, Rehob, Hasabías,

    12 Zacur, Serebías, Sebanías,

    13 Hodías, Bani y Beninu.

    14 Los cabezas del pueblo: Paros, Pahat-moab, Elam, Zatu, Bani,

    15 Buni, Azgad, Bebai,

    16 Adonías, Bigvai, Adín,

    17 Ater, Ezequías, Azur,

    18 Hodías, Hasum, Bezai,

    19 Harif, Anatot, Nebai,

    20 Magpías, Mesulam, Hezir,

    21 Mesezabeel, Sadoc, Jadúa,

    22 Pelatías, Hanán, Anaías,

    23 Oseas, Hananías, Hasub,

    24 Halohes, Pilha, Sobec,

    25 Rehum, Hasabna, Maasías,

    26 Ahías, Hanán, Anán,

    27 Maluc, Harim y Baana.

    28 Y el resto del pueblo, los sacerdotes, levitas, porteros y cantores, los sirvientes del templo, y todos los que se habían apartado de los pueblos de las tierras a la ley de Dios, con sus mujeres, sus hijos e hijas, todo el que tenía comprensión y discernimiento,

    29 se reunieron con sus hermanos y sus principales, para protestar y jurar que andarían en la ley de Dios, que fue dada por Moisés siervo de Dios, y que guardarían y cumplirían todos los mandamientos, decretos y estatutos de Jehová nuestro Señor.

    30 Y que no daríamos nuestras hijas a los pueblos de la tierra, ni tomaríamos sus hijas para nuestros hijos.

    31 Asimismo, que si los pueblos de la tierra trajesen a vender mercaderías y comestibles en día de reposo, nada tomaríamos de ellos en ese día ni en otro día santificado; y que el año séptimo dejaríamos descansar la tierra, y remitiríamos toda deuda.

    Nehemías 13:15-21 

    15 En aquellos días vi en Judá a algunos que pisaban en lagares en el día de reposo, y que acarreaban haces, y cargaban asnos con vino, y también de uvas, de higos y toda suerte de carga, y que traían a Jerusalén en día de reposo; y los amonesté acerca del día en que vendían las provisiones.

    16 También había en la ciudad tirios que traían pescado y toda mercadería, y vendían en día de reposo a los hijos de Judá en Jerusalén.

    17 Y reprendí a los señores de Judá y les dije: ¿Qué mala cosa es esta que vosotros hacéis, profanando así el día de reposo?

    18 ¿No hicieron así vuestros padres, y trajo nuestro Dios todo este mal sobre nosotros y sobre esta ciudad? ¿Y vosotros añadís ira sobre Israel profanando el día de reposo?

    19 Sucedió, pues, que cuando iba oscureciendo a las puertas de Jerusalén antes del día de reposo, dije que se cerrasen las puertas, y ordené que no las abriesen hasta después del día de reposo; y puse a las puertas algunos de mis criados, para que en día de reposo no introdujeran carga.

    20 Y se quedaron fuera de Jerusalén una y dos veces los negociantes y los que vendían toda especie de mercancía.

    21 Y les amonesté y les dije: ¿Por qué os quedáis vosotros delante del muro? Si lo hacéis otra vez, os echaré mano. Desde entonces no vinieron en día de reposo.

    Amós 8:5

    5 diciendo: ¿Cuándo pasará el mes, y venderemos el trigo; y la semana, y abriremos los graneros del pan, y achicaremos la medida, y subiremos el precio, y falsearemos con engaño la balanza,

    (II) El sábado era el día consagrado al Señor (Éx. 16:23; 35:2). 

    Éxodo 16:23 

    23 Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo día de reposo, el reposo consagrado a Jehová; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana.

    Éxodo 35:2

    2 Seis días se trabajará, mas el día séptimo os será santo, día de reposo para Jehová; cualquiera que en él hiciere trabajo alguno, morirá.

    Se debían inmolar, en el santuario, dos corderos, además del holocausto perpetuo de los días ordinarios (Nm. 28:9-10, 13). 

    Números 28:9-10, 13

    Ofrendas mensuales y del día de reposo

    9 Mas el día de reposo, dos corderos de un año sin defecto, y dos décimas de flor de harina amasada con aceite, como ofrenda, con su libación.

    10 Es el holocausto de cada día de reposo, además del holocausto continuo y su libación.

    13 y una décima de flor de harina amasada con aceite, en ofrenda que se ofrecerá con cada cordero; holocausto de olor grato, ofrenda encendida a Jehová.

