Diccionario
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  • Anticristo

    Este término es usado solamente por Juan en sus dos primeras epístolas, aunque hay mención de él en otros pasajes de las Escrituras bajo otros nombres. 

    El término significa, a la vez, que se opone a Cristo y que usurpa Su lugar. 

    Es importante distinguir entre «un» anticristo y «el» anticristo. Con respecto a lo primero, «han surgido muchos anticristos»; en cambio, «el anticristo viene» (1 Jn. 2:18). 

    1 Juan 2:18

    El anticristo

    18 Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo.

    El anticristo final «niega al Padre y al Hijo». Pablo menciona «el hombre de pecado», que usurpa el lugar de Dios en el templo de Dios, en el futuro escatológico (2 Ts. 2:3-12). 

    2 Tesalonicenses 2:3-12

    3 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,

    4 el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.

    5 ¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto?

    6 Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste.

    7 Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio.

    8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;

    9 inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,

    10 y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.

    11 Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira,

    12 a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.

    Éste viene por obra de Satanás, confederado con él, y obrará señales y maravillas mentirosas con todo engaño de iniquidad para los que se pierden. Los que han rehusado la verdad serán entregados a la mentira de este inicuo. Los judíos apóstatas lo recibirán como su Mesías (Jn. 5:43). 

    Juan 5:43

    43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis.

    Hará que todos adoren la imagen de la Bestia que aparece en Apocalipsis (Ap. 13:11-18). 

    Apocalipsis 13:11-18

    11 Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón.

    12 Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada.

    13 También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres.

    14 Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió.

    15 Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase.

    16 Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente;

    17 y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.

    18 Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis.

    Su final será el lago de fuego a la venida del Señor Jesús (Ap. 19:20; 20:10). 

    Apocalipsis 19:20 

    20 Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre.

    Apocalipsis 20:10

    10 Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.

    En el AT tenemos más detalles de este enemigo y suplantador de Cristo. Es llamado rey (Dn. 11:36-39), exaltándose a sí mismo y hablando cosas maravillosas contra el Dios de los dioses. No hará caso del Dios de sus padres (señalando que será descendiente de Israel, probablemente de la tribu de Dan, (cp. Gn. 49:17). 

    Daniel 11:36-39

    36 Y el rey hará su voluntad, y se ensoberbecerá, y se engrandecerá sobre todo dios; y contra el Dios de los dioses hablará maravillas, y prosperará, hasta que sea consumada la ira; porque lo determinado se cumplirá.

    37 Del Dios de sus padres no hará caso, ni del amor de las mujeres; ni respetará a dios alguno, porque sobre todo se engrandecerá.

    38 Mas honrará en su lugar al dios de las fortalezas, dios que sus padres no conocieron; lo honrará con oro y plata, con piedras preciosas y con cosas de gran precio.

    39 Con un dios ajeno se hará de las fortalezas más inexpugnables, y colmará de honores a los que le reconozcan, y por precio repartirá la tierra.

    Génesis 49:17

    17 Será Dan serpiente junto al camino, Víbora junto a la senda, Que muerde los talones del caballo, Y hace caer hacia atrás al jinete.

    Tampoco hará caso del «deseo de las mujeres» (esto es, del Mesías, de quien toda mujer judía anhelaba ser madre). 

    Se exalta a sí mismo sobre todos. Es un idólatra, honrando a un dios que sus padres no conocieron. El profeta Zacarías lo describe como un pastor insensato e inútil, que descuidará el rebaño y se apacentará de él en lugar de apacentarlo (Zac. 11:15-17), en oposición al Señor Jesús, el Buen Pastor. 

    Zacarias 11:15-17

    15 Y me dijo Jehová: Toma aún los aperos de un pastor insensato;

    16 porque he aquí, yo levanto en la tierra a un pastor que no visitará las perdidas, ni buscará la pequeña, ni curará la perniquebrada, ni llevará la cansada a cuestas, sino que comerá la carne de la gorda, y romperá sus pezuñas.

    17 ¡Ay del pastor inútil que abandona el ganado! Hiera la espada su brazo, y su ojo derecho; del todo se secará su brazo, y su ojo derecho será enteramente oscurecido.

