Diccionario
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  • Carismas

    Transliteración de la palabra griega «Charis», que significa «don, regalo, gracia, favor, poder, oficio, misión». 

    Son dones que, procedentes de Cristo ascendido, Cabeza de la iglesia, son distribuidos por el Espíritu Santo. 

    Todos los creyentes, habiendo recibido la unción del Espíritu (Ap. 1:6; 2 Co. 1:21; 1 Jn. 2:20, 27), son receptores de el/los don/es del Espíritu (o dones espirituales), que son capacidades sobrenaturales concedidas a cada creyente, en vista del servicio y función que tienen dentro del cuerpo de Cristo (1 Co. 12:7, 11). 

    Apocalipsis 1:6 

    6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.

    2 Corintios 1:21 

    21 Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios,

    1 Juan 2:20, 27

    20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.

    27 Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.

    1 Corintios 12:7, 11

    7 Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.

    11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.

    Pablo da relación de un cierto número de estos dones: sabiduría, conocimiento (1 Co. 12:8), fe, sanidades (1 Co. 12:9), milagros, profecía, discernimiento de espíritus, lenguas e interpretación (1 Co. 12:10). 

    1 Corintios 12:8

    8 Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;

    1 Corintios 12:9

    9 a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.

    1 Corintios 12:10

    10 A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.

    En otro sentido, las personas son los dones a la iglesia (1 Co. 12:28; cp. Ef. 4:8, 11, 12), y la palabra usada para denotarlos es «doma»; se trata entonces de apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros (Ef. 4:11). 

    1 Corintios 12:28 

    28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.

    Efesios 4:8, 11, 12

    8 Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres.

    11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,

    12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,

    Efesios 4:11

    11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,

    Estos dones relacionados en Efesios tienen como propósito «perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios...» (Ef. 4:12, 13, etc.). 

    Efesios 4:12, 13

    12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,

    13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;

    Es evidente que unos dones, como los apóstoles, ya no están entre nosotros; pero nos quedan sus enseñanzas en las Escrituras (cp. Hch. 20:32; 2 P. 13-15; 3:15-18). 

    Hechos 20:32 

    32 Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados.

    2 Pedro 3:13-15 

    13 Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.

    14 Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.

    15 Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito,

    2 Pedro 3:15-18

    15 Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito,

    16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición.

    17 Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza.

    18 Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.

    Lo que sí podemos tener por cierto es que, sean cuales fueren las tareas dadas, Dios dará la capacidad de cumplirlas. Tenemos en las Escrituras cuatro listas de carismas o dones del Espíritu. 

    Aunque muchos deducen de estos cuatro catálogos que no tenemos aquí la lista completa de carismas, es bueno recordar lo que dice el apóstol Pablo en 2 Ti. 3:16-17, y lo expresado en el párrafo anterior. 

    2 Timoteo 3:16-17

    16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,

    17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

    Con respecto a los dones de sanidades, milagros, profecía, don de lenguas, etc., hay dos posturas básicas: 

    (a) que siguen con nosotros; 

    (b) que cumplieron su objetivo de testimonio y acreditación al nuevo testimonio que Dios estaba levantando después del cierre del canon de las Escrituras, y que ya no operan en la actualidad. Primeramente debemos señalar que todos y cada uno de los dones dados por el Espíritu son milagrosos, y no sólo los de manifestación externa espectacular como los de milagros, sanidades y lenguas. 

    Dios es soberano en cuanto a en qué épocas da unos o no de una manera concreta. Los dones externos y espectaculares fueron dados en profusión en la época en que el Evangelio y el Nuevo Pacto debían ser acreditados (He. 2:4), y lo fueron con señales externas jamás renovadas (Hch. 2:1-3; 4:31). 

    Hebreos 2:4

    4 testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.

    Hechos 2:1-3 

    La venida del Espíritu Santo

    1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.

    2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;

    3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.