    Los dos panes de la proposición eran renovados cada sábado (Lv. 24:5-8; 1 Cr. 9:32). 

    Levítico 24:5-8 

    El pan de la proposición

    5 Y tomarás flor de harina, y cocerás de ella doce tortas; cada torta será de dos décimas de efa.

    6 Y las pondrás en dos hileras, seis en cada hilera, sobre la mesa limpia delante de Jehová.

    7 Pondrás también sobre cada hilera incienso puro, y será para el pan como perfume, ofrenda encendida a Jehová.

    8 Cada día de reposo lo pondrá continuamente en orden delante de Jehová, en nombre de los hijos de Israel, como pacto perpetuo.

    1 Crónicas 9:32

    32 Y algunos de los hijos de Coat, y de sus hermanos, tenían a su cargo los panes de la proposición, los cuales ponían por orden cada día de reposo.

    El sábado era asimismo contado entre los días de gozo de Israel (Nm. 10:10; cfr. Os. 2:13). 

    Números 10:10 

    10 Y en el día de vuestra alegría, y en vuestras solemnidades, y en los principios de vuestros meses, tocaréis las trompetas sobre vuestros holocaustos, y sobre los sacrificios de paz, y os serán por memoria delante de vuestro Dios. Yo Jehová vuestro Dios.

    Oseas 2:13

    13 Y la castigaré por los días en que incensaba a los baales, y se adornaba de sus zarcillos y de sus joyeles, y se iba tras sus amantes y se olvidaba de mí, dice Jehová.

    El pueblo tenía que hacer de él su delicia, para tratar de manera particular en este día hacer la voluntad del Señor, santificándolo y honrándolo; el hombre piadoso se cuidaba en aquel día de no hacer su propia voluntad ni decir lo que le salía de sí (Is. 58:13). 

    Isaías 58:13

    13 Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras,

    Era bendecido, santificado por su búsqueda de Dios, y proclamado feliz (Is. 56:2, 4-6; Ez. 20:12, 21). 

    Isaías 56:2, 4-6 

    2 Bienaventurado el hombre que hace esto, y el hijo de hombre que lo abraza; que guarda el día de reposo para no profanarlo, y que guarda su mano de hacer todo mal.

    4 Porque así dijo Jehová: A los eunucos que guarden mis días de reposo, y escojan lo que yo quiero, y abracen mi pacto,

    5 yo les daré lugar en mi casa y dentro de mis muros, y nombre mejor que el de hijos e hijas; nombre perpetuo les daré, que nunca perecerá.

    6 Y a los hijos de los extranjeros que sigan a Jehová para servirle, y que amen el nombre de Jehová para ser sus siervos; a todos los que guarden el día de reposo para no profanarlo, y abracen mi pacto,

    Ezequiel 20:12, 21

    12 Y les di también mis días de reposo, para que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico.

    21 Mas los hijos se rebelaron contra mí; no anduvieron en mis estatutos, ni guardaron mis decretos para ponerlos por obra, por los cuales el hombre que los cumpliere vivirá; profanaron mis días de reposo. Dije entonces que derramaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en el desierto.

    Es especialmente después del cautiverio que la observancia del sábado cayó en un legalismo extremado. Antíoco Epifanes, el rey perseguidor de Siria, intentó prohibir su celebración (1 Mac. 1:45, 52; 2 Mac. 6:6), pero los israelitas que permanecieron fieles se rebelaron bajo el caudillaje de los Macabeos, manteniéndose estrictos observantes de esta ordenanza. 

    Al principio de la guerra, los judíos creían que no tenían derecho a defenderse durante el sábado. Las hostilidades comenzaron con la matanza de 1.000 patriotas judíos y de sus familias. Los supervivientes, resolvieron defenderse si el enemigo los atacaba en día de sábado, pero no pasar a la ofensiva en este día (1 Mac. 2:31-41), incluso si tal actitud favorecía el avance de los paganos. 

    Más tarde, durante el asedio de Jerusalén, Pompeyo erigió, durante un sábado, arietes y torres. Los judíos no respondieron a la amenaza. Apenas si el sábado había ya acabado, los romanos abrieron una brecha en las murallas (Ant. 14:4, 2 y 3). 