    En distintas épocas se ha identificado muchas veces a personas históricas con el anticristo (por ejemplo, Mahoma). 

    Igualmente muchos reformadores, como Wicleff, Lutero, Melancton, vieron el anticristo en ciertas instituciones eclesiásticas de Roma. Sin embargo, el tenor de las Escrituras es que el anticristo es el pináculo de la apostasía humana contra Dios expresada en un caudillo personal, que se presentará en relación con Israel al final de la dispensación de la gracia. 

    Ciertamente que multitud de individuos e instituciones han participado y participan de su carácter moral en tanto que niegan al Padre y al Hijo, y en tanto que usurpan el lugar de Cristo, se oponen a la verdad y engañan a los hombres. 

    Bibliografía: 

    Anderson, Sir Robert: «El Príncipe que ha de venir» (Portavoz Evangélico, Barcelona, 1980); Blackstone, W. E.: «Jesús viene» (Vida, Miami, 1982); 

    Carballosa, E. L.: «El dictador del futuro» (Portavoz Evangélico, Barcelona, 1978) y Carballosa, E. L.: «Daniel y el reino mesiánico» (Portavoz Evangélico, Barcelona, 1979); 

    Hamilton, Gavin: «El Discurso del Monte Olivete» (Clíe, Terrassa, 1974) y Hamilton, Gavin: «Maranatha» (Clíe, Terrassa, 1972); 

    Lacueva, Francisco: «Escatología II», Curso de Formación Teológica Evangélica, vol. IX (Clíe, Terrassa, 1983); 

    Payton, J. Barton: «Encyclopedia of Biblical Prophecy» (Harper and Row, New York, 1973); Pentecost, J. Dwight: «Eventos del porvenir» (Caribe, Maracaibo, 1977); 

    Peters, G. N. H.: «The Theocratic Kingdom» (Kregel, Grand Rapids, reimpresión 1978: primera edición, 1884, 3 vols.); 

    Tan, Paul Lee: «The Interpretation of Prophecy» (BHM Books, Winona Lake, Ind., 1974); Walvoord, John F.: «The Millenial Kingdom» (Zondervan, Grand Rapids, 1977).

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  • Anticristo

    Este término es usado solamente por Juan en sus dos primeras epístolas, aunque hay mención de él en otros pasajes de las Escrituras bajo otros nombres. 

    El término significa, a la vez, que se opone a Cristo y que usurpa Su lugar. 

    Es importante distinguir entre «un» anticristo y «el» anticristo. Con respecto a lo primero, «han surgido muchos anticristos»; en cambio, «el anticristo viene» (1 Jn. 2:18). 

    1 Juan 2:18

    El anticristo

    18 Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo.

    El anticristo final «niega al Padre y al Hijo». Pablo menciona «el hombre de pecado», que usurpa el lugar de Dios en el templo de Dios, en el futuro escatológico (2 Ts. 2:3-12). 

    2 Tesalonicenses 2:3-12

    3 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,

    4 el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.

    5 ¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto?

    6 Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste.

    7 Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio.

    8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;

    9 inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,

    10 y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.

    11 Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira,

    12 a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.

    Éste viene por obra de Satanás, confederado con él, y obrará señales y maravillas mentirosas con todo engaño de iniquidad para los que se pierden. Los que han rehusado la verdad serán entregados a la mentira de este inicuo. Los judíos apóstatas lo recibirán como su Mesías (Jn. 5:43). 

    Juan 5:43

    43 Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis.

    Hará que todos adoren la imagen de la Bestia que aparece en Apocalipsis (Ap. 13:11-18). 

    Apocalipsis 13:11-18

    11 Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón.

    12 Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada.

    13 También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres.

    14 Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió.

    15 Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase.

    16 Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente;

    17 y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.

    18 Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis.

    Su final será el lago de fuego a la venida del Señor Jesús (Ap. 19:20; 20:10). 

    Apocalipsis 19:20 

    20 Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre.

    Apocalipsis 20:10

    10 Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.

    En el AT tenemos más detalles de este enemigo y suplantador de Cristo. Es llamado rey (Dn. 11:36-39), exaltándose a sí mismo y hablando cosas maravillosas contra el Dios de los dioses. No hará caso del Dios de sus padres (señalando que será descendiente de Israel, probablemente de la tribu de Dan, (cp. Gn. 49:17). 