    Hechos 4:31

    31 Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.

    En la actualidad puede, ciertamente, manifestar Su poder, siempre según Su voluntad; de hecho, la mayor parte de los dones (sabiduría, ciencia o conocimiento, fe, evangelistas, ayudas, liberalidad) nunca han dejado de ser otorgados. 

    En cambio, si bien Dios cura a ciertos enfermos, bien mediante siervos suyos o directamente, no se ha dado a nadie, que se sepa, que pueda curar a todos (que era la característica del don de Cristo y de Sus apóstoles: cp. Mt. 10:8; Mr. 6:56; Lc. 4:40; 6:19; 9:11; Hch. 5:16). 

    Mateo 10:8 

    8 Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.

    Marcos 6:56 

    56 Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban quedaban sanos.

    Lucas 4:40 

    40 Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.

    Lucas 6:19 

    19 Y toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de él y sanaba a todos.

    Lucas 9:11 

    11 Y cuando la gente lo supo, le siguió; y él les recibió, y les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que necesitaban ser curados.

    Hechos 5:16

    16 Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados.

    Véanse LENGUAS (DON DE), MILAGROS, SANIDAD (DON DE). La iglesia de Corinto había recibido todos los dones, y 1 Corintios es la única epístola en la que se mencionan los dones externo-espectaculares (1 Co. 1:7; 12; 14); todo ello no impidió que los corintios fueran carnales ni su tendencia a formar partidos sectarios. Lo esencial es estar totalmente sometidos al Señor y a toda Su Palabra, poder discernir el don otorgado a cada uno, y permitir que el Señor nos use para el bien de la iglesia en su totalidad.

    1 Corintios 1:7 

    7 de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuesto Señor Jesucristo;

    1 Corintios 12

    Dones espirituales

    1 No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales.

    2 Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos.

    3 Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.

    4 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo.

    5 Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo.

    6 Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo.

    7 Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.

    8 Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;

    9 a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.

    10 A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.

    11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.

    12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.

    13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.

    14 Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos.

    15 Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?

    16 Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?

    17 Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato?

    18 Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso.

    19 Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?

    20 Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo.

    21 Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.

    22 Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios;

    23 y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro.

    24 Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba,

    25 para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros.

    26 De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.

    27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.

    28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.

    29 ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros?

    30 ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?

    31 Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente.

    1 Corintios 14

    El hablar en lenguas

    1 Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis.

    2 Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.

    3 Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.

    4 El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia.

    5 Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación.

    6 Ahora pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablare con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina?

    7 Ciertamente las cosas inanimadas que producen sonidos, como la flauta o la cítara, si no dieren distinción de voces, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la cítara?

    8 Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?

    9 Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire.

    10 Tantas clases de idiomas hay, seguramente, en el mundo, y ninguno de ellos carece de significado.

    11 Pero si yo ignoro el valor de las palabras, seré como extranjero para el que habla, y el que habla será como extranjero para mí.

    12 Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.

    13 Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla.

    14 Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto.

    15 ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.

    16 Porque si bendices sólo con el espíritu, el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho.

    17 Porque tú, a la verdad, bien das gracias; pero el otro no es edificado.

    18 Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros;

    19 pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida.

    20 Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar.

    21 En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor.

    22 Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes.

    23 Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?

    24 Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado;

    25 lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros.

    26 ¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación.

    27 Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete.

    28 Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios.

    29 Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen.

    30 Y si algo le fuere revelado a otro que estuviere sentado, calle el primero.

    31 Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados.

    32 Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas;

    33 pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos,

    34 vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice.

    35 Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación.

    36 ¿Acaso ha salido de vosotros la palabra de Dios, o sólo a vosotros ha llegado?

    37 Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor.

    38 Mas el que ignora, ignore.

    39 Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas;

    40 pero hágase todo decentemente y con orden.