    En la época de Cristo, los fariseos habían dispuesto normas ridículas acerca del sábado, prohibiendo incluso los gestos de misericordia, y combatían a Jesús porque efectuaba curaciones en sábado. Sin embargo, los fariseos no consideraban contra la Ley salvar un buey, un asno o una oveja en día de sábado, ni se privaban de abrevar a sus animales (Mt. 12:9-13; Lc. 13:10-17). 

    Mateo 12:9-13 

    El hombre de la mano seca

    9 Pasando de allí, vino a la sinagoga de ellos.

    10 Y he aquí había allí uno que tenía seca una mano; y preguntaron a Jesús, para poder acusarle: ¿Es lícito sanar en el día de reposo?

    11 El les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si ésta cayere en un hoyo en día de reposo, no le eche mano, y la levante?

    12 Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Por consiguiente, es lícito hacer el bien en los días de reposo.

    13 Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada sana como la otra.

    Lucas 13:10-17

    Jesús sana a una mujer en el día de reposo

    10 Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo;

    11 y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar.

    12 Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad.

    13 Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios.

    14 Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo, dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo.

    15 Entonces el Señor le respondió y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en el día de reposo su buey o su asno del pesebre y lo lleva a beber?

    16 Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo?

    17 Al decir él estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios; pero todo el pueblo se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por él.

    Los fariseos no se opusieron sólo a las curaciones, sino también a la recogida fortuita de algunas espigas por parte de los discípulos de Jesús en sábado. El Señor declaró entonces: «El día de reposo fue hecho a causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo» (Mr. 2:23-28). 

    Marcos 2:23-28

    Los discípulos recogen espigas en el día de reposo

    23 Aconteció que al pasar él por los sembrados un día de reposo, sus discípulos, andando, comenzaron a arrancar espigas.

    24 Entonces los fariseos le dijeron: Mira, ¿por qué hacen en el día de reposo lo que no es lícito?

    25 Pero él les dijo: ¿Nunca leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y sintió hambre, él y los que con él estaban;

    26 cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con él estaban?

    27 También les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo.

    28 Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.

    Por lo que respecta a los esenios, su postura era exacerbada. No podían socorrer a un animal que cayera en un hoyo; ni siquiera podían aliviar las necesidades fisiológicas, por cuanto sus normas les prohibían hacerlo en Jerusalén, y la distancia a que tenían que ir fuera de la ciudad era superior a la de un día de sábado (véase QUMRÁN [ROLLOS DE], 

    VI, Qumrán y los esenios). 

    (D) Ciclos sabáticos. Además del séptimo día, había períodos regulares consagrados al reposo, a la adoración de Jehová, a la proclamación de la libertad. Había: el primer día del mes séptimo (Lv. 23:24-25); en este mismo mes, el día décimo (Lv. 23:27, 32), y a partir del día 15, se pasaba una semana bajo los tabernáculos (Lv. 23:39-41); cada siete años se celebraba un año sabático (Éx. 23:10-11; Lv. 25:2-7, 20-22; Dt. 15:1-4; 31:10), durante el cual la tierra misma debía reposar, y los acreedores liberar a sus deudores de sus deudas; todo israelita reducido a la condición de esclavo recuperaba su libertad. 

    Levítico 23:24-25

    24 Habla a los hijos de Israel y diles: En el mes séptimo, al primero del mes tendréis día de reposo, una conmemoración al son de trompetas, y una santa convocación.

    25 Ningún trabajo de siervos haréis; y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová.

    Levítico 23:27, 32

    27 A los diez días de este mes séptimo será el día de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová.

    32 Día de reposo será a vosotros, y afligiréis vuestras almas, comenzando a los nueve días del mes en la tarde; de tarde a tarde guardaréis vuestro reposo.

    Levítico 23:39-41

    39 Pero a los quince días del mes séptimo, cuando hayáis recogido el fruto de la tierra, haréis fiesta a Jehová por siete días; el primer día será de reposo, y el octavo día será también día de reposo.

    40 Y tomaréis el primer día ramas con fruto de árbol hermoso, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos, y os regocijaréis delante de Jehová vuestro Dios por siete días.

    41 Y le haréis fiesta a Jehová por siete días cada año; será estatuto perpetuo por vuestras generaciones; en el mes séptimo la haréis.

    Éxodo 23:10-11 

    10 Seis años sembrarás tu tierra, y recogerás su cosecha;

    11 mas el séptimo año la dejarás libre, para que coman los pobres de tu pueblo; y de lo que quedare comerán las bestias del campo; así harás con tu viña y con tu olivar.