    Daniel 11:36-39

    36 Y el rey hará su voluntad, y se ensoberbecerá, y se engrandecerá sobre todo dios; y contra el Dios de los dioses hablará maravillas, y prosperará, hasta que sea consumada la ira; porque lo determinado se cumplirá.

    37 Del Dios de sus padres no hará caso, ni del amor de las mujeres; ni respetará a dios alguno, porque sobre todo se engrandecerá.

    38 Mas honrará en su lugar al dios de las fortalezas, dios que sus padres no conocieron; lo honrará con oro y plata, con piedras preciosas y con cosas de gran precio.

    39 Con un dios ajeno se hará de las fortalezas más inexpugnables, y colmará de honores a los que le reconozcan, y por precio repartirá la tierra.

    Génesis 49:17

    17 Será Dan serpiente junto al camino, Víbora junto a la senda, Que muerde los talones del caballo, Y hace caer hacia atrás al jinete.

    Tampoco hará caso del «deseo de las mujeres» (esto es, del Mesías, de quien toda mujer judía anhelaba ser madre). 

    Se exalta a sí mismo sobre todos. Es un idólatra, honrando a un dios que sus padres no conocieron. El profeta Zacarías lo describe como un pastor insensato e inútil, que descuidará el rebaño y se apacentará de él en lugar de apacentarlo (Zac. 11:15-17), en oposición al Señor Jesús, el Buen Pastor. 

    Zacarias 11:15-17

    15 Y me dijo Jehová: Toma aún los aperos de un pastor insensato;

    16 porque he aquí, yo levanto en la tierra a un pastor que no visitará las perdidas, ni buscará la pequeña, ni curará la perniquebrada, ni llevará la cansada a cuestas, sino que comerá la carne de la gorda, y romperá sus pezuñas.

    17 ¡Ay del pastor inútil que abandona el ganado! Hiera la espada su brazo, y su ojo derecho; del todo se secará su brazo, y su ojo derecho será enteramente oscurecido.

    En distintas épocas se ha identificado muchas veces a personas históricas con el anticristo (por ejemplo, Mahoma). 

    Igualmente muchos reformadores, como Wicleff, Lutero, Melancton, vieron el anticristo en ciertas instituciones eclesiásticas de Roma. Sin embargo, el tenor de las Escrituras es que el anticristo es el pináculo de la apostasía humana contra Dios expresada en un caudillo personal, que se presentará en relación con Israel al final de la dispensación de la gracia. 

    Ciertamente que multitud de individuos e instituciones han participado y participan de su carácter moral en tanto que niegan al Padre y al Hijo, y en tanto que usurpan el lugar de Cristo, se oponen a la verdad y engañan a los hombres. 

    Bibliografía: 

    Anderson, Sir Robert: «El Príncipe que ha de venir» (Portavoz Evangélico, Barcelona, 1980); Blackstone, W. E.: «Jesús viene» (Vida, Miami, 1982); 

    Carballosa, E. L.: «El dictador del futuro» (Portavoz Evangélico, Barcelona, 1978) y Carballosa, E. L.: «Daniel y el reino mesiánico» (Portavoz Evangélico, Barcelona, 1979); 

    Hamilton, Gavin: «El Discurso del Monte Olivete» (Clíe, Terrassa, 1974) y Hamilton, Gavin: «Maranatha» (Clíe, Terrassa, 1972); 

    Lacueva, Francisco: «Escatología II», Curso de Formación Teológica Evangélica, vol. IX (Clíe, Terrassa, 1983); 

    Payton, J. Barton: «Encyclopedia of Biblical Prophecy» (Harper and Row, New York, 1973); Pentecost, J. Dwight: «Eventos del porvenir» (Caribe, Maracaibo, 1977); 

    Peters, G. N. H.: «The Theocratic Kingdom» (Kregel, Grand Rapids, reimpresión 1978: primera edición, 1884, 3 vols.); 

    Tan, Paul Lee: «The Interpretation of Prophecy» (BHM Books, Winona Lake, Ind., 1974); Walvoord, John F.: «The Millenial Kingdom» (Zondervan, Grand Rapids, 1977).

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