    VÉASE: Lenguas (Don de) , Milagro , Sanidad (Don de)
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  • Carismas

    Transliteración de la palabra griega «Charis», que significa «don, regalo, gracia, favor, poder, oficio, misión». 

    Son dones que, procedentes de Cristo ascendido, Cabeza de la iglesia, son distribuidos por el Espíritu Santo. 

    Todos los creyentes, habiendo recibido la unción del Espíritu (Ap. 1:6; 2 Co. 1:21; 1 Jn. 2:20, 27), son receptores de el/los don/es del Espíritu (o dones espirituales), que son capacidades sobrenaturales concedidas a cada creyente, en vista del servicio y función que tienen dentro del cuerpo de Cristo (1 Co. 12:7, 11). 

    Apocalipsis 1:6 

    6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.

    2 Corintios 1:21 

    21 Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios,

    1 Juan 2:20, 27

    20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.

    27 Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.

    1 Corintios 12:7, 11

    7 Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.

    11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.

    Pablo da relación de un cierto número de estos dones: sabiduría, conocimiento (1 Co. 12:8), fe, sanidades (1 Co. 12:9), milagros, profecía, discernimiento de espíritus, lenguas e interpretación (1 Co. 12:10). 

    1 Corintios 12:8

    8 Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;

    1 Corintios 12:9

    9 a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.

    1 Corintios 12:10

    10 A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.

    En otro sentido, las personas son los dones a la iglesia (1 Co. 12:28; cp. Ef. 4:8, 11, 12), y la palabra usada para denotarlos es «doma»; se trata entonces de apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros (Ef. 4:11). 

    1 Corintios 12:28 

    28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.

    Efesios 4:8, 11, 12

    8 Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres.

    11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,

    12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,

    Efesios 4:11

    11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,

    Estos dones relacionados en Efesios tienen como propósito «perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios...» (Ef. 4:12, 13, etc.). 

    Efesios 4:12, 13

    12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,

    13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;

    Es evidente que unos dones, como los apóstoles, ya no están entre nosotros; pero nos quedan sus enseñanzas en las Escrituras (cp. Hch. 20:32; 2 P. 13-15; 3:15-18). 

    Hechos 20:32 

    32 Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados.

    2 Pedro 3:13-15 

    13 Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.

    14 Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.

    15 Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito,

    2 Pedro 3:15-18

    15 Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito,

    16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición.

    17 Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza.

    18 Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.

    Lo que sí podemos tener por cierto es que, sean cuales fueren las tareas dadas, Dios dará la capacidad de cumplirlas. Tenemos en las Escrituras cuatro listas de carismas o dones del Espíritu. 

    Aunque muchos deducen de estos cuatro catálogos que no tenemos aquí la lista completa de carismas, es bueno recordar lo que dice el apóstol Pablo en 2 Ti. 3:16-17, y lo expresado en el párrafo anterior. 

    2 Timoteo 3:16-17

    16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,

    17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

    Con respecto a los dones de sanidades, milagros, profecía, don de lenguas, etc., hay dos posturas básicas: 

    (a) que siguen con nosotros; 

    (b) que cumplieron su objetivo de testimonio y acreditación al nuevo testimonio que Dios estaba levantando después del cierre del canon de las Escrituras, y que ya no operan en la actualidad. Primeramente debemos señalar que todos y cada uno de los dones dados por el Espíritu son milagrosos, y no sólo los de manifestación externa espectacular como los de milagros, sanidades y lenguas. 

    Dios es soberano en cuanto a en qué épocas da unos o no de una manera concreta. Los dones externos y espectaculares fueron dados en profusión en la época en que el Evangelio y el Nuevo Pacto debían ser acreditados (He. 2:4), y lo fueron con señales externas jamás renovadas (Hch. 2:1-3; 4:31). 

    Hebreos 2:4

    4 testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.

    Hechos 2:1-3 

    La venida del Espíritu Santo

    1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.

    2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;

    3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.