    Levítico 25:2-7, 20-22 

    2 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, la tierra guardará reposo para Jehová.

    3 Seis años sembrarás tu tierra, y seis años podarás tu viña y recogerás sus frutos.

    4 Pero el séptimo año la tierra tendrá descanso, reposo para Jehová; no sembrarás tu tierra, ni podarás tu viña.

    5 Lo que de suyo naciere en tu tierra segada, no lo segarás, y las uvas de tu viñedo no vendimiarás; año de reposo será para la tierra.

    6 Mas el descanso de la tierra te dará para comer a ti, a tu siervo, a tu sierva, a tu criado, y a tu extranjero que morare contigo;

    7 y a tu animal, y a la bestia que hubiere en tu tierra, será todo el fruto de ella para comer.

    20 Y si dijereis: ¿Qué comeremos el séptimo año? He aquí no hemos de sembrar, ni hemos de recoger nuestros frutos;

    21 entonces yo os enviaré mi bendición el sexto año, y ella hará que haya fruto por tres años.

    22 Y sembraréis el año octavo, y comeréis del fruto añejo; hasta el año noveno, hasta que venga su fruto, comeréis del añejo.

    Deuteronomio 15:1-4 

    El año de remisión

    1 Cada siete años harás remisión.

    2 Y esta es la manera de la remisión: perdonará a su deudor todo aquel que hizo empréstito de su mano, con el cual obligó a su prójimo; no lo demandará más a su prójimo, o a su hermano, porque es pregonada la remisión de Jehová.

    3 Del extranjero demandarás el reintegro; pero lo que tu hermano tuviere tuyo, lo perdonará tu mano,

    4 para que así no haya en medio de ti mendigo; porque Jehová te bendecirá con abundancia en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la tomes en posesión,

    Deuteronomio 31:10

    10 Y les mandó Moisés, diciendo: Al fin de cada siete años, en el año de la remisión, en la fiesta de los tabernáculos,

    Finalmente, el jubileo tenía lugar en el año cincuenta, después de siete ciclos de años sabáticos. Al final del año sabático se tocaba la trompeta para proclamar el año de gracia (Lv. 25:8-16). (Véase JUBILEO.) 

    Levítico 25:8-16

    8 Y contarás siete semanas de años, siete veces siete años, de modo que los días de las siete semanas de años vendrán a serte cuarenta y nueve años.

    9 Entonces harás tocar fuertemente la trompeta en el mes séptimo a los diez días del mes; el día de la expiación haréis tocar la trompeta por toda vuestra tierra.

    10 Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores; ese año os será de jubileo, y volveréis cada uno a vuestra posesión, y cada cual volverá a su familia.

    11 El año cincuenta os será jubileo; no sembraréis, ni segaréis lo que naciere de suyo en la tierra, ni vendimiaréis sus viñedos,

    12 porque es jubileo; santo será a vosotros; el producto de la tierra comeréis.

    13 En este año de jubileo volveréis cada uno a vuestra posesión.

    14 Y cuando vendiereis algo a vuestro prójimo, o comprareis de mano de vuestro prójimo, no engañe ninguno a su hermano.

    15 Conforme al número de los años después del jubileo comprarás de tu prójimo; conforme al número de los años de los frutos te venderá él a ti.

    16 Cuanto mayor fuere el número de los años, aumentarás el precio, y cuanto menor fuere el número, disminuirás el precio; porque según el número de las cosechas te venderá él.

    Hay algunos testimonios históricos acerca de la observancia del año sabático: el pacto concertado en la época de Nehemías (Neh. 10:31); 

    Nehemías 10:31

    31 Asimismo, que si los pueblos de la tierra trajesen a vender mercaderías y comestibles en día de reposo, nada tomaríamos de ellos en ese día ni en otro día santificado; y que el año séptimo dejaríamos descansar la tierra, y remitiríamos toda deuda.

    el año 150 de la era de los Seléucidas, esto es, el año 164-163 a.C. (1 Mac. 6:49, 53; cfr. Ant. 12:9, 5); el año 178 de los Seléucidas, el año 136-135 a.C. (Ant. 13:8, 1; Guerras 1:2, 4); el decreto de César librando a los judíos de pagar el tributo durante el año sabático (Ant. 14:10, 6; cfr. Tácito, Historias 5:4); el año 38-37 a.C. (Ant. 14:16, 2; 15:1, 2); y el año anterior a la caída de Jerusalén, 68-69 d.C. (Talmud). Cfr. asimismo Ant. 11:8, 5 para la época de Alejandro Magno. 

    El cautiverio había sido predicho entre las maldiciones; durante este tiempo la tierra de Israel disfrutaría de los sábados que no habían sido cumplidos (Lv. 26:34-43). 

    Levítico 26:34-43

    34 Entonces la tierra gozará sus días de reposo, todos los días que esté asolada, mientras vosotros estéis en la tierra de vuestros enemigos; la tierra descansará entonces y gozará sus días de reposo.

    35 Todo el tiempo que esté asolada, descansará por lo que no reposó en los días de reposo cuando habitabais en ella.

    36 Y a los que queden de vosotros infundiré en sus corazones tal cobardía, en la tierra de sus enemigos, que el sonido de una hoja que se mueva los perseguirá, y huirán como ante la espada, y caerán sin que nadie los persiga.

    37 Tropezarán los unos con los otros como si huyeran ante la espada, aunque nadie los persiga; y no podréis resistir delante de vuestros enemigos.

    38 Y pereceréis entre las naciones, y la tierra de vuestros enemigos os consumirá.

    39 Y los que queden de vosotros decaerán en las tierras de vuestros enemigos por su iniquidad; y por la iniquidad de sus padres decaerán con ellos.

    40 Y confesarán su iniquidad, y la iniquidad de sus padres, por su prevaricación con que prevaricaron contra mí; y también porque anduvieron conmigo en oposición,

    41 yo también habré andado en contra de ellos, y los habré hecho entrar en la tierra de sus enemigos; y entonces se humillará su corazón incircunciso, y reconocerán su pecado.

    42 Entonces yo me acordaré de mi pacto con Jacob, y asimismo de mi pacto con Isaac, y también de mi pacto con Abraham me acordaré, y haré memoria de la tierra.

    43 Pero la tierra será abandonada por ellos, y gozará sus días de reposo, estando desierta a causa de ellos; y entonces se someterán al castigo de sus iniquidades; por cuanto menospreciaron mis ordenanzas, y su alma tuvo fastidio de mis estatutos.

    Jeremías profetizó que Dios castigaría la idolatría del pueblo mediante la devastación del país y la servidumbre de Israel en Babilonia durante 70 años (Jer. 25:7-11). 

    Jeremías 25:7-11

    7 Pero no me habéis oído, dice Jehová, para provocarme a ira con la obra de vuestras manos para mal vuestro.

    8 Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos: Por cuanto no habéis oído mis palabras,

    9 he aquí enviaré y tomaré a todas las tribus del norte, dice Jehová, y a Nabucodonosor rey de Babilonia, mi siervo, y los traeré contra esta tierra y contra sus moradores, y contra todas estas naciones en derredor; y los destruiré, y los pondré por escarnio y por burla y en desolación perpetua.

    10 Y haré que desaparezca de entre ellos la voz de gozo y la voz de alegría, la voz de desposado y la voz de desposada, ruido de molino y luz de lámpara.

    11 Toda esta tierra será puesta en ruinas y en espanto; y servirán estas naciones al rey de Babilonia setenta años.

    El autor de Crónicas confirma que la violación de la Ley y la profanación del Templo hicieron sobrevenir sobre los judíos, como Jeremías lo había predicho, el exilio de 70 años, y que durante este período la tierra de Israel disfrutó de sus sábados y reposó (2 Cr. 36:14, 16, 20, 21). 

    2 Crónicas 36:14, 16, 20, 21

    14 También todos los principales sacerdotes, y el pueblo, aumentaron la iniquidad, siguiendo todas las abominaciones de las naciones, y contaminando la casa de Jehová, la cual él había santificado en Jerusalén.

    16 Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio.

    20 Los que escaparon de la espada fueron llevados cautivos a Babilonia; y fueron siervos de él y de sus hijos, hasta que vino el reino de los Persas;

    21 Para que se cumpliese la palabra de Jehová por la boca de Jeremías, hasta que la tierra hubo gozado de reposo; porque todo el tiempo de su asolamiento reposó, hasta que los setenta años fueron cumplidos.

    (E) El sábado y el cristianismo. En los Evangelios y Hechos, el sábado es frecuentemente mencionado en relación con los judíos. En el resto del NT es citado sólo en dos ocasiones (Col. 2:16; He. 4:4) para indicar su significado espiritual y tipológico. 