    Hechos 4:31

    31 Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.

    En la actualidad puede, ciertamente, manifestar Su poder, siempre según Su voluntad; de hecho, la mayor parte de los dones (sabiduría, ciencia o conocimiento, fe, evangelistas, ayudas, liberalidad) nunca han dejado de ser otorgados. 

    En cambio, si bien Dios cura a ciertos enfermos, bien mediante siervos suyos o directamente, no se ha dado a nadie, que se sepa, que pueda curar a todos (que era la característica del don de Cristo y de Sus apóstoles: cp. Mt. 10:8; Mr. 6:56; Lc. 4:40; 6:19; 9:11; Hch. 5:16). 

    Mateo 10:8 

    8 Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.

    Marcos 6:56 

    56 Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban quedaban sanos.

    Lucas 4:40 

    40 Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.

    Lucas 6:19 

    19 Y toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de él y sanaba a todos.

    Lucas 9:11 

    11 Y cuando la gente lo supo, le siguió; y él les recibió, y les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que necesitaban ser curados.

    Hechos 5:16

    16 Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados.

    Véanse LENGUAS (DON DE), MILAGROS, SANIDAD (DON DE). La iglesia de Corinto había recibido todos los dones, y 1 Corintios es la única epístola en la que se mencionan los dones externo-espectaculares (1 Co. 1:7; 12; 14); todo ello no impidió que los corintios fueran carnales ni su tendencia a formar partidos sectarios. Lo esencial es estar totalmente sometidos al Señor y a toda Su Palabra, poder discernir el don otorgado a cada uno, y permitir que el Señor nos use para el bien de la iglesia en su totalidad.

    1 Corintios 1:7 

    7 de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuesto Señor Jesucristo;

    1 Corintios 12

    Dones espirituales

    1 No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales.

    2 Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos.

    3 Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.

    4 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo.

    5 Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo.

    6 Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo.

    7 Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.

    8 Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;

    9 a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.

    10 A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.

    11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.

    12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.

    13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.

    14 Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos.

    15 Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?

    16 Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?

    17 Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato?

    18 Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso.

    19 Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?

    20 Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo.

    21 Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.

    22 Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios;

    23 y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro.

    24 Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba,

    25 para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros.

    26 De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.

    27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.

    28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.

    29 ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros?

    30 ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?

    31 Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente.

    1 Corintios 14

    El hablar en lenguas

    1 Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis.

    2 Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.

    3 Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.

    4 El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia.

    5 Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación.

    6 Ahora pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablare con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina?

    7 Ciertamente las cosas inanimadas que producen sonidos, como la flauta o la cítara, si no dieren distinción de voces, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la cítara?

    8 Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?

    9 Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire.

    10 Tantas clases de idiomas hay, seguramente, en el mundo, y ninguno de ellos carece de significado.

    11 Pero si yo ignoro el valor de las palabras, seré como extranjero para el que habla, y el que habla será como extranjero para mí.

    12 Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.

    13 Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla.

    14 Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto.

    15 ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.

    16 Porque si bendices sólo con el espíritu, el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho.

    17 Porque tú, a la verdad, bien das gracias; pero el otro no es edificado.

    18 Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros;

    19 pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida.

    20 Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar.

    21 En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor.

    22 Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes.

    23 Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?

    24 Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado;

    25 lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros.

    26 ¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación.

    27 Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete.

    28 Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios.

    29 Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen.

    30 Y si algo le fuere revelado a otro que estuviere sentado, calle el primero.

    31 Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados.

    32 Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas;

    33 pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos,

    34 vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice.

    35 Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación.

    36 ¿Acaso ha salido de vosotros la palabra de Dios, o sólo a vosotros ha llegado?

    37 Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor.

    38 Mas el que ignora, ignore.

    39 Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas;

    40 pero hágase todo decentemente y con orden.

    VÉASE:
    Lenguas (Don de) , Milagro , Sanidad (Don de)
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