    Colosenses 2:16 

    16 Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo,

    Hebreos 4:4

    4 Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día.

    En estos dos pasajes no se afirma en absoluto que debamos observarlo, sino que en la institución sabática del AT podemos ver una imagen del reposo que espera al pueblo de Dios. Al haber sido comprados con la sangre preciosa de Cristo, todo nuestro tiempo y ser pertenece a Dios. 

    Nadie debe ser juzgado por la observancia de una fiesta, de una luna nueva ni de sábados (Col. 2:16). 

    Colosenses 2:16

    16 Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo,

    En los primeros años de la Iglesia cristiana, había creyentes que seguían haciendo distinción entre días, en tanto que otros los estimaban todos iguales (Ro. 14:5); 

    Romanos 14:5

    5 Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente.

    Pablo no desea que estas divergencias provoquen un quebrantamiento en el espíritu fraternal. Pero era también normal que la observancia legal del día séptimo dejara paso al reposo constante en Cristo, del que el reposo hebdomadario era sólo una sombra (Col. 2:17). 

    Colosenses 2:17

    17 todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.

    Los que creen, entrarán en este reposo, en el que en principio ya están por la fe (cfr. He. 4:3), pero cuyo cumplimiento definitivo está aún en el futuro (cfr. He. 4:9). 

    Hebreos 4:3

    3 Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo: Por tanto, juré en mi ira, No entrarán en mi reposo; aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo.

    Hebreos 4:9

    9 Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios.

    Es deseable que, a fin de tener el tiempo libre deseado para poder frecuentar el culto (He. 10:25) y en vista de un buen equilibrio físico, los cristianos tomen el domingo como festivo, el día del Señor. 

    Hebreos 10:25

    25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

    Sin embargo, no se trata de un cumplimiento legal del cuarto mandamiento, que es de carácter ceremonial y no correspondiente a la dispensación de la gracia. La verdadera obediencia a Dios por parte del cristiano consiste en vivir todos los días en el reposo espiritual descrito en Hebreos caps. 3 y 4, permitiendo que el Señor sea quien obre en ellos y por medio de ellos. (Véase DOMINGO.) 

    Hebreos 3

    Jesús es superior a Moisés

    1 Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús;

    2 el cual es fiel al que le constituyó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios.

    3 Porque de tanto mayor gloria que Moisés es estimado digno éste, cuanto tiene mayor honra que la casa el que la hizo.

    4 Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios.

    5 Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir;

    6 pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.

    El reposo del pueblo de Dios

    7 Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz,

    8 No endurezcáis vuestros corazones, Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto,

    9 Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, Y vieron mis obras cuarenta años.

    10 A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, Y dije: Siempre andan vagando en su corazón, Y no han conocido mis caminos.

    11 Por tanto, juré en mi ira: No entrarán en mi reposo.

    12 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;

    13 antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.

    14 Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio,

    15 entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación.

    16 ¿Quiénes fueron los que, habiendo oído, le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de Moisés?

    17 ¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto?

    18 ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron?

    19 Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad.

    Hebreos 4

    1 Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado.

    2 Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.

    3 Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo: Por tanto, juré en mi ira, No entrarán en mi reposo; aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo.

    4 Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día.

    5 Y otra vez aquí: No entrarán en mi reposo.

    6 Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia,

    7 otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones.

    8 Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día.

    9 Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios.

    10 Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas.

    11 Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia.

    12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

    13 Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.

    Jesús el gran sumo sacerdote

    14 Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.

    15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

    16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

    Bibliografía: 

    Chafer, L. S.: «Teología Sistemática» (Publicaciones Españolas, Dalton, Ga., 1974, esp. tomo II, PP. 104-126 y 710-718); Darby, J. N.: «The Sabbath», en The Collected Writings of J. N. Darby, vol, 10, PP. 270-303 (Stow Hill Bible and Tract Depot, Kingston-on-Thames, reimpr. 1964); cfr. también op. cit., vol. 14, PP. 349-357; 

    Pressensé, E. de: «Histoire des trois premiers siècles de l’Église chrétienne »(Ch. Meyrueis, París, 1870, vol. II, esp. PP. 362 ss.).

    VÉASE:
    Qumrán , Jubileo , Domingo
Comparte este sitio
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información y limitar el uso de cookies en nuestra política de cookies.